Como todos los días en el manicomio de Terror Zone llegaban pacientes para ser tratados, pero está vez sucedió algo que nadie esperaba, el famoso agente de Green Hill's sucumbió a una enfermedad mental; no sabían a ciencia cierta cuál era la causa de su estado actual, las únicas pruebas eran el resto de sustancias alucinógenas responsables de su desnivel en su psique, traducido como una esquizofrenia inducida.

No era consciente de las personas que le rodeaban, sin embargo en su estado actual sería peligroso descuidarlo por un segundo. Era triste y más si debía permanecer un largo tiempo internado en el Manicomio Gris, donde se rumoreaba que hasta la persona más preparada no salía de allí en su sano juicio.

Lo fueron conduciendo por un extenso pasillo, decorado únicamente por cuadros de Picasso y fotografías de personas (animales) que fallecieron en el lugar, esperando su recuperación. Por un momento creyó ver al responsable de su condición en la oficina, cercana a la que pronto sería su habitación, pero eso solo fué una mala jugada de su propia mente obteniendo como consecuencia un sermón por parte de los enfermeros.

-Señorita Rose, le dejo el paciente número 23, sabemos que mejorará con sus cuidados-afirmó el lobo señalando al mencionado previamente anestesiado y encerrado en su recámara-tenga mucho cuidado con él.

Amy Rose, o simplemente Rose era una de las encargadas del manicomio, su deber variaba ya que era aficionada a la medicina y la cocina; su hermano mayor siempre le advirtió de no trabajar en el manicomio sin embargo, los encargados de repostería bajaron drásticamente que aceptó el puesto de doctora.

-Lo tendré en cuenta señor Alan,-respondió refiriéndose al lobo de ojos bicolor

Repentinamente, un griterío se escuchó por el pasillo tres, poniendo en alerta tanto Amy como el lobo.

-¡Suéltame! ¡Rata asquerosa!-gritó un tejón de pelaje castaño claro y anteojos, refiriéndose a un erizo de pelaje marrón, casi rojizo-¿Quieres que te enseñe quién manda aquí verdad?

-Doctor Logan,-interrumpió el lobo-¿Podría hacerme un gran favor si chequea los archivos de la oficina doscientos veintitrés?

El mencionado se alejó, soltando un gruñido en señal de molestia; por otro lado el erizo, quién al parecer tenía entre diecisiete y diecinueve años se levantó del pasillo, cubriendo su rostro con ambas manos.

-¿Buscabas esto?-preguntó Amy, refiriéndose a la máscara que había caído en el suelo.

-Gracias, señorita.

(...)
El atardecer se había instalado en el patio, y los árboles de naranjillo decoraban el lugar de flores blancas, una lástima si fuese motivo de alegría para Sonic, pero no lograba recordar con exactitud que había pasado...Las toxinas estaban haciéndolo tergiversar la realidad.

-Nunca podrás derrotarme...

El azulado volviéndose en dirección a la voz, se desesperó; intentando repetidas veces golpear el acolchado muro, rebotando al instante. Por otra parte, Amy mantenía su vista en él, creía tener una clara explicación para su forma de actuar, sin embargo podía ser una simple teoría ya que carecía de fundamentos científicos.

-Tal vez, debería investigar su caso-murmuró, saliendo del lugar.

La unidad meteorológica local había pronosticado vientos huracanados, por tanto sería lo suficientemente conveniente para ella estar en la sala de archivos, sorprendiéndose al notar una sombra muy parecida a la de Sonic correr por los pasillos.

-¡Sonic! ¿Qué haces aquí? Deberías estar en tu habitación.-regañó Amy

-¿Cómo crees que lo haga si olvidé la llave?

Amy se llevó una de sus manos a la cara, intentando no agotar la poca paciencia que tenía y dirigiéndose al cuarto lo encaró, disgustada por tal acción.

-Bueno, ya lo hiciste, al menos hay una copia por aquí en el fichero; déjame ver...¡Y no muevas nada!

-¡Cómo diga!-exclamó Sonic para luego decir lo último con picardía-Generala Rose.

Esta acción chocó un poco con ella, reaccionando con un leve sonrojo y tomándolo por la camisa, lo observó directamente a sus orbes esmeralda.

-No soy una general.

-Pero para mí lo eres.

Volvió nuevamente a rebuscar en aquel fichero de números interminables, no le contestó ninguna palabra, solo esperaba que todo ese momento incómodo con Sonic pasara.

-Veo el mundo a través de tinta y lejía...-el erizo hizo una pausa y continúo-¿Te sabes esa canción? Creo haberla escuchado, pero no recuerdo con exactitud en dónde.

-Un poco, la letra de por sí es bastante extraña: "Niños gritando blasfemias en sus cunas"... Una vez mi hermano la cantó en el idioma original, solo así entendí que era la misma.

Después de unas horas, consiguió la llave de la habitación de Sonic, pues a esas horas los mobians de vida diurna no laboraban, ya que las consecuencias serían devastadoras,una vez que se aseguró de dejar al erizo en su habitación, entró a su recámara (que en su mayoría de veces usaba cuando las condiciones climáticas eran desfavorables).

-Tengo que saber lo que realmente ocurrió en aquel accidente.-afirmó, colgando su bata en el perchero y sacando el pendrive se dispuso a abrir el archivo.

Tocaron repetidas veces su puerta, haciendo que pausara su investigación y cerrara todo lo que había abierto.

-Oh, hola hermano ¿Que tal tu día como supervisor?

-Digamos que bien, por cierto ¿Cómo fue que te descuidaste y dejaste las llaves al paciente 23?-preguntó el veteado

Amy se encontraba nerviosa, no supo en qué momento sucedió tal cosa, sin embargo era preferible que fuese directamente al grano Shadow, su hermano, no era alguien de escuchar largas explicaciones.

-¡Es un erizo supersónico! Creo que por eso me agarró la llave.

-¿Y no te podías defender?-preguntó él, manteniendo su mirada totalmente neutral-

-¡Claro que sí! Pero en este establecimiento no se permite castigar a los pacientes con los poderes u algún armamento, si hubiese usado mi martillo lo noqueo.

Shadow hizo silencio, por primera vez sentía que su hermana tenía razón, se sintió un poco culpable por la manera del como se había comportado, sin embargo lo menos que podía hacer era irse; y dejar que su hermana caminara por si sola.

Luego que el veteado se fuera, Amy volvió a su computador portátil, tenía que ser lo suficientemente cuidadosa con cada acción que hacía, porque a su vez podía perjudicar a su hermano.

-Para esta investigación, tengo que planear a detalle y unir poco a poco quién está detrás de esto.-dijo para sí misma; asegurándose de que su hermano no le escuchara.

Saludos tesoros de valor infinito ✨
Mis presentes disculpas no haber publicado esto cuanto antes, quise dar todo el empeño en que fuese reescrito aunque para otra oportunidad será corregido, al igual que la versión anterior seguirá el mismo desarrollo en cuanto a la trama, lo único que veo (y creo) que encaja a la perfección es el nuevo personaje enmascarado ^^

Sinceramente estoy muy emocionada por lograr escribir esto, pues muchos saben que no soy de escribir largos textos y eso depende de mi inspiración, en fin les leo en otra actualización.

Chao, chao ✨

Spoiler: El siguiente capítulo se pone interesante 😳👌