Parte quince: 25. Plan

–Hola– otro día más de trabajo había pasado y cuando Jongin se dio cuenta, ya era la hora de dormir otra vez.

Su actual protegido se había pasado el día entero en el cuarto, todavía herido, pero encantado con las atenciones que estaba recibiendo. Cuando le informaron que podían darle un trabajo, que podía estudiar y trabajar bajo la tutela de Kyungsoo y Jongin, el joven muchachito se puso a llorar. Los conmovió por completo la desesperación que tenía al agradecer por todas las cosas que habían hecho por él en tan poco tiempo.

Ahora, después de conversar con él y dejarlo durmiendo, Jongin regresó a su departamento con la grata sorpresa de encontrara a Kyungsoo ya en la cama, listo para dormir.

–Hola– respondió suavemente, con una sonrisa dulce, mientras tomaba su libro y se acomodaba para leer un rato antes de dormir.

Jongin se aseó y luego se acostó. Lentamente, centímetro a centímetro, se fue acercando hasta abrazar la cintura del mayor. Al no recibir ni quejas o reclamos, se acomodó ahí con la intensión de dormir.

–¿Estás cansado?– quiere saber Kyungsoo y Jongin apenas si asiente con la cabeza. –Bien, entonces duerme.

Pasaron unos veinte minutos, Kyungsoo seguía leyendo y Jongin se quedaba lentamente dormido, cuando una idea lo invadió y sacudió su mente. ¿Le estaba preguntando si estaba cansado porque tal vez quería hacer "algo" esa noche? Si era así, tenía todos los ánimos del mundo.

La luz seguía prendida cuando abrió los ojos, eso quería decir que el otro estaba aún despierto. Se revolvió un poco, fingió estar despertándose, incluso se le escapó un bostezo. No sabía cómo interpretar las recientes palabras del hombre a su lado, pero estaba desesperado por una luz verde.

–¿S-sigues despierto?– por fin, Jongin se había atrevido a decir algo coherente, en vez de fingir infantilmente que estaba regresando a la consciencia.

–Soy todo oídos– su respuesta le hace sentir un poco de vergüenza, se ha dado cuenta de su lucha interna, lo conoce lo suficiente para haber percibido que estaba intentando conversar y que no se atrevía.

–¿Recuerdas nuestra vida antes de esta? Esa en la que no le teníamos nada de fe a nada, cuando terminar el día era un milagro. Desde pequeño, estaba seguro de que no iba a ser nada en este mundo, que moriría siendo parte de la lacra de esta sociedad– Jongin se acomoda hasta estar acostado sobre su espalda, ahora tenía parcial vista de Kyungsoo aún sentando, con su libro cerrado en la mano. –Yo lo recuerdo muy bien, para ti fue un periodo corto. Cuando Suho me protegió, me juré que si volvía a nacer, haría algo decente con mi vida, porque para mejorarla en las condiciones en las que estaba se necesitaba un milagro. Y tú fuiste mi milagro.

–¿Cuántas veces tengo que decirte que el esfuerzo es todo tuyo? Deja de darme el crédito de todas las cosas buenas que has logrado– el chico deja todo en su mesita al lado de la mesa, apaga la luz y se acuesta. La oscuridad les da más confianza para expresar todo lo que quieren y no se atreven.

–No importa cuántas veces me lo digas, yo sé que sin ti yo seguiría en las calles. Es más, puede que hasta estuviera muerto en este punto. No creas que ha sido fácil, sé que tengo que poner de mi parte. Es por eso que estoy tan perdido sin ti en este momento. Creé mi zona de confort, me instalé en mi pequeño paraíso personal y fui sacado de ahí. Ha pasado mucho tiempo y no puedo regresar. Estoy desesperado.

–Quiero que entiendas algo muy importante– expresa Kyungsoo después de escucharlo, tiene un nudo en la garganta y eso hace su comunicación aún más difícil. –He sido cruel, inmaduro, indeciso, un total tonto. Pero soy un ser humano, lleno de desconfianza, complejos y defectos, no puedes esperar lo mejor de mí de esta forma. Nos hemos hecho demasiado daño y aún así seguimos sintiendo esa horrible necesidad por el otro. ¿Estás dispuesto a vivir así, pero conmigo?

–¿Cómo te hago entender que esa es la única forma en la que quiero vivir?

* *

Baek extiende su delgada y elegante mano justo frente al rostro de Luhan y mueve sus dedos un poco hacia su palma, indicándole a Luhan que le entregue el dinero que le debe. El rubio bufa y rueda los ojos, rebuscando en su bolsillo su billetera para buscar la cantidad acordada.

–Eres imposible– le dice mientras coloca los billetes.

–Yo siempre le apuesto al amor, ciervito. Jongin y Kyungsoo son demasiado cachondos como para estar separados por mucho tiempo. Yo no apuesto si no tengo altas probabilidades de ganar.

Totalmente ajenos a ser parte de un juego entre sus amigos, el presidente y el vice presidente de la compañía están cómodamente sentados juntos mientras trabajan. De rato en rato son cariñosos o se regalan sonrisas encantadoras. Se hablan en un tono dulce y le ofrecen al otro toda la atención y consideraciones posibles.

El ambiente regresa a ser lo que fue antes de su terrible pelea, todas las personas a su alrededor son capaces de darse cuenta del cambio positivo. Baekhyun, siempre atento a todos los detalles, se había estado fijando que poco a poco la tensión entre ellos era menor, y predijo exitosamente que la reconciliación estaba cerca. Luhan lo dudó y terminó perdiendo la apuesta.

–¿Qué vas a hacer con ese chiquillo que está ahí arriba? No puedes tenerlo ahí arriba comiendo y jugando para siempre. ¿Cuál es tu idea?– Baek cruza los brazos y mira a Jongin que enseguida frunce el ceño.

–Tengamos una reunión.

Jongin, Kyungsoo, Chanyeol, Baekhyun, Sehun y Luhan estaban en la oficina de juntas, a puerta cerrada de cualquier persona que quisiera intervenir.
Eran temas personales, pero que de todas formas le competían a la empresa. Los chicos, sobretodo Baek y su increíble capacidad para sobre actuar, hicieron bastante bulla y demostraron su incredulidad al escuchar las noticias sobre Kris.

–¿Está vivo? ¿Cómo? Estoy seguro de que Suho le pegó un tiro. Esto cambia por completo las cosas.

–Tranquilo, Baek– interviene el gigante. –Este rato puede estar conspirando en nuestra contra, pero ya no es la persona que conocíamos. Este rato nosotros estamos amparados por la ley y por un poder más grande de lo que él pueda manejar. ¿Qué podría hacernos?

–Si intenta atacarnos o hacer algo estúpido terminará en la cárcel. Es mejor que lo dejemos ahí, que se hunda solo, como ha hecho estos años, que no nos importe– opina Sehun, muchos parecen estar de acuerdo.

–Debemos desintegrar a su gente, para eso necesitamos a Ravi y a Choi Young Min. Me gustaría que todas las personas que estén bajo la tutela de ese grupo termine en nuestra asociación o en la cárcel, lo que merezcan. Uno de mis compromisos con el gobierno para formar esta empresa era justamente limpiar las calles de Seúl, convirtiéndolos o encerrándolos. Y eso voy a hacer.

–¿El mocoso ese estuvo metido en esto todo el tiempo?– Luhan está indignado. –Y tiene el descaro de venir a hacerse el preocupado por ti y todo eso. Deberíamos prohibirle la entrada y que sepa que no somos tontos.

–Todo lo contrario– Jongin cruza los brazos. –Deberíamos dejarle pensar que nos creímos su juego, darle apertura, hacerle pensar algo como: "te ayudaremos a salir de la pandilla, confiamos en ti" De esa forma, si piensa que está en ventaja, va a bajar la guardia y ahí podremos atraparlos. Para eso necesitamos a Choi Young Min.

–¿Y cómo saber si podemos confiar en él?– Sehun duda, pero Kyungsoo ya lo pensó antes.

–El chico está dispuesto a ayudarnos, lo único que quiere es una buena vida. Hablé con él, no tiene ni un mes en la pandilla. Todavía no sabe en quién confiar y ha estado siendo golpeado y abusado todo este tiempo. Por estos días, nos tiene más gratitud a nosotros que a ellos. Está más que dispuesto a informarnos lo que pasa, ni siquiera tiene que preguntar, sólo contarnos como van las cosas, escuchar lo que dicen. Literalmente va a ser los "oídos" en las paredes del lugar. Nadie va a desconfiar de un chico despistado– Kyungsoo mueve la cabeza un tanto preocupado. –Es peligroso...

–Pero lo protegeremos. Le juré a Young Min que nada le pasaría, sólo tiene que hacer lo mismo que hacía antes, intentar acoplarse y contarnos todo. Ni siquiera va a volver aquí, para evitar sospechas. Le conseguí un cuarto bastante modesto hasta que pueda integrarse a nosotros– explica Jongin.

–Bueno. Entonces, ¿qué esperamos?– Chanyeol sonríe. –Manos a la obra.