Parte once: 14. Intruso
Hola froggies amadas,
No soy de las que pone notitas en los capítulos, más soy de las que deja mensajes en la página de facebook, pero hoy amerita un anuncio.
Tengo un nuevo trabajo, sólo hoy estuve 13 horas ahí, apenas si comí y tengo toneladas de cosas que hacer para mañana también. No se sorprendan si se enteran que me morí jaja. No me gusta esto, pero lo estoy haciendo porque necesito el dinero si quiero viajar y estudiar fuera, las becas para mi área de traducción y literatura son una miseria, es muy difícil. Estoy cansada, agotada física y emocionalmente, pero ustedes me sacan una sonrisa con cada voto o review, así que estoy agradecida por eso. No voy a dejar de escribir, esta es mi profesión real y mi pasión, pero ténganme paciencia estos días. Me siento terrible al no cumplir mis horarios como antes, pero mi trabajo anterior era flexible. Me pase el fin de semana en cama por la gastritis del estrés, pero aproveché para escribir, espero estar estable por lo menos esta semana.
Eso por hoy, disfruten el capo, denle amor que eso me motiva a seguir en estos oscuros días *viva el dramatismo*
Les ama,
Ranamai <3
* * *
Parte once: 14. Intruso
Es anatómicamente imposible a boca de Baekhyun se abra más. Después de la acalorada historia contada por Jongin, con detalles de cómo Kyungsoo incluso logró evitar que cometa homicidio, está sentado acariciando a su gordo y exageradamente mimado gato, como una ajumma chismosa ante un jugoso relato.
–Después de toda mi insistencia por ayudarlo, no termino de darle mi idea que me apuñala por la espalda. No puedo creer que Kyungsoo insista en tenerlo cerca. Es una amenaza, para todo. Para mí, para ti, hasta para tu odioso gato. No hay como confiar en alguien que quiere quitarle el novio a otra persona. Eso se debería saber. ¡Debería ser una ley natural!
–Fastidiaste tanto, le contaste cosas personales dispuesto a sacarlo del horrible mundo donde está, pero ahora que te entran los celos nada de eso importa. Eres tan infantil– comenta el mayor, mientras peina con los dedos el suave pelaje de su mascota.
–No, no,no. No es cuestión de ser infantil. Prácticamente me aseguró que intentaría robarme a Kyungsoo. Eso no le haces a alguien que te quiere ayudar. Esto esta mal, mal, mal... muy mal.
–Sólo piénsalo. Así es como tú mismo te enamoraste de él. Deja que el chico se entusiasme y sea el esclavo privado de Kyungsoo, igual él no va a dejar que nadie más que tú lo toque, así que yo de ti estaría tranquilo.
–Baekhyun, eres la peor persona para decirme que Kyungsoo no se acostaría con otra persona y siempre te odiaré por eso.
–Estábamos ebrios y no teníamos idea de lo que estábamos haciendo. Kyungsoo seguía pensando que eras tú. Eso pasó hace demasiado tiempo y no pienso regresar a esa horrible época en la que teníamos que hacer cosas desesperadas para llamar la atención de nuestros machos de pelo en pecho– el tono de burlón era suficiente para desquiciar a Jongin. –Ahora deja de chillar como nena, no es la primera ni la última vez que alguien se va a interesar en Kyungsoo de esa manera. Ahora no sólo está bueno, está forrado de dinero y cuando está estresado tiene cara de que le falta sexo, aunque me consta que no... gracias a que somos vecinos.
–Deja de hacer tus típicas bromas estúpidas. Esto es serio, Kyungsoo escuchó lo que ese inútil dijo y aún así quiere continuar teniéndolo cerca. ¡Esto es un problema grave para mí!
–No, no lo es. Sólo es un dolor de cabeza más en el camino. Grave fuera si Kyungsoo mostrara cualquier tipo de interés. Grave fuera si te abandonara por él y decidiera regresar a ser un pandillero con tal de poder estar al lado del tipo tatuado. Eso no va a pasar, sólo vas a mostrarte como un inseguro celoso frente a él y quedar como un idiota. Deja que ayude al chico, que por lo menos sienta que lo hace... porque hay algo que a mí no me convence. Ese chico no quiere ser ayudado, no quiere regresar a la sociedad como un ciudadano más. Puede que incluso lo de Kyungsoo sea mentira, y que haya algo más detrás de esto. Sí te digo que tengas cuidado con él, pero no por Kyungsoo, sino por la empresa.
–Gracias, ahora estoy preocupado de que quiera robarme a mi novio y, además, arruinar la empresa por la que se ha sacrificado todos estos años. Menos horas de sueño para mí.
–Kyungsoo no te va a dejar por un tipo lleno de tatuajes. Tú tienes uno y casi te deja por eso– una risita malvada se le escapa a Baekhyun al ver el rostro de Jongin. –¿Te imaginas alguien como él que evidentemente es un pandillero al lado del gran Do Kyungsoo que no deja su ropa formal? ¡Por favor! A veces pienso que duerme con traje.
–En la casa somos informales...– comenta Jongin casualmente, pero todo es excusa para que Baek se burle.
–No me interesa saber que tan desnudos van en su casa. Aquí el problema es que ese muchachito se quiera aprovechar de la situación para hacer algo estúpido y tú debes evitarlo.
Unos pasos se escucharon a su espalda y Byun Baekhyun pudo sentir como su energía era absorbida por una vibra más poderosa que la propia. Lentamente se volteó para encontrar a su jefe mirándolo, con su ropa formal y su celular en la mano.
–Primero, jamás dejaría que nadie se meta en esta empresa a un punto en la que pudiera ponerla en riesgo. Segundo, uso ropa normal en mi casa Baekhyun, piyamas y sudaderas de lo más cómodas. No saques conclusiones innecesarias.
–Escuchar conversaciones ajenas es de muy mala educación– el gato ha decidido que ha tenido suficiente y se levanta para marcharse, sin darle oportunidad a Baekhyun de seguir usándolo como escudo.
–¿Si? Pues es de peor educación estar en la casa de alguien hablando mal de esa persona e insinuando cosas de su vida personal innecesariamente– replica de inmediato Kyungsoo.
–Sólo estoy ayudando a Jongin, que está enloquecido de los celos por tu tatuadito– la expresión del menor de los tres sólo lo hace evidente, sigue siendo un niño inmaduro para muchas cosas.
–¡YA!– es lo único que atina a decir.
–Jongin está celoso hasta de mi ropa interior. Por favor, Baekhyun, no colabores a que esas ideas se le metan en la cabeza.
–¡YA!– vuelve a exclamar, más indignado aún. –Estoy aquí, los estoy escuchando.
El teléfono celular de Jongin empezó a sonar exageradamente, era una llamada de Sehun. Mientras atendía la llamada, Kyungsoo y Baekhyun seguían discutiendo acerca de cómo el segundo no debía meterse en la vida privada del presidente y del vicepresidente de la empresa y las posibles consecuencias de si lo hacía.
–El problema es que el proceso puede caer en el sistema. Desde que empleamos ese software para agilitar la comunicación interna de la empresa, tenemos que tener mucho cuidado porque si un asunto no es delegado a la persona correcta. Esta situación puede traer grandes consecuencias, sobretodo el departamento financiero que se hace cargo de los impuestos. No podemos atrasarnos jamás en eso, pero ahora que estamos con el tema de los alimentos malos. Por favor, pídele al financiero que sea muy exigente, tuve un par de encuentros con el director esta semana y no quiero problemas ahora que va a explotar esto de la carne mala.
–Entiendo, si tengo que poner un memo con advertencia para que tengan cuidado con el tema lo haré. Tienes toda la razón, Sehun, no se puede tomar a la ligera un tema tan importante como las acciones tributarias. Mañana mismo, en cuanto baje a la oficina, me haré cargo.
–Me adelanté un poco a eso, tengo unos papeles que me gustaría que firmes. No me tomará ni cinco minutos, ¿puedes abrirme cuando suba?
–Vaya, esto de vivir en el trabajo no me conviene para nada.
Un par de risas después y unos golpes se escucharon. Jongin se despidió y cortó la llamada, mientras se acercaba a abrir la puerta y revisar unos correos en el celular que le acababan de llegar. Totalmente concentrado en eso, se acercó a la persona que lentamente entró en el departamento y se tomó su tiempo antes de alzar la vista.
–¿Tengo que firmar con azul o ....?– los ojos de Jongin se apartaron de la pantalla para darle atención a Sehun, pero vaya sorpresa que se llevó al ver al tatuado pandillero parado ahí, con una funda negra en las manos.
–¿Kyungsoo?– pregunta con voz baja, como intentando mantener su apariencia de chico rudo, pero intentando ser amable de todas formas.
–El ascensor tiene una clave para llegar a este piso. ¿Cómo sabes de este lugar?– sin embargo, Jongin no tiene la menor intención de ser ni amable, peor hospitalario.
–Tengo el carnet de principiante... subí por las escaleras de emergencia y me costó un poco... yo...
–Jongin– la voz de Sehun interrumpe la explicación del "no" invitado.
–Sehun, entra por favor. Quédate aquí mientras llamo a Kyungsoo– el dueño de casa se volteó para mirar de mala manera al muchacho. –Espera aquí.
* *
Sehun, Baekhyun y el odioso intruso, palabras textuales de Jongin, se fueron más o menos al mismo tiempo. Ocupado como estaba, Jongin no fue capaz de escuchar lo que su novio y el pandillero hablaban, pero le entregó la funda negra que resultó ser algo comprado en la calle. Vaya detalle con falta de glamour, había comentado Baekhyun antes de por fin retirarse con su feo gato.
Lo único que disfrutó fue la reta que tuvo que escuchar del CEO de la empresa al llegar a un lugar sin ser invitado y por lugares que no estaban permitidos para extraños. Si, Kyungsoo dijo "extraños" en su cara y prácticamente le dio a entender que no confiaba en él. ¿Verdad?
–¿Vas a bañarte?– le pregunta Kyungsoo casualmente mientras saca unas toallas, que seguramente está acomodando.
–Debiste sacarlo de inmediato y prohibirle la entrada a esta casa. ¿Las escaleras de emergencia? No me gusta para nada su actitud... ¿tanto esfuerzo para darte comida callejera? Yo creo que sólo estaba viendo el panorama. ¿Seguro no se robó nada?
Kyungsoo, quien tenía la toalla en sus manos todavía, suspiró y la guardó al no haber una respuesta positiva. Se mantuvo en silencio, que Jongin respetó, porque evidentemente estaba buscando la respuesta correcta sin impacientarse.
–No seas exagerado. El chico está acostumbrado a hacer ese tipo de cosas, obviamente voy a ponerle límites, pero tú mismo estabas entusiasmado por ayudarlo. Tus escenas de celos son tiernas hasta cierto punto nada más, así que mejor cambiemos de tema.
–Yo creo que no sólo quiere algo contigo, también sospecho que quiere algo en la empresa. No me da para nada buena espina, no me gusta su actitud. Pensé que realmente sólo quería devolverte un favor, pero no actúa como alguien que está desesperado por servirte a cambio de su vida... es más como querer meterse a la fuerza.
–No dudo que sepas mucho sobre cómo funcionan esas cosas entre los pandilleros, Jongin– Kyungsoo sigue arreglando las cosas en el baño mientras habla. –Pero te recuerdo que ya van más de cinco años que ya no eres parte de ese mundo, tienes que admitir que estás desactualizado, afortunadamente, acerca de cómo funcionan las cosas en los bajos mundos.
–Yo creo que está intentando seducirte... ¿y si está enamorado de ti?
–Por favor, qué sabes tú de eso.
Cuando Kyungsoo dijo esas palabras, se estaba refiriendo a que Jongin no conocía los sentimientos de Ravi, pero la frase fue terriblemente mal interpretada y Jongin dejó salir, indignado, su respuesta a la afrenta que pensó que iba en su contra.
–Contrario a lo que piensas... yo sé muy bien lo que es el amor. Amar es estar feliz aunque no tengas nada para dar, cuando eres capaz de sonreír incluso cuando las cosas están yendo pésimamente. Cuando amas, entras en pánico si esa persona está el peligro y eres capaz hasta de matar si debes salvarlo... al parecer, tú no sabes lo que es amar... o distinguir cuando alguien lo hace. –Jongin se mordió los labios. –Soy una mala persona, Kyungsoo, eso no se ha ido aún. Ni tú ni yo podemos hacer mucho al respecto. Si realmente quiero sentirme orgulloso de algo, es el hecho de que te he querido. Me gustaría poder decirte que corras lejos, que no estés con una persona como yo.... pero no puedo. ¿Por qué me haces sentir insignificantes? Él me quiere quitar a la única persona que pudo convertir mi infierno en el paraíso. ¡No quiero que te toque! ¡Eres mío!
–Jongin, no soy una maldita cosa. Tengo un cerebro, una voluntad y mis propios sentimientos. ¿Realmente crees que sería capaz de dejarte por alguien más? ¿Qué demonios hay en tu cabeza?– el tono de voz del mayor sólo lo irrita más.
–Tengo mis razones, has estado actuando de manera extraña y aceptas que haga cosas que nadie se atrevería si quiera. Últimamente no has estado muy cariñoso y necesitas pastillas para poder dormir. ¿Crees que no lo he notado? Me niego a pensar que estamos pasando por una crisis, pero siento una piedra en el pecho que me dice lo contrario. Estaba deseando que las cosas no son así, pero no me puedo seguir mintiendo. Si no es por el pandillero, mejor, pero las cosas entre nosotros no están bien. Si pensé que ayudar a ese chico era lo mejor, evidentemente estaba equivocado. Si te dije que estaría tranquilo y ya no hablaría sobre esto, estaba mintiendo.
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