Parte nueve: 5. Avance
–¿Desaparecido?– el hombre apaga su cigarrillo, pero no pasa mucho tiempo hasta que enciende otro. –¿A qué te refieres con desaparecido?
Ravi está sentado con una lata de cerveza en la mano, se la acabó en el camino, pero está tan sorprendido que la va apretando conforme cuenta su historia.
–He intentado hacer contacto con ellos, incluso he ido a sus zonas de influencia personalmente. Parece un lugar abandonado. La casa, esa donde estaba su organización y los hombres más importantes, todo se ha ido. El gobierno la ha comprado y están haciendo una reconstrucción. No hay rastro de los nombres que me diste, no los han visto en meses. Los trabajadores actuales con los que conversé en la construcción ni siquiera los conocen, son albañiles que trabajan para el gobierno.
–Interesante– el hombre deja salir mucho humo antes de toser un poco.
–La banda se ha desintegrado, pero tengo información útil de la que acabo de enterarme. Mientras venía a encontrarme contigo he estado pensando, pero quiero tu opinión.
–Infórmame– ordena el mayor, mientras cruza las piernas descuidadamente.
–Hicimos preguntas por aquí y por allá. Hay un rumor muy grande e interesante. Alguien está contratando gente con problemas para conseguir trabajo por haber estado en la cárcel, los están reclutando. El mismo ministerio que compró la casa, es el que tiene el programa para incluir a gente con antecedentes penales menores a la sociedad. Están haciendo contrataciones en masa. Al parecer es una empresa nueva que está creciendo a pasos agigantados. Son muy exagerados para aceptar en el programa, pero es algo grande.
–¿Contratando gente con antecedentes penales? ¿Por qué?– otro cigarrillo al piso, lo apaga pisándolo con fuerza.
–No lo sé, pero un nombre llamó mucho la atención. Está por todo internet.
–¿Internet? ¿Por qué un nombre en internet llamaría tu atención?
–Sí... sé que no usas esas cosas, pero pedí que lo averiguaran y en mi camino aquí lo vi con mis propios ojos.
–Bien, lo que sea. ¿Cuál es el nombre?
–Do Kyungsoo
* *
–¿Un mini pastel?– Kyungsoo mira a Baekhyun por debajo de sus lentes. Estaba sentado en lo que ahora parecía por fin una oficina.
–Son siete meses mañana, pero estaré muy ocupado para hacer algo, así que decidí celebrarlo hoy– explica el mayor, pero todavía no comprende.
–¿Siete meses de qué?
–De esto, Soo.– Baek abre mucho los ojos, mirando alrededor. –Hace siete meses nos trajiste a un edificio a medio construir y nos dijiste que íbamos a triunfar, que íbamos a tener ganancias y departamentos, que ibas a darles trabajo no sólo a los del grupo, sino a la gente del programa del gobierno. Siete meses, Do Kyungsoo, y yo recibo cada 15 del mes un cheque con mi nombre y tengo una cuenta bancaria donde puedo guardar eso. Tengo una cama, un armario y una contraseña para mi puerta.
–La seguridad es importante– comenta Kyungsoo un poco confundido por el repentino ataque de agradecimiento de su amigo.
–¡Lo sé! Suena "bip, bip, bip, bip" cada vez que Chan está de vuelta en casa y yo soy increíblemente feliz.
–¿Y por eso me compras un pastel?– pregunta Kyungsoo mientras muerde y siente el delicioso chocolate deshacerse en su boca.
–Te compro un pastel porque estoy agradecido. Tú, no sé si lo comprendas, tú estás recuperando tu vida, Soo. Entiendo que esto sea una mejora increíble después de todo lo que pasaste, pero estás regresando a un mundo donde tus mayores preocupaciones son los trámites con la gente del gobierno, que por cierto te adoran– Baek suspira. –Para nosotros todo esto es nuevo. Nacimos, crecimos y nos íbamos a quedar toda la vida en ese ambiente horrible, pero nos has sacado de ahí... a todos. Has convertido a Kai en una persona preocupada y amable. Yo... en serio no sé como agradecerte.– Kyungsoo sonríe y se termina su pequeño regalo con muchas ganas.
–No, Baek. Yo estoy devolviendo el favor. Ustedes, todos los que ahora me están ayudando a construir esto, me ayudaron cuando yo estaba desesperado. Me cuidaron y me trataron como la familia que nunca tuve realmente. Mis padres, ellos no estaban interesados en mí, nunca lo han estado. No quiero verlos, no los extraño, no los necesito. En parte, huí para salvarlos, pero porque no quería darles una decepción más y otra razón para odiarme. Aquí soy amado, soy respetado, soy necesario. Mi época con ustedes en el grupo no fue perfecta, pero me formó. Por eso están aquí. Ustedes se han ganado esto con el sudor de su frente. Gracias por el pastelito, estaba delicioso. ¿Dónde los compraste? Seguro a Jongin le van a encantar.
Baek se levanta de la silla al otro lado del escritorio y, con lágrimas en los ojos, hace que el otro lo imite para abrazarlo con fuerza. Estaba sentimental porque al día siguiente tendría su primer encargo importante dentro de la empresa, Kyungsoo se lo había confiado y estaba agradecido por eso y por todo lo demás.
–No debes sufrir por eso, ¿acaso no somos nosotros una familia? ¡Justo como has dicho! Yo seré la madre orgullosa que necesitas y puedes pedirle a Chanyeol que te cargue en su espalda como un padre amoroso.
–Baek, por favor no te pases– la risotada exagerada del mayor hizo que Kyungsoo empezara a perder la paciencia.
–Ok, ok. En realidad, también quería felicitarte por otra cosa. La parte de abajo te quedó hermosa, le da una apariencia increíblemente profesional a la empresa– expresa finalmente Baek.
–Sí, quiero que cuando venga la gente del negocio de reciclaje se lleve una muy buena impresión, por eso me esforcé mucho con el lobby. Las personas se dejan impresionar por esos detalles.
–¿Reciclaje? Algo me comentaste, pero no estoy muy seguro. ¿De qué se trata?
–Hemos estado planeando esto con Jongin– comienza D.O. –En realidad es un negocio muy bueno. Necesitamos trabajos fáciles de hacer, que no requieran mucha experiencia o educación, debido a la mano de obra que estamos contratando. Cuando demuestren que tienen ganas de trabajar los apoyaremos con estudios y capacitaciones.
–Como estás haciendo con nosotros– se burla Baek, ya que ha estado haciendo sus estudios semi presenciales desde hace unos meses.
–Algo así, pero en realidad esto es a gran escala. Tendremos un convenio con diferentes empresas. Llevaremos el reciclaje a otro nivel, fue idea de Jongin. Tendremos gente recolectando, clasificando, arreglando, entregando y vendiendo todo el reciclaje de un montón de lugares que suelen desperdiciarlo. El gobierno también nos apoya, porque podrán hacer mucha propaganda con eso de que se debe trabajar por el medio ambiente. También tendrás la reunión con las tejedoras profesionales mañana. Necesito que logres convencerlas de ayudarnos a enseñarles esto a las mujeres y hombres que se han inscrito en la parte de labores manuales y que trabajen con nosotros a largo plazo. Cuento contigo.
–Claro que sí, Dodo de mi vida. Me has confiado esto y usaré mis más hermosos encantos para traerte un hermoso sí de su parte. Ahora me tengo que ir, pero dile a Jongin que la idea del reciclaje es muy buena.
Baekhyun sale de la ordenada-desordenada oficina de Kyungsoo muy alegre. Se encuentra con Jongin en las gradas y sonríe malvadamente. Todavía no tienen dinero para hacer que el ascensor funcione.
–¡Pero si es el pequeño Nini! ¿Cómo estás?– pregunta emocionado el mayor y Kai toma un poco de aire.
–Cansado. Baek, por favor no me llames así.
–¿Estás cansado por subir las gradas hasta aquí? ¡Pero si son a penas cuatro pisos! Te hace falta ejercicio cariño.
–¡YA!– se queja Jongin –He estado cargando cajas yo solo hasta el último piso para dejar unas cosas que me encargó Kyungsoo para nuestro departamento. He subido no menos de unas diez veces con cosas pesadas ¡Tengo derecho a estar cansado!
–¡Que lindo! Has dicho "nuestro" departamento. Suenas como una pareja de recién casados –exclama Baek emocionado.
–¿Por qué me doy el trabajo de hablar contigo?– se pregunta Jongin, más para sí mismo.
–Como sea. Yo sólo quería decirte que tu idea del reciclaje es muy buena, Kyungsoo está muy emocionado con eso. ¡Buen trabajo, Nini!
–Gracias, Baek, yo....¡No me llames así!
Jongin entra a la oficina murmurando cosas en contra de Baekhyun y su fastidiosa forma de arruinar su ánimo. Encuentra a Kyungsoo como siempre, con sus enormes lentes, rodeado de papeles y una computadora de segunda mano mientras está concentrado en las cosas que hace.
–Si tuvieras esos lentes, pero nada más encima, te verías muchísimo más atractivo.
–No puedo ser atractivo todo el tiempo como tú, Jongin– parecería que no está prestando atención, pero su siguiente comentario desmiente eso por completo. –Por cierto, el sudor SÍ se ve muy sensual en esa piel tuya.
Una preciosa sonrisa iluminó el rostro del menor. Amaba ese tipo de conversaciones, tan casuales e inusuales al mismo tiempo, como si estuvieran conectados de alguna manera. Kyungsoo se había vuelto mucho más confiando con el tiempo, más ahora que era el gran jefe. Le encantaba como las cosas estaban avanzado.
–Acabo de escuchar a Baek, me dijo que le gustó mucho mi idea del reciclaje. Gracias por comentarlo.
Jongin se sienta a un lado y besa la espalda de Kyungsoo, sólo porque le dio ganas.
–Es porque es una increíble idea. He estado pensando en eso como loco y ya sé cómo lograr que surja. Con tres proyectos más podremos tener números en verde cuando se acabe este año. El gobierno nos da un apoyo increíble, no sólo compró la casa en un precio superior al que merecía, también lo está convirtiendo en otro centro artesanal para gente que tiene dificultades en conseguir trabajo y probablemente nos dejen participar ahí también. Nos ayuda a conseguir patrocinadores y me hablaron de prestamos al estado que podemos hacer a bajo interés, si demostramos que es para impulsar la empresa.
–Confían ciegamente en ti– opina Jongin de inmediato, con orgullo. –Has demostrado lo que vales. La mayoría de nuestros empleados ya están bien establecidos. Los chicos del grupo ya se han atrevido a conseguir cuartos de arriendo o departamentos. Todos trabajan duro, estamos creciendo, tal como dijiste. Lamento si al principio estaba un poco escéptico al respecto... pero es que parecía tan imposible de cumplir. Pero al parecer nada es malditamente imposible para ti.
–No todo ha sido perfecto– Kyungsoo se saca los lentes y acaricia el cabello del menor con ternura. –Hace tiempo tuvimos el problema de ese grupo que estaba intentando robar el material y venderlo al triple en las esquinas. Fue duro tener que sacarlos así. Es decir, me gustaría poder darles una segunda oportunidad, pero esa ERA su segunda oportunidad. Si no hacía nada, estaríamos sentando un pésimo precedente.
–Hiciste lo que debías, Kyungsoo– Jongin frunce el ceño. –Tienes que ser un mal nacido desagradecido para robarle a quien te da de comer, te da trabajo y te trata bien. Los educaste, los capacitaste, los sacaste de la calle, los alimentas y los ayudas a ser libres e independientes. Con el patrocinio, muchos de ellos podrán estudiar, ser alguien en la vida, dejar de robar para comer.
–Sí, tienes razón. Pero hubiera preferido evitarme el mal rato.
Kyungsoo se estira, ha estado mucho tiempo en la misma postura y no quiere una tensión en el cuello.
–A nadie le gustan los malos ratos, pero ya pasó. Ahora vamos a comer. Me he pasado subiendo cajas como mula de carga y merezco un baño, descanso, comida y sexo. En ese orden, si es posible.
–Que romántico. ¿Te hago un masaje también?– pregunta el mayor con una ceja alzada y un claro tono burlón.
–Pensaba hacértelo yo a ti, pero si estás tan dispuesto...
Golpeando sus hombros suavemente con su propio puño y moviendo en círculos su cabeza, a la derecha, a la izquierda, para evitar el dolor, Kyungsoo decide que un masaje no es una mala idea.
–No, no, no. El masaje está bien, después de todo seré yo quien te de la comida y el sexo, ¿verdad?
–No querrás que lo haga con Chanyeol...– Jongin hace mala cara de su propia broma.
–Gracias por la imagen mental– dice Kyungsoo con una expresión peor que la de él mismo. –Por cierto, también tengo una petición especial para ti.
–¿Alguna postura del kamasutra de la que tengas ganas?– las bromas "calientes" de Jongin causaban algo extraño entre risa y un leve toque de impaciencia en el mayor.
–Eso para después de comer, es algo a largo plazo.
–¿A largo plazo?
–Si, Jongin, a largo plazo. Lo he estado pensando desde que empezamos todo esto. Muchos ya lo están intentando y hay algo que realmente... realmente me gustaría que hagas. Yo, quiero que entres a la universidad.
–¿Qué?
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