Parte nueve: 1.Creando un monstruo
Manico(mío)
ADVERTENCIA: Este fic es una secuela. Si no has leído "Mío" de Ranamai, no vas a entender casi nada de las cosas que se mencionan en esta historia. Si te interesa, puedes leer la primera parte en: https://www.wattpad.com/323547915-m%C3%ADo-parte-uno-la-divisi%C3%B3n-de-un-reino
Parte nueve: 1. Creando un monstruo
Kim Wok Sik está sentado frente a un hombre alto. Es muy extraño. No muestra su rostro por completo, no dice mycho, pero sabe que tiene influencia sobre varios de sus hombres, en varios de sus sectores. Sabe también que ha estado rondando su grupo desde hace unos meses. Cuando Kim Wok Sik se convirtió en Ravi, poco a poco se fue transformando en el tipo de líder que hace mucho esfuerzo para ganarse campo dentro de los difíciles mundos negros de Seúl.
No es algo fácil, es una de las ciudades más seguras del mundo, la policía tiene facilidad para encontrarlos y desintegrarlos, por eso se necesita fuerza física y mental para lograrlo, afortunadamente el tiene bastante de ambas.
El hombre casi no muestra su rostro pero, para su sorpresa, se ha desecho de su tapabocas para poder fumar, casi compulsivamente.
Tiene ojeras marcadas y la piel pegada a los huesos y, aún así, se nota que en el pasado debió ser un hombre increíblemente atractivo.
Ravi piensa que tal como Lucifer, parece un ángel hermoso que terminó siendo el más malvado rey de los infiernos. Y ahora, lo ha citado de la manera más extraña, de tal forma que no se ha podido negar por culpa de la curiosidad.
Ravi está a punto de preguntarle de manera seca qué es lo que quiere, pero el otro le gana esa extraña competencia implícita de "quién va a hablar primero", cinco segundos antes de lograr su cometido.
–Tienes mucho potencial– empezar con un halago siempre funciona. –Pero siento que te falta algo– perfecto, ahí va la crítica. Lo estaba esperando, no se veía del estilo amistoso. –Siempre es bueno tener un elemento sorpresa.
–¿Un elemento sorpresa?– pregunta el joven líder con incredulidad y una sonrisa burlona. –¿Algo así como el Acertijo de Batman o algo?
–No necesariamente– responde el misterioso hombre, lanzando la colilla y volviendo a encender otro cigarrillo lentamente. –No eres el súper villano de un cómic, niño, eres alguien que está intentando sobrevivir en este mundo y le ha tocado hacer cosas "malas" para poder comer. Pero estás creciendo, como persona y como guía de todos aquellos que piensan que estar tras de ti les asegura un techo sobre su cabeza, un plato de comida y protección. Eso te da influencia, te da poder sobre los demás. El apoyo y la fidelidad de esos hombres va alimentar tu ego y con el tiempo va a querer más y más.
–¿Eres alguno de esos guías espirituales encubierto?– Ravi hace un gesto de disgusto. –No necesito nadie que me venga a decir cuáles son las consecuencias de mis actos, o que me arrepentiré algún día de esto. No lo necesito, gracias, sé perfectamente en lo que me meto y lo que hago.
–Oh, debí suponerlo. Todavía eres un niño iluso– comenta el hombre, dejando salir mucho humo de su boca después de sus palabras. –Yo no vengo a detenerte, vengo a ayudarte. Quiero que seas grande, quiero que estés lleno de codicia, quiero que logres hacer todas las cosas que yo pude hacer, pero mejoradas, con la experiencia que he adquirido.
–Eres extraño, no puedo confiar en ti– admite el muchacho dejando, sin saberlo, en evidencia su inexperiencia.
–Pero lo harás en algún momento, vas a confiar en mí – asegura el otro y lanza la segunda colilla al piso, apagándola al aplastarla con su pie derecho. –Porque no voy a presionarte, sólo voy a darte ideas. No voy a pedir nada a cambio, hasta que sea hora de hacerlo. Y vas a ver que cuando llegue el momento, no tendré que decírtelo, tú sabrás ya que hacer.
–Estoy seguro de que, lo que sea que se haya metido o fumado, está haciendo algo malo en su cerebro.
Ravi no sabe por qué está siendo educado con el hombre, un aura de autoridad lo rodea y no puede evitar tratarlo con respeto y hasta honoríficos.
–Hagamos un trato. Por un día, sólo uno... seguirás mis consejos sobre cómo hacer las cosas. Si no ves buenos resultados, si no te convence, si no te gusta, o cualquier otra razón te impide seguir, puedes deshacerte de mi y no me volverás a ver. Pero, si funcionan, me dejarás ser tu consejero. No pierdes nada, las cosas que te diré en realidad van a parecer de lo más obvias, pero seguro no se te habían ocurrido antes.
–¿Cuál es el precio?– muy buena pregunta, había aprendido que las cosas nunca se dan sin recibir nada a cambio.
–Ya te lo dije, este momento no eres capaz de darme nada que yo necesite. Pero con el tiempo, lo lograrás.
–Ahora quiero saber algo más: si tanto quiere lograr esas cosas, ¿por qué no las hace por su cuenta? ¿por qué me necesita a mi para hacerlas? Si es tan inteligente y tan capaz... puede hacerlas, ¿no? ¿Por qué no las hace usted mismo?
Una carcajada ronca seguida de una leve tos hace que Ravi se sienta un poco tonto, como si la pregunta hubiera estado totalmente fuera de lugar. El hombre hace contacto visual con él y eso le intimida un poco.
–Es una muy buena observación. Sería capaz de hacerlo, pero no puedo, por en realidad ahora yo... estoy muerto.
* *
–Eres igual que Kyuhyun. Quisiera que el Suho de hace años, que casi lloraba de la indignación al ser abandonado por su líder, estuviera aquí en este momento y te diera una paliza.
Kai está apoyado contra la puerta de la que, en cuestión de unos pocos minutos más, dejará de ser para siempre la "oficina" de Suho. El hombre recoge sus objetos más preciados y deja muchos otros atrás.
–¿Por qué no me la das tú mismo?– el líder sonríe y Kai lanza un bufido.
–Quieres irte, hazlo. Yo no soy como tú o como D.O, no voy a mostrar mis sentimientos con tanta facilidad, Kim Junmyeon. Que ahora sea capaz de aceptar que los tengo, es otra cosa totalmente distinta, pero que eso quede entre nosotros.
Suho se carcajea por un rato y luego decide seguir con su proceso de "empacar". Kai no le ayuda, sólo le mira mientras descuidadamente lame el dulce que tiene en la boca. Lo hace ahora, porque D.O siempre le reta. Ha tenido que llevarlo a curar más de una vez las tantas caries que se provoca por culpa de su adicción al azúcar.
–Tienes a D.O de tu lado, ustedes dos no son como Kris y yo. Ustedes no van a desintegrar al grupo, lo van a hacer crecer. Yo estaré en China con Lay en nuestros propios asuntos, pero no perderemos contacto y lo sabes. Siempre voy a estar con ustedes.
–Suho, no soy un maldito novato. Sé perfectamente que eso de "formaré un grupo en China porque mi novio es chino", a mí no me convence ni me da esperanzas de ningún tipo.
Te estás largando, estas huyendo de este mundo porque no puedes soportarlo más y lo sabes. Puedes decirlo frente a mí, no te voy a juzgar y respeto tu decisión. Si soy totalmente sincero, a veces también tengo ganas de simplemente irme, pero no puedo. Porque sólo aquí, las cosas están bien. Después de todo lo que he hecho, la sociedad no me va a dar el derecho de tener una vida normal. D.O tampoco puede regresar y jamás me iría sin él.
Suho alza una ceja y se voltea, ya que le ha estado dando la espalda y observa por un rato al chico antes de hablar.
–Cómo quisiera que el Kai de hace años estuviera aquí escuchándote decir todas esas cosas ridículas del amor incondicional, para que te de una paliza.
Suho le palmea el hombro y suelta una risita burlona, pero el otro no parece sentirse avergonzado de sus palabras como esperaba. Siempre podía sorprenderlo.
Unos pasos se escuchan por el pasillo. La puerta se abre tan repentinamente, que Kai tienen que hacerse a un lado por la impresión.
–Entonces... ¿si te vas?– D.O está en el marco de la puerta con el pomo todavía en su mano y la respiración agitada, ha llegado de manera tan inesperada Kai todavía está sorprendido.
–No finjas que te importa– Suho finge dramatismo. –Sé que quieres el poder de este lugar, por fin lo vas a tener.
–¡Pero Suho!– el chico intenta explicarse, pero el líder niega con la cabeza.
–Vamos, tengo mucho que hacer en China y Lay también tiene que volver por cuestiones de su visa de estadía. No fue para nada fácil falsificarla. Piensa positivo, tal vez incluso podamos ser enemigos algún día y puedas mostrarme de qué estás hecho realmente.
–Si intentas enfrentarte a D.O vas a salir perdiendo, Suho– interviene Kai y abraza a su novio rodeándolo con un brazo mientras sonríe con suficiencia.
–Lo terrible es que tienes razón– Suho hace un puchero.
–Si esto es cuestión de la estadía de Lay... puedes volver, ¿no? Kai te remplazará como el líder y luego tu regresarás– Kyungsoo no parece ni inmutarse por la actitud posesiva de su novio, está plenamente acostumbrado.
–Eres tan iluso, Suho evidentemente no va a volver– el más bajo abre sus enormes ojos sorprendido ante tal información. –Además, tú vas a ser el jefe Kyungsoo, no yo.
–¿Qué? ¿de qué estás hablando? ¿por qué yo? ¡Tú eres quien merece serlo!– ahora, D.O mira tanto a Suho como a Kai, negando con la cabeza, como si estuviera haciendo algo malo.
–No, no voy a serlo. Tú lo serás.– Insiste el menor, Suho no parece sorprendido.
–Estás loco, yo seguiré haciendo mi trabajo. Tú eres el que tiene la personalidad y la experiencia, yo estaré a tu lado para cualquier cosa... pero..
–Tú estarás al mando de esto. Yo no lo haré, si me quedo aquí terminaré por convertirme en Kris o algo peor. No voy a destruirme a mí mismo de esa manera. Tú de alguna manera vas a conseguir que este lugar mejore, yo seré quien haga que tus brillantes ideas se hagan realidad. Punto.
Kyungsoo mira al antiguo líder sin palabras, como si intentara justificar de alguna manera la decisión de Kai, como si se avergonzara tomar un puesto que no considera que merece. Suho se acerca lentamente y da tres amistosos golpes a su hombro.
–D.O, si yo fuera tú... escucharía a Kai.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro