Parte doce: 15. Sorprendido
Son las nueve de la mañana. La agenda de Kyungsoo está llena, con mucha suerte tendrá entre quince y veinte minutos para comer algo. No es un buen momento o un buen lugar para tener peleas personales, pero Jongin ha estado actuando irracionalmente.
–Estoy muy ocupado, es más, te puedo asegurar que tu también lo estás. No entiendo como puedes darte el lujo de estar aquí haciendo una escena cuando tienes tanto de que ocuparte– el CEO está sentado en su escritorio con el ceño fruncido mientras organiza todos sus papeles y revisa otras cosas en su computadora portátil.
–No me voy a ir mientras la entrevista con ese pandillero no termine– el tono de Jongin no es amable, eso impacienta por completo a Kyungsoo.
–¡Por favor, Jongin! Me estás empezando a cansar con eso. Hace un par de días tú mismo lo trajiste y me aseguraste que era alguien a quien debíamos ayudar incluso si nos traicionaba, porque podías entenderlo. ¿Por qué estás actuando de esta forma?
–Porque está enamorado de ti– en un susurro, el chico por fin empezaba a mostrar sus miedos.
–No seas inseguro, lo dijo para provocarte. Lo más probable es que esté queriendo algo. Ten a tus enemigos más cerca, dice el dicho– Kyungsoo empieza a sentirse culpable, es especialmente débil ante un Jongin triste. –Además, no es una entrevista, tengo que llevarlo a su lugar de trabajo. Para tu tranquilidad mental, es un lugar lejos de este edificio, con un horario diferente al nuestro y tendrá un período estricto de prueba. Estoy intentando ser lo más imparcial, ayudarlo como a cualquier otra persona. Y no, no puedes ir con nosotros porque tienes demasiado trabajo, que seguramente se está acumulado por estar aquí parado como un perro guardián.
Jongin luce desesperadamente impotente, ansioso y encaprichado. A Kyungsoo casi le causa gracia verlo con una actitud infantil, pero no cede y le envía a trabajar. Ha decidido llevarlo personalmente a la fábrica y dar indicaciones claras a sus jefes inmediatos. Si Baekhyun tiene razón y está haciendo esto por venganza, necesita tenerlo bien observado para evitar cualquier problema.
El presidente de la compañía ha decidido ir en el auto de alguien más para llevarlo. Chanyeol amablemente se ofreció a prestarle el suyo, al ser este el más seguro. Revisarían cualquier cosa extraña dejada ahí cuando regrese dejándolo en el lugar. El joven lo está esperando en el primer piso y no tendría acceso al subterráneo donde estaban los autos personales de él y sus amigos.
Baekhyun insistió en que alguien debía acompañarlos, pero Kyungsoo se negó. Quería dejar algunas cosas claras con el chico para poder asegurarle con mejores argumentos a Jongin que no debía temer por alguien como Ravi.
–¿Iremos solos?– es la primera pregunta del pandillero y Kyungsoo frunce el ceño, guiándolo sin decir una palabra. Para entrar al edificio fue revisado y no llevaba nada que pudiera ser usado como arma.
Ya en el auto, Kyungsoo se limitó a dar indicaciones. Los horarios que debía respetar, las cosas que debía evitar hacer, cómo manejar su nueva cuenta bancaria que la empresa le había ayudado a crear, entre otras cosas.
–¿Por qué estoy siendo enviado a una fábrica? Se supone que iba a ayudarte, ¿no?–sentado a la derecha de Kyungsoo, el chico se ve casi enojado por las noticias.
–Dijiste que querías superarte y ser parte del programa, que me demostrarías que puedes cambiar y ser alguien de bien. Esta es tu oportunidad– Kyungsoo no lo mira mientras habla, está ocupado en manejar el incómodamente grande auto de el gigante.
–No tendré tiempo de ir por las oficinas nunca con este horario– se queja nuevamente y por un segundo, puede hacer contacto visual con el presidente.
–Deberías sentirte honrado al saber que eres una de las pocas personas que me conocen personalmente. No soy una persona muy sociable y no tengo pensado serlo. No sé qué idea tenías cuando dijiste que serías parte de esto, pero no tienes ninguna razón para pasar por las oficinas jamás. Sólo si tienes algún problema o quieres renunciar legalmente deberías ir por el edificio– Kyungsoo abre la secreta del auto y le entrega un sobre. –Aquí están todos los papeles que debes cuidar y conservar, te servirán en el futuro. Ahora llegaremos a tu nuevo lugar de trabajo y podrás comenzar tu nueva vida. Estaré orgulloso de ti si haces un buen trabajo y vas subiendo y especializándote. Si no te gusta, eres libre de irte, estás en período de prueba de todas formas.
–¿Nunca te veré?– insiste Ravi, el otro niega con la cabeza.
–No hay la necesidad– responde tan fríamente como le es posible.
–¿Entonces cómo voy a devolverte vida por vida? Trabajar aquí no me hará devolverte ningún favor.
–Lo hará–responde de inmediato el CEO. –Créeme, yo me sentiré más a gusto sabiendo que saqué a alguien de la calle, que recibiendo cualquier tipo de favor. Esto es lo que me hace feliz, esto es parte de la vida que tanto me gusta y que tu quieres proteger.
–Yo pensaba ser tu guarda espaldas o algo... estoy en buena forma y no le tengo miedo a nada– asegura el muchacho. Era verdad, era fuerte, pero eso no le interesaba a Kyungsoo.
–No tengo guardaespaldas, no necesito uno, así que no tengo ni el puesto para ofrecer. Insisto, si quieres hacerme un favor, sé el mejor en tu trabajo, destácate y hazme quedar bien.
–¿No tienes guardaespaldas? ¿Cómo te proteges?– los ojos de Ravi son tan grandes como su sorpresa.
–Francotiradores– responde sin inmutarse, haciendo que el pandillero instintivamente mire a su alrededor, así fuera absurdo al estar en un auto en movimiento.
–¿Es... en serio?
–No– Kyungsoo se hace una nota mental de realmente dejarle la comedia a Baekhyun, ya que no es lo suyo. –Era una broma, simplemente no los necesito, no soy una persona que se exponga a muchos peligros. Mi oficina es muy segura, mi departamento lo es aún más después de tu última visita.
–Entonces... probablemente sea muy difícil verte de ahora en adelante, ¿verdad?– el auto paró en el estacionamiento de la fábrica.
–Sí, esa es la verdad.
Ravi aprieta sus puños con rabia. No es bueno disimulando, así que Kyungsoo intenta ser paciente, sólo suspira y le dice que han llegado ya para presentarle a su jefe y dejarlo en su lugar de trabajo.
–No lo entiendes– tomando la mano de Kyungsoo, el chico lo detiene antes de que se baje del auto. –La idea era poder estar cerca de ti.
–No hay una razón para que estés cerca de mí– asegura Kyungsoo con voz grave, mostrándose seguro de sí mismo.
–No necesito que me lleves donde mi jefe o a mi puesto de trabajo entonces– con actitud caprichosa, el joven se cruza de brazos y evita su mirada.
–Entones no lo haré– contesta, intentando no tener una pelea infantil con él.
Ravi hace el ademán de abrir la puerta del auto para bajarse. Kyungsoo no suelta el volante, planeando lentamente dar todas las indicaciones por teléfono, si es que no escapaba y nunca llegaba a presentarse.
Su actitud le aseguraba al presidente que no conseguiría mucho de ese chico. Así que, concentrado en sus pensamientos internos, no es capaz de verlo venir.
Un par de toscas y secas manos toman su rostro y un violento acercamiento hace que sus bocas se unan por un segundo, pero al ser un intento de beso forzado sólo provoca que su labio superior se golpeé contra sus dientes y duela. Enseguida, Ravi decide huir, dejando atónito a Kyungsoo.
* *
Sehun empieza a caminar sin quitarle la vista a sus papeles importantes cuando escucha que el ascensor se abre. Da unos pasos hacia la oficina de su jefe, cuando puede percibir el delicioso aroma de café recién hecho. Piensa que se tomará una buena taza cuando termine con su trabajo, pero una voz familiar llama su atención. Por más que Luhan esté hablando en susurros, reconoce a Baekhyun también y ahora sabe que están en pleno chisme y eso nunca es bueno. La nefasta influencia de Baekhyun lo deja preocupado, curioso, enojado o exageradamente feliz por semanas incluso.
–¿De qué hablan, señoras?
Con su rostro impasible, Sehun recibe un golpe de cada uno y apenas si esboza una sonrisa al ver que su broma surtió el efecto esperado.
–No es momento para bromas, Kyungsoo y Jongin siguen peleando. Que el jefe haya perdido sus cabales en la oficina y frente a alguien es muy preocupante– comenta Luhan, todavía mirando resentido a su novio.
–¿Perdiendo los cabales? ¿A qué te refieres con eso?– quiere saber, ahora preocupado.
–Le ha sacado de la oficina en medio de una reunión. Jongin le lanzó una indirecta de que no han pasado tiempo juntos y Kyungsoo simplemente explotó– explica Baekhyun. –Luhan y yo estábamos tan sorprendidos que decidimos salir y ni siquiera se dio el trabajo de terminar la reunión. Nos dio los papeles y dijo que confiaba en nuestro buen criterio.
–Vaya– Sehun frunce el ceño y niega con la cabeza. – Esto definitivamente no es bueno. ¿Y Jongin?
–Subió– le cuenta Luhan. –Probablemente se encierre en su cuarto, se llevó sus papeles y su computadora, seguro trabaja desde ahí.
–Tan responsable como siempre, intentaré hablar con él. Espero no salir lastimado en el proceso.
Mientras los tres conversaban en voz baja, intentando ponerse de acuerdo con cuál es la mejor decisión para ayudar a la pareja en crisis, un furioso Kyungsoo quien entra al ascensor y evidentemente se dirige a la zona privada de los departamentos. Nadie se atreve a mover un dedo, a respirar siquiera.
–Esto se va a poner feo– Baek mira a sus dos amigos y ellos asienten con la cabeza, entendiendo a qué se refería.
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