Parte dieciséis: 33. Planes
Parte dieciséis: 33. Planes
–No lo puedo creer– Kyungsoo tiene ambas manos sobre su rostro y no sabe cómo actuar, qué decir ante las palabras del gigante.
–No eres el único con cerebro– Chanyeol hace la broma, pero no le causa la más mínima gracia.
–Yo jamás dije eso... es sólo que estoy sorprendido porque pensé que habían dejado sus mentes delictivas en el pasado– explica el CEO, el gigante mueve la cabeza.
–Mi peor parte sale cuando las personas que quiero están en peligro. No quiero perder a Jongin ni a Luhan– nuevamente, Kyungsoo se cubre la cara, esta vez refugiándose en sus propios brazos.
–Suho está aquí, se ha demostrado tu inocencia, tenemos un plan. Lo único que necesitamos ahora es hacer las cosas bien. Sé que en general eres bueno tomando decisiones, pero la persona que amas está en riesgo y eso te quita objetividad. Necesito, Kyungsoo, que hagas lo que te he pedido. Es lo único que probablemente nos haga salir de esta victoriosos como tantas veces.
Kyungsoo cierra los ojos y se levanta para dirigirse al baño de su oficina. Lleva puesto un terno y está perfectamente peinado y arreglado, como cualquier día normal de trabajo. Recién este rato está siendo informado de lo que debe hacer y su corazón pesa. Pero las ganas de salvar a Jongin son más grandes, así que se lava la cara y se seca con calma, mientras crea un guión en su mente.
–Kyungsoo, tienes visitas– como Luhan no está, es Baekhyun quien le llama. El CEO aclara su garganta y se prepara para la mejor actuación de su vida.
–Bien, salgo en un segundo.
Ravi está con su ropa de pandillero, tiene muchos de sus tantos tatuajes a la vista y se ve descuidado. Sólo sabe que Kyungsoo ha sido liberado y que lo ha llamado. Kris no está enterado y no tiene por qué estarlo, sabe que probablemente le van a pedir que ayude con la liberación de Jongin. Está listo para dar una negativa rotunda, no quiere acabar en una morgue sin que nadie le reclame como los demás.
–Estás aquí– Kyungsoo usa su voz más grave y se ve serio.
–Si me llamaste para que te ayude no lo voy a hacer. Sólo vine porque te debo mucho, me iré enseguida.
–Siéntate, por favor. ¿Quieres algo de beber?
–No tengo mucho tiempo– insiste Ravi, nervioso y ansioso. Kyungsoo asiente suavemente y deja los vasos sin contenido al lado del pequeño bar.
–Seré directo, entonces– expresa con voz profunda. –Sí, te llamé porque necesito tu ayuda. Sólo escúchame y podrás negarte enseguida.
–Rápido– exige el hombre y se cruza de brazos, como queriendo esconderse.
–Sé que Jongin me ha traicionado– el rostro del pandillero se transforma. –Sus denuncias hicieron que me fuera preso, pero he logrado salir porque soy inocente. También sé que ha estado metido en esos negocios turbios con Kris y ha sido atrapado en una trampa. Probablemente, Kris quiera chantajearme con eso, pero no sabe que ya me enteré. La policía me lo dijo, la persona que hizo las denuncias fue Jongin, incluso mi abogado me lo confirmó.
Ravi se quedó en silencio, no podía creer lo que escuchaba. Kris se iba a poner increíblemente feliz si se enteraba que Kyungsoo había creído sus mentiras. La idea era chantajearle con la vida del muchacho, pero ahora las cosas cambiaban. Pensó mucho antes de responder, pero su expresión decía suficiente. Una luz se prendió en su mente: era su gran oportunidad. Mientras peor quedara Jongin, mejor le iría a él, porque Kyungsoo estaría libre y despechado.
–Entonces ya lo sabes– la actitud del pandillero cambió tan brusca y repentinamente que hizo que Kyungsoo abriera sus grandes ojos cuando lo escuchó. –Se deshizo en justificaciones y mentiras ante el primer golpe. Estuve muy decepcionado, pensé que era un hombre fuerte y decidido, al parecer ya no lo es. Sí, Kyungsoo, Jongin te traicionó y creo que te sentirías peor si yo te cuento los detalles de lo miserable que fue. ¿En qué necesitas que te ayude?
Repentinamente, la actitud de Ravi pasó de nerviosa y ansiosa a segura y agradable. Ya no tenía presiones del tiempo y ya no se escondía, como si las cosas hubieran cambiado a su favor. Eso enojó a Kyungsoo al borde del asco, pero no podía dejar caer su careta en un momento tan crítico.
–Me ha faltado el valor todo este tiempo para decirle adiós a una relación tan inútil y desagradable. Tantos años desperdiciándome con una persona como Jongin, es hora de deshacerme de él.
–Vaya, realmente te dolió la traición– Ravi sonríe, se ve feliz. –Tal vez deberías abrir tu corazón a otras posibilidades.
–Es verdad– con firmeza y seguridad, Kyungsoo se acerca al hombre, que al verlo se pone de pie enseguida. –Tal vez haya otros peces en el mar, ¿no? El presidente no quitó sus ojos de los labios del pandillero. Los nervios regresaron, pero eran de otro tipo.
–Hay muchos peces en el mar– repite, colocando sus manos en las caderas del más bajo.
–Ayúdame– susurra Kyungsoo, tan cerca que casi cierra los ojos, si no fuera porque el otro se alejó de inmediato, dándole la espalda. –Ayúdame a destruirlo, Kim Wok Sik – su nombre verdadero sonaba tan sexy y necesitado.
–No necesitas mucho para eso, Kyungsoo.
El CEO se tragó sus lágrimas al escuchar esas palabras.
–Entonces déjame hacerlo– repitió, dándose la vuelta para verlo directamente a los ojos. –Quiero verlo muerto.
Ravi sintió un hueco en el estómago. Sonaba tan convencido que incluso le asustó. ¿A ese punto podía llegar un corazón roto? Jamás pensó escucharle decir una cosa así, pero Kyungsoo estaba herido y furioso. Se veía en sus ojos llorosos, en sus manos temblorosas y en el convencimiento de su tono de voz. Lo que no sabía, es que ese odio y rencor no estaba siendo actuado, pero no estaba dirigida a Jongin, sino a Kris.
–No dejes que alguien más lo haga– exige con voz gruesa. –Tengo que hacerlo con mis propias manos. Ayúdame.
–Yo... te voy a ayudar.
–No dejes que mis amigos se enteren, ellos intentarán detenerme. Cuando lo haga me entregaré.
–¡No!– el hombre se espantó ante su última declaración, no sacaría nada con Kyungsoo de nuevo en la cárcel. –No debes pagar como un pecado algo de lo que tienes derecho. Huiremos, tengo dinero guardado y contactos... nos escaparemos. ¿Qué opinas?
–Primero tengo que acabar con Jongin– sentenció Kyungsoo y se acomodó la corbata. –¿Vas a ayudarme?
–Déjame ver qué puedo hacer.
* *
–¿Y esa ropa?– Baekhyun atrapó al CEO de la empresa en medio de su escape, todo bajo la mirada de Ravi desde afuera del edificio, siendo "testigo" de todo.
–Tengo que hacer unos trámites.
–¿Vestido como delincuente?– Baekhyun sacó a relucir sus mejores dotes de actor. –Tienes una reunión en una hora, no importa qué es lo que tengas que hacer, nada es más importante que tu imagen ahora mismo. Regresa y cámbiate, no tenemos tiempo para tonterías. Suficiente tengo con remplazar a Luhan. Es doloroso, ¿sabes?
–Es importante, Baek. Regresaré en media hora, si mi agenda de trabajo te preocupa tanto. Estuve en la cárcel hace poco, hay cosas que tengo que hacer.
–Entonces te acompaño– la insistencia de Baekhyun estaba haciendo que Ravi se pusiera tenso, convirtiendo a la actuación en algo mucho más realista. –¿A dónde se fue ese pandillero horrible? ¿No es del grupo ese? Ni se te ocurra ponerte en riesgo también.
–No, Baekhyun. Déjame, sé lo que hago, ¿si?
–Entonces voy contigo– porfía, tomándolo del brazo.
–No necesito compañía. ¡Limítate a hacer tu trabajo!
Kyungsoo se dio la vuelta para seguir su camino, furioso, siguiendo el libreto a la perfección. Lo que no esperaba es encontrar a sus padres observando la escena, no muy lejos de donde estaba Ravi. Su mundo se vino abajo, tenía que irse rápido si realmente deseaba que el plan funcionara, esto era algo que no se esperaba.
–¿Kyungsoo?– preguntó su madre preocupada y el presidente de la empresa le lanzó una mirada de auxilio a su amigo.
–Baekhyun, ellos son... mis padres. Hay algo muy importante que tengo que hacer este momento. ¿Puedes atenderlos hasta mientras?
Baekhyun abrió unos ojos enormes al escuchar las palabras de Kyungsoo y se perdió por un momento de la línea que tenía que seguir, pero se recuperó enseguida. Escoltó a los padres que se sentían bastante incómodos al ver que eran recibidos y que su hijo se marchaba, Baek podría lidiar con eso por un rato. Incluso se dio el lujo de seguir retándolo para que Ravi pudiera escucharlo desde su "escondite".
–Regreso enseguida, Baek. No te preocupes por mí.
Afuera, Kyungsoo llevó a un par de cómplices que Ravi no había visto jamás y le comentó que los acababa de "contratar", porque no podía buscar ayuda entre sus conocidos.
Eso le parecía más convincente y Ravi aceptó sin quejarse demasiado. El plan era el siguiente: irían al lugar donde estaban Kris y Jongin. Matarían a ambos, tomarían la mayor cantidad de dinero y huirían.
El plan real era totalmente distinto.
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