Parte dieciséis: 31. Perdidos
Parte dieciséis: 31. Perdidos
-¿SUHO? ¿Pero qué....?- Baekhyun miró a las dos personas conocidas y otras dos que no conocía. - ¿Qué... qué haces aquí?
-Nos enteramos, por las noticias, que estaban en problemas. Durante todo este tiempo nos hemos mantenido en contacto y he estado tranquilo. ¿Por qué no me avisaron que las cosas estaban tan mal? Recién en el camino me entero la situación con Jongin- el antiguo líder deja pasar a Lay y a otros chicos que lo siguen obedientemente.
-También tienes una pequeña empresa, tienes tus propias preocupaciones y Kyungsoo no está- se justifica Chanyeol -Creo que nos hemos hecho muy dependientes de él. Ahora estamos en grandes problemas, no sólo por la preocupación de Jongin secuestrado y Kyungsoo en la cárcel. La empresa también es un total desorden.
-Por eso no se preocupen- Suho acaricia el cabello de su novio- Lay y sus amigos llegaron para hacerse cargo de la compañía mientras no estamos.
-¿Mientras no estamos?- recién en ese momento, Luhan se atreve a intervenir.
-Si, nosotros vamos a salvar a Jongin.
Después de fraternales saludos, conversaciones suaves para ponerse al día y presentaciones, Suho prácticamente los convocó a una reunión, como en los viejos tiempos.
-Aquí la prioridad es que Jongin quede libre, sé que legalmente Kyungsoo no va a estar en problemas. Tomará tiempo, pero su abogado hará bien las cosas.
-Tenemos que confesarte algo... Kris... es la persona que tiene a Jongin. Aún no sabemos cómo, pero...- Baekhyun quiere sacarle información. Siempre estuvo curioso de saber cómo es que Kris pudo fingir por tanto tiempo su propia muerte y se pregunta si Suho tiene que ver algo con eso.
-Bueno- suspira el hombre- supongo que ya no es un secreto para todos ustedes que no lo maté como todos pensaban. Fue un acuerdo que sabía que tarde o temprano no iba a ser capaz de cumplir, pero parecía lo más razonable en aquel momento. Kris estaba en un momento de desesperación, él mismo me pidió que lo mate, porque no tenía el valor para suicidarse. Tomé el arma disparé. Pero no le di a él, sólo le vi cerrar los ojos, como esperando la muerte. Le dije que no iba a matarlo, que se desapareciera mientras pudiera y que no regresara a molestarnos.
-Y lo hizo por muchos años- intervino Lay, con voz suave y tranquila -Sinceramente pensé que no tendríamos que lidiar con él otra vez, pero lo subestimamos, como siempre.
-No sabemos de lo que sea capaz, deben pensar que para esto debe haber estado acumulando odio y resentimiento durante cada día de estos últimos años. Debo ser sincero y admitir que tengo miedo, porque no sé si Jongin sea una carnada o en serio decida matarlo.
-Ya lo hizo con Young Min- susurra Luhan, aterrado.
-Entonces debemos ser rápidos- decreta Chanyeol- Todas estas cabezas pueden pensar mejor que una.
* *
Kyungsoo está leyendo, un libro que le costó mucho meter a su celda, cuando la voz de uno de los guardias lo desconcentra.
-¡DO! Tienes visitas.
El hombre alza su ceja izquierda con una expresión que demuestra su desconcierto. Les ha pedido a los chicos que no lo visiten, para evitarse cualquier lío y su abogado había quedado en una hora específica.
-¿Mi abogado pidió otra cita?- pregunta Kyungsoo finalmente, poniéndose de pie dispuesto a salir.
-No, es una visita personal-responde secamente el guardia y ahora está más sorprendido aún. Si sus amigos hubieran decidido visitarlo, su abogado seguramente lo diría con anticipación. ¿Tal vez una sorpresa? No quería verlos estando en la cárcel, no quería ser visto en esa situación.
Pero no eran sus amigos las dos personas que estaban sentadas justo frente a la banca reservada para él. En cuánto los vio, y los reconoció, sintió como si la presión le bajara. Se mareó, se debilitó, se quedó sin palabras, con la mente totalmente en blanco. No se parecían a su recuerdo, habían envejecido, pero no lo suficiente para no reconocerlos.
-¿Mamá? ¿Papá?
* *
Jongin recibe un baño por primera vez desde que fue secuestrado. Siente como sus articulaciones duelen y, por comparación, también logra percibir su propio olor. El jabón de mala calidad, al menos tiene un aroma decente. Tiene ganas de quedarse en ese lugar, así la ducha sea vieja y su presión no fuera ni de broma como la que tenía en casa. El agua caliente al menos puede aliviar un poco su cuerpo cansado y golpeado.
Desnudo, despistado e indefenso, Jongin es sorprendido por Kris, que aparece para arruinar el único favor que le han hecho, a parte de mantenerlo vivo. El hombre le lanza una toalla vieja y áspera antes de cerrar la llave de agua, incluso si no había terminado aún de asearse. El trapo que le ha entregado está húmedo, no sirve de mucho, pero por lo menos es capaz de cubrir su delgadez.
La masa corporal del chico se ha perdido considerablemente, ya no tiene la fuerza física de antes, y la dureza de sus músculos se desvanece cada día.
-Te tengo una sorpresa- le dice Kris después de lanzar una bocanada de humo. -Tus amigos intentaron ayudarte, pero fallaron miserablemente. Desde el día de hoy tendrás compañía.
Jongin comenzó a temblar. Si fueron atrapados, quería decir que no iban a tener muchas oportunidades más de hacer algo. Eso sólo significaba que, definitivamente, sus esperanzas empezaban a desmoronarse. Que tal vez era realmente el fin.
Su corazón dolió cuando fue Luhan a quien metieron en el cuarto, prácticamente arrastrándolo. Tenía el labio inferior partido, el ojo derecho hinchado, estaba despeinado, lleno de moretones y aterrado.
Totalmente consciente, no se movía sólo para no ser víctima de los tipos que lo "escoltaban". Luhan siempre le tuvo terror a Kris, todos lo sabían. Nunca pudo irse con Suho, porque le tenía amenazado de muerte, aprovechándose de su buena relación con Sehun.
Kyungsoo terminó por enterarse que Luhan fue un espía, que escuchaba todo lo que podía e informaba a Kris, a cambio de que este no dañara a su novio. Sehun probablemente ignora eso hasta el día de hoy.
Pero Kris había atrapado, entre todas las personas posibles, a quien más podía manipular y herir. Por eso Jongin estaba tan preocupado y desesperanzado. No es que desconfiara de Luhan, eso jamás, pero en cambio el chico tal vez era un poco débil, delicado, frágil.
Los últimos años se había dedicado enteramente a ser el fiel asesor y asistente de Kyungsoo. Estaba acostumbrado a la buena vida como todos, y era tal vez una de las personas menos preparadas para enfrentar a Kris.
Jongin no quería que nadie sufra, no quería que Luhan sufra, ni Chanyeol, ni Sehun, ni Baekhyun, ni Kyungsoo. No quería pensar que Young Min estaba muerto. No quería creer que quien alguna vez ese monstruo fue como su hermano mayor, y que ahora estaba a punto de matarle. No quería pensar que esto era parte de un plan, estaba harto de seguir cometiendo los mismos errores.
Cuando Luhan cayó a su lado, exhausto, Jongin lo acunó en sus brazos a pesar de que él también estaba débil. Su instinto le rogaba que le preguntara exactamente qué había pasado, pero no quería perturbarlo. El pobre muchacho estaba cansado, agitado, porque seguramente recibió una paliza.
Luhan pareció tranquilizarse y Jongin recordó que Kyungsoo le había dicho una vez que los latidos rítmicos de su corazón le hacían sentirse cómodo. Tal vez al rubio le pareció igual.
Extrañaba tanto a Kyungsoo.
-Espero que entiendas que... incluso si todo sale mal, estos últimos años de mi vida han sido los mejores. Deja que Soo sepa eso... ¿si?
-No digas esas cosas, Jongin. Vamos a salir de esta- Luhan tiene la voz débil y hace caras de dolor cuando intenta levantarse.
-Lo siento, estaba hablando en voz alta. ¿Cómo es que terminaste aquí?
-Porque soy un idiota. Sehun me dijo que no lo haga, seguro está enojado conmigo este rato.
-No debiste exponerte. ¿Qué intentabas hacer? No es como si pudieran salvarme. Escucha, lo mejor es que hagas algún pacto con Kris, sal de aquí. Ofreceré mi vida por la tuya, pero no desperdicies todo lo que has conseguido hasta ahora. Piensa en Sehun.
-¿Y tú?- le recrimina el rubio -¿Qué pasa con las cosa que tú has logrado? ¿Qué pasa con tu seguridad y con las personas que te importan? ¿Qué pasa con Kyungsoo? ¡Mírate! Estás tan ojeroso, delgado y demacrado. Tienes los ánimos por los suelos. Estás convencido de que este es el fin, pero no es así. Y, si lo fuera, igual, debes pensar que la esperanza es lo último que se pierde.
-Por lo menos si me muero, sé que logré hacer la única cosa que siempre pensé que no podría- una sonrisa triste se apodera del rostro de Jongin.
-¿Qué cosa?
-Amar.
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