Parte catorce: 20. Infidelidad (segunda parte)

Kyungsoo le cuenta a Jongin cada detalle de su terrible encuentro con Ravi en el callejón. El menor escucha con los nudillos haciéndose blancos por lo duro que tiene sus puños apretados, pero no dice nada.

Sólo reacciona, y no muy bien, cuando se entera de Kris y sus planes. A su novio le cuesta calmarlo para que deje de vociferar. Finalmente, desvía el tema a lo que el pandillero le ha contado y confesado y debe tener paciencia hasta que el otro chico es capaz de calmarse después de todo lo que ha escuchado.

–Bueno, aquí la gran pregunta es: ¿Te acostaste con él?

Jongin lo miraba después de escuchar su historia, respirando con dificultad. El pobre hacía esfuerzos para no romper cualquier cosa que tuviera cerca para desquitar su ira..

–No.

–Entonces no cuenta como traición para mí– el alivio fue tal, que soltó las palabras sin pensar.

–No comprendes, Jongin. Disfruté de ese beso. Pudo ser un ataque a traición, pudo acorralarme contra la pared y hacerlo contra mi voluntad, pero me gustó y mucho. Ese chico me hace acuerdo a ti, se sintió como el antiguo tú y me dejé llevar. Traicioné mis sentimientos, porque prefería por esos minutos a alguien que se parece a Kai, en vez de luchar como loco para proteger a Jongin. ¿Entiendes?

–Fue un error, uno estúpido porque te tomaron a traición y te dio un sentimentalismo por el recuerdo. Pero seguía siendo yo. No lo besabas a él, me besabas a mí. Me molesta y odio a este tipo, al punto de querer matarlo, pero no a ti. Contigo quiero estar bien.

–Me asusta esto, tengo miedo de que no tenga fin. Peleas y malos recuerdos, damos marcha atrás, nos echamos la culpa. Nuestra relación se va fragmentar, nos vamos a llenar de secretos y todo va ser inalcanzable. ¿Cuántas noches más en vela voy a tener que padecer hasta olvidar lo mal que se sintió? – Jongin pudo darse cuenta que los labios de Kyungsoo temblaban.

–Todos cometemos errores, Kyungsoo.

–Me siento solo, desde que todo este tormento empezó me siento tan solo. Abrázame, por favor.

Jongin no necesitaba que se lo repita, de inmediato se acercó al mayor y lo rodeó por completo, para hacerle sentir seguro. No importaba lo doloroso que fuera, nada se comparaba con la terrorífica idea de perderlo. Jongin había perdido muchas cosas en esta vida, a muchas personas, muchos sueños, muchas ilusiones. Había pasado por momentos duros y dolorosos, todo superado con el tiempo. Perder a Kyungsoo no era una opción válida. Jamás lo sería.

–Kyungsoo, escucha. Esto es mi culpa, fui yo quien insistió una y otra vez en que deberías ayudarlo, porque sentía empatía. Yo también me vi reflejado en ese idiota. Ahora que sabemos que tiene que ver con Kris y si no confiaba en él antes, ahora sé que es súbdito de ese mal nacido y seguramente no tiene arreglo. Mañana mismo lo saco de mi empresa y daré información a la policía acerca de su paradero. Lo voy a cazar como a una rata y si tienen que caer todos los que vienen con él, lo harán. Quiero que lo borres por completo de tu vida, necesito que lo olvides, que dejes tu mente limpia con respecto a este tema.

–No pienses que es algo fácil, Jongin. No creas que porque vas a deshacerte de él y meterlo en la cárcel todo entre nosotros va a estar bien. Las cosas no funcionan así.

–Kyungsoo– el joven deja salir su nombre con voz rota. –Despiértame de esta pesadilla. ¿Cómo puedes ser tan insensible? ¡Mira a tu puto alrededor! Me estoy desmoronando por esto. ¿Crees que es fácil olvidar? ¿Dije que lo sería? ¡No! Te estoy pidiendo que hagas el esfuerzo, así como todos lo hemos hecho. También he tenido que desvanecer recuerdos dolorosos, empezando por el hecho de que me violaron cuando era un maldito niño– Kyungsoo cierra los ojos con fuerza al escucharlo y enseguida una lágrima recorre su piel hasta gotear desde su mentón hasta el piso. –Cuando pensé que estabas muerto... y también cuando me dijiste que te quedarías con Kris. ¿Recuerdas? Vaya épocas. Pero este puede ser un nuevo comienzo, podemos limar asperezas para que no quede ningún mal sentimiento entre nosotros. A veces pensaba que eras demasiado bueno para mí, y aún así te he amado sólo a ti, apasionadamente. Tantas veces el día se me hace tan largo, porque mi único deseo es regresar aquí, abrazarte, reírnos. Estos días que hemos estado separados, todo me recuerda a ti. Mi lugar es este, aquí,a tu lado y tú simplemente me lo quitaste todo y huiste.

–Esa es la diferencia entre tú y yo, Jongin. Por la forma en la que hemos vivido, así hemos estado compartiendo estos últimos años juntos, tú has cambiado y te has superado. Yo me mantengo en el mismo lugar. No he hecho avances, tengo los mismos miedos y los mismos defectos, sigo pensando con la misma mente que cuando me conociste. He visto un progreso increíble en ti, te has ido purificando a tal punto que ahora eres una persona digna de admirar. Me avergüenzo de mí mismo por no crecer como tú. Tengo miedo y tengo también un gran problema, porque no puedo borrarlo, incluso después de tanto tiempo. Si finalmente sonrío como si nada hubiera pasado, si acepto seguir con esto y ya no considerar la ruptura, si duermo contigo y digo tu nombre todo el tiempo, ¿ya no va a doler? ¿Voy a estar bien? ¿Vamos a estar juntos?

Jongin suspiró y consideró las preguntas que le había formulado. De doler, iba a doler, ya lo hacía, una crisis en una relación como la suya no sería algo fácil de superar. ¿Va a estar bien? Claro, su vida no correría riesgo jamás a su lado, lo demás se puede resolver con besos y abrazos. Juntos, Jongin no podía verse de otra forma.

Habían pasado muchos años ya, su cuerpo necesitaba el calor de Kyungsoo por las noches para poder dormir, no lo había hecho bien desde que habían peleado. Ya no sentía atracción intensa por otras personas, Kyungsoo con defectos de personalidad y todo era mejor que cualquier supermodelo de cualquier maldita revista.

Sus ojos grandes, sus labios gruesos, su delgadez, la textura de su piel, su sonrisa de corazón, su cabello suave, su risa aguda, su voz profunda. La manera maravillosa en la que ronronea cuando le acaricia esa delicada parte entre el cuello y la oreja.

Nada en este mundo valía más que eso.

sólo quiero saber algo, Kyungsoo, para que te respondas a ti mismo.

–Por favor– le invita cordialmente.

– Desde que llegaste a mi vida, decidiste enamorarte de mí y luego enamorarme. He estado anclado a ti desde entonces.  Me prometiste que ibas a mantener esto para siempre, que protegerías lo nuestro y te creí. Y ahora, al primer problema, un sucio pandillero que tiene actitudes parecidas a mi antiguo yo llega y tú armas todo esto sin decirme una palabra, sin dejarme hacer nada. ¿Por qué te sentiste atraído por él? ¿Te gustaba ya desde antes?

–¡NO! No, no, no... es sólo porque por un instante actuó como tú lo hacías en ese entonces. El pobre muchacho ni siquiera me cae bien.

–Oh, vaya, eso me hace tener esperanza– se burla Jongin y Kyungsoo rueda los ojos.

–¿Estás jugando conmigo? ¿A dónde quieres llegar con todo esto?

Jongin toma el rostro del más bajo con amabas manos, acerca su rostro, sólo lo suficiente para hacerlo estremecerse y respirar con dificultad.

–Mi insignificante vida tuvo sentido sólo desde que apareciste, el momento en el que te vayas todo lo que piensas que has construido se va a caer, se derrumbará en cuestión de un segundo. Soy lo que soy porque tú me acogiste, en un momento de desesperación, el momento en el que te vayas... no sólo yo, sino todos caeremos. Así me mientas, esto no se va a acabar, va a ser tu decisión si quieres convertir esto en un infierno o en un paraíso.

–Me siento solo sin ti, Jongin– dice tan cerca de sus labios que duele. –Pero estoy tan asustado también.

–Sabía desde el principio que si estaba contigo ibas a destrozar mi corazón, pero ahora no puedo hacer nada porque ya no sé vivir sin ti. ¿Comprendes? No entiendo como puedes ser tan cruel para pedirme que esté a tu lado y alejarme al mismo tiempo.

–Soy débil y una persona horrible, Jongin.

–Tienes razón. Entonces, la pregunta es: ¿Eres capaz de verte en un mundo sin mí?

–No.

–Entonces, así esto sea el peor de los infiernos... vamos a tener que vivirlo juntos, amor mío. Si quieres probar otros labios, otros cuerpos, hacer que me consuma en mis propios celos... hazlo, pero no podré irme sin ti.

–Suena a que nuestra relación es tóxica, Jongin, a que estamos locos y que necesitamos ayuda.

–Seremos lo que tengamos que ser, pero nunca por separado. No puedo renunciar a ti, pero recuerda que... este tipo de cosas se perdonan sólo una vez.

–Jongin, por favor.

–La próxima vez... me mato