5
Finalmente había llegado el momento.
TaeHyung no había querido verlo hasta que realmente se le hizo imposible ignorarlo.
Dentro de muy pocas horas volvería a su hogar, volvería a su rutina, sus clases y amigos.
Lo que significaba tener que despedirse de JungKook y de todo lo que habían vivido.
— Hijo, ¿Ya llevaste las cajas al auto? — preguntó su madre.
— Ajam. — respondió ausente.
¿En qué momento el pelinegro se había vuelto tan indispensable en su vida?
Kim TaeHyung no aceptaba el hecho tener a Koo viviendo gratis en su mente todos los días.
— ¿Qué sucede bebé? — su progenitora se acercó al verle con la mirada en el horizonte — ¿Por qué tienes esa cara? — dejó el plumero de lado para atender a los problemas de su retoño.
Tae volvió su atención a la recién llegada y luego negó. — No te preocupes, sólo no quiero tener que volver a clases. — respondió, sin embargo aquello no terminó de convencer a la castaña, quién se le quedó mirando de forma inquisidora.
— Ajam... — la mayor le inspeccionó ¿Sucedió algo con JungKookie que no está aquí ayudándonos? — la fémina se cruzó de brazos, mientras notaba como su hijo se tensaba al escucharla. "Bingo", pensó.
No había que ser muy listo para darse cuenta que algo sucedía entre aquellos dos, su tonto hijo podía pensar que nadie sabía lo que sea que fuera que tuvieran, pero ella le había tenido en su vientre y conocía a su pequeño y lo ciego que podía ser.
Además que ellos tampoco eran tan disimulados como creían serlo, al menos JungKook trataba de tener un poco más de decoro pero, ¡TaeHyung no tenía vergüenza alguna!
Ese mocoso todo el tiempo se pululaba en bóxers por la casa y más de una vez le había visto una que otra "marca" de dudosa procedencia.
Una vez su esposo le había preguntado de forma burlona acerca de que era lo que tenía en el cuello y Tae le había restado importancia, indicando que se había quemado con aceite ayudando en la cocina en el bar donde estaba trabajando.
"Aceite".
Su papá casi se ahoga de la risa y ella se llevó una mano a la frente pensando en qué debería haber criado a su hijo con mayor imaginación para mentir.
Porque que ella recordara, el aceite no tenía dientes como las mordidas que tenía en su cuerpo y la otra era que si realmente se hubiera quemado, conociendo lo llorón que era, seguro y lo terminaba publicando en el diario y haciendo que le llevaran a emergencias al hospital de quemados de la ciudad.
Sin contar el hecho que TaeHyung no sabía ni fritarse un huevo o pelar una papa. ¡Nadie en su sano juicio mandaría al castaño a ayudar en lo que no tenía ni la menor idea!
En cambio JungKook solamente reía disimuladamente cada vez que ellos les hacían alguna pregunta sobre qué harían esa noche y TaeHyung respondería que seguro continuarían viendo Game of thrones.
¡Si, claro!
Ella sabía que era una serie larga, pero con tantas veces que había utilizado la misma excusa, ya deberían haberla visto como unas 100 veces.
O quizás, ellos habían escuchado mal y en realidad estaban rodando su propia serie de "Gay of thrones". Allí lo creería más.
No había que mal interpretar las cosas... Ni su esposo ni ella querían presionar a su hijo para que les contara lo que todo el mundo ya sabía. ¿Quién mejor que ella para entenderlo sí a ella también le gustaban los hombres?
Entendía que podía ser un proceso demasiado difícil pero quería dejar en claro que acompañaría a su bebé al fin del mundo y nada podría cambiar ese hecho.
— Koo estaba... — pensó unos instantes — ocupado. — indicó su hijo.
Su nariz picó ante otra mentira dicha por el castaño. Kim Sana, suspiró con tristeza al ver la mueca que se formaba en el rostro del joven.
TaeHyung se sentía mal por todas las falsedades que venía diciéndoles a sus padres desde hacía tanto tiempo, pero la realidad era que ni él sabía bien que responder. ¡Tenía tantas preguntas en su interior, que realmente tenía miedo de que fueran a devorarle!
Y respecto a JungKook, lo cierto era que no le había dicho nada de su pronta partida, y había estado evitando que el pelinegro viniera a su casa en los últimos días para que no se enterara ni de por casualidad de lo que estaba sucediendo en su hogar.
Se sentía mal por ocultarle su pronta partida, pero jamás se había aferrado tanto a alguien como para sentir que su lejanía trastornaría sus días.
— Cariño...— su madre le acarició el cabello con ternura —¿Por qué no dejas éstas cajas aquí y vas a disfrutar las últimas horas con JungKookie?
— Pero... —lo pensó durante unos instantes — Todavía me quedan unas cajas por ordenar.
— Descuida, papá las llevará por ti. — su esposo refunfuñaría como niño pequeño pero sabía como "convencerlo". — Es más, ¿Por qué no te llevas el auto? — la mirada del castaño se iluminó y asintió en respuesta.
Otra cosa más que le debía a Jeon.
El menor además de ser su chofer particular, se había tomado la molestia de enseñarle a conducir.
TaeHyung se sonrojó al recordar las formas de reforzamiento de conocimiento que el pelinegro había utilizado, pero no podía poner en tela de dudas su efectividad.
"— Eso Tae Tae, — le felicitó — Ahora, si recuerdas como cambiar de marcha, voy a darte un premio... — indicó el menor.
Decirlo era más fácil que hacerlo. Más cuando tenía a JungKook detrás suyo, respirando sobre su nuca y sintiendo sus manos recorrer descaradamente su cuerpo.
Ni hablar de cuando sus dedos se aferraron a su miembro, sintiendo como era acariciado con lentitud y fuerza tales como para volverle completamente loco.
— ¿Y bien? — continuó Jeon. Concentrándose en estimular el glande del mayor, mientras jugaba con el líquido pre seminal, esparciéndolo por toda su longitud hasta llegar a sus testículos.
TaeHyung gimió, preso de la excitante tortura.
— Tae Tae, tienes que apresurarte, o de lo contrario alguien puede acercarse y descubrir lo que estamos haciendo. — Jeon acompañó sus palabras con el movimiento de sus caderas, rozando su duro y desatendido miembro contra el culo del Kim. — Salvo que eso sea lo que quieras, — mordió su oreja — Quieres que todo el mundo descubra que te encanta gemirme como una puta gata en celo, ¡¿Verdad?! — JungKook llevó una de sus manos hacia el cuello del castaño para aprisionarlo contra si, mientras apresuraba el vaivén de caricias en su pene.
Oh si, algo nuevo que el menor había descubierto de TaeHyung era que otra faceta suya salía a la luz cuando se ponía rudo con él y le hablaba sucio. JungKook estaba de acuerdo con satisfacerlo, siempre y cuando no fuera a lastimarle de verdad.
— Mhmh — volvió a gemir, incapaz de pensar en nada más que no fuera Jeon masturbándole en el poco espacio de la camioneta del pelinegro, mientras estaban en predio de autocine, rodeados de otros coches a una distancia considerable.
— Pronto vendrán a pedirnos las entradas, Tae Tae. — rio seductoramente, mientras ralentizaba los toques en el pene del mayor — ¡¿Quieres que te descubran así?! — JungKook llevó su mano libre hasta el pecho del Kim, pellizcando sus pezones sin piedad. — ¡¿Quieres que te vean cómo estás duro y mojado bajo mi toque?!
Con toda la poca lucidez que le quedaba, logró colocar la ansiada marcha que el menor le había indicado, dejándole expectante a la próxima jugada del pelinegro.
— ¡P-por favor, K-Ko! — suplicó el castaño, deseando poder llegar a su ansiado orgasmo.
— ¡¿Por favor, qué?! — Kook sabía que estaba llevando a TaeHyung al límite, podía sentir como sus testículos estaban llenos y a punto de explotar, y su semen listo para salir disparado a chorros por todo el auto.
A pesar de la situación en la que se encontraban, el Kim sentía la adrenalina pura del ser descubiertos y la excitación pura al tener a un JungKook tan dominante.
El castaño lamió sus labios, casi pudiendo saborear el increíble orgasmo que el menor iba a regalarle — P-por f-favor... Daddy.
Esa mágica palabra fue más que suficiente para que Jeon aferrara las caderas del mayor a las suyas propias, rozando su entrada con las ropas puestas y tomara con una de sus manos el dulce miembro del Kim, mientras con la otra daba ligeros pellizcos en los testículos.
El pelinegro imitó los movimientos de embistes con sus caderas a la par de las de sus manos, mientras dejaba un chupetón en el cuello del castaño, haciendo que el mayor explotara y su semilla saliera disparada a chorros, empapando a ambos.
TaeHyung todavía se encontraba preso de los espasmos del magnífico momento, cuando sintió como sus cabellos eran acariciados con dulzura.
Si, podía ser que le encantara que JungKook le tratara como un animal en celo, pero también amaba cuando se ponía mimoso luego del casi sexo.
El mayor volvió a gemir cuando sintió como su miembro y demás partes eran limpiadas con gran cuidado por parte del Jeon.
— Es hora de irnos, bebé. —le indicó — No creo que vayas a prestar mucha más atención a la película. — Tae asintió — Además... — el Kim pudo sentir como el bulto en su trasero volvía a ejercer presión sobre sí — Creo que tienes que ayudar a Daddy a calmar todo lo que provocaste.— murmuró ronco sobre su oreja.
Si, definitivamente, las clases de manejo con su Koo eran las mejores. "
— Confío que JungKookie te enseñó bien, hijo. — la voz de su madre le trajo a la realidad.
— Y no sabes cuanto... — murmuró por lo bajo.
ESTADO: HORNY, HORNY, HORNYYYYYYYYYY.
Bien bebés, el cap está cortito pero no quería dejarles sin actu.
ADMIREN LA BELLA PORTADA QUE HIZO iThaiGraph
ES PRECIOSA, HERMOSA, PERFECTA, DIVINA UZ<AFHLU<ZASF
Así que si o si se merecía actu.
Gracias de nuevo Thai bebé, te adoro muchísimo pequeña!
Volviendo a nuestro tema, ains, para el martes esperen otro capítulo e-e
¡¿Dedicatorias?
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