Julianne Moore as Mara Evangeline.

Tom Holland as Max Evangeline.

La fría madera de aquella puerta pulcramente cuidada, estaba siendo azotada por los congelados nudillos de Maggie.
Temblaba terriblemente debido al frío que hacia afuera, pero su cuerpo se estremecía debido a que estaba por ver a su madre, aquella déspota y cruel mujer que no había visto en meses.

Para calmar sus nervios, dejó salir algo de vapor de su boca y colocó dos dedos en sus labios, fingiendo que tenía un cigarrillo.
Si Brian la observaba en ese instante juraría que parecía una niña pequeña, divirtiéndose.

La puerta se abrió de pronto, dejando ver a una mujer pelirroja asomarse por esta. Fruncio él entrecejo cuando observo de quien se trataba.

—Ugh, Emilia, eres tú — la mujer se hizo a un lado para cederle él paso a su hija.

— Mara, sabes que odio ese nombre. Sólo por el simple hecho de que tu me lo pusiste.

— ¿Porque crees que te lo digo? — ambas llegaron a la sala de estar y Mara tomó asiento cruzándose de piernas — ¿Tienes el cheque? — cuestionó ansiosa.

Maggie negó rápidamente.

— De eso he venido a hablar contigo.

— Escucha Margaret, si no has venido a dejarme el maldito cheque no tienes nada que hacer aquí.

—¿Maggie? — una tercera voz se escuchó desde las escaleras. — ¡Mags! — un chico de cabello castaño bajó eufórico para abrazar a su querida hermana.

— Hola Maxi — lo abrazo con fervor, su hermano era la única razón del porque visitaba a su madre — ¿Como estas? — Max acarició un poco el cabello de su hermana.

— Perfectamente, te extrañe mucho zanahoria ¿Todo bien en el trabajo? ¿Que has hecho de nuevo? — pero las preguntas de su hermano fueron opacadas por la voz de su madre.

— Maximiliano, necesito hablar con tu hermana. Nos permites un momento, por favor.

— Esta bien Mara, esto lo tienen que escuchar los dos.

La pelirroja suspiró antes de hablar.

— Me he quedado sin trabajo, estoy trabajando de manera independiente con una banda que esta en ascenso, diseño su vestuario. Pero lamentable no me pagan lo suficiente como para mantenerlos a ustedes dos. Así que creo que es mejor que busquen un trabajo.

El rostro de Mara Evangeline se torno rojo de ira, sus manos se hicieron puños mientras se acercaba a su hija.

— ¡Eres una idiota! ¡¿Como mierda se te ocurre perder nuestra única fuente de recursos?! — seguido de sus palabras, estampó su mano en la mejilla de Maggie, ocasionando que su rostro se girará, esta mordió su labio inferior mientras se sobaba la parte afectada.

— Jodete maldita aprovechada, te he dado la mayoría de mi dinero para que ustedes estén bien, y en lugar de que me apoyes, solamente me golpeas.

— Jodete tú, eres una irresponsable.

— ¿Irresponsable por no mantenerte? Tú eres una egoísta, nunca has sido una madre responsable, viviendo a las costillas de tu hijos.
Ahora comprendo porque papá nos dejo.

— ¡Callate! El que nos dejara fue culpa de ustedes, por ustedes lo descuide.

— Maggie, calmate. — habló esta vez, Max.

— No, Max. ¿Que no estas harto de ella? — dijo la pelirroja mientras señalaba a su madre — Siempre nos ah tratado como la mierda.

— ¡Ya largate de aquí, Margaret! No te quiero volver a ver, a menos que nos traigas un maldito cheque.

— Entonces nunca volveré, ya fue suficiente. Olvidate de mi.

— Eso ya lo hice hace mucho, no te preocupes.

La pelirroja se encamino hacia la salida pero un fuerte brazo la detuvo.

— Si Maggie se irá para ya no volver, me voy con ella.

Maggie abrió mas los ojos sorprendida ante la repentina valentía de su hermano.

Mara río, incrédula.

— No lo harás, eres un cobarde al igual que tu padre.

Y sin decir palabra alguna, el castaño corrió escaleras arriba, sólo tardó alrededor de cinco minutos en aparecer con una maleta colgada al hombro.

— ¿Nos vamos? — preguntó a Maggie, esta asintió bastante eufórica y salieron rápidamente de la casa de Mara Evangeline.

Dejando a esta con un mal sabor de boca que no se le quitaría en un buen rato.

******

Dos meses diseñando para Freddie, dos meses desde la última vez que convivió con sus amigos, dos meses desde la última vez que vio a John Deacon, dos meses desde que aún sentía aquel vacío cuando él castaño soltó su mano para irse por mucho tiempo.

Habían pasado ya alrededor de nueve semanas y era fecha en que la banda no regresaba de su magnifica gira, en el tiempo que estuvieron fuera, no pudo tener contacto con ninguno de los chicos, la señora May hablaba de vez en cuando con Brian, pero cuando la pelirroja corría escaleras abajo para pedirle el teléfono, él rizado colgaba la llamada, dejando a la madre de su amigo con un “Lo siento” en la boca.

“No se preocupe” decía Maggie, “Llamará después” pero May no lo hacia, no hasta una semana más tarde. Y se volvía a repetir el mismo proceso.

— Maggie, querida —la madre de Brian la llamó desde abajo — Ya es algo tarde, debes irte cariño.

Maggie soltó un fuerte suspiro, no quería irse.

— Ya bajo, deme un minuto.

Dedicó ese minuto a colocar todo en orden y apagar las luces, tomó su abrigo y bajó apresurada las escaleras.

— Ten cuidado — le pidió la señora May, ayudándola a colocarse su ostentoso abrigo — Hace mucho frío allá afuera.

— No se preocupe, nos vemos mañana. — la pelirroja le dio un pequeño beso en la mejilla y salió rápidamente hacia la calle, dejando salir un suspiro con algo de vapor incluido, río ante lo gracioso que fue eso.

Y es que la tierna Maggie podría reírse de cualquier cosa, es por eso que conectó tan bien con Taylor cuando lo conoció.

Sin más, la pelirroja tomó camino hacia su casa.
No le gustaba la idea de dejar a su hermano sólo por tanto tiempo.

******

La señora May estaba de camino a la cocina cuando escuchó el timbre, río ante el hecho de que seguramente era Maggie, la mujer era tan distraída que se debió haber olvidado hasta de su bolso.

— Maggie ¿Ahora que se te ah olvidado?

Pero cuando abrió la puerta se sorprendió al ver que una exuberante melena compuesta de alocados rizos, estaba frente a ella. Su hijo estaba de nuevo en la ciudad y eso implicaba que toda la banda también.

—¡Mamá! — gritó Brian, bastante eufórico, se acero a ella y la abrazo fuertemente — te extrañe.

— Y yo a ti cariño, no sabes cuanto. — el rizado zarandeo a su madre con bastante emoción. — Oh querido, Maggie acaba de irse. ¿No la viste?

Brian asintió mientras entraba a la casa.

— Si, de hecho los chicos la alcanzaran, yo opte por venir a descansar mamá, mañana a primera hora la visitaré, lo prometo.

Su madre asintió sin más y se dirigió a la cocina a prepararle algo delicioso de comer a su amado hijo.

*****

Las calles de la obscura Londres estaban bastante solitarias, a la pelirroja le aterraba la idea de que algo pudiera pasarle.
Así que apresuró más su paso, debía llegar temprano ya que su hermano la estaba esperando con la cena sobre la mesa.
Una camioneta paso por su lado, poniéndola bastante nerviosa ya que se detuvo a unos cuantos metros de ella.
Sacó de su bolso un gas pimienta que llevaba para cualquier tipo de situaciones.

Repentinamente escuchó como las puertas de la camioneta se abrieron, ella mordió su labio, estaba temblando ante la posibilidad de que le ocurriera algo.

Pero todo ese miedo se fue cuando la voz escuchó aquella voz, aquella voz que había deseado escuchar por nueve largas semanas.

— Hola, Maggie. Eh vuelto.

La pelirroja se quedó inmóvil ante aquellas palabras.

— John — susurró sin girarse a comprobar si era él, aunque estaba bastante segura que lo era.

— Es hora de hablar, bonita.

Y Maggie suspiró, John Deacon estaba de vuelta y moría por besarlo de nuevo. Así que sin más se giró hacia él y corrió para besarlo desesperadamente.
Como lo había hechado de menos.

Ahre, ando bien inspirada con ¡Maniac!

Y si itsamethaphorbrian el fin de semana ya tendrás tu actualización de Youngblood, de toda la saga alv.
Btw, ¿les esta gustando como va la cosa? Ahre quiero leer sus opiniones que para mi son bastante importantes.

Las jamonconqueso.