Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4♡

La atención fue excelente, no obtuvieran queja alguna.

—Así debía ser desde el principio —pensó Taehyung.

Cuando ya terminaron de comer y el castaño limpiaba sus labios con una servilleta, lo que degustaron estaba incluso más delicioso de como lo recordaban.

La sorpresa que les dieron, si fue tomada como tal.

Varias de fotos de ellos, de distintas fechas, hasta el de la semana anterior. Las fechas variaban y ya ni recordaban algunas de esas salidas. En ellas se podía verlos tomados de la mano o sonriendo entre ellos.

Se sintieron halagados y también un poco incómodos, porque no tenían idea que les sacaban fotos. Luego les explicaron que eran de las cámaras de seguridad, que les tomó mucho tiempo, pero era un regalo de parte de ellos.

Es decir, la sorpresa les iban a dar ese día mientras ocupaban su mesa de siempre. No era algo de último minuto por su compensación. Aunque no les resultó mal.

Casi hora y media después, salieron de la cafetería. Ahora quien llevaba el ramo era Taehyung y con su brazo libre, lo enganchó al de Hoseok.

La última parada era el departamento del castaño. Todo seguía tal cual lo dejaron. No es que esperaron que llegara un duende mágico y arreglara todo con un chasquido y luego les limpiara los zapatos.

Bueno, Taehyung quizás si. Ya no sentía preocupación o angustia en su pecho, porque las sorpresas fueron arregladas y las disfrutaron mucho.

—¿Qué películas vamos a ver? —Hoseok le preguntó sentado en la alfombra con el control del televisor en su mano.

—Una romántica —sugirió sentándose junto a él.

—Está bien —buscó en Netflix una que les podría interesar

Encontró una que le llamó la atención.

La trama fue muy interesante, porque al principio pensaron que el protagonista había sido abandonado por su esposa embarazada, causándoles pena, pero luego se dieron cuenta que ella había muerto y él estaba en una especie de negación. Un enredo total, porque luego resultó que quien atropelló a la mujer embarazada se distrajo con un niño que le preguntaba emocionado por la ciudad. La bebé —que resultó ser niña— conoció años después al niño que iba en el bus, donde nació un romance de dos personas rotas que se juntaron por acontecimientos que les marcaron la vida.

La película les gustó mucho, más a Taehyung que se acomodó en las piernas de Hoseok, acariciando la tela de a ratos, relajado por los masajes en su cabeza.

—Si continúas así me dormiré —ronroneó cerrando los ojos.

—¿Y no quieres dormir? —preguntó distraído.

—No, porque se me ocurren muchas cosas en vez de dormir —abrió los ojos girando para mirar a Hoseok.

Seguía recostado en las piernas de su novio, con una sonrisa pícara en su rostro. Una mano llegó al borde de la camisa, jugueteando con la tela y rozando la piel del abdomen.

—¿Así?

—Si, una donde tú y yo estemos desnudos y sudados —insinuó añadiendo más dedos a las caricias.

—Y, ¿en dónde? —Hoseok entendió el juego, repartiendo caricias en el brazo libre de su novio.

—Aquí, en la habitación, en la cocina, en el baño —mencionó. —Hay tantos lugares para divertirnos —la mano se había extendido y ahora subía y bajada por su abdomen.

—Entonces —se agachó para acercarse al oído de Taehyung y susurrar —. Estrenemos la alfombra.

Hoseok besó la mejilla para ir bajando hasta la mandíbula, tomando porción de piel con su boca. El castaño cerró los ojos, sintiendo cada beso, pero sin dejar de acariciar el abdomen de su novio.

La mano ascendió a los pectorales de Hoseok, sobando con toda la palma extendida, palpando los músculos firmes ahí. Apretó uno de los pezones oscuros y ya duros por tanto toqueteo.

La boca de Hoseok se abrió en sorpresa a esa mano inquieta y ronroneó juntando su mejilla con la de Taehyung. Los besos fueron por otro rumbo, uno donde el cuello estaba dispuesto a resistir como la peor de las torturas, pero deliciosa.

Un botón abandonó el ojal gracias a la diestra habilidosa y ya amaestrada para esas labores, seguido de sus compañeros que se vieron libres. Con la camisa de Hoseok abierta, Taehyung se incorporó para quedar sentado mientras proseguía apretando el otro pezón.

Unos suaves mordisco se añadieron, subiendo por el mentón y por fin se encontraron con sus labios. Ardiente y fogoso resultó el beso, que no daba tregua y avanzaba cada vez más.

Con la camisa abierta resultó fácil deslizarla y dejar semidesnudo de la cintura para arriba a Hoseok, palpando más los firmes pectorales y hombros. Un pedazo de carne de esa zona fue tomada por la boca del castaño, que no quería dejar de probar.

Por simple reflejo, echó la cabeza para atrás y agarró más cabello de Taehyung, jalando para que se pegara más. Sin querer ser el único en poder disfrutar, empezó a quitar la camisa apresuradamente y poder lamer y besar también el cuello, hombros y dorso descubierto.

En un descuido, Taehyung se volvió a encontrar acostado sobre la alfombra, luego sintió un peso encima y el cuerpo de Hoseok estaba a horcajadas del suyo,  agitándolo más porque se vio atacado por unos labios, lengua y dientes en su torso.

Seguían con los pantalones puestos, pero no por mucho tiempo. En un ágil movimiento, levantó sus caderas y Taehyung jaló de la tela para dejar libres las piernas y que ambos estén más cómoda ya sin tanta tela de por medio.

De la misma manera sucedió para el contrario, solo que Hoseok se encargó de prolongar más la tensión entre ellos y jugueteó con la cintura del pantalón, haciendo el ademán de querer bajarlo con los dientes.

Pero no solo lo torturaba al castaño, si no también a él y por eso, dejó el juego y liberó aquello que tanto le gustaba. No solo fue el pantalón, si no también el bóxer negro favorito de Hoseok, porque le formaba muy bien el trasero al castaño.

—Tienes que quitarte el…. —jadeó ante la lengua osada que otorgó una corta lamida a la carne suave de la punta de su pene.

La lengua continuó probando, con lamidas o intervenciones de los labios, para besar y cubrir la fina piel. El pene del castaño estaba erecto, mostrando sus hermosas venas que sobresalían, su tamaño normal, pero más que suficiente para hacer tocar el cielo a su pareja.

Con una destreza muy conocida, llevó a cabo la mamada, donde su lengua no paraba de moverse dentro, mientras su cabeza subía y bajaba.

—Hoseok —gimió con poco aliento.

Su cordura le decía que agarrara un poco de los cabellos claros de Hoseok y metiera lo más que pueda en la garganta, pero se controlaba y dejaba esos impulsos para otra ocasión, donde ambos estuvieran así de ansiosos.

En un momento de lucidez, cuando los labios subieron hasta el prepucio, Taehyung supo que era momento de cambiar posición. En un ligero movimiento se sentó y tiró de Hoseok a la alfombra. Acomodándose en medio de sus piernas y levantando la cadera para tirar de la ropa interior.

Todo esto lo hizo sin dejar de mirar a Hoseok, que desprendía lujuria e impaciencia.

Sonrió ladino al ver tan majestuosos muslos, así como también sus muy apetecibles nalgas. Tocó la piel tersa de los redondos pedazos de carne que le fascinaban, avanzando hasta llegar al pequeño músculo de anillos que era donde metería su pene.

Para sorpresa del castaño, al palparlo pudo notar que estaba estirado y húmedo. Así que no hubo problema en introducir un dedo, porque este suavemente abrió paso hasta el fondo de sus nudillos.

Jadearon al unísono, Hoseok por la intromisión de la falange y Taehyung por sentir la humedad y calidez de los músculos internos. No tenía que demorar mucho en prepararlo, porque el segundo dedo entró con la misma facilidad que el primero.

Hoseok atrajo a Taehyung para que le besara, y lo hizo. Se soltaron unos segundos para aspirar el aroma del otro y emborracharse de su propia excitación. Con los dedos fuera, dirigió su pene para encajar en la entrada de Hoseok.

El empuje fue magnífico, haciéndolos ver estrellas y gimiendo en cada movimiento. Con la cabeza apoyada en el cuello de Hoseok y con su mano sujetando una de sus piernas, el castaño continuó penetrando sin cesar y a un solo ritmo.

El golpe de sus cuerpos desnudos recreaba la más provocativa canción para el apasionado momento de la pareja. De rodillas, sujetó la cintura de Hoseok, elevándola un poco, pero no para levantarlo, sino para sostener las piernas y obtener una mejor posición.

Un gruñido, un mordisco, un beso, un jadeo eran las acciones que solo podía hacer Hoseok ante el placer que sentía. Su novio era un experto en maltratar su próstata y hacerlo derretir en cada estocada, por eso sus ojos estaban casi blanqueados y su boca abierta.

La cúspide del deseo tocaba las puertas y los llevaba con un canto angelical al cielo.

Cómo si la pasión que llevara no fuera suficiente, todo aumentó al doble y el ambiente se recargó de placer, embriagándolos en el deseo de sus cuerpos. El cuerpo de Hoseok empezó a vibrar, seguido de un estremecimiento que le recorrió el cuerpo al soltar su primer chorro de semen.

Su orgasmo se prolongó debido a que Taehyung no detuvo sus embistes. Con las paredes anales apretando al intruso, logró apresurar que este acabara con una última y fuerte estocada, que los hizo gritar a ambos.

Con las pocas fuerzas que tenía, empezó a bajar las piernas de Hoseok, pero sin salirse y llenarlo con su semen. Apoyando su frente en el hueco entre el cuello y el hombro de este, Taehyung descansó unos minutos sin dejar de respirar agitadamente.

Durante el encuentro sexual no eran de muchas palabras, porque preferían disfrutar del lenguaje corporal y la boca no podía emitir nada coherente y solo gemidos ahogados llenos de placer.

Permanecieron un par de minutos así, pero esta vez con la respiración más pausada. Continuaban agotados y sudorosos, con sus ojos cerrados y aspirando el aroma de ambos.

—Que buen estreno —dijo con una sonrisa Taehyung, provocando que Hoseok riera.

—Dime que no es alquilada —habló acariciando la espalda desnuda del castaño.

—Menos mal no, la compré para esta última sorpresa —giró su rostro para mirar un poco a Hoseok. —Pensé que solo sería parte de la decoración, ahora veo que le podremos dar muchos usos.

Aún estaban unidos, no por mucho porque el castaño se levantó y trajo consigo un trapo humedecido y empezó a limpiar a Hoseok. La dedicación que tomaba en acicalar la zona íntima era tomada como una muestra de cariño, que Taehyung no tenía problema en realizar.

—Tengo un poco de hambre —comentó recostándose con una manta traída de su habitación. —¿Qué quieres que pida?

—Lo que llegue más rápido, este revolcón me abrió el apetito.

—Si quieres puedo abrirme en tus piernas y continuar hambriento —ronroneó con sus dedos acariciando el abdomen de Hoseok.

—Para después —propuso.

Decidieron levantarse y vestirse para que el repartidor no les encontrara desnudos y en la mitad de su faena.

El resto de la tarde y noche la disfrutaron jugando coquetamente, bailando y haciendo cualquier tontería juntos. La siguiente ronda se dio después del baño, cuando ambos estaban limpios después de un día agotador.

Durmieron desnudos, de cucharita y muy pegados.

A la mañana siguiente pasaron por Yeontan. Jungkook les agradeció por dejarle el cachorro, ya que mientras paseaban en el parque conoció a un apuesto joven, alto y musculoso —casi como él—, que lo había invitado a tomar un café.

El viaje de regreso fue tranquilo, con Yeontan en las piernas de su dueño, mientras el que conducía era Hoseok.

Taehyung y se sentía tranquilo y contento, toda la mezcla de sentimientos encontrados y angustia se esfumaron, ahora quedaba gozo y dicha. Solo esperaba que para el cumpleaños de Hoseok todo saliera bien, y desde ya lo mantendría en secreto y a su pequeña mascota la pondría al cuidado de algún amigo suyo. No correría el mismo riesgo.

Porque no quería dar otro paquete de maní como regalo.


 ♡

¿Fin?

 ♡

No pensé añadir Smut, lo juro. Mi intención era hacer algo romántico, todo cute y bonmito, solo que al terminar el capítulo anterior me faltaban más cosas por agregar y bueno, digamos que era para que este no quedara tan corto.
Ah, que ni yo me la creo.
Espero que les haya gustado esta historia, la escribí con mucho cariño, como cada cosa que hago.
Cuídense y nos vemos en una próxima historia.♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro