Parte dos.
Las luces titilaban una y otra vez, ofreciendo una gama variada de colores. La música sonaba tan estridente que posiblemente estaba perforando la audición de los presentes, pero éstos estaban tan borrachos y drogados, que sólo se limitaban a bailar apasionadamente. No importaba qué canción sonara; la multitud de jóvenes estaba lista para el ritmo que fuera, siempre y cuando los distrajera de las preocupaciones que embargaban a todo adulto novato.
Un par de parejas se arrinconaban en los sitios más oscuros del club. Besos fogosos y manos curiosas pasaban inadvertidas debido a la adrenalina del resto. Nadie se detenía a ver la vulgaridad que aquellas personas manejaban; nadie se escandalizaba y el erotismo fluía con total libertad.
Chan observaba distraídamente a aquellos individuos en celo, un poco curioso por la manera en la que se las ingeniaban para intercambiar fluidos de todo tipo en las posiciones más incómodas.
一¿Ahora te volviste voyerista? 一Felix llegó a su lado y chocó un hombro contra el ajeno, sólo para molestarlo un poco.
一Nah. Parece un programa de Animal Planet.
El más joven de ambos soltó una risotada ante la ocurrencia de su amigo.
一Creo que sólo así sería divertido ver ese canal. 一Felix le extendió una botella fría al otro muchacho, aparentemente recién sacada del refrigerador.
一¿Agua? Pensé que traerías vodka.
一Así iba a ser. 一concedió el más bajo y entonces, levantó la diestra hecha un puño para así descubrir la palma de esta一. Pero me encontré algo mejor en el camino.
Chan enmarcó los ojos, sorprendido.
一¿Qué tan fuerte es esa pastilla para tener que estar partida por la mitad?
Felix colocó una de las partes en la mano libre del otro muchacho con cuidado para que no se cayera y luego contempló la que quedaba de él.
一Es éxtasis. Anda, que con mucha agua pasará bien.
El mayor del dúo de amigos frunció el entrecejo.
一¿Estás seguro de que es de buena fuente?
一Relájate. 一insistió el otro con una media sonrisa一. Sólo déjate llevar.
Chan estudió aquel pedacito blanco y reluciente; destacaba en medio de la oscuridad de la pista de baile. Y sin más preámbulo, se lo llevó a la boca.
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