EPÍLOGO
[parte 27]
Epílogo
Hoy se cumple una semana desde la muerte de Daia Hill, y dos semanas desde la muerte de Nina Myers, ambas ejecutadas por Ian Donovan. El culpable no ha hablado desde ese día, así que toda la culpa recae sobre él. Abrimos este juicio con el único fin de que se haga justicia.
Esas palabras eran verdaderas y estaban resonando en mi cabeza, los momentos felices con Daia los creé yo mismo, nunca existieron, ella murió ese día y no regresó a cenar conmigo, era inútil que quisiera defenderme, no tenía a nadie.
— Hacemos un llamado a el primer testigo, Gregor Donovan — comenta Jasper.
Malditos mentirosos.
— Conocí a Daia por muchos años, era una chica tranquila, no tenía enemigos, fuimos novios por un tiempo, pero luego lo conoció a él — me señala—, y ahí empezaron los problemas. Él la maltrataba fisica y psicológicamente.
— ¡Eso es mentira!, ustedes la asesinaron al igual que a Nina — grito desde mi estribo.
— Orden en la sala — exige Jasper mientas golpea con su mazo —, esas son terribles acusaciones de su parte.
— No seas hipócrita — prolifero disgustado.
— No hables más — comenta entre dientes mi abogado asignado.
Toda la sala se mira entre sí.
— Bien, gracias por su testimonio. Hacemos un llamado a el alcalde Donovan.
— Gracias — lleva el micrófono a sus labios para hablar —, no sabe lo difícil que es para mí saber que uno de mis hijos se descarriló de esta manera tan vil, pero la noche de la muerte de Nina él salió, y hay varias personas que lo vieron llegar tarde ese dia.
— Me fui a un festival con Daia — suelto estresado.
— Cuando sea su turno de hablar podrá hacerlo — me observa Jasper.
— Llamamos a Anne Smith, para que se pronuncie ante lo que ella pudo vivenciar.
— Gracias juez, fui la mejor amiga de Daia, o bueno, es decir, soy su mejor amiga, porque nunca la olvidaré, siempre la llevaré conmigo — una lagrima se asoma por su mejilla —, pero esa noche, ella me llamó, dijo que había discutido con Ian y él la había citado en la casa del bosque. Gregor se enteró y no dudó ni un minuto en ir a buscarla, pero ya era tarde.
— Sólo falta que hayan traído a la abuel...a Emily a mentir — susurro y pongo los ojos en blanco.
— Yo quiero dar mi testimonio — dice Emily desde la audiencia.
— Y hablando del diablo — susurro.
— No señora, le agradezco pero es suficiente — responde Jasper —, luego de una minuciosa evaluación el acusado ha sido hallado culp...
Jasper iba a usar su mazo para golpearlo al estrado pero en ese momento la puerta se abre de golpe. La oficial Jhonson traía en una silla de ruedas a Matt.
Qué carajos estaban haciendo aquí.
— No sabía que había un Hill vivo — murmura Gregor.
— ¿Ustedes que hacen aquí? — pregunta Jasper.
— Venimos a testificar a favor de Ian Donovan — se acerca la oficial Johnson.
— No, no puede hacer eso. El juicio ha finalizado y el acusado es culpable — golpea el mazo contra el estrado.
— Usted no puede hacer eso — llegaron varios policías citadinos —, este caso lo tomó el Magistrado del país.
De repente la figura de un hombre pasó a mi lado, no pude verla la cara e hizo a Jasper de lado para sentarse en el estrado, el rostro de James, Gregor, Anne, Jasper y Emily desprendían preocupación. El hombre hizo su toga hacia atrás y se sentó.
— Soy el magistrado del país, Logan Bennet, y el juicio acaba de abrir sesión — fulmina a Jasper con la mirada.
Ya ni me sorprendía, mi vida se había basado en mentiras, el chico que trabajó en el granero y con el que hice una carrera de motos, era el Magistrado del país, un día normal en mi vida.
— No tiene tantos testigos — protesta el alcalde.
— Pero hay pruebas, ¿por qué no dejarlos hablar? — sonríe triunfante —. Por favor pasen al frente, oficial Matt Hill y oficial Roxy Johnson.
¿Acaso James estaba por ser hundido?
— En mis manos tengo las pruebas de que la familia Donovan, incluyendolas a ellas dos — señala a Anne y Emily —, tienen la culpa de todas las muertes por las cuales están acusando a Ian. En esta cinta — Roxy enseña una grabación —, grabada poco más de veinte años atrás, por el oficial Hill y su esposa, se muestra la muerte de Emma Kurtz a manos de la señora Emily, aquí presente y su hijo James.
Gregor y James se miraron confundidos pero en ese instante querían matar a papá y a Emily, no tengo dudas
— Continúo, la mamá de Daia se dio cuenta de el momento en que la asesinaron a sangre fría, y por eso la persiguieron hasta el patio, la amenazaron y ella se marchó de allí, pero antes de irse, mientras dormían quitó las cámaras de seguridad para entregarselas a su esposo, pero luego de unos días la acribillaron saliendo de su casa. El oficial Hill sabía quienes habían sido, pero recibió amenazas, lo intentaron asesinar a él tambien, pero escondió muy bien la evidencia que los inculpaba, y por ende no podrían asesinarlo porque sino el secreto de estas grabaciones se iría con él.
— Todo eso es falso — se apresuró James y Emily a protestar.
— ¿Falso? — la oficial pone el video en la pantalla grande y todas las personas presentes observaban lo sucedido —. Y tenemos el celular de la fallecida, Daia.
Cierto, yo dejé el celular de ella en la residencia cuando salí a buscarla.
— Este celular posee una grabación de todos ellos contando sus atrocidades, como el delito de la señorita Myers, la idea fue dada por Emily y Gregor mientras observaban lo sucedido, pero quien la hizo posible fue Jasper, tenemos las huellas de el Juez Jasper en el cuerpo cabelludo de Nina, el cual le fue arrancado brutalmente en un acto de violencia. Además, momentos antes de que Daia acudiera a la casa del bosque, quien la citó allí fue Gregor, dejando como señuelo el cuerpo de Daia para poder culpar a Ian cuando la policía, corruptos innatos que trabajan para él y con el alcalde, lo capturaran. Y eso sin mencionar que fueron los culpables del intento de asesinato del aquí presente, Matt Hill.
Los ojos de Matt estaban desorbitados, no podía creer que su hermana no estaba más aquí. Pero aún así tuvo la valentía de venir y sentarse ahí, al frente de todos.
— ¡Exijo un abogado! — protesta el alcalde —, Ian robó la herencia de mi padre y...
— ¡SILENCIO! — Logan golpea el estrado con su mazo —, también hay un testigo para eso.
— ¿A quién le pagaron? — Emily pone los ojos en blanco —, ese dinero y propiedades es nuestro, Ian sólo es su nieto.
Esta vez me quedé callado aunque tuviera a varios a mi favor.
— Llamamos a Maximiliano Donovan a declarar ante el tribunal, por favor, pase.
Una enfermera traía en una silla de ruedas a mi abuel...es decir, a mi padre. No me lo podía creer.
— Él no está en condiciones de testificar — suelta de mala gana Emily —, es un anciano decrépito que no puede hacer uso de sus facultades.
— ¡Por favor!, exijo respeto para el testigo.
— Vieja tonta — Maximiliano, mi padre prolifera ante ella y Logan abre los ojos como platos —, por eso nunca te amé, por oportunista, James salió idéntico a ti, por eso tuve un hijo con Emma, mi querido Ian — me dedica una mirada enternecida —, yo sabía que el sería diferente a todos ustedes, pero cuando...
— Espere, Emma era la esposa de James, su hijo. ¿Verdad? — pregunta Logan, pero lo evidente es que quería hacer quedar como un cuernudo al respetable alcalde.
— Sí, me acosté con la esposa de mi hijo — Maxiliano sabía lo que hacía y le llevó el juego.
Las personas empezaron a murmurar entre sí que, el alcalde era un cornudo.
— Yo dejé todo mi dinero y propiedades a nombre de Ian, aunque aún era un niño, nadie podía hacer uso de ellas, ni James, ni Emily. Ellos me enviaron a un sanatorio mental, pero los papás de Daia me consiguieron sacar y con ayuda del estado, fuera del país pude estar a salvo porque James ni nadie me podía hacer daño. Yo no escapé, Matt me fue a buscar porque encontró todo aquello en la evidencia que guardaba su padre y me sacó de ese sitio para traerme hoy aquí a ver como caen todas estas víboras.
Su voz aún tenía un tono bastante masculino, para tener setenta y cinco años estaba bastante bien cuidado.
— Él no sabe lo que dice, magistrado — James se exaspera y habla —, por su edad empieza a delirar.
— Te aseguro que está en perfectas condiciones — Matt finalmente habla y entrega unos documentos a Logan —, estos son varios exámenes que se le realizaron al señor Donovan y muestran total lucidez de parte de él.
— Esto es un indubio pro reo — protesta Jasper.
— ¡Cuánto cinismo hay en ti!. Bien, los resultados son reales, y las pruebas también. Y verificando todo lo dicho el día de hoy, James Donovan es culpable por el asesinato de Ava de Hill y Emma Kurtz, también atribuyéndole una larga lista de estafas, el intento de asesinato de Matt Hill y complicidad en otras muertes más, como el intento de asesinato a los candidatos de la ciudad, proporcionándole cadena perpetua.
Los policías que venían con Logan, esposaron a James mientras él lo maldecía y forcejeaba.
— Bien, Gregor Donovan es culpable por la muerte de Daia Hill, por abuso de poder, obstrucción a la ley y por complicidad en otros asesinatos más, dándole noventa años de prisión.
— Habré muerto en ese tiempo — protesta Gregor.
— Tranquilo, hierba mala nunca muere — me acerco a él.
— Emily Walsh, se le acusa de la muerte de Emma Kurtz y Ava de Hill, su complicidad en muchos delitos más y acusaciones falsas contra su esposo, así que se otorgan ochenta años de prisión.
El rostro de Emily se contorsionó y quería asesinarnos en ese precioso momento, podía verlo en su mirada.
— Anne Murphy, se le acusa de ser cómplice del asesinato de Daia Hill, y se le han dado cuarenta años de prisión.
— Finalmente — los ojos de Logan desprendían odio — , Jasper Donovan, se le ha hallado culpable de la muerte de Nina Myers , mutilandola de una manera atroz, por abuso de poder, calumnias, obstrucción a la ley, y por ser cómplice de estos delincuentes, se le otorga cadena perpetua.
Jasper sólo ensanchó su sonrisa, él sabía el motivo del odio de Logan.
— Damos por terminado este juicio, hallando culpables a estas cinco personas, y serán trasladados a una cárcel de máxima seguridad fuera de la ciudad.
Logan golpea el estrado dando por finalizado todo y se pone de pie, quita su toga y viene hacia mí.
— Te debía el favor, pero una semana sin meterle bocado a tu estómago, está mal, no te pueden alimentar solo a base de sueros — dice él.
— Así que...Eres el magistrado — respondo.
— Tengo algo que hacer, dame un momento.
Logan se acerca a Jasper, quien sonríe ampliamente, pero con ironía. Se acerca a él y le deja plasmado un puñetazo en la cara.
— Esto fue por Nina.
Los policías se los llevaron y Logan regresó a mi lado junto con Matt, la teniente Johnson, y mi padre.
— Ustedes... ¿Cómo supieron todo esto?
— Recuerdas el día que hallamos a Nina en el maletero de tu auto, pues ese día ella dijo que había estudiado con Daia, la cuestión es que Daia veía clases en su casa, era imposible que la conociera — responde la teniente.
— Ya que Gregor salió, en cuanto usted se mejore quiero que sea el nuevo teniente al mando, oficial Matt — habla un hombre con uniforme detrás de él y Matt asiente.
— Hijo — Maximiliano se acerca a mí —, lamento no haber sido más fuerte y haberme quedado aquí para poner todo en orden, te han hecho sufrir demasiado y todo por mi culpa — se acerca a abrazarme.
— No te preocupes...Padre — finalmente le dije estas palabras a él.
— Ian, aún no hemos hecho el funeral de Daia — Matt comenta cabizbajo —. Está en la morgue, su cuerpo está congelado así que se ha retrasado la descomposición, la cremaremos luego de esto y enterraremos sus cenizas.
Esas palabras me estaban destrozando el corazón.
Daia no podía estar muerta, aún seguía sin asimilar aquello.
— No, ella no está muerta — continuaba negandome —, debo hacer algo, ya vengo.
Salí corriendo de inmediato de esa sala, tomé las llaves de una de las patrullas y me marché a toda velocidad, Logan venía tras de mí en su auto, pero aumenté la velocidad para perderle el rastro. Llegué a la casa de campo, Daia me debía seguir esperando en los columpios, por eso estos días no la había visto, corrí lo más rápido que pude al bajar de la patrulla, y ella ya no estaba.
— Tal vez sólo llegué tarde — empecé a dar vueltas en el mismo sitio.
— Hey — Logan me toma por los hombros— , calmate hermano.
— No, Logan, ella ya no está en los columpios, ya no...— mis lágrimas empezaron a salir — llegué tarde, siempre llego tarde.
— Es difícil aprender a vivir con el vacío que una persona te deja, pero hay que aprender a sobrellevarlo.
— ¿Daia ya no estará aquí nunca más verdad?
— No, Ian — aprieta sus labios y sus ojos se entristecen.
— Aún debo hacer algo — me levanto de inmediato y corro hacia la casa.
—¿ A dónde vas ? — Logan viene siguiéndome el paso.
Subí las escaleras hasta la habitación donde dormía con Daia, aún estaba su ropa colgada en la bañera, como si fuese a regresar por ella al atardecer, tomé una bolsa plástica y empaqué toda su ropa.
— ¿Qué haces? — Logan me observa con extrañeza.
— No podré volver a sentir su olor nunca más, por eso guardaré su ropa aquí, y cada que la extrañe abriré esta bolsa para sentir su olor sin que se vaya, pero si la respiro todos los días, no creo que dure mucho.
Logan se acercó a mí a ayudarme a guardarlo todo. Nunca pensé que este tipo sería quien estaría conmigo hasta el final.
Acabamos de guardar todo y él sacó un sándwich de su auto, para regalarmelo. Nos regresamos a la ciudad, pues los restos de Daia ya habían sido cremados, hoy tendría la última cita con el amor de mi vida.
Me puse mi traje más formal color negro y varias personas asistieron al funeral, en una caja tan pequeñita estaba ella, sus restos, los restos de la mujer que tanto amé.
Vi como enterraban la pequeña caja en el suelo. Pero fue raro, no pude llorar, pero mi alma estaba hecha pedazos.
— Si quieres te podemos acompañar un rato más, ya está anocheciendo — Matt acaricia mi hombro.
— No, ustedes avancen. Los alcanzo en un momento.
— Yo me quedo con él, ustedes sigan — responde Logan.
Todos se marcharon y sólo nos quedamos los dos.
— Iré a la tumba de Nina — se adelanta él a decir.
— Así que tú fuiste quien sacó su cuerpo de ese sitio.
— Fue un evento muy traumático, la hice cremar el mismo día en que la hallé.
— Ve con ella.
— Todo lo que no pude ser con ella — suspira y se marcha.
Me acomode mejor junto a la lápida de Daia y aunque sé que no me oye empecé a hablarle.
— Que injusta fuiste — negué con la cabeza —, eras tan altanera y mírate. Debías quedarte conmigo en la playa, no en ese jodido ataúd, ya no puedo acariciar tu cabello, ni ver tus hermosos ojos negros, ya tus labios no me besarán nunca más, la casa se ve tan triste, ahora soy yo quien odia el frío, el frío de no sentirte a mi lado. Me jode Daia, me jode pensar que teníamos mucho por delante y quizá tú, más que nada. Llevabas una vida tranquila antes de conocerme, pero llegué a jodertela y ahora estás en esta maldita tumba fría, y tú odias el frío. Es que te fuiste tan pronto de mi vida y aún no puedo resignarme a vivir sin ti, teníamos una gata esperándonos en casa, y tal vez algún día serían hijos, una hermosa niña, tal vez tendría tu cabello, mis ojos, o tu sonrisa, o...Ahora nunca lo sabré, ni si quiera podré reprocharte cuando seamos ancianos, ni tendré que comprar todo el menú de un restaurante porque eres indecisa, pero te traje flores — pongo un pequeño ramo en su lápida —, son moradas, porque amas ese color, y el anillo que te regalé, tranquila, está en buenas manos, ya sé que lo protegiste el día en que te asesinaron — acaricio el anillo que ahora está en mi cuello colgando de una cadenita —, no puedo decir que es nuestra última cita, pero regresaré cada semana a contarte como me está yendo...Sin ti — me pongo de pie— Por favor no me olvides, yo nunca lo haré, y cuando me pregunten por mi único amor, siempre hablaré de ti, hasta pronto Daia, me voy con el recuerdo de tu último beso y el sándwich que nunca comimos juntos.
Y al final, el día que escapé con ella todo fue una simple ilusión, que tú leíste, y que yo no la pude vivir.
FIN.
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