-Mentí un poquito tal vez-dice Nina.

-Sabe usted que lo que hizo es una terrible acusación al individuo que está dentro de esa celda.

-Lo mismo digo yo-levanto mis manos aún esposadas.

-Es que yo estaba enojada con él, porque no me quería llevar a una fiesta, y por eso abrí su maletero con un destornillador para poder entrar.

-Estabas invadiendo mi privacidad-chasqueo los dedos-¿usted cree que pueda solicitar una orden de alejamiento?.

-Y, ¿por qué lo acusó de esa terrible manera?.-se limitó a poner atención a lo que dije.

-Precisamente por eso,ponga atención, ya le dije que estaba enojada.

-Ambos quedan detenidos, y tienen derecho a una llamada.-Puso unas esposas a Nina y la metió a la misma celda conmigo.

-Llama a Jasper-sugiero y me siento en una esquina de la celda.

-Perdón Ian, no debí llevar esto hasta este extremo-agacha la mirada, sus palabras eran sinceras pero eso no quita que sea una bruja cuando se lo propone.

-Olvídalo, solo llama a Jasper.

Nina tomó el celular y marcó a Jasper quien atendió al primer sonido.
Pero le pidió hablar conmigo primero.

-Entiendo, solo un minuto de llamada-le digo al policía que no quería soltarme el celular.

-Escúchame con atención, estoy en la cárcel a las afueras de la ciudad, pero sé que no puedes venir porque no tienes con quien dejar a nuestra hermanita, entiendo eso perfectamente.

Evidentemente me refería a Daia, y tengo razón, no puede dejarla sola porque buscaría la oportunidad exacta para intentar escapar.

-Pero creo que deberías hacer lo posible, porque tu novia también está aquí.-Dicho esto último colgué.

-¿Qué fue todo eso, inteligente?, no le diste tiempo de decir ni si quiera que,《no》-Nina se acercó a darme golpes en el brazo.

-Sabe que estás aquí, son las nueve de la noche, a las diez y media habrá llegado, lo sé.

-¡Qué seguridad!-me siento a su lado.

La mirada de Nina se perdía en cada Tic Toc del reloj, quería ver que tan certero era con mi teoría de que mi hermano vendría por ella, eran las diez y veinte de la noche y la puerta se abrió de golpe, un policía llegó con una exuberante suma de dinero y tras él venía Jasper algo nervioso.

-Sólo fallé diez minutos-le dedico una mirada a Nina.

-Eres un imbecil-me sonríe dándome una patada en mi pantorrilla.

-Pueden irse, pero espero nunca más volverlos a ver por aquí.-el policía tomó un manojo de llaves y abrió la puerta sin tomarnos importancia y se sentó a contar el dinero que Jasper le había dado.

De inmediato, cuando salimos de la comisaría Nina se lanzó a los brazos de Jasper, olvidando que quería una respuesta alguna sobre quién era Daia y por qué pasó un día y una noche entera con ella.
Se comenzaron a decir cuánto se amaban, y literalmente se estaban comiendo a besos entre ellos.

-¿Quieres conducir tú?-Jasper me ofrece las llaves.

-Es mi auto-digo obvio.

-Ah sí, pasé por él, me debes como un riñón.-decía con la respiración agitada entre besos con Nina.

-Siempre espectador, nunca protagonista-finjo dolor y llevo una mano a mi pecho.

Nos subimos al coche, y Jasper eligió los asientos traseros con Nina, se besaban como si no se hubiesen visto por años, a veces me preguntaba cómo podían explotar de amor el uno por el otro sin importarles lo demás. Di un acelerón en el auto para que uno de los dos se separara de golpe.

-Envidioso-dice Nina que quedó sentada al otro extremo de Jasper, pero se volvió a abalanzar encima de él para besarlo con más intensidad y ¡Vaya que mi hermanito no se controlaba!

-He visto gatos en los tejados más autocontrol que ustedes dos-pongo los ojos en blanco.

-Ni si quiera sé porqué atestigué a tu favor y terminé metiéndome en problemas-Se separa de Jasper y me enseña el dedo corazón.

-Ah, porque querías que te llevara con mi hermano para comprobar si te era infiel-Los miro por el espejito del auto.

-Es cierto, nunca pregunté cómo se metieron en todo esto-Replica mientras pasa su dedo pulgar limpiando el labial de Nina en sus labios.

-¿Quién es Daia?-se cruza de brazos mirándolo.

-No sé si sea correcto contártelo-la toma de la cara.

-La amante de Jasper-sonrío burlón.

-Eso no es cierto-dice Jasper rápidamente al ver que la expresión de Nina cambiaba por una triste.

-Que si es su amante.

-Que no-Jasper intentaba explicarle a Nina.

-Me estabas engañando-empieza a llorar-los rumores eran ciertos, tú me engañ...

-Es la jodida chica que secuestramos, llorona-la corto de golpe.

-No le digas así-Jasper me señala acusatorio.

-¿Secuestrar?-su rostro era un poema-que tú no trabajas en asuntos políticos con tu padre y por eso tenías enemigos-su rostro empalidecía cada vez más.

-Si, pero, no te asustes, escúchame-intentaba calmarla.

-No estoy asustada, sólo estoy tratando de procesar que mi novio de hace cuatro años me estuvo mintiendo todo este tiempo-sonreía falsamente.

-No somos secuestradores, es nuestra primera vez haciendo esto, y fueron órdenes de nuestro padre.

-¿La van a asesinar?-su respiración era acelerada.

-No, no, no, no. No lo digas como si no me conocieras Nina, sería incapaz. Yo no.

-Yo tal vez sí-Digo sin dejar de conducir.

-¡Ian!.

-Y la verdad, Nina, tú ya sabes demasiado-detengo el coche y volteo a verla- Elige. Vamos, seré generoso, puedes decidir cómo quieres morir.

-No, no, te prometo que no le diré a nadie, por favor, prometo no volver a hacer bromas de mal gusto-juntaba sus manos rezando.

-Ian, deja en paz a Nina por Dios

-Es chiste-sonrío de lado.

-¿ Es chiste? -pregunta ella abrazandose así misma.

-Tal vez no-me volteo y tiro de la palanca haciendo que vayamos a toda velocidad.

-¿Estás loco Ian?, ¡acaso quieres matarnos a todos!-dice Jasper exaltado y una vena en su cuello se hace presente con cada palabra que prolifera.

-Por qué andas tan cristal, hermanito. Adoras la adrenalina.

-Pero está ella, no puedo ponerla en peligro-señala a Nina quien está pálida y se acerca a ella para abrazarla.

-No me toques-repite amenazante y hace que Jasper tome distancia.

-Lo siento...yo...hmmm...¿ tienes frío ?

-Sí, pero no es necesario que me abraces.

-Toma, pontelo-se quita su abrigo de lana que parece de abuelito y se lo ofrece.

-No es necesario.

-Nina por Dios, estás pálida, tus uñas ya no tienen color, y tu labio tirita de frío-coloca su abrigo encima de ella, y acto seguido lo toma y lo abraza fuertemente.

-Necesito respuestas, tenme paciencia.

-Todas las que quieras-sonríe.

-¿Puedo abrazarte?-lo mira con sus ojos despegando un brillo inigualable.

-Ven, pequeña.

-¿Quién los entiende?-niego con la cabeza-pero hey, así funcionan los matrimonios, tienen potencial. En fin, ya casi llegamos.

-Nina vendrá con nosotros.

-¿Estás seguro?.

-Ella guardará el secreto.

-Donde nos meta en líos.

-Estoy aquí, puedo oirte Ian.

-Espero que sepas caminar en el fango, porque hay mucho de eso, señorita Nina.

-Si, cariño. Pero, yo podría cargarte en el fango para que no te ensucies, así como Ian cargó en sus brazos a Daia ese día.

-La dichosa Daia.-frota sus manos-necesito conocer a quien tiene los pantalones bien puestos con nuestro querido Ian.

-Aunque el preferiría verla sin ellos-añade.

-Ustedes se están creando novelas en su cabeza muy aptas para Wattpad-digo mientras quito de mi vista las ramas de algunos árboles y las hojas secas suenan en cada paso que doy-llegamos, si eres un buen novio ayúdala a pasar por el fango.

-Ven, sube a mi espalda.

-¿Ian la subió a ella a su espalda?, no, verdad. Tomame en tus brazos.

-Vamos, sujeta a tu bebé-añado sarcástico.

-Pero...Nos podemos caer-pone ambos dedos en el puente de su nariz.

-Entonces, me iré caminando.

-No, no, espera, ven-la tomó en sus brazos.

-Con lo fácil que es-le da un beso en sus labios.

-Cierto, no sabes cuándo viene de visita la abuela-pregunta Jasper quien acaricia el brazo de su novia mientras la carga.

-Hace cinco años que no sabemos de ella, y mejor que se haya alejado de papá, aunque eso incluye que se haya alejado de nosotros-digo cabizbajo.

-Pero, vale, papá es malo, pero hasta el punto de querer hacerle daño a la abuela, no lo creo.

-Sólo te recuerdo lo que le hizo a...-me corto en seco.

-¿A quién?-dice Nina curiosa.

-A nadie.

-Más secretos-niega con la cabeza-pero después de todo, prefiero no saberlo.

-Bien, llegamos-pone a Nina de pie en el suelo.

-Así que aquí es su lugar secreto-hace comillas con sus dedos.

-Ven, sigue.

Los guardias, que eran los suficientes como para matar a lo que sea que saliera o entrara aquí, pusieron su mirada fija en la chica que nis acompañaba y comenzaron a cargar sus armas y a apuntar, lo que hizo que Nina se asuste y corra a ponerse detrás de Jasper.
-Es una invitada-resoplo-tranquilos.

-Perdón señor, es que ya vio la hora qué es, no estamos muy confiados, cualquiera podría ser un espía. Bajen las armas-ordena haciendo una seña con su mano.

abrimos las 2 puertas que sellaban la entrada, y así llegamos a la sala de la casa. Estaba sola, todo estaba tan callado, y eso me preocupa.

-¿Y Daia?-pregunto asustado.

-No te preocupes, -dice tomando unos vasos para llenarlos de jugo-. Le di unos calmantes en su bebida antes de venirme y se quedó dormida. Lo más seguro es que esté por despertar.

-Estoy casi muerto, sólo logré conciliar mi sueño en tu casa, que fue cuando se desataron todos estos problemas.

-Ve y sub...

-Son unos desgraciados, me dejaron dormida-venía hecha una furia.

-Te dejó dormida, fue Jasper, y tú más que sea duermes, nosotros por tu culpa no.

-¿Me vas a decir que lo que pasó ahora es mi culpa?

-Hola, mi nombre es Nin...-estira su mano para saludarla pero Daia la rechaza.

-Me importa quién seas, quiero largarme de aquí y buscar a Anne.-empieza a caminar por todos lados.

-¿Qué crees que haces? es teóricamente imposible que te escapes, además te damos muchas libertades en esta casa, ni parecieras secuestrada.

-Su papá no quiere que me lastimen, no.

-Eres insportable-pongo mis dedos en el puente de la nariz y paso una mano por mi cabello.

-Disculpa, tú-señalando a Nina-.¿Qué eres para él?-señala a Jasper

-Soy...soy, su novia.

-¡Ves! -dice en un aludido- hasta tu hermano menor tiene novia, porque a él si lo toleran, no como a ti, que con suerte alguien se enamoraría de ti.

-De hecho tiene razón, su última novia lo dejó por otro, y la anterior, ni que hablar ,esa fue la más traumática para él, porque...

-Ya Nina, para-exclama Jasper tomándola del brazo.

-No, déjala que hable-Dice Daia cruzada de brazos con una ceja enarcada-Ya hasta me caes bien, Nina, ¿verdad?-se estrechan sus manos- mucho gusto, me llamo Daia Hill, y estos babosos, bueno sobre todo uno, tu novio no es tan malo, me tienen secuestrada.

-Bueno, como te decía Daia, su penúltima novia le...

-Te vienes conmigo-sujeto a Daia por las piernas y la pongo en mi espalda-No me has dejado dormir en paz estos días, así que, toma-le doy las llaves de mi habitación a Jasper- no nos abras hasta mañana que te lo diga. Me voy a encerrar con esta loca.

Jasper y Nina se echaban miradas cómplices y solo asintieron, en parte les convenía, los muy puercos querían la casa para ellos dos, sin interrupciones.
Subí a Daia por las escaleras y la llevé a mi cuarto y cerré la puerta, las ventanas tenían barrotes y vidrio polarizado así que no podría escapar.

-¿Vas a abusar de mí?

-No-pongo los ojos en blanco-ya quisieras.

-Entonces, por qué siempre quieres estar persiguiendome.

-Yo no persigo a ninguna chica, que te quede claro Daia.

-Puedes bajarme de tu espalda-digo más calmada.

-Ves como si puedes comportarte.

Me estaba metiendo a dormir cuando de repente empezó a llover y a caer rayos, sus estruendos eran muy fuertes y por lo que percibí, Daia les tenía miedo.

-¿Le tienes miedo a los truenos?-la miro extrañado.

-Qué te importa.

-Contigo no se puede-levanto mis manos en señal de rendición.

Justo en ese mismo instante un rayo alumbró toda la casa e hizo que un árbol a unos 4 metros se cayera, evidentemente luego de ese rayo vendría un mega trueno, lo que hizo que Daia corriera hacia mi cama y me abrazara cerrando sus ojos.

-¿Qué haces? suéltame...-dice Daia empujándome en la cama.

-Fuiste tú quien me abrazó.

-Y te aprovechas de la situación, además no tengo sueño porque tu hermano ya me había mandado a dormir con sus drogas.

-Yo si quiero dormir, buenas noches.

-Pues te aguantas porque hablaré toda la noche.

-¿Estás segura que no quieres dormir abrazados toda la noche, conmigo - sonrío de lado.