Din se paró delante de la barra mientras observaba al otro lado de la sala, nunca se acostumbraría a estar sin su casco y armadura pero agradecía enormemente la sensación de la brisa fresca que entraba de la ventana más cercana a ellos en la cantina, Cobb estaba a su lado con una copa en la mano y una sonrisa maliciosa.

-Esto no puede salir bien.

-¡Oh vamos! Va a ser divertido, con esa mirada tan adorable que tienes nadie diría lo que eres capaz de hacer, además hacerlo así facilitaría las cosas...

La mirada de ambos estaba fija en un hombre rubio de constitución robusta que pasaba su tiempo jugando al póker, al parecer cada vez que entró al bar en el pasado había resultado muy problemático y ante la falta de amenazas mayores buscaban una forma de evitarlo sin demasiado revuelo como un favor personal al Barman. El cazarrecompensas se sonrojó levemente ante el comentario del mariscal y vaciló un instante.

-Está bien...(Dijo el mandaloriano dubitativo).

Ambos hombres fueron a la mesa en la que se encontraba su objetivo y se sentaron a jugar, Din se limitó a observar ya que en el pasado se había demostrado que sin su casco jugar a un juego de farol había resultado imposible, aunque estaba empezando a manejar sus expresiones faciales aún le quedaba mucho camino por recorrer. Cuando el juego terminó el hombre parecía inquieto ya que la noche no resultó nada buena, Cobb vio su oportunidad para manipular al hombre y comenzó a hablar.

-Sabes que, aún es pronto, hagamos una apuesta, te aseguro que este hombre de aquí podría tumbarlo en menos de un asalto (mencionó señalando a Din a su lado).

-¿El mudo? Por favor esto será dinero fácil (el hombre emitió una risa petulante y se levantó de la mesa).

-Es mejor salir fuera, ¿no? (dijo Din de forma tímida).

-No hará falta, esto será rápido.

El hombre se colocó en posición de ataque y lanzó el primer puñetazo, el mandaloriano se agachó ágilmente sorteando el golpe, al mismo tiempo arrastró la pierna localizando el tobillo del contrario haciéndolo tambalearse, Din sostuvo al hombre con una sola mano derribándolo en la mesa más cercana, provocando que el pecho del sujeto absorbiera el golpe evitando su rostro, segundos después tenía los brazos completamente inmovilizados.

-¿Pero qué carajo? (El hombre emitió un leve quejido de dolor).

-Puedo traerte caliente, o puedo traerte frío...( el mandaloriano sonrió dejándose llevar, al menos esto le serviría de entrenamiento).

-¡Vaya! ¿Olvidé decir que mi amigo es un cazarrecompensas entrenado? (el mariscal rio de forma casi descontrolada).

Un grupo cercano estalló en carcajada mientras el hombre era liberado y se marchaba avergonzado. Acto seguido ambos volvieron a la barra.

-¿Te has divertido, no? (Din lo miró levantando la ceja levemente).

-Mucho (Cobb se acercó suavemente bajando su voz para que solo su compañero lo oyera). No sabes lo que me ha hecho esa frase tuya, recuerda esa voz cuando estemos en mi casa...

Dicho esto, el mariscal se marchó para sentarse en una mesa cercana, Din se paró a recorrerlo con la mirada mientras emitía una suave risa nerviosa antes de seguirlo, al final iba a resultar una noche interesante...