02| Limpieza
El departamento era pequeño, pero aún así, Jennie se levantaba muy temprano para limpiar cada rincón de éste. No le gustaba el desorden ni que las cosas estén sucias, y claro, no había ningún problema en ello, estaba bien limpiar y mantener el orden de vez en cuando, pero el problema era que Jennie hacía limpiezas profundas alrededor de cuatro veces al día, y si tenía tiempo, lo hacía cinco o más veces.
Eso era algo preocupante para Jaebum. Si bien notó desde un principio el afán de la menor por el orden, no se preocupó, ya que no salía de la fina línea de la normalidad, eran pequeñas limpiezas para mantener el orden, sin embargo, después de aquel suceso que tuvieron, Jennie volvió la limpieza como un vicio, necesitaba limpiar sin importar qué, todo debía tener un orden y estar limpio, si algo salía del orden, Jennie se desesperaba, y rápidamente le pedía a Jaebum arreglar su pelo, incluso eso de cepillar su pelo se volvió como una rutina, ya que todas las noches antes de dormir, Jennie lo llamaba para peinar su pelo.
Jaebum no tenía problemas con eso, le gustaba mucho que su novia lo peine y le haga peinados, pero seguía preocupándose por aquella desesperación que sentía cuando algo no estaba en su lugar, es más, en algunas ocasiones, Jennie le preguntaba reiteradas veces si quería que limpie o que ordene algo.
Era muy extraña la actitud que adoptó Jennie después de aquel suceso, y aunque él le preguntaba constantemente si le pasaba algo, Jennie solo negaba y le aseguraba que todo estaba bien. Pero Jaebum no era tonto, vio nuevos cortes en los brazos y muslos de su novia, incluso notó que tenía algunos moretones, y él le preguntó, intentaba que Jennie confíe, que le cuente lo que le pasaba, pero no, la menor decía una y otra vez que todo estaba bien.
—Jaebum, ¿estás bien? —preguntó Youngjae, al verlo estático con la mirada perdida.
—No —respondió, soltando un suspiro—. Jennie se lastima y no sé qué hacer para que deje de hacerlo, esta semana estuvo levantándose por las noches asustada, y repetía una y otra vez que no ordenó, después me pedía perdón, y yo no sé qué hacer, me siento tan inútil cuando me pongo a llorar y le pido que ordene mi pelo.
Jaebum pasó sus manos por su rostro con frustración, Youngjae se acercó y acarició la espalda del contrario.
—Podrías buscar en internet, quizás encuentres algo que te oriente en lo que ella podría tener...
—Pero... ¿por qué no confía en mí, Jae? Nos conocemos hace más de cuatro años, y tenemos una relación hace un año, ¿por qué no puede confiar en mí? ¿Estaré haciendo algo mal?
—Amigo, cada persona es un mundo diferente, quizás lo que le pasa es algo muy personal o no está preparada para hablar de ello. También puede ser este tema de la convivencia, hace poco están viviendo juntos, debes darle su tiempo —aconsejó el menor.
Jaebum quería seguir con la conversación, pero Youngjae recibió una llamada, así que tuvieron que dejarla para más tarde.
Jaebum agarró su teléfono y buscó en internet; ¿por qué una persona se lastima?
Generalmente, se usa para liberarse de sentimientos de rabia, ira, tristeza, soledad, rencor y dolor emocional. Se efectúa para liberar esas emociones que el autoagredido no puede expresar. También, a veces, ante el sentimiento de no estar vivo, los autoflageladores se cortan para cerciorarse de que siguen vivos.
Jaebum se asustó mucho después de leer aquel resultado, pero no se quedó simplemente con esa respuesta, buscó más, porque necesitaba saber, y quería ayudar a Jennie, no quería que siguiera lastimándose.
En su búsqueda, descubrió que esas actitudes que tenía Jennie se llaman autoflagelación, también era conocida como autolesión, según Internet, había diversas razones por la cual una persona podría llevarla a cabo, pero la que más llamó la atención de Jaebum fue: sentir que tienen el control, ello encajaba perfectamente con la obsesión de Jennie con la limpieza, le gustaba tener el control.
Aunque no estaba tan convencido de todo, era mejor tener un poco de información que ser un barco a la deriva, ¿no?
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