Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epilogo -Parte 1



— ¿Estamos todos listos para irnos? —se les acercó Rose, sonriente.

Los cuatro se llevaron una mano a la frente —sí, capitana.

Y así emprendieron el viaje hacia ciudad Canalive, donde a dos chicos los esperaban fieras batallas de gimnasio y a cierta bicolor, un barco hacia Isla Mirage y su próximo concurso.

-o-

Para Dany el viaje no fue nada sencillo, sobre todo por las noches. Ver el mar tocaba la herida fresca en su corazón, casi podía escuchar la canción de Manaphy viajar entre las olas.

—Grrrrr —Houndoom gruñó suavemente, frotando su hocico contra el vientre de su entrenadora, cuando notó su aura decaída.

—No te preocupes por mí, amigo —le sonrió desganada, rascando suavemente bajo el mentón del pokemon en su regazo —estaré bien, lo superaré... —suspiró.

—Pero no tienes que hacerlo tú sola —la voz masculina la sorprendió, tensando los hombros y erizándole el cabello en un instante, sus mejillas se acaloraron en cuestión de segundos. Dany agachó la cabeza, sintiéndose repentinamente tímida y sin capacidad de ver a esa persona a los ojos.

Houndoom levantó el cuello de las piernas de la chica y ladeó la cabeza, confundido; él creía que su entrenadora tenía plena confianza en el chico de pelo plateado, pero con esa reacción no sabía si debía alejarlo de ella.
Umbreon, que venía junto con Akefia y Glaceon, se encargó de calmar a su compañero Fuego-siniestro para que así el chico pudiera ir y sentarse a su lado.

— ¿Cómo te sientes? —consultó el oji-lila, tratando de buscar su mirada, pero los ojos chocolates estaban fijos en el pokemon que reposaba en su regazo y al que seguía acariciando.

—Yo... ah —la chica se mordió el inferior, odiaba sentirse tan nerviosa con quien tanto quería y en quien tanto confiaba ¡Hacía solo unos días se había metido en la cama del chico nada más despertar mientras charlaban! ¡Y le había abrazado en pijama! ¿Cómo, y más importante, por qué había pasado de eso a no poder mirarlo? —solo me siento... un poco ¿vacía? —tanteó, esforzándose por hablar de forma correcta —solo debo hacerme a la idea, supongo ¿esto es a lo que llaman síndrome del nido vacío? —intentó bromear.

Akefia se sintió realmente herido cuando ella rehuyó de su mirada ¿Había hecho algo malo? Solo quería ayudarla, volver a ver su sonrisa, detestaba verla tan triste.

—Nena —la llamó suavemente y ella se sonrojó más — ¿Qué ocurre? ¿Estás molesta conmigo? —colocó su mano sobre la de ella, sintiendo el respingo inmediato.

— ¡Que va, para nada! —exclamó la coordinadora de inmediato, encogiéndose en su lugar y cerrando los ojos.

Por eso mismo, emitió un agudo y pequeño chillido cuando la mano sobre la suya fue remplazada por dos en sus mejillas, obligándola a mirar al chico a su lado.

Akefia tenía un par de cosas en mente para decirle, pero todo en lo que estaba pensando se borró de su cabeza cuando la vio mejor; sonrojada, con los labios temblando y los grandes ojos brillantes de vergüenza e incertidumbre.

Una sola palabra ocupó su mente en ese instante, y salió de su boca en consecuencia —preciosa —le susurró, acariciándole tenuemente las mejillas con los pulgares antes de atraerla en un beso.

La aturdida coordinadora solo pudo chillar un pequeño 'meep' mientras sus ojos se abrían como platos; aunque la sensación cálida, familiar y sobretodo amorosa la relajó de inmediato, seduciéndola para corresponder el beso del moreno, quien soltó una de sus mejillas para rodear su cintura mientras se apegaba más a su cuerpo.

Al cerciorarse de que su dueña no estaba en peligro, Houndoom soltó un bostezó aburrido y regresó su cabeza sobre las piernas de la chica, resignado a la perdida de sus mimos. Umbreon y Glaceon estaban tendidos al otro lado de Akefia, acurrucados juntos y disfrutando de la fresca noche.

Los dedos del chico acariciaron lentamente la cintura femenina mientras sus labios se rozaban despacio, suave pero acaloradamente, provocándole escalofríos tan ligeros como placenteros a ambos y que Dany, sin darse cuenta, llevara sus manos a la rebelde cabellera del mayor.

—Princesa —le susurró él con cariño, cuando ambos se separaron —yo~

—Lo siento —se apresuró en decir la coordinadora, interrumpiéndolo, pero aun sin soltarlo ni apartarse —todo esto me tomó por sorpresa, quiero decir, siempre te he querido mucho —admitió, ruborizándose —pero nunca... nunca pensé más allá de eso —ella suspiró, sintiéndose de nuevo muy nerviosa, pero los ojos lilas que la miraban completamente atentos no la dejaban desviar la mirada —yo, ah... ni sé que estoy diciendo —se mordió el labio inferior, frustrada.

Akefia le dio un beso rápido para volver a centrar su atención —princesa —le sonrió, acariciando su cintura —solo quiero decirte algo, y después, esperaré por tu respuesta —ella emitió un murmullo de curiosidad —me gustas, Dany, me gustas mucho —confesó deslizando una de sus manos por la espalda de la chica lentamente, mientras la otra se apretaba nerviosamente en la cintura estrecha —de hecho, me encantas —le robó otro beso rápido —adoro verte en el escenario o entrenando, la forma en que brillan tus ojos cuando desarrollas nuevas rutinas y la pasión que pones en cada concurso y cada batalla me fascina —un beso más —eres sencillamente preciosa, mi princesa —finalmente rozó su nariz contra la de ella cariñosamente —así que, solo quiero saber ¿tú sientes algo por mí, Dany?

Ella lo miró totalmente avergonzada por unos segundos, antes de abrazarlo por el cuello y ocultar su rostro justo bajo su mentón —es curioso... a mí me fascina verte en batalla, eres tan apasionado que casi puedo ver como arden tus ojos con el deseo de mejorar y ser más fuerte... tu determinación es increíble —Akefia deseaba que ella lo mirara a los ojos en ese momento, pero no quería presionarla —también, realmente aprecio cuando me animas. Nunca me lo pensé demasiado pero realmente me salta el corazón cuando lo haces y siento que puedo superar cualquier cosa —lentamente levantó el rostro para confrontarlo —creo que simplemente he estado pasando por alto algo muy obvio.

Los ojos lilas se ensancharon — ¿entonces...? —dijo casi sin aliento.

Ella le regaló una sonrisa preciosa —tú también me gustas mucho, Kefi —le contestó con las palabras directas del corazón.

La sonrisa que Akefia le dio no tuvo precio, era como si acabaran de decirle que aplicaba para ser miembro de la Elite 4, y aún así, el moreno pensaba que ni eso se acercaría al nivel de felicidad que la coordinadora le estaba brindando en ese momento.

Dany solo pudo soltar una risilla cuando Akefia la abrazó con fuerza y cuidado a la vez, enterrando la nariz en los mechones negros como el azabache mientras frotaba su cabeza contra la de ella, tal como Umbreon y Glaceon se acariciaban mutuamente.

—Preciosa... no tienes idea de lo que feliz que me siento ahora —le susurró al oído.

—En realidad... diría que sí —le sonrió ella, entrelazando una de sus manos antes de buscar su rostro para besarlo dulcemente, un tierno contacto que solo duró unos segundos —ya ni sé porque estaba tan nerviosa antes —mencionó con una risilla tierna —contigo me siento segura y feliz, Kefi —se recostó en su hombro, manteniendo una de sus manos entrelazadas y soltando la otra para volver a acariciar a Houndoom, quien jadeó de gusto, revolviéndose sobre las piernas de su dueña.

—Te quiero, mi princesa —le susurró cálidamente.

—Y yo te quiero a ti, mi rey del mar —contestó ella del mismo modo, dirigiéndole un guiño.

Ambos se rieron, aun sintiendo toda esa aventura como cuento fantástico y ajeno, y no algo que acabasen de vivir.

El canto de las olas los arrulló esa noche, y también las que vendrían hasta que el barco regresara a ciudad Canalive.

-o-

Atemu, quien cepillaba distraídamente el pelaje de su Flareon, fue sacado de sus pensamientos por una amable y dulce vocecilla— ¿Hay algo que te molesta?

El tricolor miró sobre su hombro solo para dar con un par de amables ojos amatistas —Yugi —reconoció —no ocurre nada en particular ¿por qué lo dices? —le dirigió una pequeña sonrisa al menor.

El oji-amatista ignoró la vaga mentira del moreno y se acercó para sentarse a su lado, sobre la plataforma alta del barco —déjame intentar ¿tiene algo que ver con tu hermana y su novio? —los grandes ojos morados siguieron la dirección que el oji-vino miraba previamente y se encontró a Dany, sentada con Akefia en una hamaca, mientras tomaban una limonada y charlaban, ocasionalmente intercambiando pequeñas caricias.

Atem hizo una pequeña mueca fugaz cuando Yugi se refirió a Akefia como el novio de su hermana, aún no se acostumbraba a esa nueva relación —debo insistir en que no comprendo por qué piensas que eso podría molestarme.

Yugi no pudo evitar una risilla "Tan orgulloso y cabezota, me recuerda a mi Yami" —no tienes por qué aparentar, puedes hablar conmigo si eso quieres —Atemu se mantuvo callado — ¿sabes? Yo también me sentí un poco celoso cuando Ryou empezó a salir con Bakura.

El oji-vino tuvo un pequeño sobresalto — ¿celoso?

—Claro, es decir, hemos estado juntos toda la vida —sonrió —y cuando él llegó, sentí que me estaba quitando a mi hermano, a mi compañero de juegos y de entrenamiento.

—Pero... a mí me parece que se llevan muy bien —mencionó Atemu — ¿qué te hizo cambiar de parecer?

Yugi le miró directo a los ojos —El abuelo me aconsejó que reflexionara todo con cuidado y eso hice. Cuando dejé de pensar solo en mí, me di cuenta de lo feliz que lucía Ryou —explicó, colocando amistosamente una mano sobre el hombro del oji-vino —antes de que se conocieran nosotros éramos felices, claro, pero Bakura le da una felicidad diferente, la que solo puede darte el amor de una pareja —Atemu lo escuchó callado y con atención —El amor familiar es invaluable y nadie puede quitarte eso, entendí que Bakura no había llegado para robarme la atención de Ryou, sino para ayudarnos a hacerlo feliz, y eso es lo que todo familiar quiere ¿verdad?

Atemu asintió lentamente.

—Cuando entendí eso, todo fue a mejor... —Yugi se quedó callado cuando vio a Ryou caminar bajo ellos de la mano con Bakura —hice un nuevo amigo, y Ryou estaba contento de que su novio y yo nos llevásemos bien.

El moreno desvió su mirada de Yugi para volver hacia su hermana; viendo la risa, seguida de una hermosa sonrisa que esta le dedicaba a Akefia mientras ambos les daban algunas bayas a Glaceon y Umbreon.
De repente, la coordinadora miró hacia ambos lados, como si buscara algo y cuando alzó su mirada, encontrando la de su hermano, le sonrió con dulzura y le saludó efusivamente, provocando una sonrisa inmediata en el menor, quien le regresó el saludo.

—Creo... que tienes razón —suspiró Atemu, después de un momento.

Yugi lo miró atento — ¿Sí?

—Dany y yo somos hermanos, y nada puede cambiar eso —determinó —gracias por hablar conmigo, Yugi.

El oji-amatista le contestó con una sonrisa —no fue nada.

Aibou, aquí estás —ambos tricolores fueron sorprendidos por la voz de Yami, quien subía por las escaleras —te estaba buscando.

El menor se puso en pie —disculpa koi, solo estábamos charlando un poco —estiró una mano para acariciar la mejilla de su pareja.

Yami miró a Atemu por un instante antes de atraer a Yugi por la cintura —ya veo —el oji-amatista colocó un beso en la mejilla de su novio.

Atemu soltó una risilla y entendió que empezaba a sobrar —creo que iremos a entrenar un poco —se levantó con Flareon en brazos —mañana llegaremos a Canalive y nos espera un duro combate de gimnasio.

—Puedes preguntarle a mis primos, a Bakura o a Seto, seguro que cualquiera estará encantado de calentar un poco —sugirió Yugi, reclinándose en el pecho de Yami.

El moreno se acercó a las escaleras para bajar —lo tendré en cuenta, y gracias por todo Yugi.

—No hay de qué.

-o-

—Espeon, usa fuerza psíquica en las llamas de Litwick —Hikari movió sus manos como si fuera directora de una orquesta, indicando a su pokemon de tipo psíquico cómo debía manipular el fuego azul.

Hubo un resoplido y las manos de Hikari bajaron, así que Espeon se detuvo a la espera de nuevas órdenes.
Hikari bajó la mirada, mordiéndose el labio inferior con una mirada pensativa —falta algo —murmuró "esto de presentaciones dobles es realmente desafiante" se dijo internamente pero muy determinada a lograr algo con lo que estuviera conforme — ¿qué podría ser...?

La coordinadora se reclinó en el barandal del barco, desviando un momento la mirada hacia el mar, el agua era de un precioso azul puro y el sutil oleaje chocaba con la embarcación salpicaba, creando una cortina de espuma.
Ver ese paisaje y a algunos Finneon, Lumineon, Chinchou y Lanturn que se deslizaban por el mar le dio la chica una especie de epifanía.

— ¡Eso es! —exclamó de repente, separándose del barandal —empecemos de nuevo —dijo dándose la vuelta de nuevo hacia sus pokemons —ahora, Litwick, empieza con Niebla.

El pokemon vela respondió de inmediato al entusiasmo y utilizó su movimiento, una suave neblina perlada se extendió desde su cuerpo y cubrió rápidamente los pies de su entrenadora, los de Espeon y la mitad de su propio cuerpo.

—Eso es, Fuego fatuo y Espeon, Fuerza psíquica —retomando su idea inicial, Hikari volvió a mover las manos orquestando la forma en que Espeon manipulaba las hermosas llamas de Litwick, las cuales le daban una tonalidad azulada a la niebla bajo ellas.

Solo que esta vez, la bicolor empezó a tararear.

A Espeon pareció gustarle el escenario que había creado y empezó a pasear por entre las llamas que mantenía levitando, haciendo que contrastara el rojo intenso de su joya con las tonalidades azules.
Hikari pronto se dio cuenta que su pokemon se adaptaba a su tarareo mientras hacía gala de su agilidad, jugueteando entre el fuego fatuo. Cerca, pero sin quemarse.

Era precioso, y necesitaba un final apropiado.

— ¡Bola de Sombra y Psicorrayo! —decidió audazmente, apuntando hacia arriba.

Litwick se reunió con su compañera y actuó primero, lanzando la bola sombra. Espeon atrajo las llamas a su alrededor, como un circulo, y esperó a que la esfera negra empezara a caer para apuntar su psicorrayo hacía arriba y que se encontraran a medio camino, chocando, y creando hermosos destellos multicolores, como fuegos artificiales, que se unieron a la luz mística del fuego fatuo.

—Perfecto —sonrió orgullosa la joven coordinadora.

Claro que no se refería a la presentación, aún tenían que acordar cómo sería la actuación de Espeon entre las flamas y pulir algunos otros detalles; pero ¿de la idea general? Estaba completamente orgullosa.

-o-

Mientras Hikari practicaba su rutina Atemu se había asentado en otro lado del barco, sentado al estilo indio y rodeado de sus pokemons, pensando en cómo abordar el próximo gimnasio.
Según sabía, el líder del gimnasio Canalive se especializaba en tipo acero, lo que le daba una gran ventaja, considerando su equipo, pero igual sabía que era muy probable que el líder tuviera más de una estrategia para confrontar las debilidades de tipo y debía estar preparado para cualquier cosa.

El tricolor acarició distraídamente el pelaje de Arcanine, quien estaba echado a su alrededor, con Quilava durmiendo en su afelpada cola. Debía recordar entrenar profundamente con Quilava al llegar a la ciudad, ya que estaba recién evolucionado.

Estaba pensando en cuales de sus compañeros usaría en el combate cuando Buizel pasó correteando por ahí con dos Poliwag, disparándose pequeños chorros de agua o burbujas; el chico no pudo contener unas risillas.

—Los encontré a ustedes tres —la cantarina voz risueña de Rose se acercó rápidamente cuando la albina corrió y atrapó entre sus manos a uno de los Poliwag —Oh, hola Atem —observó al equipo del tricolor — ¿ocupado?.

—Hola Rose —respondió el tricolor con una sonrisa —solo estaba pensando algunas cosas.

La oji-carmín se acercó a él — ¿Sobre el gimnasio? —adivinó ella, ganándose un asentimiento —bueno, yo creo que el mejor modo de prepararse para un combate —hizo una pausa para llevarse una mano a la cadera, donde descansaba el cinturón con pokéballs —es combatir.

Atemu le dirigió una sonrisa de lado mientras se levantaba — ¿tomo eso como un desafío?

La chica soltó al Poliwag, quien regresó a corretearse con los otros dos pokemons de agua — ¿Te parece un 1 vs 1?

—Me parece bien —asintió Atemu, antes de echar un vistazo a su equipo. Quilava seguía dormido —Flareon —decidió rápidamente, y su compañero saltó pronto ante su llamado.

Rose tomó una de sus pokéballs, Atemu notó enseguida que no era la de Jigglypuff, ya que era de color gris con verde, una ocasoball —Carbink, ven aquí.

El tricolor le dio una mirada de reconocimiento al pequeño pokemon roca-hada —vaya, no había visto uno desde que salí de Kalos —mencionó.

—Hemos viajado por muchos lugares —explicó la albina con una risilla — ¿Estás listo?

—Puedes apostarlo —asintió él —empecemos Flareon, usa Nitrocarga.

El pokemon llama reconoció la orden y rápidamente se envolvió en fuego, corriendo hacia su contrincante.

Rose se mantuvo tranquila —Reflejo —fue su respuesta.

Una barrera traslucida se formó alrededor del pokemon joya segundos antes de que Flareon lo embistiera, reduciendo a la mitad la fuerza del impacto.

Carbink pareció ni siquiera sentirlo.

Atem resopló —debe de tener una defensa increíble —murmuró para sí, la sonrisa serena y segura de Rose solo se lo confirmó —veamos que tal te va esto ¡Cola de Hierro!

— ¡Evádelo!

Flareon cargó contra Carbink y dio una voltereta para golpearlo con su cola, brillante en color plateado, no obstante, el pokemon gris aprovechó su pequeño tamaño para esquivar el golpe.
El tipo fuego, sin embargo, hizo gala de su velocidad aumentada por la Nitrocarga previa y volvió a arremeter contra Carbink, asestando esta vez el movimiento súper eficaz.

Aun con el Reflejo activo, Carbink se resintió del daño.

—Así se hace, Flareon —felicitó el tricolor —ahora usa Giro de Fuego.

—Nada mal — Rose tarareó —vamos a enseñarles un pequeño truco ¡Usa Intercambio!

Después de que el torbellino de fuego saliera de su boca, una esfera de luz amarilla salió del pecho de Flareon, igual que del cuerpecito de Carbink, y cada una se dirigió a le cuerpo del contrario.

— ¿Qué hace eso? —preguntó el tricolor con cierta tensión.

Rose esperó a que el tornado de fuego se disipara para ofrecer una explicación —intercambia las habilidades de los pokemon.

Atemu parpadeó tres veces, procesando aquello —oh no, eso quiere decir...

—Ajá —asintió la albina —mi Carbink ahora tiene la absorción de fuego de tu Flareon, así que tus ataques de fuego ya no sirven de nada —completó — ¡Carbink, Joya de Luz!

Flareon se movió para evadir el rayo de luz que salió desde la piedra preciosa en la cabeza de Carbink, pero este giró su cuerpo y alcanzó a conectar su movimiento.

"Flaaaaa" se quejó la Eevee-evolución, derrapando en el piso del barco.

—Resiste, Flareon —exclamó el entrenador con cierta preocupación.

—De nuevo, pequeño ¡Joya de Luz! —indicó Rose, sabiendo que los movimientos de tipo hada no servían de mucho frente al tipo fuego.

Atemu tuvo que pensar rápido —usa Nitrocarga para esquivar —a su orden, Flareon se envolvió en el aura flameante y se movió ágilmente para evitar el ataque de su contrincante.

Para sí misma, Rose admitió que era una buena estrategia; usaba la Nitrocarga, no solo para aumentar su velocidad sino como una protección frente a su ataque.

—Acércate y utiliza Cola de Hierro —ordenó el tricolor.

Rose sabía que ahora, la velocidad de Flareon era un problema que debía mantener controlado —No le dejes que se acerque ¡Brillo Mágico!

Las joyas de Carbink empezaron a brillar de forma cegadora en respuesta.

—Mantén la Nitrocarga y golpea —Flareon continuó el corto tramo que lo separaba de Carbink y giró para golpéalo con el movimiento de tipo acero.

Carbink salió disparado hacia atrás, y tarde, Rose se dio cuenta de que no había renovado el reflejo cuando este cedió.
El pequeño roca-hada se había llevado un duro golpe.

—Oh, cariño ¿Estás bien? —el pokemon se irguió y sacudió, volteándose brevemente hacia su entrenadora para asegurarle que podía seguir luchando. Rose soltó un pequeño suspiro —Nada mal, Atem —felicitó la chica.

—Tú tampoco lo haces mal —correspondió el oji-vino.

La albina soltó una risilla y estaba a punto de ordenar otro ataque cuando dos personas más se acercaron.

—Hey, chicos —los Bakura, que venía al lado de Dany.

—Los estábamos buscando —completó la pelinegra, quien tenía a su Noibat posada sobre su cabello —creo que interrumpimos algo —añadió en tono de disculpa.

Atemu relajó su postura —No importa, hermana —se acercó a su Flareon, hincándose para acariciarle entre las orejas.

— ¿Qué pasa, chicos? —le imitó Rose, tomando a Carbink en sus brazos.

—La comida está lista —avisó Bakura.

Dany cabeceó —vamos.

—Sí, ya hace hambre —les siguió Rose.

Atemu dejó que Flareon trepara a su brazo y llamó al resto de sus pokemons antes de seguirlos —gracias por el combate, fue genial —le dijo a la oji-roja.

—Fue un placer, eres un buen entrenador —le guiñó un ojo la chica, mientras se reunían con los demás para comer.

-o-

La llegada al puerto de Canalive fue más bulliciosa de lo que se esperaría.

Los amigos de Solomon lo esperaban tal cual habían prometido y se pusieron de acuerdo para pasar el rato y celebrar. Los menores y sus parejas decidieron pasar un tiempo de calidad, paseando y explorando la ciudad en las pocas horas que restaban de luz solar, pues ya pasaba del mediodía cuando atracaron en el puerto.

—Tenemos que comprar algunas cosas y averiguar que hacer respecto a nuestro tráiler —mencionó Rose, con cierto humor y rodando los ojos, antes de despedirse del cuarteto.

—Es una pena que haya sufrido tanto daños por culpa de Fantasma —respondió Hikari con simpatía.

Dany asintió —si mañana tienen tiempo, tal vez podamos reunirnos un rato. Quizás ir a comer.

—Suena bien —Seto tomó la mano de su pareja —nos vemos mañana.

—Nos vemos.

Cuando se separaron de la familia Aquamarine, los cuatro entrenadores decidieron que también tenían que hacer algunas y compras y prepararse, así que se dirigieron al centro de la ciudad.

Dany estaba mirando algunos listones para su pelo cuando Hikari se le acercó con cinco paquetes pequeños en mano — ¿Me ayudas a escoger el último sello, por favor?

La pelinegra sonrió asintiendo y se acercó para darle su opinión a su amiga. Umbreon y Espeon estaban detrás de sus coordinadoras, charlando entre ellos con Litwick sobre el lomo del tipo siniestro, cuando las orejas de ambas Eevee-evoluciones se sacudieron.
Umbreon ladeó la cabeza, mientras que Espeon simplemente soltó un bostezó aburrido y se adelantó para saltar a la bolsa de viaje de Hikari, acomodándose allí. La bicolor bufó por el repentino tirón junto a su cadera pero Umbreon llamó la atención de ambas chicas.

— ¿Qué sucede, amigo? —Dany rascó entre las orejas de su pokemon mientras Hikari recogía a Litwick para que este regresara a su habitual lugar sobre su cabeza.

Umbreon se acercó a la salida del pequeño establecimiento, instándolas a seguirlo, así que ellas recogieron sus compras y se apuraron a salir de la tienda.

Al salir se toparon con Atemu y Akefia discutiendo a gruñidos, mientras que Flareon y Glaceon los miraban cual partido de ping-pong. Incluso había gente que se les quedaba mirando al pasar.

— ¿Y ahora qué? —gimió la mayor.

Hikari suspiró resignada —vamos a averiguarlo.

Umbreon se asentó junto a Glaceon, mirando con diversión a los dos muchachos, aunque pronto su atención fue desviada en favor de darse mimos y arrumacos con su compañera.

— ¿Ahora por qué se están peleando? —preguntó Hikari al acercarse a los chicos.

Los dos aludidos, sin embargo, no les hicieron caso:

Yo iré.

No, yo iré primero.

Olvídalo, seré yo.

Ni hablar, yo~

Y así constantemente, ignorando todo a su alrededor.

Las dos coordinadoras se miraron entre sí, rodando los ojos ante la escena frente a ellas. La vergüenza ajena crecía a medida que algunos transeúntes se los quedaban mirando, así que se decidieron hacer algo al respecto.

Dany se apresuró a colocarse en medio de los dos, con las manos en el pecho del mayor mientras miraba a su hermano con reprimenda; el tricolor fue sujeto por los hombros, desde atrás, por Hikari.

— ¡Cálmense ya! —se quejaron ambas a coro. Y por fin los chicos guardaron silencio, mirándolas.

Atemu se apenó cuando se dio cuenta de que Hikari lo sujetaba, mientras que Akefia acomodó sus manos libremente en la cintura de su novia, serenándose al instante.

—Hay mejores formas de decidir algo ¿saben? —resopló Hikari, soltando al oji-vino.

—Sí, como, más maduras que gritarse en medio de la calle —concordó la pelinegra.

—Nosotros... —intentaron hablar a la vez, pero un grito los sorprendió a los cuatro.

— ¡Hey, hey, hey! —un chico vestido con bañador largo, una 'capa' color celeste con burbujas blancas anudada al cuello y un gran sombrero de bufón de diferentes tonos azules se les acercó con los ánimos y la motivación por las nubes — ¡Vamos, anímense a participar en el Tour Acuático de Canalive! —empujó varios volantes en las manos del grupo —intenten superar a Marietta, la ganadora del año pasado.

Y tan rápido como apareció, el tipo se esfumó a seguir repartiendo publicidad por la ciudad. Las luces artificiales se encendieron en cadena al mismo tiempo que el sol bajaba por el horizonte.

— ¡Ya está! —exclamó Atemu —vamos a participar y quien gane retará primero al líder.

—Hay un solo problema con eso, Temi —le dijo Hikari, leyendo el folleto —necesitas un pokemon de agua para participar.

Akefia reprimió una risilla, pero los ojos de Atemu se dirigieron de inmediato a su hermana y esta gimió internamente, sabiendo lo que se le venía cuando los ojos de cachorro del tricolor se encontraron con los suyos.

—Dany~ —el quejido de la chica esta vez salió de su garganta cuando escuchó la entonación y la forma en que alargó su nombre — ¿me prestarías a tú Kingdra, por favor?

—... No puedo decirle no a esos ojos —se quejó por lo bajo, y la sonrisa del tricolor solo pudo crecer cuando ella inclinó la cabeza en aceptación —de acuerdo, Temu.

— ¡Gracias! —en cuestión de segundos, Atemu había arrebatado a la pelinegra de los brazos de Akefia para abrazarla —eres la mejor hermana mayor —Hikari solo podía contemplar con una sonrisa y un burbujeo de calidez en su pecho la alegría del tricolor — ¡Prepárate para mañana, vas a perder!

— ¡Eso lo veremos, muchachito! —le regresó del mismo modo competitivo el de ojos lilas —vamos ya a cenar y al centro pokemon, quiero dormir sin la sensación del mecer de las olas.

— ¿Sabes una cosa? —le susurró Dany a su amiga, caminando detrás de los chicos.

—Dime —le regresó del mismo modo.

—Yo pensaba más en algo como piedra, papel o tijeras —suspiró y Hikari no pudo evitar reírse por lo bajo.

Decidieron llegar de una vez al centro pokemon, apartar su habitación para dejar sus cosas y luego bajar a cenar; honestamente todos estaban cansados por los días viajando en barco y deseaban descansar. Dany y Hikari se bañaron primero.

—Deberíamos de hablarle a Rose y los chicos sobre dónde encontrarnos mañana —mencionó Hikari, mientras trenzaba su cabello.

Dany, que estaba cepillando su largo pelo sentada a su lado, asintió —Sí, podríamos ver juntos el Tour y luego disfrutar un poco de la playa, tal vez —ofreció.

—Suena muy bien —sonrió Hikari; vio como la mayor se levantaba para escribir una nota sobre el tocador de la habitación — ¿qué haces? —preguntó muy curiosa, viendo como su amiga llamaba a su Noibat y usaba uno de sus nuevos listones para enrollar la nota.

La mayor simplemente sonrió — ¿Recuerdas la voz de Rose, cierto? —la pokemon asintió con entusiasmo — ¿puedes buscarla y darle esto, por favor? —la dragón/volador, emocionada por la perspectiva de un vuelo nocturno, volvió a asentir y tomó la nota entre sus patas antes de salir por la ventana —listo —sonrió a su amiga, llevándose las manos a las caderas.

Hikari soltó una pequeña risilla divertida, mientras meneaba la cabeza. Dany se dejó caer de vuelta a su lado y se sentaron la una frente a la otra para empezar a planificar el día siguiente, hasta que llegaron los chicos, ambos con una toalla sobre la cabeza, secando sus cabelleras.

—Aun no consigo librarme del olor a salmuera —se quejo Atemu, dejándose caer en su cama, seguido de Flareon quien rápidamente se hizo.

Akefia suspiró —Yo aún siento el vaivén de las olas —el peliplata miró a las chicas en su cama y sin decir nada, se tumbó a un lado de Dany, dejando sus pies colgar de la misma.

Hikari se rio y se levantó —no eres el único —vio a su Espeon acomodarse con Flareon, así que tomó a Litwick sobre su cabeza y subió a su cama —me voy a dormir, buenas noches a todos.

—Buenas noches —le respondieron a coro.

Dany se levantó de la cama de Akefia luego de darle un beso en la mejilla para ir donde su hermano y cubrirlo bien con la manta, ganándose una sonrisa y un murmurado "dulces sueños, hermana", entonces se dirigió al balcón para esperar allí a que Noibat volviera.

...

..

.

Hola, hola. Probando ¿sí? —todos los altavoces repartidos en las farolas y postes de Canalive estaban transmitiendo la voz del locutor — ¡Damas y caballeros! Una vez más es tiempo de la famosa competencia exclusiva para pokemon de agua ¡El Tour Acuático de Canalive! —había centenares de personas aglomeradas en las aceras y los puentes elevados de la ciudad surcada por canales de agua —el cielo está despejado, el clima es bueno y parece que tenemos un excelente día para el festival de carrozas de agua —el locutor se escuchaba bastante motivado — ¿Están listos para nuestro gran evento?

— ¿Creen que ese tipo está realmente entusiasmado o su paga depende de su buena actuación? —bromeó Hikari, antes de que los chicos se fueran a prepararse para la competencia.

Akefia se rio, colocándose unas gafas de sol sobre su pelo—diría que es un mezcla de ambas.

—No te separes de las chicas ¿de acuerdo, Flareon? —el pokemon de fuego bajó del hombro de su entrenador para que este pudiera ponerse el flotador azul.

Dany se acercó a su hermano para terminar de ajustar los amarres del mismo —ten mucho cuidado ¿sí, Temu? Tú y Kingdra —dijo, mientras le entregaba la pokeball correspondiente.

El tricolor sonrió, tomándola —no te preocupes hermana, nos verás en la línea de meta, sanos y salvos —le guiñó un ojo.

—Sí, y comiendo mis olas —Akefia se acercó a la azabache también — ¿si gano me darás un beso de premio? —le preguntó en un susurro, inclinándose hacia ella.

Dany se sonrojó, pero para su fortuna los encargados del evento estaban llamando a los participantes para que subieran a sus carrozas —vamos Glaceon, alentaremos a los chicos mientras los esperamos en la meta —la coordinadora le tendió los brazos para que la tipo hielo subiera al hombro contrario en que estaba su Umbreon.

—Buena suerte chicos, los veremos al final —Hikari se despidió con la mano mientras se alejaba con Espeon y Flareon a su lado, Litwick posado sobre el lomo de este último —vamos Dany-chan, Rose y los demás nos esperan.

—Sí, buena suerte en la competencia a los dos —la azabache dejó un beso en la frente de su hermano y otro en la mejilla de su novio antes de correr tras la bicolor.

Habían hecho reservaciones en un bonito restaurant con un amplio balcón elevado cerca de la línea de partida y meta del circuito que sería la carrera, habían pantallas y proyectores por todos lados para que todos pudieran ver cada tramo del recorrido y la ciudad estuvo en su máximo apogeo cuando, uno a uno, los competidores aparecieron en sus carrozas acuáticas.

—Por aquí chicas, está a punto de empezar —Seto se había quedado a esperarlas fuera del restaurant para que no se despistaran en ese mar de gente —llegan justo a tiempo.

Hikari se detuvo junto a él a coger aire, inclinándose y apoyando las manos en sus rodillas —Lamentamos hacerte esperar.

Dany se detuvo a su lado, respirando profundamente — ¿los demás están arriba?

—Sí, están decidiendo que ordenar para ver la competición —el castaño se dio la vuelta hacia la puerta del establecimiento —vamos para que tomen agua y se sienten —añadió con un tinte burlón, pero tendiéndoles los brazos.

Hikari hizo un puchero y siguió de largo, Dany sin embargo aceptó el gesto educado y tomó el brazo de Seto mientras entraban y subían las escaleras hacia el balcón — ¿Y Rose?

—Está resolviendo algo importante, nos alcanzará pronto —explicó con una disimulada sonrisa ladina.

Al entrar al balcón estaban ya en una mesa Yugi, Yami, Ryou y Bakura; el abuelo estaba en otra mesa platicando con sus colegas. Los chicos saludaron y las coordinadoras tomaron asiento, un mesero se acercó a tomarles la orden mientras las últimas indicaciones eran dadas a los participantes.

Había alrededor de quince entrenadores tras la línea de salida. En primer lugar había una chica de piel ligeramente bronceada, cabello negro-azulado recogido en dos coletas que caían como caireles hasta su cintura y ojos cían escondidos tras un par de lentes de sol color violeta, a juego con su salvavidas que cubría la parte superior de su biquini. Su carrosa, de color rosado, tenía grabado su nombre en letras cursivas 'Marietta', la ganadora del año pasado, sujetaba una correa que llegaba hasta un impresionante Floatzel.
Atemu y Akefia estaban un poco a la derecha de la campeona. El tricolor estaba sobre una carroza de color azul hielo, sujetando la correa de Kingdra y el oji-lila iba sobre una color rojo oscuro, sujeto a su Sharpedo.

Justo antes de que la cuenta atrás comenzara, una última competidora entró en las filas, iba sobre una carroza azul ultramarino tirada por un Dewgong. Una gorra de baño color azul resguardaba sus cabellos, su piel era blanca y sus ojos estaban ocultos por lentes de sol.

Entrenadores, cuando oigan el Chimeco, esa será su señal.

De hecho, había un Chimeco flotando con tres Chingling sobre su cabeza.

"Chiiin"

"Chiiiiin"

"Chiiiiiiin"

"Chaiiiiiiii"

— ¡Adelante! —gritaron Akefia y Atemu a la vez, dando la orden a Sharpedo y Kindgra para que salieran disparados, igual que el resto de los competidores.

Toda la ciudad gritó cuando Marietta y su Floatzel se pusieron inmediatamente a la cabeza. La chica del Dewgong le pisaba los talones y muy pronto tres entrenadores más les estaban dando alcance: Atemu, Akefia y otra chica pelirroja, de gorra azul, con un Seaking.

El recorrido, ligeramente laberintico, daba vueltas por los canales principales y más amplios de la ciudad; había camarógrafos en globos aerostáticos y Drifblim con cámaras sobrevolando todo Canalive para registrar el evento que se transmitía en vivo por toda la ciudad.

—Esa chica es buena —le dijo Akefia a Atemu en voz alta, mientras ambos se peleaban por el tercer puesto —pareciera que ha surfeado toda la vida.

— ¿Te asusta la competencia, Akefia? —se burló el tricolor, sujetándose a la correa de Kingdra con ambas manos.

Akefia se rio —Que va, eso es lo que lo hace divertido —se llevó dos dedos a la frente en señal de despedida —ahí te ves, cuñado.

Atemu gruñó cuando el mayor se le adelantó, obteniendo el tercer lugar y tratando de dar alcance a la chica del Dewgong — ¡Vamos Kingdra! Enséñale a Sharpedo lo veloz que eres.

.

—La competencia está realmente reñida —comentó Hikari, dándole una baya a Flareon, que estaba en su regazo.

Dany removió el popote en su vaso de limonada —y que lo digas, esos cuatro han estado disputándose el liderato desde que arrancó la carrera —Seto asintió, también con una bebida en mano y los ojos puestos en la transmisión.

—Es un poco sorprendente el hecho de que los chicos puedan mantenerse al día con la campeona —mencionó Ryou, acariciando distraídamente el cabello de Bakura —es decir, ella debe de entrenar para esto.

—Lo sorprendente aquí es que puedan mantener el equilibrio sin ninguna práctica —se rio el albino mayor con cierta malicia.

Todos se rieron.

—Miren, ya casi llegan de regreso a la meta —apuntó Yugi.

.

—Ya casi llegamos, Sharpedo —Akefia alentó a su pokémon —sigue así, eres el más veloz.

—Adelante Kingdra, vamos a ganar y a enorgullecer a Dany —Atemu también estaba luchando por llegar al primer puesto.

La última curva fue muy cerrada, pero la chica del Dewgong la aprovechó del mejor modo y tomó la ventaja.

Damas y caballeros, en un increíble giro de acontecimientos, nuestra última participante ha adelantado a Marietta y es... y es... ¡Un final indiscutible! ¡Tenemos una nueva campeona este año!

Marietta cayó de sentón en su carroza cuando quedó finalmente en segundo lugar, acariciando la cabeza de su Floatzel para que no se sintiera mal por no haber ganado —fue un gran recorrido Floatzel, estoy orgullosa.

Justo en ese momento Akefia y Atemu llegaron empatando el tercer lugar. El peliplata, sin embargo, había perdido el equilibrio en el momento en que la nueva ganadora los había adelantado y cayó de bruces al agua por el impulso de su Sharpedo.

—Wow —salió a flote, escupiendo el agua que había tragado por accidente —estas chicas son realmente buenas —Sharpedo se acercó para que Akefia subiera en su lomo, disculpándose por haberlo tirado —no te preocupes amigo, supongo que nos hacía falta práctica, je je.

Atemu se burló abiertamente del mayor —al final tú fuiste el que se terminó comiendo las olas, Akefia —terminó riendo.

El aludido bufó, e iba a contestarle algo a su cuñado, cuando fue el propio Kingdra el que tiró fuerte de la rienda que el tricolor aún tenía sujeta y lo jaló de cabeza al agua.

— ¡Jajajaja! Eso te pasa por bocazas —se burló de vuelta Akefia, dándole una caricia a Kingdra en agradecimiento.

Marietta los miró con una risita nerviosa y una gotita bajando por su mejilla antes de volver la vista hacia quien la había vencido —estuviste muy bien, eres muy hábil.

—Je, pues gracias —cuando la chica contestó, Akefia y Atemu voltearon hacia ella, pues su voz se les hizo conocida.

— ¿Puedo saber tu nombre? —preguntó la chica de pelo negro-azulado.

La ganadora se retiró los lentes de sol, revelando unos brillantes ojos rojos —claro —acto seguido se quitó la gorra de natación, soltando su larga cabellera blanca —soy Rose.

Los dos entrenadores de quedaron con la quijada en el fondo del canal de agua.

.

— ¡Felicitaciones!

— ¡Muchas felicidades!

Dany y Hikari fueron las primero en alcanzar a Rose cuando los tres competidores regresaron, acompañados por Marietta. La dos coordinadoras abrazaron a su amiga, que venía sujetando un trofeo mediano de color plata con joyas azules y un collar cuyo dije tenía forma de gota y una amplia gama de tonos azules.

—Debieron ver sus caras cuando se dieron cuenta que se trataba de Rose —se rió Yami de los chicos.

Bakura se burló también —Me pregunto si nos darían una copia de la transmisión.

—Ese es un lindo trofeo, Rose —Ryou ignoró las bromas de su pareja en pos de felicitar a su prima.

—Es verdad ¿y ese collar también te lo dieron por ganar? —curioseo Yugi.

Rose se llevó una mano a dicho objeto —es agua mística, un objeto que potencia los ataques de tipo agua —explicó Marietta —y sí, viene con el premio.

—Lo hiciste de maravilla —Seto se acercó cuando los demás soltaron a su pareja y la abrazó por lo hombros antes de darle un beso —arrasaste con todos.

Rose sonrió —Dewgong merece el crédito, es muy rápido y fuerte.

Marietta sonrió también por esa respuesta —Y díganme ¿les gustaría que les enseñe Canalive? —se ofreció a darles un recorrido.

Rose cerró los ojos con una sonrisa nerviosa —nos encantaría pero ya tenemos planes, aunque apreciaríamos mucho que nos digas cómo llegar al gimnasio.

Marietta parpadeó tres veces, sorprendida — ¿Vienes a retar al maestro Byron?

La albina negó —yo no, pero mis amigos sí.

—Oh, ya veo. Con gusto los llevaré al gimnasio —accedió la chica de ojos celestes.

Hikari se llevó una mano al mentón —ahora que lo pienso, si ninguno de los dos ganó, a fin de cuentas ¿quién va a retar primero al líder del gimnasio?

Dany gimió internamente apenas su amiga hizo esa pregunta, ya que su hermano y su novio se miraron a los ojos con determinación, seguro que listos para poner algún otro desafío en curso para decidir el orden — ¡Esta vez lo decidirán con un dos de tres en piedra, papel o tijeras! —se apresuró a determinar.

Los dos aludidos retrocedieron ante el grito y la miraron casi asustados antes de asentir repetidas veces —sí jefecita —murmuraron.

Dany los fulminó con la mirada mientras todos los demás se reían de los dos entrenadores.

.
.
.

Je, bueno... n.nU
Sé que, con lo que me he demorado, mínimo debería tener el epilogo listo... pero no ^^U

Se me estaba haciendo muy largo con las batallas de gimnasio, así que decidí hacer un corte aquí y dividir el epilogo en dos, así que comenten y ayúdenme a decidir quién debería retar primero al gym, si mi Kefi o Temu.

Espero que les haya gustado y nos leemos en el próximo y -ahora sí- último capítulo.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro