Y ahí estaba Lisa, parada frente el edificio más grande de Corea, el cual era la nueva empresa para la que trabajaría. YG Entertainment.

No podía sentirse más feliz y a la vez asustada, ya que este sería su primer trabajo lejos de su padre y no sabía si lo haría bien, pero confiaba en que daría todo de si misma.

Se adentró en las puertas giratorias feo gran edificio e ingreso a él, de inmediato pudo verse en ambiente acelerado. Personas caminando de aquí para allá con papeles en sus manos y sus gafetes, con cafés y con sus portafolios. Algunas cámaras grabando y personal del staff grabando a chicos y chicas idols en las instalaciones para videos publicitarios y videos para sus redes sociales.

Caminó hacia la recepción y la bella chica la recibió con una sonrisa.

— Buenos días señorita, soy Lalisa Manoban, la nueva manager de Kim Jennie, tengo una cita hoy con el señor  Yang Hyun-Suk — Explicó Lisa.

— Hola señorita Lalisa, la estábamos esperando, acompañeme por favor — La amable recepcionista se levantó de su asiento y caminó hacia la oficina del mencionado.

Lisa llevó consigo sus pesadas maletas, pues claramente recibió instrucciones por teléfono del mismo CEO de la empresa, el señor Yang Hyun-Suk de que en cuanto su avión aterrizara en Seul, viniera directo a la empresa, y así lo hizo, así que ahora estaba cargando con sus dos maletas pesadas y gigantes que llamaban la atención de cualquiera.

Lisa fue recorriendo el edificio con su mirada, viendo cómo muchos turistas veían el edificio también, ya que los Jueves y los sábados, el edificio estaba abierto para personas que quisieran visitarlo y ver cómo era la vida de un aprendiz de Idol.

Caminaron un largo pasillo hasta llegar a una gran puerta blanca que tenía una placa dorada, con las letras en coreano grabadas: 양현석 과장, lo que significaba JEFE YANG HYUN-SUK.

— Señor Yang, Lalisa está aquí — Avisó la recepcionista, tocando la puerta.

— Pase — Gritó desde adentro el hombre, la chica le sonrió cálidamente abriendo la puerta, invitándome a pasar.

— Buena suerte — Dijo sonriendo, antes de irse.

Lisa entró a la oficina, no sin antes sufrir un pequeño percance por culpa de sus maletas tontamente grandes y ruidosas. Una de ellas se atoró en el pequeño tope que tiene la puerta para que esta no haga ruido al cerrarse y para que no pueda verse nada debajo de ella.

Cuando a fin logró controlar sus maletas, suspiró y se limpió las gotas de sudor que comenzaban a escurrir por su cuello.

— Conpermiso — Hizo una reverencia, entrando a la oficina y dejando sus maletas a un lado.

— Hola Lalisa, es un gusto conocerte al fin — Saludó el hombre levantándose de su silla giratoria para caminar hacia ella.

— El gusto es mío señor Yang — Hizo una reverencia de nuevo.

— ¡Vamos!, señor Yang suena muy formal. Llámame solo Hyun-Suk — Extendió su mano para que esta la tomara.

— Muy bien Hyun-Suk — Tomó su mano y la estrecharon.

— Ven, siéntate — El hombre se dirigió de nuevo a su asiento e invitó a sentarse también a Lisa, quie aceptó — Como ya sabrás, estás aquí por Kim Jennie, nuestra promesa — Recargó sus codos en el escritorio, Lisa solo asintió — Debo explicarte algunas cosas sobre ella — Aclaró su garganta y continuó — Jennie aún no es una Idol como tal, ella aún está en el proceso de entrenamiento, es una trainee aún, la haremos debutar en solitario en unos meses, pero estás aquí debido a que hemos lanzado algunos covers de ella cantando o bailando coreografias y han sido muy bien recibidos por el público, así que ha recibido muchas ofertas para estar en comerciales, programas de televisión y eventos, así que necesitamos que alguien se haga cargo de eso — Explicó, tomando un respiro para después continuar — A demás, esta niña necesita que alguien la cuide, es demasiado rebelde — Se rascó la cien, frustrado.

— Amm, disculpa Hyun-Suk pero yo vine aquí para manejar la carrera de la chica, no para ser su niñera — Rió nerviosa.

— Verás Lisa — Se levantó de la silla para caminar hacia la ventana, la cual tenía una vista hermosa se Seul — ¿Puedo llamarte Lisa verdad? — Preguntó, Lisa asintió— Bien — Continuó su camino— Como ves, este es un mundo bastante competitivo y sí haces algo mal, así sea la más mínima cosa. Te arruinas, no hay más, se acabó — Tomó una pausa — Sí Jennie continúa con esa actitud tan rebelde cuando debute, su carrera se va a arruinar sin siquiera haber comenzado — Aseguró, volteando a ver a Lisa — Jennie ya firmó su contrato por 5 años, así que no podemos deshacernos de ella y ni ella puede deshacerse de nosotros, así que por eso estás aquí, para encargarte de que su carrera sea un éxito y de que esa niña caprichosa y berrinchuda, se convierta en una señorita, dulce, linda y amable, ¿Estamos? — Sacó un puro de su alacena, encendiendolo.

— Está bien — Aceptó Lisa, no muy segura, pero ya estaba aquí, ¿Que malo podría pasar?

— Perfecto — Le dió una calada a su puro — Como sabes soy un hombre ocupado, tengo un viaje de negocios justo ahora, así que debo irme pero ordenaré que te den un recorrido por el edificio, ¿Está bien? — Caminó hacia su escritorio y sacó unas llaves de un cajón — Toma — Le extendió las llaves.

— ¿Qué es esto? — Preguntó confundida.

— Las llaves de tu habitación — Dijo, como si fuera obvio.

— ¿Qué? — Cuestionó aún más confundida.

— Olvidé decírtelo — Se rió el hombre — Vivirás aquí como todos los trainees, debes estar cerca de Jennie para que la vigiles, es muy importante que sepas que no se permiten relaciones sentimentales a las trainees, sean mujeres o varones. Aparta a Jennie de cualquiera que quiera cortejarla y házmelo saber — Sentenció.

— ¿D-De acuerdo? — Habló confundida por toda la situación.

— Entonces todo está claro — Sonrió — Hasta luego Lisa — El hombre se dirigió a la puerta, no sin antes ordenar a la recepcionista que acompañara a su habitación a Lisa, para después darle un recorrido.

Lisa salió de la oficina y Hyun-Suk también lo hizo, ya que tenía que viajar lejos para hablar de negocios con los CEO de las sub-empresas que tenía.

Lisa tomó sus maletas y caminó hacia donde la recepcionista amable que la recibió en un inicio la guiaba. Aún tenía las maletas en sus manos y era bastante cansado llevarlas a todos lados por todo el edificio.

— Esta es la sala de juegos, aquí vienen los trainees cuando terminan sus entrenamientos — Explicó la chica — Y esa sala de ahí, es el salón de krump — Señaló un salón donde chicos bailaban coreografias estilo urbanas.

— Vaya, jamás había visto algo como eso — Expresó la tailandesa.

— Sí, es bastante llamativo ¿No? — Se rió — Ese de allí es el salón de idiomas, aquí los chicos extranjeros aprenden coreano y los nativos aprenden inglés — Señaló un aula donde había varios chicos y chicas practicando los idiomas — Estos de aquí, son los salones principales de baile, aquí se practican las coreografias de los grupos que ya han debutado, se hacen los Vlives y se graban los "dance practice" — Señaló los dos salones enormes, donde había un espejo muy grande y el piso era de madera.

— ¡Wow!, son enormes — Admiró los salones Lisa, pensando en lo divertido que podía llegar a ser. No sabía lo que decía.

— Ven, vamos por acá — La chica le sujetó el antebrazo y la guió a otro lado.

Las chicas caminaron varios pasillos, hasta llegar a unos salones más pequeños — Aquí es, como lo apodamos, "el pasillo de los trainees" — Dejó salir un leve suspiro — Aquí vienen todos los chicos y chicas a practicar coreografias por largas horas, solo pueden venir aquí los chicos que aún no debutan, es la zona especial para ellos — Explicó.

— ¿Y por qué ellos no pueden bailar en los grandes salones que vimos antes? — Preguntó extrañada.

— No lo sé, así son las cosas — Dijo.

Lisa decidió no tomarle importancia, ese no era su asunto y la recepcionista tenía razón. Así eran las cosas. Así que siguieron caminando por un rato por ese largo pasillo que parecía nunca terminarse. Pasaron la enfermería, un pequeño estudio de grabación y varias habitaciones, que eran algunas de las habitaciones donde dormían los trainees, hasta que llegaron al final del pasillo.

— Y esta es tu habitación, te cedieron la más grande — Habló con una sonrisa la chica.

— Okay, muchas gracias. Te agradezco por el recorrido — Se inclinó en forma de reverencia.

— No es nada, es mi trabajo — Se excusó — Sí necesitas algo, sabes dónde encontrarme, menos los domingos, ese día no trabajo — Se rió, provocando que Lisa se riera también — Por cierto, soy Nancy — Sonrió dejando ver sus dientes.

— Mucho gusto Nancy — Sonrió.

Entonces la chica se alejó y Lisa sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta e la habitación.
Cuando echó un vistazo en ella, se maravilló por lo hermosa y acogedora que esta era. Nancy tenía razón, le habían dado una habitación grande.

Ya estaba metiéndose el sol, así que la vista de la habitación era increíble, parecía de ensueño. La habitación teia grandes ventanales que dejaban ver la vista de todo Seul, era hermosa. Simplemente perfecta.

Dejó las maletas a un lado y se echó en la cama, dejándose envolver por el cansancio del lago viaje que había tomado hace unas horas atrás y la había echado exhausta. Había sido un día largo y deseaba comenzar a trabajar en cuanto antes, para demostrarle a su padre, que era una chica madura y lista para el mundo de los negocios.