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17. Parte 1.


El día de la batalla comienza como otro cualquiera con una importante excepción, ninguno trabaja en la casa de los Ulley-Lahote-Wood. Así que los tres se quedan en la cama hasta que el sol entra por la ventana, la brisa agita la cortina blanca y el aroma a mar llena la habitación.

-Recuérdame por qué es buena idea que vayas a la batalla. –gruñe Sam con el rostro enterrado en el cuello de Nina, aún medio adormilado.

La noche anterior se durmieron tarde, rascando horas al tiempo para perderse en los cuerpos ajenos. Todos se negaron a aceptar que quizás esa sería la última vez que estarían juntos, que quizás sería una despedida. No podían aceptarlo. La llegada de la mañana sólo ha confirmado ese hecho. Son incapaces de despedirse.

-Concuerdo. –murmura Paul con la cabeza apoyada en el pecho de Nina. Los brazos de sus lobos la rodean y se sienta más cálida y segura que nunca.

A pesar de que sean unos cabezotes sobreprotectores.

-No estaré en la batalla, estaré con Bella. –les recuerda dejando que sus dedos se deslicen por el pelo corto de ambos.

Sam sale del refugio de su cuello para poder mirarla con una ceja alzada.

-Bella estará protegida por Jake y Edward.

Nina pone los ojos en blanco ante sus palabras, idénticas a la discusión que tuvieron dos días antes y en la que al final decidieron que ella estaría con la chica vampiro. Bueno, ella lo decidió y los chicos tuvieron que acabar aceptando.

-Porque lo que necesita Bella es estar con los dos chicos que se odian y que están enamorados de ella en la cima de una montaña. Tiene que ser una velada maravillosa. –ironiza antes de apartar a Paul para poder levantarse e intenta no reír ante el gritito de indignación del lobo.

-¿Dónde vas? –pregunta Paul mientras sus ojos siguen a la chica, que camina descalza con una camiseta de Sam como pijama. Nina ya ha olvidado lo que es tener un pijama propio, y ama la sensación.

-A hacer café para empezar el día. –se gira para observar a ambos, cómodamente tumbados en la cama y se coloca las manos en las caderas mientras sus cejas se alzan. -¿Pensáis quedaros ahí hasta que nos reunamos con los demás?

-Sí.

La respuesta unísona de los chicos le hace poner los ojos en blanco.

-Tenéis cinco segundos para mover el culo u os quedáis sin café. –les avisa antes de salir de la habitación. -¡Y lo digo en serio!

Los resoplidos de sus lobos le indican que acaban cediendo y levantándose.

Listos para el que quizás sea el último día de alguno de ellos.


✵✵✵


-¿Por qu-qué ha-hace tanto fr-fr-frío?

La pregunta de Bella desde dentro de su saco de dormir le hace alzar la mirada al techo de lona, entre exasperada y preocupada por la salud de la chica.

-¿Porque estamos en lo alto de una montaña? –su respuestas es más una pregunta retórica.

Los ojos castaños la observan casi con indignación, ella está cómodamente sentada dentro de su saco, sin signos evidentes de la hipotermia que amenaza a Bella.

-¿Y por qué tú no ti-tiemblas? –sus dientes castañean tanto que casi es difícil entenderla.

-Porque llevo ropa térmica. ¿A quién se le ocurre subir a esta altura sin estar adecuadamente vestida? –de nuevo, la pregunta de la cazadora es retórica.

-Lo siento, no lo pensé. –la voz preocupada de Edward les llega desde el exterior. El vampiro ha decidido salir para no enfriar aún más el ambiente del interior de la tienda de campaña.

-Para estar saliendo con una humana eres nefasto en mantenerla con vida. –critica Nina con la voz alta y clara. Bella se mueve para darle una pequeña patada desde su saco de dormir. -¡Ay!

-No t-te metas con é-él. –le regaña y la rubia resopla.

De repente la cremallera de la tienda se baja, dejando entrar una gélida bocanada de aire frío que hace que Nina se suba un poco más la cremallera de su chaqueta y que Bella se cubra el rostro con el saco. Pronto el hueco es cubierto por un enorme cuerpo.

-No puedo dormir con tanto castañeo de dientes. –se queja Jake mientras se interna en la tienda. –Vamos, Bells, muévete un poco.

La chica protesta un poco pero en cuanto los brazos de Jacob la envuelven y nota la temperatura corporal subiendo suspira aliviada.

-No hacía falta, Jake. –murmura, algo adormilada.

-No quiero pedirle a Nina que te corte los dedos gangrenados. –bromea el lobo, según Nina demasiado feliz de tener entre los brazos a una chica con novio. Alzo los ojos oscuros hacia la rubia. -¿Seguro que no quieres acercarte tú también?

Nina niega.

-Estoy bien, no tendré que amputarme ningún dedo a mí misma. –asegura con una pequeña sonrisa viendo cómo Bella va quedándose dormida. -¿Está Edward por ahí afuera?

Jacob niega.

-Se ha ido más lejos, para darnos espacio o algo así.

-Qué considerado.

Eso hace que el chico ponga los ojos en blanco.

-No soporta que yo pueda ayudarla y él no. Sabe que soy mejor para ella.

Nina suspira y apoya la cabeza en el lateral de la tienda, ser bajita le permite estar sentada dentro sin tener que inclinarse.

-Ella lo ama a él. –le recuerda con el tono más delicado que puede.

-A mí también me quiere. –refuta Jake con el ceño fruncido y sus brazos se aprietan un poco más en torno a Bella, como si así pudiera darle más peso a sus palabras.

-Hay una gran diferencia entre querer y amar, Jacob.

-Tú amas a Sam y Paul.

-Sí pero ellos me aman de la misma forma. No es este triángulo tóxico que formáis vosotros tres, es una relación sólida. –los ojos claros se suavizan, mirando con ternura al chico demasiado joven que se aferra con uñas y dientes a su primer amor. –Llegará tu imprimación, Jake. O quizás no, pero estoy segura de que hay una chica para ti. Una cuyo corazón te pertenecerá por entero.

-Ya, bueno, por ahora me quedo con ella. –masculla el chico y cierra los ojos, dando por finalizada la conversación.

Nina suspira y también los cierra, dejándose arrullar por el viento que sopla en el exterior.

Poco a poco acaba cayendo en un sueño ligero.


✵✵✵


Cuando abre los ojos de nuevo no hay nadie en la tienda. Sale de ella para encontrarse un paraje iluminado por la luz del día. Un espeso manto de nieve cubre el suelo. Mira a su alrededor y encuentra a Edward con su rostro tenso y la mirada perdida.

Su corazón le da un vuelco.

-¿Ha empezado?

El vampiro niega y ella frunce el ceño.

-¿Y Bella y Jake?

Edward hace un gesto con la cabeza y Nina sigue la indicación. Bella y Jake se están besando a unos cuantos metros.

-Dios, no puedo con tanto drama...-masculla entre sorprendida y hastiada por la escena y decide alejarse un poco de todos ellos.

Hay tanta calma en el ambiente que contrasta con la tensión de su interior. ¿Funcionarán las trampas que han colocado? ¿Conseguirán ganar? ¿Cuántos saldrán heridos? ¿Cuántos morir...

No, no puede pensar en eso.

Un lobo de pelaje corto castaño claro y algo más pequeño que el resto sale a su encuentro. La sonrisa en su rostro es verdaderamente sincera cuando casi corre hacia él.

-¡Seth! –lo saluda pasando las manos por su pelaje suave y el lobo hace un ruidito de satisfacción. -¿También te han mandado a la zona aburrida?

Por toda respuesta el lobo resopla y eso le provoca una risa que alivia parte de su ansiedad.

De repente las orejas de Seth se alzan y él gira la enorme cabeza hacia el interior del bosque. Nina nota cómo sus músculos se tensan bajo su palma. El buen humor se esfuma.

-Ha empezado...-no es una pregunta pero aún así la cabeza del lobo se mueve para asentir.


✵✵✵


Jacob se ha marchado después de la escenita y Nina está pensando que prefiere estar abajo en el claro que en medio de la tensión que hay entre Edward y Bella. Apenas ha pasado media hora desde que todo ha empezado, Edward les va comunicando lo que Seth ve a través de los pensamientos compartidos.

Todos están bien por ahora. Ningún herido. Múltiples bajas entre los neófitos.

Y de repente su lugar seguro dejar de serlo cuando un crujido los hace girarse.

Un vampiro de ojos rojos se acerca a ellos con pasos tan medidos que a Nina le recuerda a un felino.

-Riley. –la voz de Edward es tensa mientras se mueve para tapar a ambas. Nina agarra el brazo de Bella y la coloca a su espalda antes de sacar sus dagas. –Te está usando, Riley.

-No es cierto. –la voz melodiosa llega desde uno de los árboles. En lo alto de una rama hay una vampira pelirroja, observando la escena con atención. Nina nota cómo Bella comienza a temblar a su espalda. –Yo te amo, Riley. No lo escuches.

-Victoria no te ama, ella siempre amará a James.

Un gruñido sale de la boca de Victoria, como si no considerara digno a Edward de ni siquiera pronunciar ese nombre. Pero es la falta de contención de Riley lo que acelera todo, se lanza a por Edward aunque antes de impactar un enorme lobo le hace un placaje.

Edward aprovecha la oportunidad para ir a por Victoria. El aullido de dolor de Seth cuando Riley lo lanza hacia los arbustos hace que Nina se ponga en marcha.

No hace falta que corra hacia el vampiro, éste va a por ella, o, más bien, a por Bella.

Cuando su daga le hace un corte en el brazo el vampiro gruñe de dolor y de sorpresa.

-¿Por qué siempre os dicen que sois todopoderosos? –se queja la chica entre dientes mientras sus dagas intentan alcanzar la piel pétrea.

Consigue clavarle una en el muslo antes de que el movimiento de Bella la distraiga. La morena está buscando algo en el suelo y, por un segundo, Nina pierde la concentración. Es suficiente para que Riley la agarre por el cuello.

La levanta de suelo sin esfuerzo y Nina abre la boca en busca de aire, puede sentir cómo los dedos están apretando su tráquea y sus pies se agitan en un vano esfuerza por alcanzar el suelo demasiado alejado..

-Suéltame...capullo...-consigue jadear en parte para distraerlo mientras saca su hacha como puede de su espalda. El afilado filo corta de manera limpia la mano del vampiro que grita de dolor mientras la cazadora cae a plomo al suelo.

Nina tose, intentando recuperar el aire mientras su mano busca de nuevo el hacha que ha perdido al caer. Pero el pie del vampiro la encuentra antes. Ahora la que grita de dolor es la chica cuando los huesos de su muñeca se quiebran para el pie de Riley.

Apenas es consciente de que Seth ha vuelto a lanzarse a por el vampiro y esta vez se lo lleva a rastras, haciéndolo desaparecer entre gritos de auxilio hacia Victoria. Pero Victoria está muy ocupada casi arrancándole la cabeza a Edward.

Nina no sabe lo que hace Bella porque su visión está ligeramente borrosa por los bordes a causa del dolor de la muñeca pero nota cómo Victoria se distrae momentáneamente, lo suficiente para que Edward ponga la lucha a su favor.

Cuando la cabeza pelirroja rueda por la nieve ella se pone en pie con dificultad, acunando la mano herida con cuidado. Camina hacia Bella, cuyo brazo sangra.

-¿Qué demonios has hecho? –consigue decir con la voz ronca, está segura de que le saldrá un buen moratón donde el vampiro ha apretado.

Bella la ignora y sus ojos marrones se abren de pánico al ver su muñeca cada vez más hinchada.

-Estás herida.

-Mejor eso que muerta. –masculla antes de romper un trozo de tela de su camiseta con la mano buena y los dientes para envolver el brazo de Bella con cuidado.

-¿Estáis bien? –la voz de Edward a su espalda la hace girarse. Los ojos dorados se mueven entre ella y Bella, evaluando la situación. –Nina, estás her-

-Herida, sí. Vosotros dos sois unos maravillosos detectives. –su tono es cortante porque el dolor de su mano se está volviendo más intenso y le duele la garganta como si le hubieran apretado hasta casi asfixiarla. Sin el como, claro.

El lobo aparece justo en ese momento. Los ojos de la chica se centran en él, no parece herido.

-¿Era una actuación? –pregunta entre indignada y divertida y el lobo se acerca a ella, asintiendo. –Eres mejor actor de lo que creía, Seth.

El lobo inclina la cabeza hasta su mano herida, no la toca pero de su garganta sale un lloriqueo bajo.

-Estoy bien, enano. –lo tranquiliza pasando una mano por su cabeza. -¿Los demás están bien?

Ante la mirada afirmativa del lobo, Nina siente que puede respirar de nuevo. No se ha dado cuenta de que lleva conteniendo el aliento desde hace horas.

-Vamos con ellos. –murmura antes de que Seth se incline. Ella se sube con algo de dificultad al tener solo una mano. Le hace un gesto de despedida a la pareja y Seth se adentra en el bosque a la carrera.

Ambos están más que listos para reunirse con su manada de nuevo.




Nina viendo a Bella besando a Jake🤣🤣:



Prontito habrá parte 2. Es que si no me quedaba excesivamente largo. Recordar darle amor y comentar si os apetece, nos leemos!🥰🥰

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