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09



-Tienes que estar de broma. –espeta Nina mientras fulmina con la mirada a la recepcionista la cual la mira impávida.

-Lo siento pero no nos queda más opción. El tratamiento contra las termitas del edificio empezará en dos horas y todos los huéspedes tienen que abandonar el hostal.

Por todos los huéspedes se refiera ella ya que es la única que hay.

-¿Y no puede esperar un poco más? –pregunta con cierta esperanza, que muere aplastada por la negativa de la mujer.

-No a no ser que quiera que el edificio se le caiga encima.

No pero podría caerse contigo dentro, piensa Nina pero se muerde la lengua para no decirlo.

-Puedo buscarle un nuevo alojamiento si lo desea aunque tendría que ser fuera del pueblo. –a la recepcionista le hace tanta ilusión buscarle un lugar nuevo como a ella salir del pueblo, es decir, ninguno.

-No, no. –se apresura a decir y las siguientes palabras salen como un suspiro de derrota de sus labios. –Ya tengo alojamiento.

No es que no quiera vivir con sus lobos, una parte de ella se emocionó cuando se lo pidieron pero aún está aprendiendo a vivir con todos los sentimientos que provocan en ella así que meterse dentro de una rutina hogareña con ambos le asusta un poco.

Y eso que los chicos le han dejado claro que estarían más que encantados de que ocupara la habitación de invitados. Sam de manera más sutil, Paul amenazándola con colarse en su habitación y hacer la maleta por ella. A lo que Nina respondió amenazándolo a su vez con meterle gusanos en la comida porque Jared le contó que Paul odia los gusanos y esa información es más valiosa que el oro.

Así que ahora está en su coche, mirando la casa de los chicos desde dentro mientras la lluvia choca contra el techo de automóvil creando su propia melodía. ¿Cómo será vivir con ellos? ¿Cómo evolucionará su relación?

Desde que les contó quién era, hace dos semanas, la confianza entre los tres no ha hecho más que aumentar y solidificarse. Prácticamente se ven todos los días a pesar de que los lobos hacen malabares para compaginar el trabajo con sus labores de vigilancia y dedicarle tiempo a ella.

Y después está la manada. Nina ha aprendido que la comida de los domingos en casa de Leah y Claire es sagrada y ha descubierto que se siente totalmente integrada entre ellos, como una más.

Es una sensación extraña pero buena, reconfortante. Tiene un lugar, unas personas a las que pertenece y que le pertenecen. Y le aterroriza cagarla de alguna forma.

Unos nudillos golpeando la ventanilla la sacan de sus pensamientos con un respingón. Una melena pelirroja y un rostro conocido aparece delante de ella mientras baja el cristal.

-Los chicos están trabajando. –anuncia Claire, que tiene unas ligeras ojeras debajo de sus ojos pero una sonrisa amable. -¿Va todo bien?

-Sí sí, sólo me han echado de mi hostal. –ante las cejas alzadas de la otra chica masculla entre dientes. –Unas putas termitas.

La risa de Claire es clara como el agua de lluvia que resbala por su paraguas el cual parece tener todos los colores del arco iris.

-Vamos, ven a casa mientras tus lobos vuelven del trabajo.

La casa de Leah y Claire es parecida a la de los chicos, salvo que tiene un claro toque femenino tanto en la decoración que mezcla colores más sobrios –Leah- con otros mucho más diversos y brillantes –Claire-.

-Apenas son las nueve de la mañana. –comenta Nina entre divertida y asombrada cuando Claire le tiende una copa de vino después de acomodarse entre los cojines color pastel del sofá.

-He tenido turno nocturno, para mí es como si fueran las nueve de la noche. –replica la pelirroja y le da un sorbo a su propia copa con un ruidito de satisfacción.

-¿Una noche dura?

Claire se encoge de hombros.

-No tanto pero es sábado y la mayoría de los chicos que he tenido que atender eran de los nuestros.

A Nina le gusta cómo hablan todos ellos, siempre incluyéndola.

-Pensé que estaban vigilando la frontera. –comenta con una ceja alzada, sabe que Sam y Paul se han tirado casi toda la noche rastreando posibles presencia de vampiros. Le preocupa lo poco que duermen pero ambos le han asegurado que están bien a pesar de las ojeras que tienen bajo los ojos.

-Sam se muestra más flexible con los más jóvenes. Y ellos usan su tiempo libre para ver cuánto alcohol aguanta un lobo. –la pelirroja pone los ojos en blanco con exasperación lo que provoca la risa de Nina.

-¿Sam y Paul eran así de jóvenes? –pregunta con curiosidad tras darle un sorbo a su copa.

-Sam siempre ha sido más serio que el resto. Lleva lo de alfa en la sangre aunque diga que sólo lo es porque se convirtió primero. Y Paul...bueno, Paul siempre ha sido Paul.

Ambas chicas intercambian una mirada cómplice.

-Tengo cierta envidia de que os conozcáis desde siempre, habría sido divertido verlos crecer. –admite Nina con una sonrisa.

-Yo llegué a la reserva justo en mi primer año de instituto. Conocerlos fue algo así como un salvavidas. –ante las cejas alzadas de Nina se encoge levemente de hombros con una pequeña sonrisa ladeada. –Siempre he sido un poco empollona y no es una cualidad demasiado buena para hacer amigos.

>>Cuando llegué aquí Paul fue el primer amigo que hice. Sam era un año mayor que nosotros así que siempre lo vi como un hermano mayor que nos sacaba de los problemas cuando a Paul se le ocurría una mala idea.

-Apuesto que eso ocurría muchas veces. –bromea la rubia, y se mueve sobre el sofá para acomodar las piernas bajo su cuerpo, realmente interesada en saber un poco más de la vida de la manada antes de ser manada.

-Desde luego que sí. –admite la pelirroja con una breve risa. –También me hice amiga de Leah aunque era más porque Sam y ella estaba saliendo. No empezamos a ser más amigas hasta el penúltimo año de instituto.

Nina casi se atraganta con el sorbo de vino que estaba tomando.

-¿Sam y Leah estaban saliendo? –intenta que su voz no suene sorprendida aunque está un poco más aguda de lo normal.

-Fue un noviazgo de instituto. Sólo duró un par de años. –explica la pelirroja realmente divertida de ver su reacción.

-¡¿Un par de años?!

Su grito se opaca con la carcajada de Claire.

-Lo intentaron durante bastante tiempo pero ambos acabaron aceptando que funcionaban mejor como amigos. Ninguno quería hacer daño al otro. –la mirada de la pelirroja se suaviza un poco, volviéndose más cálida. –Eso es lo que pasa con los lobos, Nina, nunca quieren hacer daño a su gente.

>>No importa si aún no se han convertido, creo que es algo genético. Cuando llegué aquí mi primer amigo fue Paul. Mira, Paul puede tener algunos problemas de ira o de control y a menudo es un bocazas bastante idiota, pero tiene el corazón más grande que he visto nunca.

>>Estuvo ahí cuando empecé a descubrir que quizás las chicas me gustaban un poco más de lo normal. Fue el hombro sobre el que lloré cuando se lo dije a mi familia y no se lo tomaron demasiado bien. Y también fue el que echó pegamento en la silla de Allison Smith cuando ésta me llamó zanahoria bollera en mitad de la cafetería.

-Menuda perra. –murmura Nina sin poder contenerse. Claire asiente antes de seguir hablando.

-Y Sam es el más calmado de todos, el que siempre mantiene la cabeza fría por el bien de los demás pero he visto lo que es capaz de hacer por los demás. ¿Sabes lo que pasaba con el padre de Paul?

-Le daba a la bebida. –contesta Nina con cierto rechazo hacia ese hombre a pesar de que sabe que lleva muerto varios años porque el alcohol y el volante nunca son buena combinación.

-Un día se pasó o Paul se hartó o ambas cosas. Intentó quitarle la botella de las manos y el muy cabrón se la rompió en la cabeza. –asiente comprensiva ante la cara de horror de la rubia. –No fue grave, por suerte. Sólo un par de puntos.

>>Pero cuando Sam se enteró fue a por él. Necesitaron dos hombres para quitárselo de encima y eso que sólo tenía dieciséis años. Le dejó la cara hecha un poema y a partir de ese momento Paul vivía más en casa de Sam que en la suya propia.

>>Lo que quiero decir con esto es que los lobos son fieles hasta la médula. Puede que tengan ciertos problemas de control, que sean tozudos y que a veces sean tan sobreprotectores que quieras mandarlos a la mierda un rato.

>>Pero si te dan su corazón, si te aceptan en su familia, morirán por ti, matarán por ti. No sólo por sus improntas sino por toda su manada. Merece la pena lo negativo porque lo positivo es mucho más.

-Me estoy dando cuenta de ello. –murmura Nina con sinceridad, la presencia de sus lobos y del resto de la manada en su vida la ha hecho ser feliz, mucho más feliz que antes.

-Además...-el tono de Claire se relaja y aparece una sonrisa juguetona en sus labios. –El sexo es jodidamente increíble.

La rubia siente cómo su rostro se enciende y de repente encuentra realmente interesante su copa de vino medio vacía.

-Yo no...ellos no...-farfulla hasta que toma una bocanada de aire para ordenar las palabras en su mente. –Ni siquiera nos hemos besado.

Claire se encoge de hombros con calma.

-Lo haréis, he visto cómo os miráis, esos dos prácticamente te comen con los ojos cuando tienen oportunidad.

-Nunca he estado con dos hombres...a la vez –acaba confesando con voz apenas más alta que un susurro. Nunca ha hablado de sexo con nadie con el que no fuera a acostarse, no tiene demasiada experiencia en charla de chicas pero Claire hace que se sienta cómoda.

-Yo tampoco. Leah fue mi primera relación seria y antes de ella sólo tuve un par de tonteos con otras chicas. Así que no me mires esperando la respuesta. Yo no sabría qué hacer con un pene imagina con dos. –la mira por encima de su copa de vino con una sonrisa maliciosa. –Y los he visto desnudos después de salir de fase, te aseguro que vas a tener mucho trabajo.

Nina no sabe si reír o ahogarse en su copa de vino así que opta por soltar una risa algo frágil para después apurar su copa de vino. Claire no se molesta en disimular su diversión mientras se la vuelve a llenar.

Es bueno tener una amiga, piensa la rubia con la copa de nuevo llena a pesar de la vergüenza que la ha invadido momentos antes mientras siguen charlando de forma animada, es realmente bueno.



Sé que amamos a nuestros lobos en escena pero me encanta la amistad entre Nina y Claire❤️

Recordar darle amor y comentar si os apetece, creo que mi imaginación sólo trabaja para esta historia y para la de Garrett y Bella🤣

Nos leemos!🥰

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