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열하나

Jungkook [5 años atras] 

— ¡Conejito! —grita una voz infantil llamando la atencion del mayor. 

Jungkook se gira al instante y toma en brazos a la pequeña infante que corria ansiosa hasta el. La pequeña de cabellos rubios carcajea con ternura mientras abre los brazos como si estuviese volando.

— ¡Cada dia estas mas grande! —grita con la voz ronca, alzandola por los aires para luego solo apretarla contra su pecho— Te extrañe mucho risitos —susurra cariñosamente mientras ella aplasta sus cachetes y le da pequeños piquitos.

— ¡Dijiste que cuando volvieras me darias muchos besos por cada dia que has estado lejos! —le recordo enfadada.

— ¿Eso dije? —pregunta inocente.

— ¡Si!

— Si tu lo dices entonces debe de ser verdad —dice desentendido— Pero mis besos tiene una condicion —agrego. La pequeña rubia movio sus piecitos a modo de berrinche, pero asintio esperando a que Jungkook hablara— ¿Haz tomado todas tus medicinas cierto?

— ¡Si las he tomado! —abuchea desesperada, desplomandose en los brazos de Jungkook cuando este no le presta atencion a sus pedidos— ¡Saben muy asqueroso Kook, ya no quiero tomarlas mas!

— Debes —le recuerda y se arrodilla en el suelo, dejandola delante de el— Mira que si no las tomas, te pones mal y entonces Kookie se preocupa y tiene que correr al hospital contigo —murmura acariciando sus delgados y palidos bracitos. Mini pinchones de agujas aun se asoman por su tersa piel y la enorme cicatriz en su pecho, aun le causa un escalofrio en el cuerpo— ¿Quieres eso?

— No... —titubea, temblando al recordar las luces del hospital cegando sus ojitos— ¡Pero no me gustan!

Una voz ronca proveniente del balcon interrumpe el momento— Jungkook —replica con autoridad la voz captando la atencion del azabache— Necesito hablar contigo, te espero en el despacho —ordena.

Jungkook asiente, pero para entonces su padre a desaparecido— N-no —escucha que susurran y cuando baja la mirada, la carita cubierta en lagrimas de Hana le parten el alma— N-no te vayas aun, ¡prometiste darme muchos besitos!

— P-papá me necesita Hana.

— ¡A papá no le importamos Koo! —lloriquea mas fuerte. 

Jungkook levanta la mirada asustado. Si la escucha llorar...

— No demoro —susurro rapidamente tratando de acallar un poco sus sollozos descontrolados— Sabes que a papá no le gusta que llores Hana. No llores ¿esta bien? Te juro que voy rapido y bajo a jugar contigo toda la tarde.

— ¿L-lo prometes por la garrita?

— Lo juro por mamá —admite y la pequeña rubia respira hondo, dandole espacio a Jungkook para que pueda subir las gradas.

Antes de irse besa con ternura sus rubios cabellos y le susurra un corto "no tardo", para correr escaleras arriba en busca del despacho de su padre.

Tan pronto la puerta se alza con poder ante el se siente pequeño, sin embargo se obliga a respirar hondo y gira el pomo adentrandose en la habitacion. Es grande —quizas un poco menos de lo que recordaba cuando era pequeño—, en el centro esta el escritorio de la mas fina madera que aun despues de años sigue tan intacta como siempre y detras de el, unos enormes ventanales que dan vista a un espectacular atardecer.

Aquel cuarto siempre le creo muy mala espina. 

— ¿Me necesitas? —pregunto con voz clara y alta. 

El tintineo de la copa lo puso nervioso, sin embargo se obligo a no bajar la cabeza cuando la silla se giro y su padre —con la misma imponencia de siempre— aparecio ante sus ojos.

— Lisa me ha buscado —admitio sin rodeos. Jungkook gruño por lo bajo y se limito asentir, esperando a que prosiguiera— Me ha pedido casi llorando que hable contigo. ¿Como es eso que haz pensado aplazar la boda?

— La verdad ya no estoy seguro de si es con Lisa que quiero pasar el resto de mis dias —confiesa.

— ¿Que dices? —susurra ronco.

— Lo lamento padre, pero la boda se cancela.

— ¿Es por ese mocoso que decidiste meter en tu casa que no tiene ni la mitad de la clase que nosotros? —pregunta mientras se levanta de la silla.

Jungkook tiembla en su lugar y por un segundo el recuerdo ya viejo y desgastado de su niñez se reproduce en su mente como una pelicula. Siente ganas de llorar cuando una mujer rubia y hermosa aparece en ellos.

Su madre.

Una mujer hermosa que aun despues de tanto tiempo, Jungkook sigue diciendo que no merecia ese final.

— ¿De que hablas? —respira hondo cuando el hombre se para delante de el.

— Lisa me hablo de el. Dice que Min-Ki lo quiere como si fuese su madre y que en ocasiones pareces defenderlo. Que incluso pareces... amarlo —susurra levantando el vaso de cristal para darle un sorbo a su bebida— ¿Whisky?

— No tomo —mintio alejandose un poco— Tengo un trato con mi hija, Taehyung no tiene nada que ver con mi desicion —miente de nuevo.

Su padre asiente— Con que se llama Taehyung.

— Mira padre Lisa a ido muy lejos en muchas cosas, ha ido cambiando mi parecer con el tiempo.

— ¡¿Tu me crees estupido?! —le grita tirando el vaso de cristal. Jungkook se encoje ante el estrello del cristal, sin embargo reta a su padre cuando levanta la cabeza y lo enfrenta— ¡Eres un Jeon y como Jeon es tu deber conservar nuestro linaje y casarte con esa muchachita! ¡No con algun vago y marica aparecido!

— ¡No te permito que mal hables de Taehyung! —le grita sin embargo la cachetada que resuena por el despacho lo deja helado.

— Sigo siendo tu padre Jungkook y tengo mucho mas poder del que ahora puedes poseer —le recuerda amenazante— La boda seguira en pie —declara finalmente, dandole la espalda al azabache para dirigirse de nuevo a su silla.

— Padre...

— Y mas te vale deshacerte de ese marica Jungkook o te aseguro de que yo mismo me encargo de que no quede ni rastro de el en la tierra —amenaza— O en el infierno...

— No vas a tocarlo —le gruñe.

— Entonces mas te vale seguir ordenes. Eres un Jeon, no lo olvides —susurra para luego solo girar su silla volviendo a dale la espalda.

Jungkook gruñe de impotencia, sin embargo da la vuelta y sale de aquella habitacion que jamas le dio buena espina. Baja despacio las gradas y se detiene cuando ve a la pequeña Hana tirada en el suelo pintando. Su espalda esta descubierta y miles de heridas ya cicatrizadas salpican su piel de un rojizo.

El recuerdo de una pequeña de cinco años sangrando vuelve a su mente y no puede evitar taparla con su abrigo cuando esta a su lado.

Nadie merece sufrir. 

Hana no merece un final como el de su madre.

— ¿Quieres un helado?

— Tu mejilla esta roja... —susurra— ¿Papá...?

— Perdoname —le suplica con el alma ardiendole en llamas— No te volvere a dejar sola, lo prometo. No vas a pagar los platos rotos de mi rebeldia, no otra vez.

— ¿Koo?

— Te sacare de esta casa, aunque sea lo ultimo que haga —replica decidido— Es un juramento.

Este capitulo me arde el alma.

¿Que creeis que le paso a la madre de Jungkook? Me gusta el drama.

¿Quereis un extra del pasado de Jungkook?

¡Espero que les haya gustado! ¡Nos vemos en otro capitulo!

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