Capitulo 05: Proteger
Un mes después de aquella cita, Wonwoo se sentía en las nubes. Había tenido unas cuantas citas más con el alfa, aveces se llegaba quedar en su casa incluso, dormía en la misma cama que él y se despertaba a su lado.
Si pudiera flotar de la felicidad ya estaría en la luna, ya todos en la guardería sabían que el estaba saliendo con el papá de Soohee y la verdad se alegraban por el, y por la pequeña haciendo el labor de su madre, entendía que para ella era esencial.
Mas bien, estaba un poco orgullosos de el, pues se había encariñado mucho con la pequeña y la amaba como propia, no muchos omegas podían hacer eso, la mayoría querían pequeños propios, no de otro Omega.
Pero quizás se debió a que Soohee estaba lavada, es decir, no tenía ningún aroma de Omega y estaba necesitada, el también lo estaba, lo más que quería era tener cachorros y un alfa, ser amado y amar.
No sabe si fue un ángel quien escuchó su deseo y envió a dos personas para que fuese cumplido. Un alfa necesitando ayuda y amor, y una pequeña necesitando atención y cuidados.
Wonwoo estaba más que dispuesto a darselos, tenía mucho amor para los tres. Su Mingyu era un alfa atento, quizás aprendió eso por tener que hacerse cargo de una pequeña el solo, pues los cachorros necesitaban de mucha atención.
Le gustaba mucho eso, no, le encantaba, ver su celular y encontrar pequeños mensajes de Mingyu le respondía cuando podía, pues tampoco descuidaba a los cachorros, antes muerto que eso.
El pelinegro quería dar otro paso, mudarse con el rubio, así podría estar a tiempo completo con la pequeña Soohee, pero no sabía si era muy pronto para hacer algo como eso, podría ser un intruso en el territorio del rubio, sin embargo, ya había estado varias veces en la casa del alfa, y en su cama, éste no mostró ningún signo de molestía.
Ansioso, nervioso e inseguro, esos eran sus defectos, tenía que lidiar constantemente con ellos, pero hacia lo mejor que podía para enfrentarlos, aún cuando las cosas parecían en su contra.
Siempre estaba allí con una sonrisa tratando de ver el lado positivo de las cosas. Nunca se arrepentiría de trabajar en esa guardería y estar a cargo de la cachorra, menos de querer ser su madre.
Un día en particular, estaba en su trabajo en la guardería, Soohee jugaba en el suelo con algunos peluches, eran las cuatro y media, los padres iban llegando poco a poco por los pequeños.
Todo iba bien, hasta que vió llegar a un señor mayor, su cabello blanco y rizado, parecido al de Soe, tenía los ojos grises.
No le dió buena espina.
—Buenas tardes señor, ¿Puedo ayudarle en algo, se perdió?- preguntó cortésmente, tratando de impedir que entrara en el salón a su cuidado, no sabía quién era, no podía dejarlo entrar con los cachorros.
—Vengo por mi nieta.- dijo con simpleza y trató de entrar al salón, pero Wonwoo se atravesó.
—¿Su nieta?, Disculpe señor, pero nadie dijo que vendría, ni siquiera sé quién es usted, no puede entrar, si me da más detalles puedo ayudarle.- lo único que quería era que se fuera, podía sentir la tensión en el aire, incluso algunos de los otros padres le miraban curiosos por la situación.
—Soohee, ese es el nombre de mi nieta, vengo por ella.- el corazón de Wonwoo dió un vuelco, y sus nervios se encendieron como pólvora.
—No puede llevársela señor, Mingyu no dijo que usted vendría, él es su padre y no puedo dejarla salir sin su autorización.- Wonwoo solo quería que el se fuera, Mingyu le había mencionado que no se llevaba bien con la familia de la madre de Soohee, nunca lo hizo y eso que solo los había visto un par de veces.
El alfa pareció enojarse, su aroma a café se intensificó haciéndole saber que no se iba a rendir tan fácilmente, aún así, se mantuvo en la puerta, no lo dejaría pasar.
—¡Me importa una mierda lo que diga ese maldito, es mi nieta y si yo quiero me la puedo llevar!- rugió haciendo estremecer al pecoso, quien solo tragó de manera difícil y le miró con el ceño fruncido.
—¡Señor estoy tratando de ser amable, pero si no se va llamaré a la policía!- amenazó, sin embargo, eso solo hizo enfurecer más al albino, quien se acercó y lo tomó por su delantal.
—¡Quítate del camino!- trató de apartarlo, pero Wonwoo se sostuvo del umbral de la puerta con fuerza. El Omega pudo escuchar el lloriqueo que venía de los cachorros asustado, eran tres al menos los que quedaban dentro.
—¡Señor será mejor que se vaya!- le gritó azuzando su aroma, estaba molesto, el alfa se quería llevar a su pequeña y estaba asustando a los otros, le quería bajar el cuello.
—¿¡Que está pasando aquí!?- Wonwoo vió como Jeonghan y otros maestros llegaban al lugar, Tsuyu tenía un teléfono en la mano y parecía estar marcando números.
Al parecer el alfa se vió rodeado, los demás padres le miraban a la defensiva, estando listos para atacar si llegaba a tocar a uno de los cachorros. Y la mirada del Omega mayor sobre el albino no era agradable.
El Alfa terminó por soltarlo, y le miró de manera amezante, como haciéndole saber que no sería la última vez que se encontrarían, se dió la vuelta y salió por el pasillo dando insultos.
Cuando no estuvo a la vista, solo entonces, se permitió derrumbarse, se deslizó hasta el suelo respirando con dificultad. Seungkwan se acercó rápidamente a el y se arrodilló a su lado.
—¿Te encuentras bien, te hizo daño?- asintió y negó despacio, sentía aún el miedo y la adrenalina en su cuerpo, no le había hecho nada grave pero fue intimidado.
Wonwoo vió como los pequeños que quedaban el salón salían corriendo hacia el abrazándolo, estaban temblando un poco por el miedo que les había hecho pasar ese alfa, los acarició haciéndoles saber que estaba bien.
—No pasa nada, ese señor ya se fue.- después que estuvieron más calmados los envió con sus padres que acababan de llegar, se alarmaron un poco al verlos tan alterados y unos de los maestros les explicó la situación.
El Omega sintió un pequeño jalón en su ropa, al mirar hacia su lado se encontró con Soohee, tenía los ojos brillantes llenos de pequeñas lágrimas, también estaba muy asustada.
—¿Ba-wa?- no habla idioma cachorro, pero lo que pudo haber fue abrazarla, la apegó contra su pecho sintiendo tranquilidad al tenerla allí, no sabía que habría hecho si ese alfa se la hubiera llevado a la fuerza.
—Wonwoo, ¿Que era lo que quería?- Seungkwan se paró al frente suyo, el Pelinegro se levantó del suelo con ayuda de Jeonghan y suspiró profundamente tratando de calmarse un poco más.
—Queria llevarse a Soohee, dijo que era su abuelo, pero Mingyu no avisó de que alguien vendría por ella, no podía dejarsela así como así.- era extraño y preocupante que un alfa apareciera de la nada tratando de llevarse a un cachorro.
Wonwoo acarició la espalda de la pequeña, Soe solo acercó más el rostro a su cuello y suspiraba mas tranquila. El Omega de cabellos negros asintió levemente, incluso tenía una ligera sonrisa en el rostro.
—Bien Wonwoo, protegiste a los pequeños, yo de todas formas averiguaré que está pasando y si ese alfa vuelve aparecer llamaremos a la policía, lo que puedes hacer ahora es esperar por Mingyu, no salgas solo con la cachorra ahora.- Wonwoo asintió despacio volviendo al salón, Seungkwan había dicho que se iba a preparar un té para tranquilizarlo.
Ni en pesadillas saldría a la calle con un loco suelto que podría quitarle a su pequeña, aún si era el abuelo de ella no era confiable, esperaría por su alfa mejor.
(...)
Fue extraño para Mingyu que Wonwoo le llamara diciendo que le fuera a buscar a la guardería, desde hacía un tiempito, el Omega se iba a su hogar con Soohee cuando terminaba su turno.
Así que cuando Mingyu llegaba los encontraba, no había nada mejor que llegar a su hogar sabiendo que un hermoso pelinegro le esperaba, incluso con la cena hecha, su pequeña Soohee feliz con su pancita llena de leche materna que le daba el Omega, y llena de atención y amor.
Hacerle caso al pediatra a cargo de su hija, fue lo mejor que pudo hacer, pues, desde que Soohee fue abandonada por su madre casi no sonreía, ni le gustaba hacer muchas cosas, por eso llegó al año y no daba si quiera unos pasos, apenas gateaba.
No hablaba nada, y eso que los cachorros dicen sus primeras palabras antes del año.
Pero con su pequeña no fue así, sin embargo, que Wonwoo pudiera hacer todo eso, le enseñó hablar, caminar, e incluso le enseña a pintar y sostener un lápiz.
Que la viera como su propia cachorra, y su cuerpo se adaptara a ella, tratando de recuperar lo perdido que su cuerpo diera leche materna para ella. Nunca olvidaría los meses difíciles que pasó, en donde Soohee apenas comía, ahora ella no quería vivir separada del pecho del omega pelinegro.
Se dió cuenta que desde que su pequeña empezó con esa dieta, de papillas, y leche materna, comenzó a tener más energías, su cuerpo se miraba mejor, más fuerte, y sus mejillas tenían siempre un ligero sonrojo.
Wonwoo le había dicho que ella estaba muy sana ya que su pequeño cuerpo estaba recibiendo buenos nutrientes.
Mingyu se había prometido cuidar de ellos, sabía que si dejaba ir al pecoso nunca encontraría a otro Omega como el, por eso, lo protegería, haría todo lo posible para mantenerlo a su lado.
Sin embargo, cuando llegó a la guardería no se esperó sentir el aroma del Omega agrio, con miedo. Otra Omega estaba con el, pero no podía hacer mas que hablarle de forma calmada. Mingyu podía ver como el pecoso tenía a Soohee en sus brazos de forma protectora, no dejando que nadie se le acerque demasiado.
—¡Señor Kim, qué bueno que llega!- la Omega de cabellos naranja se acercó a el, estaba aliviada de verlo allí, sabía que algo pasó.
—¿Que ocurre?- preguntó tratando de no sonar agresivo, no quería que el Omega del pelinegro reaccionara mal.
Se acercó lentamente hacia sus amores, el pelinegro alzó la vista para verlo, tambien pudo ver el alivio en sus facciones. Ahora se estaba molestando, ¿Alguien le había hecho algo?
—Se la quería llevar,Gyu.- el susurro del Pelinegro le sorprendió y lo confundió. Iba a decirle algo, pero la Omega de cabellos naranja habló primero.
—Señor Kim, un alfa llegó diciendo ser el abuelo de Soohee y armó un escándalo queriéndose la llevar, pero Wonwoo no lo dejó.- ella explicó y Mingyu sintió su sangre hervir, una ira rugió de lo más profundo de su pecho.
—Gyu, vamos a casa.- miró al Omega y tuvo que tragarse su rabia, no podía molestarse ahora, tenía que hacer sentir a su Omega seguro.
—Bien.- terminó por decir, la Omega buscó las cosas de Soohee y se las entregó, Wonwoo no quiso soltar a la pequeña en todo el trayecto hasta el auto.
Solo entonces él la acomodó en su silla especial y le abrochó el cinturón. Después fue al frente con el. Pero no hablaba, solo miraba por la ventana del auto hacia la calle.
No quiso abrumarlo, así que no habló en todo el camino, después cuando ya estaban estacionados en su hogar, miró al pelinegro, éste estaba más tranquilo pero callado.
—Wonu, mírame.- llamó pero éste solo tenía la vista gacha.— Wonwoo, todo está bien ahora, no pasa nada. Mírame.
—S-se la quería llevar Mingyu, si hubiera entrado se la hubiera llevado.- Mingyu vió como los ojos del pecoso se llenaron de lágrimas de frustración, no pudo hacer más que atraerlo y abrazarlo.
—No dejaré que se la lleve Wonu, Soohee no se irá a ningún lado. Fuiste muy valiente y no dejaste que se la llevara, buen omega.- acarició la espalda del Omega con cariño, y le siguió dando elogios.
Después cuando estuvo más calmado los llevó a dentro, dejó que Wonwoo se acostara en su cama con la cachorra, Soohee solo bebía tranquilamente del pecho del pecoso mientras era acariciada en la espalda.
Mingyu simplemente se fue a la cocina, dejó salir su enojo contenido, iba a buscar a ese desgraciado y lo haría pagar por casi raptar a su pequeña y agredir a su Omega.
Nadie se metía con lo suyo y salía ileso.
FIREEEEEEEEEEEE MINGYU FIREEEEEEE, ahr
Esperen el otro capítulo por compensación de haberme atrasado con las actualizaciones de acá.
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