Acuerdo.
Jungkook miraba al hombre frente a él con rabia contenida, por más que quiera lanzarse sobre él y golpearlo no puede.
Una parte suya no puede creer que le haya demandado, pero él también le había hecho una demanda. Por agresión e intento de secuestro, además de que había pedido una orden de restricción, no lo quería cerca de su hija, ni cerca de su omega.
—¡Es mi nieta, tengo el derecho de verla y llevarla a mi casa si quiero! —el hombre rugió parándose y golpeando las manos en la mesa.
Estaban allí con sus abogados, por su parte, el hombre tenía a Ha Sungwoon, un subordinado al cual quería casi como un hijo.
—¡Sus malditos derechos se perdieron cuando la perra de su hija abandonó a mi cachorra, casi muere de una depresión siendo tan pequeña! ¿¡Usted sabe lo que significa eso!? —Jungkook no se quedó atrás, y se puso frente a frente contra el sujeto.
—¡Pues yo no veo que ella esté tan mal como para que tengas a otro omega ahora, quien sabe lo que le hará al no ser su cachorro! —exclamó el mayor y Jungkook rugió, un fuerte sonido saliendo de su garganta haciendo saber que en cualquier momento le iba a querer bajar la garganta con sus garras.
—Nabi necesitaba de un omega para avanzar más, y si no fuera por Jimin ella ni siquiera sabría hablar ahora, debería de agradecer ese hecho más bien —Jungkook mostró sus colmillos crecidos, estaba furioso, era todo un padre protegiendo lo suyo en ese instante.
Los demás en la sala sabían que no era una buena idea meterse entre una pelea de alfas, pero si no hacían algo podría haber derramamiento de sangre.
—¡Jungkook por favor guarda la calma! —Hoseok, el abogado de Jungkook, intervino entre ellos, era mejor no dejarlos insultarse más—. Tenemos todas las pruebas de lo sucedido en el año y el avance de la pequeña Nabi, así las cosas, están a nuestro favor.
—No quiero que él se acerque a mi cachorra, ni a mi omega —el rubio gruñó sentándose de nuevo en la silla, tomó el vaso de agua que estaba a su lado y dio un trago grande, estar frustrado no era algo que a él le gustaba, prefería estar en ese momento metido en el cuello del omega aspirando su delicioso aroma.
—¡Es mi nieta, y quiero verla, lo que haga hecho la cobarde de mi hija no tiene nada que ver en esto! —el alfa dijo sentándose en la silla también, de repente su expresión de furia cambió a una de tristeza—. Yo la convencí de que la tuviera, como estaba en cinta tenía que estar contigo para que llevara su embarazo, no imaginé que ella se fuera a escapar de esa forma.
Jungkook miró al hombre con una ceja alzada, aún no le tenía ni la más mínima confianza, si su hija había hecho tal atrocidad, no imaginaba lo que pudiera hacer él.
—Ella es mi única hija, y tener un nieto de su parte me había hecho muchas ilusiones, por favor, no me quites ese derecho, solo la he visto una vez —el abogado del alfa solo se mantenía en silencio, dejando que el mayor hablara.
Jungkook miró a Hoseok no muy convencido, este también le miraba con una expresión algo más blanda, pero era de esperarse, en parte.
—¿Por qué demonios no apareció más antes? —el rubio preguntó cruzando sus brazos en el pecho, el mayor solo suspiró y llevó su mano al puente de su frente para masajearlo.
—Me enteré de que ella se había ido meses después de lo sucedido, y no sabía como usted iba a reaccionar si solo me apareciera en la puerta de su casa —el mayor contestó y Jungkook asintió levemente ante lo dicho.
—Le hubiera dado una paliza —una pequeña risilla se escapó del mayor, sabiendo que eso era exactamente lo que pasaría.
—Sí, yo también haría lo mismo en tu lugar —sonrió levemente, pero después su rostro se volvió a poner melancólico—. Yo no fui un buen padre, me la pasé más en el trabajo que en mi casa, nunca pasé tiempo con ellas, y cuando mi esposa murió ya era muy tarde para acercarme a mi hija, ya ella no quería nada que ver conmigo, creo que me merezco todo lo que ocurrió.
Jungkook pudo entender ese sentimiento de soledad y frustración, el mismo lo había vivido con el abandono de esa omega buena para nada, ver a su pequeña derrumbarse sin entender lo que pasaba y no la podía ayudar, estar solo en una situación delicada.
Porque ni sus amigos le podrían ayudar, además ellos tenían sus propias vidas como para molestarlos con la suya.
—Usted no hizo bien al ir ese día a la guardería sin permiso, asustó mucho a mi cachorra, a los otros cachorros que había allí y a mi omega, no le puedo perdonar tan fácil eso. Fue prácticamente un intento de secuestro, aún siendo usted su abuelo —estaba más calmado, pero no tanto, por más que quisiera confiar en él, le costaba trabajo.
—Lo sé, pero cuando no me la dejaron ver me enojé bastante, yo solo quería pasar un rato con ella —quizás sea el tiempo de estar solo, y saber que no podía ver a la única persona que seguía con su línea de sangre.
Jungkook iba a responder, pero la puerta de la sala fue abierta, el rubio se quedó asombrado al ver a su omega con la cachorra en los brazos. Tenía una mirada determinada, y el alfa rubio la conocía, no habría caso ni siquiera preguntarle qué estaba haciendo.
—¡Papá! —la pequeña Nabi exclamó en los brazos del omega, fue el único sonido que sonó en la habitación.
—¿N-Nabi? —el abuelo de la pequeña tenía un rostro completamente sorprendido, como si no creyera que Jimin hubiera traído a la pequeña.
Jimin se acercó lentamente hacia donde estaba Jungkook, aún con la pequeña Nabi en sus brazos, ella solo miraba curiosa a las demás personas en la sala y el rubio no les quitaba la vista de encima tampoco.
—Sé que no es de buena educación escuchar una conversación a escondidas, y me disculpo por eso, pero no quería quedarme de brazos cruzados —el pelinegro habló sobando lentamente la espalda de la pequeña, miró al alfa frente a él, aunque aún estuviera un poco intimidado por la última vez no se quería retractar—. La verdad, lo que hizo su hija fue algo que no debería hacer nadie, la pequeña Nabi ya había formado un lazo con ella, y aunque su hija no, lo pasó muy mal, sé que usted no tuvo nada que ver en su decisión, pero debió haber hecho las cosas de otra forma.
Jimin habló con autoridad, apretando un poco la pequeña en su pecho de forma protectora, miró al rubio buscando una petición silenciosa, y este asintió levemente. Le sonrió ante eso, Jungkook era alguien razonable después de todo.
—Entiendo ahora que la pequeña Nabi es la única familia que tiene usted —él siguió hablando mientras poco a poco se iba acercando al mayor, con el corazón en la boca despegó a la pequeña Nabi de sus brazos protectores—. Lo que pasó en la guardería fue algo que me asustó bastante, pero ahora sé que estaba algo desesperado por pasar un rato con ella.
Jimin bajó a la cachorra hasta la altura del alfa que estaba quieto, sentado en la silla, miraba con los ojos bien abiertos. Nabi rió un poco al estar al frente del mayor, ella no entendía nada, pero la cara del alfa le resultaba graciosa.
—¿P-Puedo...? —dejó la pregunta en el aire y miró al omega, quien solo asintió, entonces, el alfa tomó con cuidado a la pequeña en sus brazos apegándose a ella.
Nabi miró con inseguridad al omega, no sabía porqué había dejado que el desconocido la cargara, Jimin solo sonrió tranquilo ante el rostro de la pequeña.
—Es tu abuelo Nabi —le dijo y la pequeña aún lo miró sin entender nada, bueno, no era como si lo fuera hacer, pero al ver la seguridad en el mayor supo que estaba bien.
—¿Abua-wa? —preguntó la niña y miró al mayor que la sostenía, parecía tener un rostro agradecido y los ojos brillantes, Nabi solo le sonrió mostrando sus pequeños dientes.
—A-Así es pequeña Nabi, soy tu abuelo —el mayor murmuró acariciando el cabello de la pequeña—. Tienes la hermosa sonrisa de tu abuela.
Jimin sonrió levemente y miró al alfa rubio, este le devolvió la mirada, no muy seguro. Pero, sentía que las cosas irían bien ahora en adelante.
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—¿De verdad tengo que aguantar a ese viejo dos veces al mes en mi casa? —Jungkook preguntó mientras conducía, Jimin solo rodó los ojos y miró a la pequeña durmiente en el asiento trasero.
—¿Quieres que él se la lleve a su casa? —el omega preguntó sabiendo la obvia respuesta, aún así, era divertido ver su reacción.
—¡Por supuesto que no! —exclamó el alfa girando en una calle, no le gustaba la idea de que ese alfa se fuera a meter en su casa, pero Jimin no lo dejaría en paz si no hacía algo para remediar las cosas.
—Allí será vigilado, además solo será un par de horas Kook, él quiere pasar tiempo con su nieta y no es un mal tipo, después de todo —Jimin razonó y Jungkook al final solo optó por suspirar.
Al final las demandas fueron canceladas, y habían llegado a un tipo de acuerdo, Jungkook no le dejaría la pequeña hasta no volver a confiar en el alfa, tendría que ir a su casa para que la pueda ver y quedarse allí hasta que se fuera.
—¡Te agredió, Jim! Si hubiera estado yo allí en ese momento le habría partido la cara —al fin habían llegado al hogar del alfa, Jungkook estacionó y abrió la puerta de su lado, Jimin también salió del auto y abrió la otra para sacar a la pequeña durmiente.
—Y no dudo de eso Kook, pero no me hizo nada grave, además él estaba enojado y frustrado por lo que había hecho su hija, estaba seguro de que no se la dejarías ver si te lo pedía por las buenas —el omega dijo mientras caminaba con la pequeña en sus brazos hacia la puerta principal, Jungkook abrió, pero no dejaría las cosas allí.
—Juro que... —se quedó a mitad de la oración cuando Jimin se puso de puntillas para darle un beso, fue una forma exitosa de hacerlo callar, después, el omega solo sonrió y caminó hacia el interior—. ¡Eso es trampa!
Exclamó el rubio cuando al fin se había espabilado, aunque, Jimin ya se encontraba dentro y acomodaba a la pequeña en su cuna, la arropó con su mantita y la meció levemente.
Jungkook esperaba a Jimin con los brazos cruzados, no lo dejaría ganar tan fácilmente, por eso, cuando este salió de la habitación, lo pegó a una pared y devoró sus labios con hambre.
Jimin jadeó con sorpresa, pero pronto se dejó llevar, abrió los labios levemente y Jungkook aprovechó para meter su lengua en la boca del menor. Se dio una pequeña batalla por el dominio, la cual el alfa ganó fácilmente.
Jungkook saboreó ese delicioso sabor de flores que tenía la cavidad bucal del omega, siempre hubo algunos roces, pequeñas tensiones entre ellos.
Algunos besos de piquito, pero nada más que eso, no han cruzado esa delgada línea de intimidad aún.
En parte porque el rubio no quiere apresurarse, y la otra parte era el miedo y la inseguridad de Jimin. Podía ser un jodido adulto, pero se sonrojaba como adolescente al pensar en la palabra pene.
—K-Kook~ —la voz del omega estaba distorsionada por el placer que estaba sintiendo en ese momento, era abrumador y su mente se nublaba cada vez más, daba algo de miedo sentirse así, era algo nuevo y no sabía cómo manejarlo.
Cuando el aire hizo falta, Jungkook se separó, ambos quedaron con las respiraciones agitadas, el rubio pegó su nariz en el cuello de Jimin, olfateando y aspirando. El menor no estaba mejor que el rubio, solo podía jadear por aire, sentía su rostro rojo y su vientre caliente, casi como si su celo estuviese empezando, pero no lo era, faltaba para este.
—Iré a preparar algo de comer —Jungkook usó todo su autocontrol para separarse e irse a la cocina, no podía hacer algo impulsivamente, menos con su pequeña al otro lado de la pared.
Jimin solo se quedó allí recostado en la pared, con el corazón a millón y su cuerpo entumecido.
Había sido el mejor beso que había tenido en toda su vida, tan caliente y abrumador.
Quería repetirlo.
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