Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Extra 4

TaeHyung buscaba entre la blanca nieve algo que pudiera completar la caza de ese día. Llevaba unas cuantas liebres que por fortuna no habían huido del frío clima, pero aún no sentía que fuera suficiente para calmar el hambre por al menos un mes. Había tratado de no alejarse tanto debido a su omega y su cachorro, sin embargo era difícil encontrar alimento.

Soltó el helado aire que viajo por sus pulmones y subió la bufanda que había cargado ese día. Con arco en mano, espero paciente por algún movimiento; apunto cuando creyó escuchar algo.

— ¡Hey! —De entre los árboles salió un hombre con la manos en alto y una sonrisa aterradora—. Ten cuidado con esa cosa.

— ¿Quién eres? —TaeHyung siguió su instinto el cual le gritaba que ese hombre no era de fiar— ¡Responde!

— Oye, solo vengo buscando comida como tú. —El hombre borro su sonrisa—. Así que no te resistas.

Antes de que el hombre tomara el cuchillo escondido en sus ropas y lo lanzará hacia Kim, este disparo la flecha atravesando su pecho. Cuando el hombre cayó muerto, pudo escuchar las voces de varios tipos acercándose; TaeHyung se escondió agradeciendo que la nieve cubriera su aroma, al menos la mayoría.

— ¡Carajo! —Los hombres observaron al mercenario desangrándose— ¡Busquen al miserable!

— ¡Señor! —De entre los árboles salió una chica con cabello amarrado en una colega baja y de ropas sucias. También era alfa—. Varios de nuestros hombres fueron asesinados en la manada anterior, pero encontraron una cabaña cerca de aquí.

TaeHyung apretó el arco lleno de terror; YoonGi.

— ¿Asesinados? Son unos inútiles.  —El hombre pateó la nieve molestó.

— Entraron a la manada Jeon. Tierra rebelde, señor. —Volvió a informar la chica. Todos ahí se miraron los unos a los otros; nadie entraba a la manada Jeon.

— Joder, ahora nos han condenado. —El mercenario, quien se veía era el líder, chasqueo—. Guía a los hombres a la cabaña y que tomen todo lo que haya. Tenemos que movernos y rápido.

— ¿Escucho eso? —Dijo uno de sus hombres.

El líder miro a su alrededor atento a cualquier movimiento. Una flecha lo lanzo al suelo atravesando su hombro. Sus hombres se pusieron a la defensa, pero la lluvia de flechas no paro.

☪️


— Tranquilo, bebé. —YoonGi no podía dejar de ver a su pequeño YooBin.

Era la mezcla perfecta entre TaeHyung y él. Apenas tenía 5 meses pero era sumamente hermoso; era inquieto y algo llorón, pero YoonGi se dio cuenta que su cachorro siempre se calmaba cuando su padre lo cargaba en brazos. Era exigente.

— Pronto llegará. —El chico se sentó despacio. Había dado a luz aunque no había sido nada fácil. Fue un embarazo delicado y un parto agotador; había perdido mucha sangre y su hijo casi muere asfixiado por el cordón umbilical. Gracias a que la curandera acudió a él con rapidez con un gran grupo de betas (omegas y alfas, sobre todo alfas, estaban prohibidos en un parto debido al alto índice de feromonas que estos desprenden. Podían alterar a la futura madre o al futuro padre), es como todo termino siendo solo el susto. JiMin y su madre le recomendaron algunas bebidas para la leche y los dolores, eran remedios que YeJi consumió e hizo consumir a su hijo después del parto. YoonGi estaba agradecido; su cuerpo generaba bastante leche para su hijo y los dolores aminoraban con cierta rapidez—. Sabes que papá es débil contigo, ¿Verdad? por eso quieres que siempre te cargue.

El bebé lo miraba con grandes ojos; idénticos a los de TaeHyung.

El omega siguió arrullando al bebé por largos minutos, paseándose de aquí para allá, viendo con adoración como YooBin cerraba sus ojitos.

— Descansa, cachorro. —YoonGi finalmente lo dejo en la pequeña cuna que él había fabricado. Aún no olvida el rostro sorprendido y maravillado de TaeHyung cuando se lo mostró.

Salió despacio apenas soportando el dolor en sus caderas; el frío ahora era su peor enemigo.

YoonGi se quedó parado en medio de la casa cuando escucho voces. Trato de capturar algún aroma, pero la nieve dificultaba las cosas. Las voces cada vez eran más fuertes. El omega se movió sigiloso y camino hasta una esquina donde tenían una escopeta; TaeHyung siempre se quejaba de ella ahora que tenían un cachorro en casa pero YoonGi siempre le decía que era por seguridad. Se alegraba tanto no ceder ante los berrinches de su alfa.

— ¡Inspeccionen el lugar! —La mujer que lideraba el pequeño grupo dio la orden para comenzar a recorrer la zona.

El omega se llevó la escopeta al pecho y espero con los sentidos alertas; no fallaría, él jamás lo hacía.

Escucho al grupo de personas caminar alrededor de la casa, tal vez eran unas 5 o 6, sus aromas aún eran difíciles de percibir, pero YoonGi sabía que eran alfas ya que las manadas vecinas jamás permitirían que sus omegas vagaran por zonas muy alejadas del territorio al que pertenecían. Los golpes en la puerta tratando de abrirla fueron la señal para el omega; se puso en posición.

YoonGi no contó con el repentino llanto de su bebé.

— ¡Hay alguien adentro! —Informaron.

El disparo de la escopeta puso en alerta a los mercenarios. Cuando fueron a ver, el tipo que antes se esforzaba por entrar tenía el rostro destrozado por la bala.

— ¡Maten al mal nacido! —Dio la orden la alfa que lideraba.

El llanto del bebé siguió junto con varias detonaciones.

☪️


JiMin pudo percibir el aroma a sangre. En su forma humana era difícil guiarse por el sentido del olfato, como lobo era demasiado simple. Su cuerpo comenzaba a agotarse; había olvidado su estado y por un momento dudo en ir solo;  después se dijo que no podía dejar a YoonGi y a su familia a la deriva. Siguió corriendo, buscando llegar antes pero varias detonaciones lo confundieron; sus orejas eran muy sensibles.

Gruño antes de obligarse a seguir y cuando estuvo lo suficiente cerca, aulló llamando a su alfa, guiándolo a él.

☪️


Los mercenarios escucharon el aullido de un lobo; de inmediato recordaron al demonio blanco de la manada Jeon.

— ¡Mierda! —Uno de ellos que estaba escondido entre los árboles tembló. Recordó lo que se decía de la tierra de los rebeldes, sobre un gran demonio cuidando las entradas. Jamás creyó que fuera cierto.

De la casa salieron sus compañeros con el omega siendo arrastrado. Era un dolor de culo, pero finalmente habían logrado capturarlo.

— Maten al cachorro y llevémonos al omega. —La mujer alzó el rostro de YoonGi. Era hermoso.

— Por favor... —El omega de TaeHyung se trago el orgullo—, no lastimen a mi bebé.

— Me importa una mierda. — La alfa rio.

— ¡Señora! —El hombre que estaba escondido entre los árboles corrió hasta ellos con el rostro pálido— ¡Tenemos que irnos! ¡Tenemos que..!

Los mercenarios vieron con repentino miedo como el hombre era alcanzado por un lobo blanco. Pronto los gritos fueron un silencio aterrador.

— Disparen —La alfa alzó la escopeta— ¡Disparen maldita sea!

Gracias al blanco de la nieve que cubría todo el lugar, JiMin pudo correr y  utilizarlo como camuflaje tomando por sorpresa a los hombres y matando a casi todo el grupo. Retrocedió cuando uno de los disparos casi le dio.

— No sé que tipo de pacto demoníaco tengan... —La mujer tomo a YoonGi del cabello y lo apunto con la arma—, pero no pienses que te tengo miedo.

JiMin mostró sus dientes furioso. Solo faltaba ella.

YoonGi se mantenía lo más calmado que podía; el llanto de YooBin comenzaba a alterar su parte animal. Solo quería llegar a su cachorro y calmar su miedo.

— Voy a matarte y me llevaré al omega. —La mujer sonrió sádica—. El cachorro seguramente morirá en algunos días.

YoonGi se removió logrando soltarse. Trato de tomar la escopeta pero el dolor en su cuerpo le jugaron en contra. Cayó gritando de dolor cuando la bala rozo su muslo. JiMin quiso aprovechar el momento y lanzarse pero la mujer era rápida y apunto con la escopeta.

Una flecha le atravesó el pecho y una más la cabeza.

— ¡OMEGA! —TaeHyung , con la ropa llena de sangre, llegó hasta YoonGi y miro asustado la herida en su muslo— ¡Omega, por la Diosa Luna, perdóname, no debí alejarme!

— YooBin... —YoonGi apretó los dientes ante el intenso ardor—. Ve por nuestro... Cachorro... Ve rápido...

El alfa miro al lobo blanco; su relación con JiMin, JungKook y con la manada Jeon en general no era la mejor, pero tenía que confiar. Soltó el arco y corrió hacia la pequeña cabaña, buscando de dónde provenía el llanto de su hijo.

— ¡YooBin! —TaeHyung miro con miedo la cara roja de su bebé—. Papá está aquí, cachorro. Papá va a protegerte, te lo juro.

Envolvió al cachorro en sábanas y dejo escapar sus feromonas pesadas y fuertes para tratar de calmar al bebé. Al salir, pudo ver a varias personas acercarse de nuevo a la zona.

Todos con ropas sucias y armas en las manos.

— ¡YoonGi! —TaeHyung se sentía perdido. Estaban rodeados.

El lobo blanco se puso en defensa, enfrente de el omega de Kim; tenía la mirada decidida y feroz.

Un aullido mucho más escalofriante paralizó a todos excepto a JiMin; era su alfa. Era JungKook.

Varios de los mercenarios fueron cayendo unos con otros debido a flechas y disparos de parte de la manada Jeon. Los que lograban escapar gritaban asustados al ver un enorme lobo negro que comenzaba a darles caza. Nadie había visto una bestia como esa.

— ¡YoonGi! —Hoseok llegó hasta el omega herido—. Tenemos que llevarte con la curandera.

— Mi bebé... —El omega estaba por cerrar los ojos—, TaeHyung...

— Están bien. —Hoseok miro a lo lejos al alfa de su amigo pidiéndole permiso para cargarlo. Vio a TaeHyung asentir con los ojos llenos de lágrimas y el cachorro en brazos—. Estará bien, Kim. Te lo prometo. —Tomo a YoonGi entre brazos para llevarlo al carruaje, pero el hocico de JiMin lo tomo de la ropa y señaló su lomo—. Oh, no, JiMin...

El lobo insistió sin soltarlo.

Lo último que vio TaeHyung fue a JiMin cargando a YoonGi y a HoSeok en su lomo antes de adentrarse al frío bosque.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro