Extra 2
— ¡Es un alfa!
JiMin miraba a emocionado a su pareja. JungKook le sonrió contento; sabía que JiMin guardaba un pequeño temor por la casta de su hijo debido a pensamientos que aún persistían en él. Pero Jeon no lo culpaba, su omega había vivido gran parte de su vida bajo una educación rigurosa donde la casta era el posicionamiento en una manada. Incluso sus suegros aún se encontraban corrigiendo varias acciones que acostumbraron en un antaño.
JungKook había crecido en un ambiente lleno de amor, de comprensión y de una ideología más amplia y liberal. Jamás convivio con omegas pero su padre y su madre nunca los desacreditaron, más bien, después del complicado embarazo que tuvo su madre, el cual por cierto, distaba de ser algo normal entre castas alfas, su madre aprendió a tenerles una gran admiración por el complicado labor de parto. En ese entonces, su madre expreso con diversión el miedo de quedar embarazada de nuevo pues no se sentía capaz de dar a luz de nuevo como lo haría un omega, razón siguiente para que JungKook fuera hijo único.
Además, con el tiempo, JungKook se dio cuenta que los omegas eran criaturas fuertes y hábiles, tanto o más que un alfa. Jamás los desestimó ni los creyó débiles. En medio de la guerra que se llegó a desatar entre manadas y él, se enfrentó a omegas feroces y llenos de agallas. Un solo omega tenía la valentía que le faltaba a un grupo de alfas.
— ¡Soy alfa! —Su bebé corrió de aquí para allá tan inquieto como era. JiMin brincaba a la par de su pequeño ante la atenta mirada de JungKook— ¡Ser alfa es bueno!
JungKook rio. Byeol podía ser su copia exacta pero tenía una actitud tan espontánea y tierna como su omega.
— Byeol, ven un momento. —JungKook se sentó en el gran suelo cubierto de pasto. Su cachorro de inmediato obedeció. Miro a su omega esperando que también se acercará. JiMin de inmediato tomo lugar con su hijo y su alfa—. Cachorro, ser alfa es bueno, muy bueno, pero ser omega es igual de importante.
JiMin miro a su pareja.
— ¿Ser omega? —Su cachorro lo miro con grandes ojos curiosos— ¿Por qué, papi?
— Por que ser valiente y fuerte no depende de lo que seas. — JungKook le sonrió a su bebé— ¿Eres amable, Byeol?
— ¡Lo soy, papi! ¿Verdad, mami?
— Si, mi amor, lo eres. —JiMin beso la mejilla de su bebé.
— ¿Eres un buen niño? —Volvió a preguntar JungKook.
— ¡Sí, papi!
— ¿Y quién te enseño a ser tan buen niño? —Pregunto por última vez Jeon.
— ¡Papi y mami! —Contesto alegre Byeol.
— No porque seas un alfa es que eres un buen niño, es porque mamá y papá te lo han enseñado.. — JungKook abrazo a su pequeña familia—. Omegas y alfas somos un equipo. Tu mamá es perfecto, es bonito, es amable, valiente y muy fuerte.
— ¡Tú también eres muy fuerte! —Añadió el cachorro con torpeza sin aún pronunciar muy bien la r.
— Lo soy. —Jeon miro con amor a su pareja—. Pero mami lo es aún más. Mami es el héroe de papi.
JiMin le sonrió avergonzado y lleno de gozo. JungKook siempre lo hacía sentir especial y sobresaliente.
— ¡También el mío, papi! —Byeol abrazo a JiMin y le mostró una sonrisa grande y tierna—. Mami me cuida mucho, siempre me dice que me ama y huele muy bonito!
— Ser omega o ser alfa es bueno, Byeol. —JungKook beso la frente de su hijo y los labios de JiMin—. Ambos sin igual de importantes.
Byeol asintió con una sonrisa, feliz de tener a su papá y a su mamá abrazándolo y dándole calor.
☪️
JiMin miraba con cariño como su alfa y su hijo jugaban en su forma animal, brincando de un lado para otro, corriendo y aullando.
— Byeol será un gran alfa. —Yeji lo abrazo antes de ver a su nieto—. La Diosa Luna nos ha bendecido con este regalo. ¿Cómo lo tomo JungKook?
JiMin sonrió feliz.
— JungKook dijo que no importaba. —El omega miro a Jeon—. Byeol es un buen niño y será una gran persona. Omega o alfa, no importa, mi bebé será fuerte y valiente.
La mujer sonrió conmovida. A veces olvidaba que JungKook tenía otros pensamientos e ideologías. La manada Jeon no era como las otras; aquí había alfas cuidando el hogar y omegas combatiendo con lealtad al lado de su líder cuando se requería la ocasión.
— Me alegra tanto verte tan feliz, cachorro. —YeJi miro al alfa de su hijo—. Estoy aliviada de que tengas una vida tan plena y tranquila.
JiMin asintió con una sonrisa.
— Mamá, quiero ir con la curandera. —Recordó el omega—. Necesito que me confirme algo que ya sospecho.
— ¿Te sientes mal, cachorro?
— No es eso, en realidad... —JiMin se cubrió la sonrisa en su rostro—, es algo muy bueno.
Esa misma tarde, JungKook no dejaba de olisquear el cuello de su omega. Su aroma era más dulce y con un ligero olor a leche.
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