El carruaje con JiMin entro finalmente a la manada Kim. El camino había sido largo y tedioso, dónde su omega no dejaba de pedir a su alfa en medio de lloriqueos y lamentos desgarradores. Las mujeres solo fueron indiferentes a su dolor.

¿Cómo podía existir personas tan malas?

— ¡TRAIDOR! —Se escucho fuera del carruaje.

— ¡ES EL MISMO DEMONIO!

— ¡MATENLO!

— ¡QUEMENLO VIVO!

JiMin se encogió en su lugar cuando el carruaje fue golpeado con piedras. La gente fuera se escuchaba molesta, gritaban maldiciones y no paraban de desearle la muerte. El omega se abrazo sollozando; no entendía que había hecho para recibir tal desprecio.

— ¡HAN LLEGADO! —Dijo una voz desconocida antes de escuchar como la puerta de la gran casa era abierta.

Varios aromas golpearon de lleno la nariz sensible de JiMin. Las náuseas lo invadieron y pronto se vio en la necesidad de vomitar: en la manada Kim los alfa no escondían sus aromas, siempre buscaban imponer autoridad haciendo saber su casta y rango. Era asqueroso.

Fuera del carruaje, Lisa y Jennie esperaban al líder Min.

— ¿Lo han traído? —Fue lo primero que pregunto el hombre tan solo al verlas.

— ¿Por qué estaría aquí entonces? —Jennie gruñó. Estaba de mal humor, la herida no dejaba de escocerle.

— Ten cuidado con como me hablas. —Min le gruñó a la chica.

— Ya, ya, ¿tienes nuestro dinero? —Lalisa bajo del carruaje y se paró enfrente del Alfa.

— No te lo daré hasta que vea al omega.

— Yo no te dejare ver al omega si no me das el dinero. —Lisa se cruzó de brazos.

— Oye, no me...

— Será mejor que no me canses, anciano. — La rubia dejo su postura aburrida para mostrar una más intimidante—. Ten en cuenta que invadí territorio rebelde y salí de ahí ilesa. No te gustará saber mi método.

El hombre tragó saliva asustado. Fingiendo valentía, miro a uno de sus hombres y asintió; de inmediato este le entrego tres bolsas llenas de monedas de oro.

— El líder Kim agrego una bolsa más. —Hizo saber el líder Min.

Lisa tomo la bolsa con una gran sonrisa.

— El omega está en el carruaje. — La rubia pareció recordar algo—. Jennie necesita un curandero. Que la atiendan rápido, ya no soporto su mal humor.

Y sin más se adentro a la gran casa de Kim TaeHyung.

El líder Min le indico a sus hombres que abrieran el carruaje. Cuando se asomo vio a JiMin en posición fetal, sollozando y suplicando por Jeon.

— Al líder Kim le dará mucho gusto, verte.

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Cuando JiMin fue dejado enfrente de TaeHyung no espero que este lo recibiera con una abrazo, marcándolo con su aroma y llorando.

— Oh, JiMin. —El alfa subió sus manos al rostro de JiMin para sostenerlo con fuerza y evitar que el omega siguiera escapando de su agarre—. No puedo perdonarte el que me hayas traicionado.

JiMin lo miro sin decir nada. TaeHyung parecía ser otra persona. No quedaba nada del hombre que lo llevo consigo al templo.

— Pero no pienso matarte. —Kim le sonrió mientras acariciaba su rostro—. Vamos a retomar lo que dejamos inconcluso, omega.

— TaeHyung... —JiMim sollozo.

— Me lo debes. Por tu culpa mi padre fue asesinado, por culpa tuya mi territorio pereció. JiMin la gente de aquí te odia y la única manera de que no te maten es enlazándote conmigo. —El Alfa no dejaba de acariciar su rostro—. Estoy siendo benevolente contigo.

— ¿Acaso eres idiota? —Lisa llegó con comida en mano—. Jeon JungKook vendrá por él. Ahora más que nunca estará aquí.

— Estoy preparado para ello. —TaeHyung la miro con irritación.

— Alfa tonto. —Lalisa apunto el vientre de JiMin—. Esta gestando al cachorro de Jeon.

JiMin se puso a la defensiva cuando Kim lo miro con frialdad. Los ojos del alfa se detuvieron en su vientre; JiMin le gruño.

— No vas a tocar a mi cachorro. —Los ojos de JiMin tenían pequeños destellos azul, apenas visible.

— Escúchame bien, omega. —TaeHyung dejo de lado su fachada de hombre dolido para tomarlo del cabello—. Mataré a tu alfa, te sacará a ese cachorro y te obligare a aceptarme. —Kim le mostró los colmillos intimidando momentáneamente a JiMin—. Tómalo como un castigo por todo lo que has ocasionado con mi gente y a mí. Llévenlo a las celdas.

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SooHyun se arrodilló con YeJi a su lado. El templo estaba lleno de personas de la manada Jeon. Todos hacían oraciones pidiendo por el bien del omega Park y por el pronto regreso de su líder y los hombres que lo acompañaban.

— Diosa Luna, me has despertado con el propósito de no dejar solos a mi alfa y a mi cachorro. —YeJi soltó un sollozo. Apenas era capaz de permanecer arrodillada con la ayuda de su alfa. Estaba débil y aún no tenía las cosas claras; acababa de despertar—. Por favor, déjame tener entre mis brazos a mi cachorro. No permitas que algo malo le suceda. JiMin es uno de tus hijos más devotos y buenos. Su corazón es inmenso.

SooHyun la abrazo consolándola.

— Perdona al líder Jeon por lo que se avecina. —El alfa miro el lugar donde le mostraban respeto a la Diosa—. No lo juzgues por querer recuperar a su omega.

La gente volvió a implorar en conjunto. Lo harían todo el día, toda la noche. La manada Jeon junto sus voces para ser escuchados.

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— Mi señor, los hombres que vigilaban a kilómetros de la manada Jeon fueron asesinados. —Uno de los alfa de la manada Kim venía con el rostro pálido—. No tenemos muchos detalles, pero parece que el líder Jeon viene en camino.

— Pongan dos guardias más. No permitan que pise el territorio del líder Kim. —Dio la orden el viejo alfa.

— ¿Y que sucede con tu territorio? —Lisa le pregunto con una sonrisa burda— ¿Crees que no lo atacará?

— Mis hombres llevan el emblema de Kim. No sabrá que la manada Min está detrás de esto. Además lo mataremos mucho antes de que se le ocurra llegar.  —Aseguro el alfa.

— ¿Por qué hacer todo esto? —La Alfa estaba curiosa—. ¿Que te ofreció Kim?

— Esto es más un asunto personal. —Min miro al frente—. Jeon se llevó a mi hijo llenándole la cabeza de estupideces.

El líder Min casi pierde a su manada por el ataque de los rebeldes. En ese entonces muchos trataron de derrocar a Jeon, él entre tantos, sin imaginar que ese hombre era el mismísimo demonio. El ataque de Jeon había llegado mucho antes de que logrará enlazar a su hijo con el alfa de una manada fuerte y numerosa. Tardaron en levantarse del duro golpe y ahora sin un hijo al cual prometer para hacer alianzas todo se torno más difícil.

Min pensaba que ahora con la ayuda de Kim TaeHyung podría vengarse de Jeon.

— Sí logra sobrepasar a tus hombres, que estoy segura así será —La rubia le dio una sonrisa confiada al líder Min— me enfrentare a él y lo mataré.

El viejo Alfa la miro con molestia.

— No te pagaremos por ello.

— Lo hago más por diversión personal. —Lisa se encogió de hombros—. Jeon JungKook parece una persona entretenida.

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JiMin vómito por tercera vez. El aroma en las celdas era asqueroso y los guardias no hacían nada por ocultar sus feromonas.

— Estoy seguro que papá vendrá. —JiMin lloraba asustado. Aún podía escuchar el grito de la gente; aún no podía creer que las personas que lo vieron crecer, la manada en la que se crío, le deseara la muerte.

Se negaba a creer que hizo algo mal. TaeHyung lo culpaba de la muerte y la miseria de la manada, pero JiMin era inocente. El antiguo líder Kim había atacado a la manada Jeon primero, había saqueado, violado y robado. Por otro lado, la gente de la manada Kim estaba tan cegada que no se daban cuenta que vivían en la miseria, que sus hijos omegas no estaban seguros aquí.

JiMin quiso creer que nada de esto era culpa suya.

— ¡Ya deja de llorar, omega estúpido! —Uno de los Alfas que cuidaba la celda golpeó está espantando a Park—. Han tenido misericordia contigo. Un traidor y malagradecido. —El tipo no dejaba de mirarlo con asco— ¿Sabes cuantos omegas se ofrecieron para tu búsqueda? ¿Sabes lo mal que estamos debido a ti?

— No, yo no hice nada malo. —JiMim se tapo las orejas.

— Eres un mal augurio para nuestra manada. —El hombre escupió dentro de la celda—. Deberían echarte a las bestias salvajes del bosque como lo hicieron con tus padres.

JiMin lo observó con rabia y disgusto.

El destello en sus ojos hizo retroceder al alfa y alzar la escopeta.

JiMin desvío la mirada. Se sentía extraño, más sensible, más volátil. Quiso llenar de aire sus pulmones, pero todo apestaba a alfa. Acaricio su vientre con la mano izquierda y con la derecha sostuvo el dije de Luna en su pecho mientras le repetía  varias veces a su cachorro que JungKook vendría por ellos.

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¡Falta tan poco para el final!

Pequeño anuncio; acabo de publicar un pequeño Oneshot. Nada especial. Espero le den la oportunidad y les guste ♥️