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Capítulo 12

La música y las risas se mezclaban con la preciosa noche.

JiMin recibía con una gran sonrisa las felicitaciones y buenos deseos de la gente de JungKook; en su vida recordaba otro cumpleaños como este. Se sentía eufórico, se sentía feliz, se sentía libre.

Se unió a las personas que bailaban en el centro rodeando una gran fogata mientras cantaban con alegría y diversión. JiMin soltaba grandes carcajadas y alzaba la voz en medio de los cantos.

Se sentía sumamente dichoso.

Miro a la gente comer de los ciervos que JungKook había cazado y se sentía orgulloso de la pareja que tenía. Por inercia, sus ojos se detuvieron en Jeon. Este lo miraba desde lo lejos con una sonrisa en los labios. Su alfa era atractivo, alto y con una energía masculina difícil de ignorar. Desprendía testosterona haciéndolo irresistible para cualquiera.

Se tomó el atrevimiento de coquetear con miradas juguetonas, con movimientos suaves y seductores, con sonrisas atrevidas y sugerentes; en menos de dos minutos ya tenía a Jeon JungKook pegado a su cintura y cubriéndolo con su gran cuerpo.

— Omega descarado. —El alfa llevo su nariz a su cuello y aspiro su aroma—. Me encantas, pero muero de celos pensando que alguien más te ve.

Entonces muérdeme. Pero JiMin no lo dijo solo lo beso.

El tema de la marca no se había tocado entre ellos, y aunque al inicio JiMin no había insistido en ello, ahora estaba curioso por las razones de JungKook; muchas veces se negó en pensar que el alfa ya no lo quería o que simplemente no lo deseaba, pero era absurdo. JungKook todos los días le demostraba que lo adoraba, que era todo para él y que lo deseaba tanto como el a JungKook.

Aunque siempre paraba antes de llegar más lejos. JiMin no entendía a qué se debía.

— Gracias por todo esto. — El omega se abrazo al cuerpo del alfa—. Jamás había sido tan feliz en mi vida.

— Todo sea por verte sonreír, omega. —JungKook lo beso una vez más. Extendió su mano y lo invito a bailar con él.

Ambos solo eran risas y juegos.

☪️

La noche estaba llegando en su momento culminante. Varias familias se encontraban dentro de sus casas buscando el lugar más cómodo para ver la luna hasta el amanecer. Creaban nidos en dónde las palabras y los gestos de cariño reinaban.

Le llamaban crear conexión con la Diosa Luna, abrir sus corazones y que esta escuchará a sus creaciones.

— Ven. —JungKook guío a JiMin al interior de su hogar. Sacaron las pieles; la de oso de JiMin y la de lobo de JungKook además de algunas mantas y almohadas que Jeon había fabricado.

Ambos se sumergieron en lo profundo del bosque. JiMin sostenía con fuerza la mano de JungKook dejando que este lo guiara en la oscuridad. No tenía miedo, sabía que con su alfa a su lado no había nada que temer. Después de algunos cortos minutos el omega observo un punto en donde la luz de la luna iluminaba el lugar volviéndolo un hermoso escenario.

— JungKook...

— Siempre me ha gustado esta zona. Es calmada y está lejos de todo. El sol suele iluminarlo todo, igual que la luna. —El alfa puso las pieles, las mantas y las almohadas—. ¿Me acompañaras a verla?

JiMin sonrió grande achicando sus ojos y sin más se dirigió al alfa, acostándose a su lado y disfrutando del calor que JungKook le brindaba.

— Kook, ¿no tomarán represalias hacia ti por invadir el territorio de TaeHyung? —Pregunto el omega. Hace días le carcomía la ansiedad. Habían sido días tranquilos, demasiado felices, que le daban una mala espina.

— No pueden hacerlo. —JungKook acaricio la mejilla de JiMin-. Antes de atacar el territorio de los Kim hablé con los ancianos de las manadas centrales.

— ¿Pediste permiso?

— No necesito permiso de esos ancianos. —JungKook sonrió ególatra—. Fui a advertirles.

— ¿Qué?

— Que si alguno de ellos intervenía lo tomaría como una declaración de guerra hacía mí. —El alfa beso la frente de su omega—. El que ahora tengas mi corazón en tus manos no cambia el monstruo que soy para las demás manadas. Mataría sin dudarlo, no me causaría ningún remordimiento terminar con las manadas vecinas así sea por capricho, pero tú JiMin, tú eres lo único que me hace humano, que me hace amar, que me hace querer ser mejor persona.

— JungKook, tienes amigos aquí, personas que te estiman y te quieren por brindarles una mejor vida.

— Pero no acabaría con el mundo por ellos. —El alfa le mostró una sonrisa amorosa.

Park tomo los labios del alfa con fiereza, adentrando su lengua en la boca de Jeon, tentándolo a regresarle el beso con la misma intensidad. JungKook lo tomo de la cintura y lo pego a su cuerpo lo más que se podía en el nido improvisado.

JiMin abrió los ojos viendo fascinado las expresiones de su Alfa. JungKook estaba perdido en JiMin, abriendo la boca para capturar los labios gruesos y pomposos de su Omega.

— Omega, eres tan hermoso...

— Hazme tuyo. —Park bajo sus manos a la cintura del alfa-. JungKook, muérdeme, reclama lo que te pertenece.

— Pero...

— ¿No me deseas? —JiMin lo miro con ojos dolidos— ¿No soy lo suficiente atractivo para ti, alfa?

— Esas son tonterías, JiMin. —El alfa tomo el rostro del chico—. Te deseo, mierda, te deseo tanto, tan mal, quisiera abrirte las piernas nada más al verte llegar, hundirme hasta el fondo en ti, hacerte gritar y llorar, quisiera tomarte de todas las maneras posibles y reclamarte como mío, no una, sino varias veces, pero...

— ¿Pero? —Los ojos del omega estaban oscurecidos por el deseo. Deseaba, por la Diosa Luna sino, que lo tomara como tanto decía.

— No quiero lastimarte. —JungKook junto sus frentes—. JiMin, tú... Tú eres lo más preciado que tengo en la vida. Jamás tuve algo tan hermoso y único. Me aterra lastimarte, me aterra asustarte y yo... No soportaría perderte.

— Alfa... —JiMin uso un tono bajo y seductor, metiendo sus manos por la tela de la ropa y tocando directamente la espalda fuerte y caliente—, yo quiero tenerte entre mis piernas, quiero sentir tus colmillos en mi cuello —Jungkook cerro los ojos dejando que sus feromonas evidenciaran lo excitado que estaba— quiero que te hundas en mí tanto como quieras... —El omega lo miro y sonrió dando el tiro de gracia— quiero sentir tu polla partiéndome en dos.

— Maldición, Omega —JungKook se levantó y se puso encima del chico quedando en medio de sus piernas— no digas que no te lo advertí.

JiMin sonrió mostrando sus dientes y cerrando sus ojos antes de ser besado con fiereza. Las manos de JungKook sostuvieron sus caderas y pegaron su entrepierna con el pene ya despierto del chico. El omega soltó un suspiro.

— Mi pobre alfa, te has retenido demasiado. — Park sonrió seductor. Sabía lo que hacía—. Úsame, JungKookie.

Jeon se quitó la ropa con rapidez para después continuar con la de JiMin. Cuando estuvieron desnudos, JungKook se dedicó a admirar el cuerpo de su omega. Su pene vibro al ver lo precioso que era. Su piel blanca era el lienzo perfecto para todas las marcas que quería hacerle.

— Mi precioso omega. —JungKook bajo su boca al cuello de JiMin, beso con cariño, subiendo poco a poco, mordiendo la piel de la barbilla sacándole jadeos a Park—. Te voy a follar tan bien; estarás muy satisfecho, omega.

Mordió la oreja derecha del chico, tratando de ir lento, pero JiMin tenía otros planes. Sus manos acariciaron la espalda musculosa del alfa, sintiendo seguramente cicatrices de enfrentamientos anteriores, JiMin le preguntaría después. Bajo dejando caricias que hacían arder la piel de JungKook.

— Omega descarado. —Jeon sonrió divertido al sentir las pequeñas manos de JiMin en sus nalgas. Jadeo cuando su trasero fue amasado.

— Tuyo, JungKook. —JiMin soltó un gemido sorprendido al sentir como Jeon restregaba su pene con el suyo, moviendo su cadera de manera hipnótica.

Los músculos de la espalda del alfa se tensaban cada que recibía descargas eléctricas. Beso los labios de su omega, bajo a su cuello y comenzó a succionar buscando los puntos más sensibles; escucho el gritito de JiMin cuando sus labios rozaron su glándula omega.

— Hueles tan bien, JiMin. —Se acostó a un lado del omega, abrió sus piernas y su mano derecha acaricio el pene erecto de su chico—. Estás tan desesperado porque te folle.

— Sí, alfa... —JiMin dejó caer su cabeza hacia atrás. JungKook no dejaba de masturbarlo rápido e intenso.

— Quieres comerte mi polla. —El alfa bajo sus dedos a la entrada del omega. Jadeo cuando sintió el líquido viscoso chorrear—. Diosa Luna...

— JungKook. —JiMin tomo el rostro del líder de los rebeldes y beso sus labios desesperado. Calló los gemidos que salían de su boca cuando un dedo entro en él. Era grande, Diosa, se sentía tan bien. Si así se sentía un solo dígito, ¿cómo se sentiría su pene?

— JiMin... Jodida mierda... —Jeon jadeo al sentir la pequeña mano de su pareja en su pene— ¡Ah!

JiMin lo acaricio sin dudas, mirando fijamente el rostro de JungKook para saber que era lo que le gustaba. Cuando froto cerca del glande lo sintió tensarse.

— Maldición, omega... —JungKook lo beso al mismo tiempo que metió otro dedo.

— Imagino mi lengua aquí. —Park susurro al mismo tiempo que pasaba su dedo de nuevo por el glande rojo y expulsando pre semen. Escucho el gruñido de su alfa y algo en él se encendió—. Imagina lo bien que se sentirá, alfa. Te dejaría follar mi boca.

— Omega... —JungKook metió un tercer dedo de golpe callando a JiMin al instante—, eres tan jodidamente perfecto.

Jeon abrió sus dedos buscando estirar al omega. Beso su cuello, rozando en varias ocasiones sus dientes con la glándula de aroma, sintiendo a JiMin tensarse.

— JungKook, mételo. —El rostro sonrojado de JiMin era casi un pecado presenciar. Sus labios rellenos y hermosos estaban hinchados y rojos, sus mejillas se pintaban de un bonito color rosa y sus ojos miraban a JungKook con tanto deseo.

El líder se situó en las piernas del omega, las abrió y se fue adentrando en él. Soltó un largo gruñido al sentir como su pene era apretado y envuelto por el interior caliente y resbaladizo.

— ¡Ah! ¡JungKook! —JiMin se aferró a la espalda del alfa dejando que algunas lágrimas escaparan de sus ojos- Diosa...

— Está bien, omega, lo siento. —JungKook beso las mejillas de su pareja, buscando aminorar la incomodidad— ¿Duele mucho?

— Solo... Solo quedémonos así un momento. —JiMin se dejó mimar, también besando al alfa. Sabía que Jeon se estaba conteniendo, lo podía ver en los músculos tensos de sus brazos, su rostro sonrojado y cejas fruncidas.

Luego de los minutos más largos de toda la vida de JungKook, las caderas de JiMin comenzaron a moverse. Fue la señal que necesito para comenzar a penetrar.

— ¡Joder, tu culo es asombroso! —Jeon tomo la cintura del omega y comenzó a menearse más rápido— ¡Me tragas tan bien!

— ¡Ah! —El omega bajo la mirada viendo como el pene de JungKook estiraba su entrada, invadía su cuerpo, lo obligaba a acoplarse a su tamaño— ¡Ah! ¡JungKook, más!

El líder obedeció, con ambas manos tomo la cintura de Park y comenzó a manipularlo a su antojo. Empujó varias veces, con rudeza, con rapidez, admirando las muecas de su omega, como los ojos de este parecían idos por el placer. Gruño sintiendo su mandíbula picar.

En un rápido movimiento, salió del omega, le dio la vuelta y volvió a penetrarlo de una sola estocada.

— ¡Mgh! —JiMin se aferró a las pieles debajo de ellos— ¡Alfa, así!

JiMin levanto el trasero, dejando que JungKook separara sus nalgas y viera el sucio espectáculo.

— Sí te pudieras ver... —JungKook sonrió excitado—. Casi no puedo sacar mi polla por la manera en que me succionas.

— ¡JungKook! ¡Ah!

— ¿Quieres que me corra dentro? —Jeon pego su pecho a la espalda del omega, cubriendo con su cuerpo grande el menudo de JiMin—. Omega, quiero que cargues a mis cachorros.

— ¡Sí, alfa!

— Imagina lo bonito que te verás, omega. —JungKook bajo su mano al pene hinchado de JiMin—. Cachorros tan lindos como tú.

— ¡Ah! —JiMin abrió más las piernas, sintiendo el calor subir al tener el cuerpo de JungKook encima— ¡Alfa, por favor!

— Tan dócil... —JungKook beso la glándula de aroma—, tan bonito... Tan mío.

— Alfa... ¡Mgh! —JiMin comenzó a balbucear cuando JungKook tocó algo en su interior que lo hizo dejar de pensar— ¡JungKookie!

— ¡Carajo! —JungKook lamió y succionó la zona irritándola. Su pelvis chocaba con las nalgas del omega causando un sonido morboso.

JiMin no dejaba de gemir el nombre del alfa, temblando ante los pequeños espasmos de placer que sacudían su cuerpo avisándole del inminente orgasmo.

— ¡Ah! —JiMin escondió su cara en las pieles cuando sintió los dientes de JungKook traspasar su piel. El orgasmo lo golpeó con fuerza dejándolo tembloroso y débil.

— ¡JiMin! —JungKook casi deja caer su cuerpo cuando sus dientes perforaron la glándula. Su pene se hincho ante el exceso de calor y jadeo al darse cuenta que no dejaba de eyacular— ¡Mierda, JiMin!

El Omega alzó la cabeza. Su vientre se sentía lleno, su entrada estirada y su cuerpo aún pasaba por pequeños espasmos. Segundos después la lengua de JungKook lamió la herida, relajándolo.

Sonrió en medio de las lágrimas; sentía la conexión con su alfa. La euforia en su pecho era la unión entre él y JungKook.

— Te amo, JiMin. —Jeon dejo su frente en el cuello de su omega—. Te amo.

— Yo también te amo. —Park dejo escapar una risa feliz-. Diosa Luna, cuánto te amo.

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