Capítulo 11
— El difunto líder Kim entro a territorio rebelde sin la autorización ni apoyo de las manadas. —El líder de la manada Lee miro a los otros ancianos—. Nosotros no autorizamos el saqueo, la violencia y la toma de omegas del lugar.
TaeHyung hacia una reverencia mirando el suelo; su mandíbula se mantenía tensa y sus puños fuertemente cerrados mientras escuchaba al trío de alfas que formaban parte del consejo.
— Las manadas llegamos a un acuerdo con Jeon JungKook. No atacaremos ni robaremos en su territorio; preservamos la paz alejándonos de sus tierras y respetando los límites. —El líder de la manada Jung miro con pena al nuevo líder de la manada Kim—. Tu padre rompió ese acuerdo.
— Por ende y siendo neutral en la situación… — El líder de la manada Kang lo miro indiferente—, no podemos ordenar un ataque en represalia a las acciones del líder Jeon.
TaeHyung miro a los grandes líderes con rabia destilando de su cuerpo.
— ¿Entonces la muerte de mi padre quedará impune?
— La muerte de tu padre la causo él mismo. —El líder Kang aclaro—. Mira a tu alrededor chico, llevamos años sin este tipo de percance porque sabemos lo que Jeon puede hacer. Se les advirtió a las manadas; las historias que se cuentan no son solamente para espantar a los cachorros y mandarlos a dormir.
— Lo que Kang quiere decir —Intervino el líder Lee mirando mal al líder Kang— es que atacar territorio rebelde es sentenciarnos a muerte. Tampoco tenemos un motivo. Tu padre dio una declaración de guerra, Jeon JungKook solo le dio una respuesta.
TaeHyung volteo el rostro con una sonrisa llena de rabia.
— Líder Kim. —El líder Jung se levantó y caminó hasta el alfa—. Tu padre actuó de manera impulsiva, pudo condenar a toda tu manada desde la primera invasión. Jeon, aunque no lo creas, fue benevolente. Piénsalo, hijo. Piensa lo que es mejor para tu manada.
TaeHyung dio media vuelta y salió del lugar.
— Líder Kang, me parece que fue bastante grosero con el chico. —Jung regañó.
— Tonterías. Las acciones de su padre fueron las que trajeron su muerte, ¿qué es lo que quiere de nosotros? ¿Qué condenemos a nuestras manadas por las estupideces del antiguo líder Kim? —El anciano alfa negó—. El antiguo líder Kim era un viejo lleno de avaricia y maldad; bien, ahí está su final.
— Pero…
— Líder Jung —El líder Lee miro a ambos alfas—, aunque las contestaciones del líder Kang no fueron las mejores, no podemos negar que el padre de Kim TaeHyung era uno de los alfas más avariciosos y crueles. Su muerte fue una consecuencia de ello, y si el ahora líder de la manada Kim es inteligente, olvidará el asunto y se centrará en llevar por un buen camino a su gente.
— Si le negamos nuestra ayuda… —Jung estaba por continuar.
— Sí le brindamos nuestra ayuda —Interrumpió Kang—, el próximo cuerpo despedazado será el tuyo.
Jung calló.
Los tres ancianos le temían a Jeon JungKook; no era la primera vez que se sabía sobre un líder de manada despedazado. Ninguno sabía cómo es que lo hacía pero tampoco querían descubrirlo.
— ¿Qué creen que habrá pasado? —Pregunto el líder Lee.
— Está claro. —Kang miro el sol en lo alto—. Jeon JungKook es el mismísimo demonio.
☪️
HyukSik siguió al líder de la manada Kim en cuanto lo vio salir.
— Esos viejos inútiles. —TaeHyung paro un momento para tomar una respiración lenta y larga. Enfrió la cabeza—. Bien, si no quieren ayudarme conseguiré quien lo haga.
— ¿Mi señor? —HyukSik no entendía a qué se refería el líder.
— Tomaremos las pocas joyas que tenemos, llamaras a los omegas que aún faltan por enlazar y saldremos a las manadas más cercanas. —El alfa subió a su caballo—. Así sea un solo líder, encontraremos quien una fuerza con nosotros.
— Sí, mi señor.
☪️
—De nuevo mandaron a llamar a los omegas del pueblo. —El padre de JiMin negó con desaprobación—. Ya es la segunda vez que los ofrece a manadas vecinas.
— No debemos juzgar las decisiones del líder. —La madre de JiMin miro su taza de té—. Seguramente es por una buena razón, como...
— ¿Encontrar a nuestro hijo? —El alfa suspiro revolviendo su cabello—. Omega, a veces le tienes demasiada fe al líder Kim.
— El líder Kim quiere a nuestro hijo.
— ¿Pero JiMin lo quería a él?
La omega lo miro por largos segundos, analizando las palabras de su pareja.
— Tú sabes algo. —Afirmo—. En todo este tiempo no has estado preocupado por JiMin.
— Claro que me preocupo.
— No, pareces indiferente a la situación. He llorado, he suplicado y rezado a la Diosa Luna por la llegada de nuestro hijo para que pueda unirse finalmente al líder Kim y este protegido, pero tú… — La mujer lo miro con molestia— me niego a pensar que esa indiferencia se debe a que JiMin es omega.
— ¿De qué hablas? —El padre de JiMin se levantó exaltado.
— ¡Cuando supiste que JiMin era omega te alejaste de él, lo ignoraste durante tanto tiempo pero me dije que sería algo momentáneo, que tal vez algún día entenderías que no es culpa de JiMin nacer como omega, que nuestro hijo era el mejor regalo que nos pudo dar la Diosa Luna, que amabas a mi cachorro!
— ¡YEJI! — El Alfa alzó la voz mirando con incredulidad y enojo a su pareja—. No puedes creer que mi hijo es odiado por mí.
La mujer se rompió en ese momento. Se dejó caer y negó llorando.
— No lo sé, no lo sé… —La omega se cubrió el rostro. Solo quería tener a su cachorro entre sus brazos.
Cuando el alfa llegó hasta su esposa y la abrazo con fuerza, la puerta de su casa fue abierta por Kim TaeHyung.
— ¡Líder! —YeJi escapó de los brazos de su alfa para correr hacia TaeHyung— por favor, dígame qué lo encontró.
El líder Kim negó con un rostro de pesar. La mujer cayó una vez más al suelo para llorar desesperada.
— Omega, por favor. —El alfa Park sostuvo una vez más a su pareja—. Todo estará bien, cariño.
— Estoy haciendo todo lo posible por rescatar a JiMin. —TaeHyung se arrodilló a la altura de los señores Park—. Reuniré los hombres necesarios para entrar a territorio rebelde y sacar a mi omega de ahí.
— ¿De verdad cree necesario hacer todo esto? —El alfa Park miro al líder— ¿No puede ver las consecuencias de tal acción? Nos condenará.
— ¿Cómo puedes hablar así? —La omega tomo la cara de su pareja— ¡¿No quieres tener a JiMin de regreso?!
TaeHyung vio como el señor Park guardaba silencio. Las reacciones en ambos padres eran tan contradictoria. Park YeJi se desmoronaba todos los días desesperada por saber de JiMin, rezando a la Luna porque su cachorro no estuviera viviendo un infierno, pero SooHyun no parecía tan afectado. Sus hombres los habían vigilado de cerca, al principio creyendo que los estaba protegiendo pero conforme iba escuchando los informes de sus hombres se dio cuenta de que el alfa Park tal vez escondía algo.
Nadie podía ser tan insensible como para no sentir la perdida de su hijo; a menos de que estuvieras seguro de que estaba bien.
Recordó todas las veces que JiMin llegaba con un aroma ligero a petricor, pero cuando buscaba detectarlo por segunda vez el omega lo escondía con sus propias feromonas. JiMin había dejado de tomarse los supresores para dejar su aroma en libertad, y si bien al principio se escandalizó, después se dijo que tal vez el omega trataba de seducirlo. ¿Entonces por qué siempre lucia tan miserable al mencionar la unión?
Había sido un idiota iluso.
— Park SooHyun. —Llamo sintiendo la tensión en el hombre— ¿Hay algo que su omega y yo no sepamos?
El padre de JiMin alzó la barbilla retador.
☪️
JiMin miraba asombrado como al gran lobo negro dejaba un quinto ciervo muerto en el suelo. Aplaudió emocionado al ver lo capaz que era su alfa.
— Aún no entiendo realmente como lo haces. —JiMin rio al sentir la cabeza del gran lobo golpear su cuerpo con suavidad buscando caricias cariñosas—. Pero no deja de sorprenderme.
JungKook apareció ante sus ojos desnudo. El omega bajo la mirada sonrojado. Su alfa era grande y varonil.
— ¿Tienes curiosidad? —Jeon JungKook miro con diversión como JiMin desviaba la mirada.
— Claro. —El omega hizo un puchero—. Iré por tu ropa.
JungKook jaló al omega hacia él, quedando en una pose indio con JiMin en medio de sus piernas y con la espalda del chico pegada a su pecho desnudo.
— No tienes nada de que avergonzarte, JiMin. Todo esto te pertenece. — Susurro en el oído disfrutando de los escalofríos en su omega.
Permanecieron así por un rato, mirando entre las hojas de los grandes árboles el sol.
— Dímelo.
— ¿Decirte qué?
JiMin relajo su cuerpo ignorando el bulto cerca de su trasero.
— Cómo eres capaz de transmutar. Siempre había escuchado relatos de nuestros antepasados, pero jamás había conocido a alguien capaz de cambiar.
JungKook recargo su barbilla en el hombro de su omega y lo abrazo con cariño—. Siempre pude hacerlo.
— ¿En serio?
— Sí. —El alfa escucho el canto de los pájaros—. Aunque tal vez el tamaño anormal de mi lobo se deba a mi origen.
JiMin lo miro expectante esperando la explicación de su alfa.
— Mis padres eran alfas. —JungKook sonrió al recordar a sus papás—. Alfas de sangre pura.
— ¿Ellos podían cambiar?
— Sí. — JungKook pareció pensarlo—. En realidad, creo que toda mi familia podía. Pero eso no quiere decir que sea hereditario, más bien, toda mi familia tuvo una gran conexión con su lobo interior. Mis padres me hablaron de ello en el momento en que pude comprender; me enseñaron a ser libre y uno con mi alfa.
— ¿Eras parte de una manada de lobos puros?
— Yo no, mi padre lo era, pero a diferencia de las manadas de ahora, todos eran Jeon. Familia sanguínea. Eran muy celosos con su territorio ya que eran los únicos cambia formas en esos tiempos, así que se mantuvieron escondidos por años, hasta que mi madre los descubrió. —El alfa soltó un suspiro—. Ella también era un cambia forma, pero fue desterrada de su manada, creían que era un demonio que traía mal augurio a su gente.
JiMin asintió comprensivo. Aún recordaba como eran visto los omegas en su antigua manada, aunque era la primera vez que escucha de un alfa descrito como algo malo.
— Decidieron aceptarla con los Jeon pero el líder no confiaba completamente en ella. Con el tiempo, y ante las críticas, se enamoro de mi papá y mi papá de ella. Fue un gran escándalo por ser ambos de la misma casta, pero estaban convencidos de que eran destinados.
— ¿Lo eran? —No pudo evitar preguntar JiMin.
— Lo eran. —Jeon sonrió nostálgico—. Mi padre pudo marcar y embarazar a madre aún cuando era imposible.
El omega hizo una pequeña exhalación exagerada viéndose tierno ante los ojos de su alfa.
— Seguramente estuvieron sorprendidos todos en la manada Jeon.
— Lo estaban, pero no podían aceptar tal “aberración” en la manada, así que le dieron a escoger a mi padre; la manada o mi madre. —JungKook beso la frente de JiMin—. Crecí en medio del bosque en una pequeña cabaña con mi madre y mi padre. Solo nosotros tres.
Park estaba sorprendido. El padre de JungKook había dejado todo por su pareja.
— ¿Qué pasó con ellos? —El Omega fue testigo del dolor en los ojos del alfa.
— Un asqueroso bastardo termino obsesionado con mi madre. —JungKook aún recordaba con rabia al líder Do—. Era el líder de la manada de Cha EunWoo. Estaba tan acostumbrado a tener todo lo que quisiera con solo pedirlo que al recibir una negativa y advertencia por parte de mi madre se volvió loco. Planeo minuciosamente como atacar a mi madre y matarla después.
— JungKook…
— Me utilizo como carnada cuando solo era un cachorro. —El alfa empujo su lengua contra la mejilla derecha—. No solo mato a mi madre, mi padre murió debido a la tristeza y dolor que le causaba tener un lazo roto. Lo perdí todo por un idiota cegado por la avaricia y el poder.
JungKook sintió los dedos de JiMin limpiar las lágrimas que no sabía estaba derramando.
— Está bien, alfa. —Park beso lo que alcanzaba de su mandíbula—. Recuerda que siempre estaré para ti.
JungKook se permitió llorar y ser consolidado por su omega.
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