La piel de oso que JungKook le había regalado ya hacía entre las cosas que sacaron de la manada de JiMin. Sonrió al verla de nuevo; había sido todo un reto esconderla. Un regalo de esa magnitud jamás podría pasar desapercibido.

— ¿Cómo fue que la conseguiste? —JiMin miro al alfa con curiosidad—. No son fáciles de obtener.

— La conseguí de la manera tradicional, omega. —JungKook beso sus cabellos antes de ordenar lo que venía en los carruajes.

— ¿Mataste al oso? —JiMin lo miro asombrado para después pasar a la preocupación—. Alfa, no tenías que darme la piel, fue demasiado arriesgado. ¿Te hirió? ¿Acaso estabas mal cuando me la diste ese día en el bosque? ¿Por qué no me lo dijiste?

— Soy bastante ágil y rápido. —JungKook le mostró una sonrisa de suficiencia—. Has visto mi forma animal. Hacerle frente a un oso no es la gran cosa.

Un golpe en el hombro le saco una risa.

— ¿Me dirás que la capa que cargas también fue enfrentando lobos? —Pregunto el omega molesto.

JungKook no contesto ganándose un nuevo golpe por parte de JiMin.

Pero, es que estaba en la naturaleza de JungKook. Siempre que estaba en peligro jamás se acobardaba. Estando en medio del bosque te puedes encontrar grandes bestias y correr no era una opción para Jeon.  Cuando recién había tomado el mando de su manada, una jauría de lobos había invadido el territorio aterrando a su gente. Si bien era cierto que eran capaces de sobrevivir en la naturaleza por su parte lobuna, jamás podrías comparar a una persona con una animal que sabe moverse y cazar en la naturaleza ocupando el 100% de sus instintos. JungKook había luchado con esos lobos en su forma animal y había impuesto quien era el alfa. Tomándolo como una insignia, JungKook tomo la piel del lobo y la puso en sus hombros como recordatorio de lo que podría pasar si te cruzabas en su camino.

Por supuesto, el pánico creció en la manada cuando supieron que su líder podía transmutar, sin embargo, después de eso nadie puso en duda el poder de Jeon ni se atrevió a retarlo.

— No puedes ponerte en peligro innecesario. —JiMin hizo un puchero—. Busca refugio como los demás y no te enfrentes.

— No puedo hacer eso, omega. —JungKook lo tomo de la cintura y beso su puchero. No quería admitirlo, pero amaba con locura todos los gestos de JiMin—. Cómo líder tengo que velar por la seguridad de mi manada, por tu seguridad. Además, no puedo asegurar que el líder Kim será el último en enfrentarme. Habrá quien quiera invadir nuestro territorio.

— Pero todos te temen. —Quiso rebatir JiMin.

— El líder Kim lo hacía a un así mi manada pereció por su avaricia. —El alfa le mostró una sonrisa—. Vamos omega, no hagas esos pucheros porque me estarás obligando a besarte y dejar mis tareas como líder para después.

Park se sonrojo pero no quito el puchero. JungKook rio antes de besarlo eufórico.

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— Mi señor. —HuykSik hizo una reverencia. Su rostro mostraba pena y preocupación. TaeHyung espero paciente; malas noticias era lo que últimamente recibía— Hemos buscado por todo el bosque pero nadie ha encontrado rastro de los rebeldes.

TaeHyung suspiro; lo imaginaba.

— Está bien, esperaremos a mi padre. En cuanto llegue estoy seguro que tendrá una solución.

— Mi señor... —El alfa saco de entre sus ropas la de su padre. TaeHyung se congelo cuando vio que estaba manchada de sangre. Mucha sangre—. Encontramos un campamento a algunos kilómetros de aquí. Creímos que serían los rebeldes pero... Pero tal parece que era de su padre.

Kim seguía en trance mirando la ropa del difunto líder.

HyukSik y los que venían con él guardaron silencio esperando alguna reacción del alfa. TaeHyung tomo las ropas de las manos de su hombre y las miro por un largo rato en silencio.

—... ¿Dónde está el cuerpo? —Finalmente pregunto Kim luego de tensos minutos.

Sus hombres bajaron la mirada; nadie se atrevía a decir que los cuerpos fueron despedazados por, seguramente, un animal salvaje

— Suponemos que fueron encontrados por un oso. —Choi MinHo fue el valiente que se atrevió a hablar primero.

— ¿Un oso? —TaeHyung sonrió— ¿Un oso terminaría con un grupo de hombres armados? ¿Un oso cerca de mis territorios? Déjame preguntarte algo... —TaeHyung levanto la mirada intimidando a MinHo— ¿Cuándo hemos sido atacados por uno?

Choi no contesto.

Kim TaeHyung miro las ropas de su padre. Debió suponer que su tardanza se debía a algo. Apretó las prendas entre sus manos; no tenía duda, la muerte de su padre tenía que ver con Jeon JungKook.

Jeon JungKook, Jeon JungKook, siempre Jeon JungKook.

— Quiero a la manada reunida. —Ordeno dando media vuelta—. Me presentaré como el nuevo líder.

— Sí, mi señor.

☪️

Los días habían avanzado de manera veloz, convirtiéndose en semanas y estás en un par de meses. JiMin había encajado perfectamente con la rutina que había en la manada Jeon; aún recuerda con bochorno lo asombrados que estaban al saber que el alfa líder ahora tenía omega.

— Se acerca tu cumpleaños. —YoonGi escogió las mandarinas más jugosas del pequeño puesto—. Debes estar emocionado.

— Oh, claro, pero, ¿cómo lo sabes? —El omega miro con alegría a los cachorros de la manada jugar de aquí para allá.

— El líder está organizando toda una celebración. —YoonGi le sonrió—. Ya sabes, quiere que tu primer cumpleaños aquí sea lo mejor. Además, eres el omega de nuestra manada, tienes el mismo respeto que él, así que la gente de aquí está emocionada por la fecha.

JiMin sonrió apenado. Tanta atención le daba vergüenza.

— La manada realmente aprecia a JungKook. —Hizo la observación.

— Bueno, muchos de nosotros fuimos salvados por él. —Comento YoonGi pelando la fruta.

— ¿Salvados? —Park miro con atención al omega esperando alguna explicación.

— Jeon no tenía manada que heredar. —Min le ofreció un pedazo de su fruta a JiMin y este la acepto con una sonrisa—. Nadie sabe realmente quien eran los padres del líder, de hecho nadie sabe tanto de Jeon, pero EunWoo cuenta que él fue uno de los primeros en seguir a JungKook. Dice que él en su manada era castigado por los caprichos del líder; era un bastardo, se creía dueño de todo y de todos. Se daba el derecho de decidir cómo debían vivir su vida, EunWoo no era su favorito y siempre era azotado por simple diversión. —JiMin no perdía atención al relato—. Un día, JungKook se presentó a la manada demandando ver al líder jurando que lo mataría. Era joven, así que nadie le creyó y se burlaron de él, Cha incluso sintió pena por Jeon.

— ¿Qué pasó después?

— El líder acordó verlo a puertas cerradas. Muchos daban por hecho que JungKook sería torturado y asesinado.

— JungKook lo mato. —Afirmo JiMin con inminente orgullo.

— Seguramente fueron los momentos más aterradores del líder de esa manada. Cuando se abrieron las puertas EunWoo dijo que jamás en su vida había visto tantos cuerpos y tanta sangre. —Min recordó las veces que Cha contaba esa anécdota sin cansarse—. Las personas estaban aterradas al ver a JungKook bañado de sangre y con la cabeza del líder en la mano. Pensaron que Jeon tomaría su lugar y se apropiaria de sus tierras pero él solo se marchó al bosque sin decir palabra alguna.

— ¿EunWoo lo siguió?

— Claro que lo siguió. Estuvo por días suplicándole que lo llevará con él. Le dio su lealtad eterna, y si hubiera sido un omega, seguramente también el culo.

— ¡Oye! —Park lo miro mal.

— Lo siento. —El omega rio—. En fin, no fue diferente en los años continuos. Al enterarse de la masacre en la manada Do muchos quisieron derribar a Jeon, pero nadie pudo, y personas que eran infelices en sus manadas se les dio una segunda oportunidad en esta.

Ambos omegas siguieron comprando cosas en el pequeño mercado de la manada mientras YoonGi le contaba mil y un historias a JiMin.

☪️

— Estás contento. —JungKook abrazo a JiMin por la espalda y beso su cabello— ¿Debo ponerme celoso?

— Solo de YoonGi. —Park dio la vuelta y beso los labios del alfa—. Estás cansado seguramente, hice algo de comida y prepare el agua para que puedas bañarte.

— Omega, no es necesario que hagas todo por mí. —JungKook beso la frente de JiMin—. Aún así te lo agradezco. Soy muy bendecido por tenerte.

El omega le dejo un beso en la mandíbula y ambos sonrieron. Su pequeña rutina constaba de besos por aquí y por allá. Ambos tenían esa necesidad de demostrarse cuanto se querían.

— ¿Qué hiciste el día de hoy? —JungKook paso saliva al ver el banquete que su omega había preparado. Bendita Diosa Luna.

— Estuve comprando en el pequeño mercado. Hay muchísimas cosas. —JiMin cada día parecía descubir algo nuevo—. YoonGi también me conto algunas historias.

— Jamás había visto hablar tanto a YoonGi hasta que llegaste. —JungKook disfruto de su comida—. Luna, tengo tanta hambre.

— Me alegra que te guste.

— Gracias, JiMin. Te cocinare en estos días. Soy bueno cocinando. —Jeon le mostró una sonrisa emocionado—. Te encantara.

El alfa que Park tenía en la gran casa no era el mismo alfa al que todos temían. A veces JiMin se cuestionaba si era cierto tanta crueldad de JungKook en los relatos que escuchaba. No podía evitar pensar que era absurdo cuando su alfa le sonreía de esa manera, similar a la de un lindo conejito o cuando lo miraba con esos grandes ojos negros llenos de ternura y amabilidad.

— ¿Cómo estuvo tu día, alfa? —Está vez quiso saber Park.

— Fui de nuevo a la manada Kim. —JungKook dejo de sonreír para verlo con seriedad—. Tus padres siguen siendo cuidados por los hombres de TaeHyung.

JiMin bajo la mirada a su plato. No entendía que es lo que pasaba en la manada ni porque TaeHyung tenía resguardados aún a sus papás.

Si JiMin era sincero, lo único que le faltaba en su vida eran sus padres.

— Seguiré intentando. Iré mañana también. —Le prometió JungKook.

— Gracias, Kook. —El omega tomo la mano que el alfa le estiraba.

Ambos siguieron en una amena charla mientras comían y se besaban.

Esa noche pintaba para ser tranquila.

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¿Miércoles y domingos? Pffff