🌲 V E I N T I C U A T R O | C A M B I A R 🌲
"Las cosas empezaban a cambiar y no sabía si era para bien o para mal"
Ariel.
Ariel levantó la vista tímidamente al ver que Axel se acercaba de aquella manera. Parecía cabreado y pensativo, algo extraño para ella. Por eso, deseó que no se sentase con ella aquel día, pero parecía que nadie le hacía caso y por el rabillo del ojo vio como ese hombre, que tan bueno que estaba sin camiseta, se sentaba a su lado.
La tensión sexual que había entre ellos era visible por más de tres kilómetros y ambos lo sabían. La clase apenas había empezado, cuando Axel se pegó un poco a ella acabando con cualquier espacio personal, colocó su mano sobre él cabello pelirrojo de ella, poniéndole un mechón detrás de la oreja y pegó sus labios para que ella lo escuchase a la perfección.
—Espero que te gustase lo que ocurrió en mi cuarto la otra noche... —Intentó provocarla un poco, sabiendo como reaccionaría el cuerpo de ella al hacerlo.
Ariel tragó saliva, sintiendo de nuevo aquel calor que tan familiar le empezaba a resultar en esa zona y sus mejillas se sonrojaron, sin saber que decir ante aquel vocabulario que usaba ese joven.
—Axel, estamos en clase.
Pasó su nariz suavemente por el cuello de ella y la miró con aquella mirada que la dejaría helada como él sabía hacer.
—Guarda mi nombre para otros momentos, sirenita.
Ariel sintió algo extraño en su estómago y se removió en su asiento, como si se sintiese excitada por lo que estaba diciendo aquel hombre. No sabía como sentarse sin notar que estaba perdiéndose por aquellas palabras, por eso decidió ignorar a Axel y poner atención a la clase de dibujo.
Mientras, Axel decidió que sería la mujer perfecta con la que podría acostarse sin importar nada más, claro siempre y cuando ella quisiera. No la iba a obligar a hacer cosas que ella no estaría a gusto, pero le ponía duro pensar en esas cosas y al ver que Ariel reaccionaba como él esperaba, era mucho mejor.
Claro, Ariel no sabía que hacer. Nunca a sus 18 años había tenido novio y que sus primeras veces fuese con un hombre con el que no tendría nada, solo sexo, tampoco le hacía gracia... Pero, por dentro, ella quería hacerlo y no supo si lo que haría estaba mal o es que estaba loca. Tan solo quería enamorarse y salir con un hombre, no quería cosas complicadas, pero no quizo decirle nada a Axel. Lo último que quería era verlo borde si le preguntaba que si eso lo convertirían en novios, era más que lógico cuál sería la respuesta de ese joven, por eso mismo no le dijo nada más.
Y mientras Axel la observaba durante el resto del día, ella se sentía perdida.
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