"Sentía cosas que jamás había experimentado cuando estaba al lado de esa chica. Y nunca entenderé porqué"

Axel.

El día transcurrió tranquilo. Más allá que algunos comentarios típicos de Axel sobre Ariel que la dejaban seca, pero seguían igual. No habían hablado y parecía que no lo iban a hacer.

Ella solamente quería seguir el día sin pensar en lo que habían echo, pero él no paraba de darle vueltas. Jamás le había pasado eso, darle vueltas sobre un momento que tan solo habían compartido una vez. Axel sabía que eso era lo que necesitaba de ella, pero algo dentro de él parecía advertirle de que eso no era así y, aunque él lo ignorase, no lo podía hacer por mucho tiempo.

¿Era un idiota? Quizás, pero nadie le podía culpar por como era realmente. Al menos demostraba lo que era, un joven solitario, amante del dibujo y de lo oscuro, que le gustaba disfrutar sin compromiso. No era un hipócrita como el idiota de Matt, el joven que le gustaba Ariel... Y nadie sabía lo que le envenenaba por dentro pensar en ello.

¿Eran celos? Él lo negaba, pero la realidad era otra.

Por otro lado, Ariel era tímida y, aunque nunca estuviese con un hombre —a parte de la otra noche con Axel—, tenía varios pretendientes y ni siquiera ella se percataba de ello, hasta que Axel lo descubrió aquel mismo lunes, a tan solo dos horas de acabar las clases ese mismo día.

—Espero no molestarte pero necesito ayuda con esto... —dijo Peter, un hombre que llevaba colado por Ariel hacía más de un año.

Ariel estaba entrando en clase, a varios metros de donde se encontraba el perfecto oído de Axel, esperándola en su asiento al lado del de ella. Ariel se acercó al joven y sonrió, hablando con él. El rostro que puso Axel era para enmarcar.

"¿Cómo era posible que ella nunca me haya dedicado una mirada como esa?", se preguntó a sí mismo y sus puños se apretaron sobre la mesa.

Ariel no lo notaba, pero Axel sí. Veía como ese joven la miraba a ella, como si llevase enamorado de ella mucho tiempo y eso a él no le gustaba. Ver como otros hombres babeaban por ella.

¿Por qué le irritaba tanto si tan solo quería disfrutar un rato?

Pero lo cierto es que el hipócrita estaba siendo él mismo sobre sí mismo. Se estaba engañando así mismo, mientras veía como esa mujer hablaba con él animadamente. Ella solo lo veía como un compañero de clase, pero Axel eso le daba igual, notaba como ese joven quería pedirla salir y apretó fuertemente sus dientes, viéndose como se le tensaban los músculos de su rostro cuando ella se acercó a él para sentarse en su sitio.

—¿Qué quería ese? —Le preguntó él un rato después.

Ariel lo observó e intentó pensar que lo que estaba viendo por parte de Axel no eran celos, pero lo cierto es que lo eran... Y mucho.

—Ayuda con un trabajo. —Le respondió, fingiendo estar seria cuando en el fondo quería reírse por ver a ese hombre tan duro de aquella forma—. ¿Por qué?

—Nada.

Entonces, él decidió dejar ese tema aparte y miró su libreta cerrada de dibujo para decirle algo a ella.

—Quiero que vengas conmigo a un sitio después de la universidad —susurró él, antes de empezar la clase.