"Sin duda, la mejor decisión que tomé en mi propia vida"

Axel.

Habían pasado varias horas desde que Axel le pidiese una relación a Ariel. Él no sabía que hacer, nunca había tenido una relación anteriormente, tan solo era un rato de diversión, pero ahora era muy distinto y quería hacer las cosas bien con ella. Ya llevaba tiempo notándose extraño con ella, sintiéndose indefenso a su lado, pero decidió ser sincero por una vez y tragarse su propio orgullo.

Y ahí estaba, sintiéndose feliz después de hacerlo.

Lo cierto es que Ariel estaba más sorprendida que él ante aquella petición. De todo lo que él le podía haber dicho o haberse reído de ella por lo que le había echo aquella misma mañana del día anterior, lo último que pensaba era que él quería tener algo serio con ella.

Por eso, a ninguno de los dos se les borró aquella increíble sonrisa, esa sonrisa que tanto asco le daba a ese hombre al principio de aquella extraña amistad, ahora era algo muy importante para él.

En ese momento, Ariel estaba en su taquilla, rebuscando algún libro de su próxima clase y lo cierto es que era tan desordenada que hasta su taquilla estaba echa patas arriba. Tanto que le costaba encontrar sus libros escolares.

—Hola —dijo Peter, aquel joven que estaba enamorado de ella en secreto.

Ariel se giró y sonrió al verlo allí. Para ella era como un amigo, un gran amigo que estaba para las buenas y para las malas. Una pena aquel chico sufriese en silencio y no tuviese el valor de decirle lo que sentía por ella.

La joven lo saludó con felicidad y él casi le da algo, sonrojándose al instante.

—¿Quedamos después para el trabajo? —Le preguntó a Ariel y ella asintió en respuesta.

Ariel le había prometido a aquel hombre que le ayudaría con un trabajo para la clase de biología. Era una mujer que siempre ayudaba, pero nunca se solía dar de cuenta cuando un hombre estaba pillado por ella.

—Claro. Dime la hora y allí estaré.

Entonces, mientras ambos hablaban sobre cosas de clases y sus propios gustos, dejando que el tiempo pasara hasta la siguiente hora, Axel observaba la escena de lejos. ¿Podía sentirse celoso? Claro que no, aquella joven ya era oficialmente su novia y confiaba en ella, pero al ser consciente de que aquel hombre estaba detrás de Ariel lo ponía de muy mal humor.

Por eso, mientras Ariel seguía hablando con Peter, Axel fue recto hacia ella hasta captar la atención del tímido. Puso su brazo sobre los hombros de Ariel, haciendo que ella lo mirase con extrañeza y dejase de hablar.

La tomó de su rostro, dejando un beso que la dejó sin aliento y luego observó a Peter, que todo color de su rostro se disipó al presenciar la escena.

—Vamos a llegar tarde a clase, Ariel —dijo, dejando muy bien claro con pocas palabras quien era él.

Los dos comenzaron a caminar por el pasillo, dejando atrás a Peter y ella intentó alejarse un poco de su primer novio.

—¿A ti que te pasa?

—Ayer te pedí algo más serio y ahora te veo ligando con otros, eh —bromeó.

—¡Axel! —gritó con las mejillas completamente sonrojadas.

—¿Qué? —preguntó él con el mismo tono de diversión.

Fue ahí cuando Ariel quería que la tragase la tierra de lo tímida que se estaba poniendo frente a ese chico. Y él lo notó.

—Soy un completo gilipollas la mayoría de las veces, pero no voy a ir por ahí contándole a todo el mundo lo que hacemos en privado. Eso solo lo tenemos que saber los dos, ¿vale? —respondió con claridad y era completamente cierto. Lo único bueno que hacía y ella se relajó un poquito.

Ariel asintió y luego él dejó un casto beso en su frente, tomándola de nuevo de la mano y caminando juntos por los pasillos de aquel lugar, captando la atención de todos aquellos que los veían, sorprendidos por la extraña pareja que hacían ellos dos.

Pero alguien los veía con recelo desde una esquina y Axel lo sintió de lejos, protegiendo a Ariel con su cuerpo y observando la marca de su puño en el ojo de aquel idiota.