"¿Era normal sentirme así?"

Ariel.

La primera semana que pasaron Ariel y Axel como novios no fue tan difícil. Estaban enamorados y ambos lo sabían, a pesar de que nunca se dijesen lo que sentían, sus sentimientos. No era necesario, al menos de momento.

Ariel estaba feliz, más todavía que como solía ser, pero era una felicidad que no fingía como otras veces y eso la hacía sentirse más humana. En cambio, Axel si que sonreía aunque intentaba no demostrarlo demasiado. Parecían que iban bien, a pesar de que solo fuese una semana la que llevaban juntos, ni siquiera ninguno de los dos quiso ir más allá al darse placer mutuamente.

Axel estaba cambiando, muy poco a poco, pero lo estaba haciendo y eso Ariel lo veía. Pasaban tiempo juntos, tenían citas y aunque a veces no acabase bien, Axel terminaba perdonándose dándole ese placer que tanto añoraba Ariel.

Una semana bastó para mucho y para poco, porque mientras ellos iban bien y felices en su relación, Matt los observaba de lejos con cara de pocos amigos. Axel le había fastidiado aquella noche que tenía planeado acostarse con Ariel y, aunque no se lo dijo a nadie porque no tenía ni siquiera la ropa interior que no le dio tiempo a quitarle a la pelirroja, no iba a acabar así sin más.

Por eso, una semana después de todo lo ocurrido, Matt estaba con sus amigos, riéndose de las bromas que ellos decían sobre otros alumnos, hasta que Axel pasó a su lado para irse a su siguiente clase.

Matt no se quedó callado y quería hacer algo malo, hacerle algo malo a Axel por haberle jodido el polvo y eso hizo.

—¿Cómo lo hace la zorra de tu novia? —preguntó con una sonrisa provocativa y Axel dejó de caminar, apretando sus puños con fuerza.

La tensión que había entre ellos era palpable hasta más de mil kilómetros de distancia y Axel no iba a estarse quieto mientras escuchaba como un gilipollas como Matt hablaba mal de su chica.

—¿No te bastó el puñetazo que te di la otra vez? —Le hizo otra pregunta Axel, quitando toda lejanía que había.

Los amigos de Matt se alejaron un poco imaginándose lo que daría lugar en ese mismo instante, pero lo cierto es que Matt quería eso. Él quería que Axel le pegase para que lo echaran y así tener terreno libre. De esta forma podía seguir con sus objetivos hacia Ariel.

Y se estaba preparando para ello.

—La próxima le diré a Ariel que se ponga de... —No pudo acabar Matt.

Y un fuerte estruendo se escuchó por todo aquel pasillo, significando que el puño de Axel se estampó contra el rostro de Matt, terminando por tambalearse y cayendo al piso de lo fuerte que era Axel.

Pero lejos de lloriquear como la última vez, comenzó a reírse y dijo.— Pégame otra vez, no te cortes. Así te expulsarán y tendré vía libre con Ariel.

Axel juró que todo el aire se le había esfumado a su alrededor cuando cayó en la cuenta. Sus puños siguieron apretándose y necesitaba darle otro, pero era consciente que si lo hacía podía ser expulsado y no quería eso.

—Además, ¿te crees que ella te quiere? Eres un idiota, una mujer como Ariel puede encontrarse a otro en un chasquido —susurró Matt con una sonrisa, pero fue ahí cuando un profesor llegó y puso fin a una pelea.