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Capítulo único.

DeclaimerLos personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Título: Malentendidos.

Sinopsis: Debido a una petición de un compañero, Itachi termina realizando un examen médico a la única hija de Inoichi Yamanaka, sin imaginar el desenlace de su inocente ayuda.

Pareja principal: Itaino.

Aclaraciones: Mundo alterno. Sin masacre Uchiha.

El día casi perfecto de Inoichi Yamanaka se vio interrumpido por la voz de un Uchiha. Se detuvo y seguido de él, su hija. Los dos pares de ojos azules se dirigieron con curiosidad al recién llegado.

—¿Qué sucede, Itachi-san?— preguntó Inoichi, que era la persona a quién el pelinegro frente a ellos había llamado.

—Vengo para hacerme responsable— habló el menor con un ligero sonrojo.

El Yamanaka le miró confundido al no comprender sus palabras —¿A qué te refieres?—

—Antes de hablar, quiero disculparme— el Uchiha hizo una reverencia, que bien sabía no arreglaría el lío en que se metió —Lamento haber ofendido a su clan, a su familia, y por supuesto, a Ino-san también—

—¿En qué nos has ofendido?

—Yo soy el responsable de eso— dijo señalando el sobre en manos de Inoichi.

El Yamanaka estaba totalmente desconcertado. ¿Itachi Uchiha era el responsable de la anemia de su hija?, En todo caso, la culpable no era más que la misma Ini. Por no alimentarse como debería y estar siguiendo dietas demasiado exigentes.

"Que extraños son los Uchiha" pensó.

—Itachi-kun, creo que este es un malentendido— habló por primera vez Ino, con una sonrisa nerviosa que esperaba sirviera para tranquilizar al Uchiha. Y lograr que deje de hablar.

—No intenté cubrirme, Ino-san. Sé que es amable pero en esta ocasión no es momento para eso— insistió Itachi negando con su mano derecha.

—No estoy entendiendo— Inoichi intentaba buscar una respuesta en su cabeza, pero simplemente ninguna idea parecía llegar.

—Yo soy el responsable del embarazo de Ino-san— Itachi hizo una reverencia de nuevo —Y me haré responsable por ello—

Un tic apareció rápidamente en el ojo derecho de Inoichi, quien buscaba asimilar las palabras del ninja prodigio del Clan Uchiha. ¿A caso Itachi Uchiha e Ino Yamanaka...?

—¿Qué has dicho?— Ino sostuvo a su padre antes de que este se abalanzara sobre Itachi. 

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—No estoy segura Tsunade-sama. Entiendo que llame a Sakura o Hinata, ¿Pero a mí?— la joven apretó su brazo derecho, justo ahora, no estaba pasando por su mejor momento como Kunoichi.

Sakura era mejor elemento médico que ella, Hinata de había convertido en líder de los Hyuga e incluso Tenten comenzaba a hacerse mas conocida en Sunagakure. Ino sentía que se estaba quedando atrás, aunque ella misma no se diera cuenta de que sus habilidades habían mejorado a la par que las de sus compañeras.

—Tu control de chakra es perfecto Ino, y es justo lo que necesitamos. 

—No lo sé— susurró la chica, nada convencida de la propuesta de su superior.

—Desde que cumpliste los dieciocho años has demostrado ser lo suficientemente fuerte para este nuevo reto— la Hokage le sonrió de forma alentadora —Solo debes tener más confianza en ti.

—Está bien. Acepto.

—Hinata entrará junto contigo, les pediré a ambas que les realicen el examen físico— Tsunade suspiró un poco, Ino no sería un gran problema, pero hacerle un examen físico a Hinata podía ofender a los Hyuga en tantas maneras...

En ocasiones odiaba que sean tan anticuados, podían ser un poco más liberales, justo como los Yamanaka.

Ino asintió en silencio, no creyó el gran malentendido que provocaría esa decisión. Cuando la Hokage se lo ordenó, se dirigió al lugar en donde le realizarían su prueba. Ahora sólo le faltaba terminar su examen médico.

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Itachi y Shisui caminaban hacia la salida del cuartel general Anbu, a pesar de que ninguno debía conocer su identidad, era imposible para ellos no reconocerse. Los dos iban en silencio, un silencio que terminó cuando uno de los nuevos reclutas se acercó a ellos.

—Disculpen la molestia— se apresuró a decir al sentir la mirada de ambos hombres —Queria pedirles un favor antes de que se retiren.

—¿De qué se trata?— preguntó Shisui, adelantándose rápidamente a su mejor amigo.

—Hay una joven en la enfermería, está aquí porque deben hacerle el examen médico— el Anbu de cabello castaño pasó saliva —Más específicamente, el examen físico.

—¿Y quieres que nosotros lo hagamos?— Itachi se cruzó de brazos, esperando que su camarada entendiera la indirecta. Él no pensaba quedarse más tiempo.

El Anbu asintió —Créanme que lo haría yo mismo. Pero esa chica tiene la edad de mi hija, de sólo pensar que algo así le pueda suceder a ella— el castaño negó fuertemente —Además, es una Hyūga. Si ella considera que le falte el respeto, me meteré en serios problemas.

—¿Y prefieres que el problema sea de nosotros?— Itachi entrecerró los ojos, provocando un respingo por parte de su compañero —¿Por qué no se lo pides a los médicos?

—No tenemos muchos médicos, y los pocos que hay salieron de misión y no han regresado.

—No seas tan malo con los nuevos reclutas— Shisui sonrió debajo de su máscara, tomando en hombro de Itachi para darle a entender que él se haría cargo desde ese momento —Dijiste Hyūga, ¿Quién es la chica que espera en la enfermería?

—Es la primogénita de Hiashi.

La sonrisa del Uchiha se hizo más grande —Puedes irte tranquilo. Yo me hago cargo de ese examen físico.

El castaño se fue antes de que su compañero cambiara de opinión. Itachi pronto lo perdió de vista.

Shisui no lograba comprender bien a su compañero, cualquiera en la aldea podía ver lo mucho que se había desarrollado la primogénita de Hiashi Hyūga. Si le hubieran pedido a él hacer el examen físico, no se hubiera negado. No perdería la oportunidad de tener sus manos sobre el cuerpo desnudo de Hinata.

—Ni si quiera lo pienses— le advirtió Itachi, imaginando la cara perversa que debía tener su amigo.

—Esta es mi oportunidad, no puedo dejarla pasar.

—No— Itachi se negó de inmediato —Conociéndote, seguramente terminarás volviendo ese examen en uno de tus encuentros.

—Esa es la idea— dijo Shisui, sin un poco de vergüenza.

—Olvídalo— lo cortó Itachi.

—Si quieres puedes unirte a nosotros— le dijo Shisui con un tono juguetón.

Itachi agradeció entonces tener su máscara puesta, sin querer se había sonrojado —No lo harás, ¿Quieres meterte en problemas con Obito?— 

—Él es demasiado lento, si Hinata-chan se enamora de mi, sería su culpa— Shisui levantó sus hombros sin preocupación alguna, Itachi no lograba comprender porque a su amigo le gustaba tanto molestar a Obito.

—No quiero que ofendas a Hinata-san— Itachi comenzó a caminar con rumbo a la enfermería, haciendo que su mejor amigo le viera con cierto rencor —No pienso permitir que nos metas en problemas con los Hyūga.

—No es justo— murmuró el Uchiha antes de aceptar que su plan estaba arruinado.

Los pasos acercándose a la puerta hicieron crecer los nervios en Ino, ya había permanecido por más de tres horas en la enfermería sin obtener alguna respuesta. ¿Tan mal le había ido en el examen? 

—Buenas noches— Ino dió un salto en la camilla donde estaba sentada al escuchar la profunda voz en el consultorio, estaba demasiado distraída en sus pensamientos como para haber percibido que el encargado ya había entrado a la habitación.

—Buenas noches— murmuró a manera de respuesta.

—¿Ino-san?— Itachi se sonrojó fuertemente al ver los ojos azules de Ino puestos en él.

Estaba mentalmente preparado para estudiar a Hinata, no a Ino. No a la chica que le gustaba.

—¿Esperabas a alguien más, Itachi-kun?— Ino ladeó su cabeza, divertida por el cambio en el chakra de su compañero.

—Pensé... Me dijeron que Hinata-san esperaba aquí— le contó el Uchiha, habría querido que ella no se dé cuenta de su identidad, pero no podía escapar de un ninja sensor.

Terminó por quitarse la máscara, ya no le servía de nada.

—El padre de Hinata le pidió a Tsunade-sama que hiciera su examen personalmente, hoy solamente me revisarás a mi— la joven le guiñó con su ojo derecho, provocando que el rubor en las mejillas de Itachi se intensifique.

Ino se sentía más aliviada al ver a una persona conocida, Itachi siempre había sido muy amable y respetuoso con ella.

—De acuerdo— 

—Itachi-kun, ¿Qué más debo hacer?— la rubia bajó la mirada, justo a donde sus pies se movían de un lado a otro —Nadie me ha dicho algo.

—No te preocupes Ino-san, esta es la última sección. Necesito hacerte un examen físico, para descartar cualquier enfermedad en ti que nuestros análisis hayan pasado por alto— le explicó, realmente no le encontraba sentido a ese examen, pero funcionaba para buscar cualquier defecto en músculos o piel.

—Si estamos por terminar, ¿Sabes cómo me fue en las demás pruebas?— ella le miró y él terminó desviando la vista.

El Uchiha negó —Lo siento, eso no está en mi jurisdicción— 

—Está bien. ¿Qué debo hacer ahora?—

—Quitarse la ropa— pidió sin verla.

El color subió rápidamente por el rostro de Ino, estaba segura de sentir sus orejas calientes. ¿Había escuchado bien?

—¿Qué dices?— preguntó, esperando que Itachi dijera que sólo se trataba de una broma.

—Necesitas quitarte la ropa Ino-san, es sólo para que te pueda revisar— respondió el pelinegro, demasiado incómodo con toda esa situación. Después de todo, él jamás había visto a una mujer desnuda.

Ella no dijo nada, por un momento, la idea de abandonar la oportunidad le pareció la mejor opción. No quería que su primer encuentro íntimo con el joven del que estaba enamorada debiera ser de esa forma. Pero no debía ser cobarde, no era honorable huir sin haber intentado. Si quería demostrar a todos que era una ninja eficiente, subir de nivel era una muy buena manera.

Comenzó quitándose el el top púrpura que siempre usaba como blusa, le siguieron un collar hasta  que quedó solo con un sujetador negro de encaje. Sus manos temblaron cuando intentó desabrochar lo único que la separaba de dejar su pecho expuesto al joven frente a ella.

Para su sorpresa, Itachi Uchiha se quitó sus protectores y su playera. Sin ningún ademán de vergüenza.

—¿Qué estás haciendo?— chilló Ino, cubriendo su boca después, avergonzada por su voz tan aguda.

—Te sientes incómoda por ser la única que se desviste— el Uchiha estaba desnudo de la cadera para arriba, casi en la misma circunstancia que Ino —Ahora estamos iguales. Yo puedo verte, y tú también puedes verme. No tienes nada de que avergonzarte—

La idea de Itachi funcionó, Ino se desvistió lentamente al terminar su explicación. Si Itachi Uchiha podía permanecer desnudo frente a ella, Ino Yamanaka también podía hacerlo.

Los dedos de Itachi la exploraron por completo, buscando en cada rincón de su piel alguna anomalía. Ino, a petición de Itachi, no se había desecho de sus bragas. Al igual que el joven aún vestía su ropa interior.

—I-Itachi-kun— Ino cubrió sus boca de inmediato, demasiado avergonzada para poder verlo a la cara. Itachi se sonrojó al escuchar el gemido con su nombre.

Los ojos de la Yamanaka fueron a dar con el torso bien definido de su acompañante, avergonzada, bajó la mirada buscando algo más que ver. Segundos después se daría cuenta de su error. Sus ojos se hicieron más grandes al ver por debajo de sus caderas. 

Al parecer, Ino no era la única que se sentía acalorada con esa situación.

—Ino-san— murmuró cohibido. Si continuaba por ese camino, terminaría haciendo lo que había querido impedir que sucediera con Shisui. 

La joven lo miró unos segundos, sintió un fuerte calor en su interior al descubrir que era linda a la vista de Itachi Uchiha. Antes de poder arrepentirse por su atrevimiento, Ino colocó una de las manos de Itachi sobre sus senos. Pidiéndole en silencio que la atendiera. Él así lo hizo, pellizcando uno de sus pezones con su otra mano.

—Esto, es parte del examen— susurró Itachi, queriéndose convencer a sí mismo en el proceso.

—Itachi-kun...—

—L-lo siento. Me pones nervioso, tú y la situación— Itachi no pudo resistirse, la vio rápidamente, sus mejillas sonrojadas la hacían verse hermosa. Le besó la frente, bajó a sus mejillas hasta llegar a sus labios, dónde terminó con un tierno beso. El primer beso de Ino con el joven que la tenía enamorada —Pero, esto no es tu culpa—

La besó nuevamente, esta vez subiendo de intensidad poco a poco, ambos necesitaban sentirse más cerca. Su cuerpo pronto reclamó por aire, ignorando ese hecho, continuaron el beso con desesperación. Itachi siempre había sido tímido, nunca se permitió un encuentro como ese. Ahora todo sus deseos salían a flote, como una bomba estallando. Y nadie podía detener una bomba.

Itachi la acorraló contra la camilla donde anteriormente estaba sentada, subiéndola en ella sin soltar sus caderas. Ino fue quien terminó el beso, a pesar de no querer hacerlo. Sus pulmones ya no podías soportar un segundo más. Para sorpresa de Itachi, la Yamanaka no parecía molesta, al contrario, parecía disfrutarlo. Por ese motivo, Itachi decidió dirigir sus labios al tentador cuello de la joven.

Ino estaba fuera de sí, intentó evitar caer en sus deseos más profundos, pero los dedos de Itachi eran hábiles. Aún si no la había tocado con otras intenciones desde el comienzo. El calor se apoderó rápidamente de su zona baja, impidiéndole pensar con claridad. Lo único que salía de sus labios eran suaves gemidos. Itachi agradecía internamente que a esas horas el cuartel estaba vacío, nadie podría escucharlos.

La chica comenzó a jugar con el cabello de Itachi, pasando sus dedos por su cara para alejarlos y devolverlos a su lugar. Si no lo hacía, las cosquillas la harían gemir más fuerte. Eso era lo que menos necesitaba, ya estaba muy avergonzada como para hacer ruidos embarazosos.

Itachi abrazó a la joven por la cintura, dejó su cuello para pasar a su hombro derecho y luego a su clavícula. Una parte de él aún intentaba controlarse.

—¿Itachi-kun?— la chica le miró curiosa y avergonzada. ¿Por qué había dejado de besarla?, ¿Hizo algo mal?

—Lo siento, es solo que...— él la observó fijamente, una mezcla de sentimientos se instaló en ambos —Si continúo, no podré detenerme—

—No quiero que te detengas— confesó, completamente segura de sus palabras.

—No quiero lastimarte, Ino-san—

—¿A qué te refieres?— tener la mente tan perdida le impidió comprender las palabras de Itachi. El Uchiha temía lastimarla, tanto física como emocionalmente.

—No sé lo que pueda suceder después de esto. Me preocupa que te confundas porque yo...— guardó silencio un momento, cerrando sus ojos recargó su frente sobre la de ella —Yo estoy enamorado de ti—

—Yo también estoy enamorada de ti — Ino le sonrió con dulzura, acariciando sus mejillas y olbligandolo a verla.

—Entonces, ¿Quieres estar conmigo?— indagó con una mezcla de emoción e ilusión en sus ojos.

—Sí, te deseo Itachi-kun—

Itachi sonrió, en ese momento, él también la deseaba. Lentamente comenzó a besar su cuello, una vez más, deslizando delicadamente sus dedos por su espalda y abdomen. Ino suspiró su nombre, esto le provocó un escalofrío agradable por todo el cuerpo. Es como si una corriente eléctrica lo recorriera y terminara justo entre sus piernas. Las caricias tímidas de Ino sobre su torso lo estimularon , todo su ser vibraba cuando ella lo tocaba. 

El calor en la habitación aumentó.

El Uchiha sintió los delicados labios de Ino en su cuello cuando el decidió soltarla. Un suspiro involuntario escapó de su interior. Le agradaba, todo lo que le hacía le agradaba. La rubia besó sus labios con entusiasmo, toda esa situación con Itachi la hacían sentirse querida, jamás se había sentido de es forma. Itachi la recostó sobre la camilla, subiéndose él también con sumo cuidado, procurando no romper ese lindo beso que compartían. La camilla era lo suficientemente grande como para soportar el peso de ambos, así que Itachi no lo pensó demasiado. Igual, no es como que pudiera hacerlo en esa situación. Ino separó las piernas, permitiéndole acceso a su compañero, quien rápidamente se posicionó entre ellas. El roce, aún sobre la tela, era un deleite, así como excitante también.

Sin perder más el tiempo, comenzó a explorar las largas y torneadas piernas de Ino, su piel era tan suave al contacto con sus ásperas manos. Ino no hacia otra cosa que besarle y acariciar su pecho. Itachi pronto llegó a sus muslos, no se detuvo hasta quitar sus bragas y explorar un poco la zona recién descubierta. Ino se estremeció.

—¿Te gusta esto Ino-san?— preguntó mientras acariciaba los labios de su intimidad. La joven Yamanaka gimió en respuesta —¿O lo prefieres de esta forma?— esta vez aceleró el toque. Itachi jamás pensó que los consejos de Shisui funcionarían para algo.

—¡Itachi-kun!

—¿Si?

—Más ra-rápido, por fa-favor— pidió, aún con el rostro rojo.

Itachi continuó, admirando las expresiones en el rostro de Ino, ella en ese momento se veía tan sensual. Ino elevó su cadera, el Uchiha besó sus labios para ahogar sus gemidos. Su miembro estaba más que listo para hacer su intervención, pero antes de eso, quería hacer gritar a la joven un poco más. Itachi volvió a posar sus manos sobre su pecho.

—Son perfectos— el Uchiha sonrió, eso logró darle confianza.

—Gracias, Itachi-kun— respondió, sin saber muy bien que decir. Ino bajó sus manos por su espalda, sin tener suficiente de él. Se detuvo hasta sentir la tela que aún cubría al Uchiha —Itachi-kun, ¿Puedo...?

Él asintió, ayudándola en su labor de desvestirlo por completo. Se quitó su ropa interior rápidamente, ya no podía esperar más, su erección era dolorosa y necesitaba ser liberada.

—Itachi-kun, tú— Ino se mordió el labio inferior con indecisión, jamás imaginó estar en una situación como esa. No podía apartar la vista de la anatomía de Itachi, seguía sin poder creerlo —Me agradas—

El pelinegro la besó nuevamente mientras la volvía a recorrer con las manos, su aroma lo estaba embriagando. Por su parte, Ino no dejaba de acariciar su cuello, tímidamente bajó las manos y en un movimiento descuidado rozó el miembro del Uchiha, quien suspiró ante la nueva sensación totalmente desconocida para él. Itachi no podía controlarse más, sentía como su cuerpo temblaba y un calor se extendía en él rápidamente, sus latidos eran tan fuertes que hacían zumbar sus orejas. Escuchar a Ino gemir su nombre y moverse debajo de él lo estaban haciendo enloquecer.

—Ino-san, ¿Me permites hacerlo?— pidió amablemente el Uchiha, con la única cordura que le quedaba. Ella asintió levemente mientras se agarraba con fuerza de los hombros de su compañero, este se acomodó nuevamente entre las piernas de la rubia.

—¿Dolerá?— preguntó la joven con miedo en la voz.

—Trataré de no lastimarte— él se introdujo en la entrada de Ino y comenzó a empujar suavemente, tratando de no perder el control, el primer grito de Ino lo hizo dirigir su mirada a ella, la joven parecía estar disfrutando de su unión.

—Se siente bien— logró decir antes de enterrar sus uñas en la espalda del ninja prodigio del Clan Uchiha.

—Sí, se siente bien— Itachi no sabía que hacer, se había quedado quieto un momento. 

—Itachi-kun, por fa-favor. Házlo— susurró la Yamanaka. Con el permiso otorgado, Itachi se armó de valor, entrando de nuevo en ella de un sólo movimiento.

El Uchiha sonrió y repartió besos en todo su rostro.

—Ino-san— gimió mientras comenzaba a moverse, procurando no ser demasiado brusco.

—¡Ah!— los ojos de Ino dejaron de enfocarlo, su mente se ponía en blanco con cada penetración de Itachi.

Itachi la penetraba con fuerza, tomando sus caderas en un intento para que lo sintiera por completo. Tan profundo. La besó al ritmo de cada embestida, disminuyendo la velocidad para escuchar su linda voz pidiendo por más.

—Más rápido, Itachi-kun—

—Eres tan linda, Ino-san—

—Itachi-kun— gimió la Yamanaka.

—Grita mi nombre— pidió mientras frotaba su clítoris. Haciéndola retorcerse de placer.

—¡Itachi-kun!—

—Grita para mi, Ino-san—

—¡Itachi-kun!— ella cerró los ojos con fuerza. Sintiendo como su compañero llegaba a su límite, derramándose en su interior. Ino le siguió unos minutos después.

Ambos se miraron a los ojos, intentando normalizar sus respiraciones. Itachi la atrajó hacia el en un beso dulce.

Esa noche estuvo llena de caricias y besos. Por un momento, los dos se habían amado con intensidad. Después de repetir por una vez más, Itachi e Ino regresaban a casa. El Uchiha se encargó de acompañarla hasta la puerta de su hogar.

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Ya habían pasado unas semanas desde ese encuentro. Los dos se miraban en la aldea y rápidamente apartaban la vista, avergonzados. Itachi necesitaba confesarle a alguien su secreto, necesitaba un consejo.

No podía decirle a su padre, este sólo le diría en los problemas que se había metido con Inoichi. Su madre tampoco era una opción, ella estaría preocupada porque su hijo mayor había destruido el honor de una joven inocente. En Sasuke ni siquiera pensó, sería extraño hablar sobre eso con su hermano menor. Más por el hecho de que Ino era su compañera de generación.

Shisui fue en el único que podía confiar, le contó todo cuando lo hizo prometer que no diria nada. No quería que alguien en la aldea se enterara de lo sucedido, no iba a permitir que alguien hablara mal de Ino. Fue por eso que sólo confió en Shisui, él era su mejor amigo, y jamás se atrevería a decir algo.

—Vaya, eso suena más a algo que yo haría Tachi— se burló Shisui de él con una gran sonrisa.

—Shisui— murmuró.

—Si querías a Ino para ti solo, me lo hubieras dicho— el Uchiha mayor entrelazó sus manos por detrás de su cabeza —Yo lo entendería—

—No se trata de eso, Shisui—

—¿No te gusta Ino?—

—Sí, me gusta—

—Una noche bastó para enamorarte — Itachi suspiró derrotado, estaba claro que Shisui jamás dejaría de molestarlo por eso —Dime como es, ¿Es tierna o ruda?, ¿Sus senos son más grandes sin el sujetador?

—Shisui— lo reprendió subiendo un poco el tono de su voz. Su amigo comprendió que era suficiente por esa ocasión.

—Al menos te protegiste, ¿Cierto?—

Itachi dió un respingo en su lugar, su mejor amigo no pudo evitar reír de él —No puedo creerle, Itachi. Dime que no tuviste relaciones con ella sin protección—

—Bueno, no es como que trajera un preservativo todo el tiempo en mi bolsillo para usarlo cuando lo necesite— se defendió el Uchiha rápidamente.

Shisui se mostró pensativo —Sabes, esa no es una mala idea—

—Aunque no tomé precauciones, no creo que Ino-san quede embarazada. Ella dijo que era un día seguro cuando volvíamos a casa— se apresuró a explicarle.

—No estaría tan seguro, Itachi— Shisui lo miró directamente a los ojos, con seriedad —Hace unos días me encontré con Ino en el hospital. Ella dijo que iba a unos exámenes porque últimamente tenía mareos y desmayos—

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Y era justamente por esa conversación con su mejor amigo que estaba allí, haciendo una reverencia ante un muy alterado Inoichi Yamanaka.

—¿Qué estás diciendo, Itachi?—

—Tranquilízate, papá. Esto es un malentendido— le dijo Ino sin dejar de sujetarlo. Itachi se incorporó al escucharla.

—Quiero una explicación— exigió el mayor.

—Itachi-kun me acompañó cuando me hice los estudios, el dedujo por mis síntomas que se trataba de un embarazo. Itachi-kun es tan amable que estaba dispuesto a sacrificarse por una responsabilidad que no era suya— Ino aflojó un poco su agarre al notar que su padre ya no forcejeaba con ella —Pero sólo es un malentendido, no estoy embarazada, Itachi-kun. Sólo tengo algo de anemia.

El rostro de Itachi fue de total sorpresa, llevaba varios días intentando encontrar una manera de solucionar todo sin manchar el honor de Ino. Nunca pasó por su mente preguntar primero si sus sospechas sobre un posible embarazo eran correctas.

—Lamento la confusión— dijo al fin, después de procesar la información recibida.

—Espero que no vuelva a suceder, Itachi— le advirtió Inoichi con una voz fría. Por poco hacia que le diera un infarto al pensar que habían profanado la pureza de su inocente hija.

El camino de Itachi e Ino se separó, casi por completo. Ninguno esperaba que se volviera a unir al pasar un tiempo. 

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Espero que les guste :3

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Nos leemos en otra historia 👀♥️

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