†C A P I T U L O   V E I N T I T R E S†
†Segundo Período de la noche†
†Septiembre 14†

Sus preciosos hilos color cobre cubrían su rostro —incluso hasta durmiendo se ve tan hermosa—, el mundo da tantas vueltas hace unas semanas odiaba a está chica, bueno la verdad... es que tampoco llegó en un buen momento en mi vida. Hoy me hace sentir algo que no se como controlar, algo que jamás tuve y que vi llegar en ella.

Quizás perdí mi tranquilidad tratando de encontrar algo que nunca hallaré. No es bueno tratar de encontrar recuerdos por mera obsesión, hacerlo es encerrar mi mente en una prisión.

Trazo una caricia por sus labios admirando la belleza de éstos, beso su pequeña nariz y empiezo a dejar breves besos sobres su rostro.

—Levantate, ya deben de estar por llegar los demás.

—Solo cinco minutos más, ¿si?

Dejo un último beso en sus labios y corro al baño a tomar una ducha.

El mundo parece estar orgulloso de su máxima crueldad, dónde su plato principal es lo carnal y gobernado principalmente por la mentira. La fe y la esperanza se han perdido por completo en el.

¿Cómo podrías hallar la esperanza en medio del desastre? A la final sigo estando solo en medio de todo este fallo llamado mundo.

Sonrío al salir del baño y ver que Bonnie aún sigue de boca abierta. Sacudo mi cabello húmedo y me coloco una camiseta, se supone que los chicos han de estar llegando en un momento.

—Bonnie, si no te levantas la loca de tu hermana te encontrá en cueros en mi cama y no creo que le agrade mucho.

Me muestra el dedo corazón.

—En unos segundos me levanto.

Bajo a la cocina y me quedo inmóvil por un momento.

—¿Qué hay de nuevo viejo? —inquiere Thao con una media sonrisa algo incómodo.

Sería un estúpido preguntar cómo entro a casa sabiendo que Brendan se cree el dueño con la copia que le di. Sin embargo, no veo rastro de los demás.

—¿Y los chicos?

Traga una rodaja completa de tómate y toma un sorbo de su lata de Coca-Cola.

—Me dijeron que vendrían en un rato al parecer Brendan tuvo un problema y Telma iría por él.

Eso sí que me deja sorprendido, él no es alguien que suela estar en problemas. De hecho le huye como un jodido cobarde.

—¿Dijo qué clase de problema? —pregunto poco convencido.

Se encoge de hombros.

—Solo me dijeron eso —dice con su boca abarrotada de comida.

¿En qué andarán esos dos? De seguro es una locura de Telma no queda de otra. Si, lo sé, siempre la culpo de todo pero es que ella no deja de darme razones tan obvias.

Le robo su lata de Coca-Cola y le doy largo sorbo, marco el celular de Brendan pero este no contesta supongo que es su turno de ignorarme.

Me marchaba cuando me detuve en seco, Thao me observa por el rabillo del ojo.

—¿Cuánto tiempo tenías aquí? —indago un poco avergonzado.

Él tose y luce tan rojo que llegue a pensar que se estaba ahogando.

—No vi nada —explica negando con sus manos y tragando grueso—. Solo escuché...

—¡Cállate!

Niega con sus manos.

—Lo siento.

—Ya para que.

Ruedo mis ojos y le tiro la lata de refresco en su cabeza pero él solo sonríe como idiota. Admito que no es de dar dolores de cabeza creo que es un poco más tranquilo que sus hermanas.

Creo que me empiezan a agradar después de todo, me digo a mi mismo. Pues ni modo, es el hermano menor de mi casi novia.

Ahora sí que debo ir a un psiquiatra.

†
†Madrugada†
†Septiembre 15†

Bonnie estaba tumbada en el sofá viendo Antlers, la película relata cómo dos hermanos, una profesora y un sheriff centran su curiosidad en un joven estudiante con actitud misteriosa. Presiento que Thao se comerá sus dedos mientras ve la película.

Siento una mirada insistente puesta en mí, aplano mis labios evitando una sonrisa. La miro por el rabillo del ojo luce algo frustrada, si supiera que no vale la pena que haya puesto límites entre ambos solo porque está su hermano. Le daría un ataque de histeria si se entera que la escuchó gemir para mi.

Una sonrisa se me escapa y creo que lo ha notado porque se ha levantado echa una furia.

Su hermano se gira en mi dirección algo confundido.

—¿No le ha gustado la película?

Niego.

—Iré a ver qué le sucede.

Asiente.

—Si le dan sus ataques de salvajismo no me llames, más bien avísame para huir.

Bufo, mientras que él vuelve a fijar su atención en la película.

Me fijo en la hora y se me hace extraño que los chicos aún no hayan llegado, y Brendan siga sin responder a mis llamadas cuando no puede vivir ni una hora sin su puto teléfono.

Entro en la cocina y de inmediato ella me enfoca con una mala cara.

—¿Qué te sucede loca?

Y creo que he empeorado las cosas porque me ha fulminado con su mirada.

—No es tu maldito problema.

—Eso no lo decías hace unas horas.

Sus mejillas se ruborizan y me acerco lentamente a ella quedando tan cerca, su rostro del mío que puedo sentir como se descontrola su estabilidad ante mí.

—Me has ignorado toda la noche.

—Tu misma decidiste sentarte lejos de mí preciosa.

Pego mi nariz a la de ella y cierro mis ojos.

—Thao sacaría conclusiones tontas y...

—Ya sabe —suelto de golpe interrumpiendo.

—¡¿Qué?! —inquiere.

—Como escuchás —beso su mejilla—. Llegó cuándo... ya sabes, estábamos...

—Entendí —me corta avergonzada.

Acuno su rostro en mis manos y la beso. Su lengua hace contacto con la mía y profundizamos el beso aún más. La cargo y ella enlazas sus piernas en mi, me acerco al mesón de la cocina sentándola sobre el abriendo sus piernas para acomodarme entre ellas.

Me estoy volviendo adicto a su juego a sus caricias y al calor que demanda su cuerpo.

Beso su cuello sujetándola de sus caderas atrayéndola completamente hacia mí.

—¡Cielos! Creo que hay mucho calor por estos lados —dice Thao.

¡Maldición!

La pelirroja baja de un impulso del mesón y simula una tosecilla.

—¿Necesitabas algo? —pregunta sin mirar a su hermano.

Me divierte verla sonrojada.

—Telma está al teléfono, necesita hablar contigo.

Cómo siempre la insoportable dañando los buenos momentos. Toma el teléfono y sale de la cocina tan pronto como puede.

—Lo siento Regan, no quería interrumpir... ya sabés.

Ladeo mi cabeza y sonrío de manera socarrona.

—Luego me la desquito.

—Oye, es mi hermana.

—¿Y? —inquiero.

Entrecierra sus ojos.

—Haré de cuentas que no he escuchado nada.

Le dedico una mirada llena de burla, paso a su lado revolviendo su cabello como a un niño.

—Ya, terminemos de ver la película —le digo.

Unos largos minutos transcurrieron desde que Bonnie salió de la cocina y no había regresado. Cuando bajó las escaleras su mochila colgaba de su espalda y traía su melana rojiza ondulada hecha en una coleta.

Creí que se quedaría por un poco más de tiempo y no puedo pasar en alto la decepción que me acoge.

—Brendan me pidió que te dijera que está bien que estará unos días fuera.

—Hasta que por fin apareció.

Asiente.

—Thao debemos irnos, mamá nos matará a ambos, nos espera en casa y ya sabes como es.

Se levanta de mala gana y nos dedica una mirada de fastidio a los dos.

—Tan rudos que se ven y tan cliché que son —susurra.—Te espero a fuera —le avisa sin ánimos.

La miro fijamente pero ella desvía su mirada.

—Vendre por la mañana, Regan.

—Te dejaré ir con una condición.

Sonríe pícaramente.

—¿Cuál?

—Que aceptes ser mi novia —digo.

—¿Y si digo que no? —eleva su cejo.

—Te podría secuestrar y castigar hasta que digas que sí.

Camina de un lado a otro simulando pensar su respuesta.

—Eso último me excita a decir no, pero a cambio si acepto, podríamos practicarlo mejor. Serás mi amo y yo estaré dispuesta a cumplir todas tus órdenes.

Mis labios buscan lo de ellas pero me evade.

—Dijiste que cumplirás todas mis órdenes —espeto y la tomo por el cuello besando sus labios ferozmente.

—Espero que cumplas lo dicho cuando vuelva, amo.

Con eso se levanta y me deja tumbado e caliente en el sofá, es el momento de admitir que desde que la conocí no he podido sacarme de la cabeza que ésta chica es mía y de nadie más.

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¡Holaa! Los extraño cuando me pierdo un poquito de este lado del mal. Queria sugerirles una cosita, aún no puedo revelar un detallito de esta historia sin embargo, he dejado pistas en cada capítulo así que deben prestar atención para que puedan entender desde que punto estoy narrando.

Los quiero, nuevas cositas se irán descubriendo poco a poco. Es una historia larga y lenta pero que no los decepcionará.

Sigan leyendo y comentando 🖤

Anne Fernández.