†N U E V E†
†C A P I T U L O N U E V E†
—Dime qué... —detallo el lugar—. ¿Esto no es una puta fiesta?
Brendan me sonríe indirectamente.
—¿Tú qué crees, hermano?
¡Maldito!
—Acaso se te ha olvidado lo que sucedió la última vez...
Me interrumpe Thao.
—Solo diviértete y mantente alejado de las chicas.
Empiezo a dudar de la orientación sexual de este chico.
—Que consejo tan amable.
Todos ríen menos él, al notar el sarcasmo en mi tono de voz.
—Solo decía —recalca.
Nos bajamos del auto y caminamos en dirección a la fraternidad, la música provocaba que el sitio vibrara completamente.
—Mantengámonos todos juntos —sugiere Brendan—.Telma y yo iremos por unas bebidas, ¿de acuerdo?
Todos asentimos.
El lugar estaba mejor decorado que la última vez, de hecho había más gente. Bonnie enciende un cigarrillo y se sienta distraída en el brazo de uno de los muebles, justo en el que está sentado Thao. Se que no quiso sentarse a mi lado, pero eso a mí me importa un carajo.
La observó de reojo y ella está completamente distraída mirando hacia otra dirección. Luce más bonita cuando tiene su boca cerrada.
—¡Yuju! Aquí están la bebidas —anunció Telma.
Todos tomamos un baso cada uno. Cuando el alcohol empezó a correr por nuestra sangre el menso de Thao empezó a hablar de estupideces y todos comenzaron a reírse.
—Juguemos algo divertido —propone este mismo.
—¿Qué cosa? —pregunta Bonnie.
Él aplaude con mucha euforia.
¡Rayos! Creo que este chico luce mal, se le nota que nunca había probado una gota de alcohol antes.
—Verdad o reto pero... —traga grueso—, deben cumplir ningunos pude negarse luego de que acepte jugar.
Nos miramos todos pensando en una respuesta al final soy el primero en hablar.
—No jugaré a nada.
Bonnie suelta un resoplido y le da un trago a su bebida.
—Anda no seas aguas fiestas —insiste Thao.
Y tú no seas un infeliz tarado.
—Esta bien, está bien.
Salta provocando que parte de su bebida caiga en sus pantalones. Pobre chico.
—Empiezo yo —propone el chico —Telma te elijo, ¿verdad o reto?
Ella lo piensa por un momento.
—Verdad.
Vuelve a dar palmadas como si estuviéramos en un jodido cumpleaños.
—¿Es verdad que entras por las noches a mi habitación a robarte mis gomitas de azúcar?
¡¿Ah?! ¿Es en serio? Ay no, quiero salir corriendo de aquí. No se atrevió a preguntar algo más estúpido.
—Oh no, ¿cómo te has dado cuenta?
—Genial, lo sabía. Te he descubierto.
Termina por hacer un puchero y niega con su cabeza. Ya estoy llegando a mi límite con este juego de niños y tan solo es el comienzo. Todo por no quedar como un jodido rompe grupo.
—Es tú turno —dice señalando a Telma—. Escoge a alguien y pregunta lo mismo —le explica.
Cierra sus ojos y empieza a señalar al azar, si me elige será ella quién inicié esta guerra entre ambos de nuevo.
—Mmm, Bonnie —indicó con una sonrisa traviesa—. ¿Verdad o reto?
La pelirroja se deshace de su cigarrillo y la observa curiosa.
—Reto.
Vaya, eso sí que no me lo esperaba. Esta chica debo admitir que en ocaciones logra sorprenderme.
—Te reto a que beses a Regan.
—¡¿Queé?! —digo casi que en un grito.
Quiero matarla si es necesario.
—Relajate es solo un juego —me explica—. Al menos de que te dé miedo.
Quiero no, voy a matarla.
Observo a Bonnie que me mira con sus malditos ojos color esmeralda, retándome y a la misma vez burlándose de mí.
Ruedo mis ojos y le hago una seña para que se acerque a mí. Una sonrisa se esboza en su rostro. Bien, si quieren jugar con fuego con gusto me les uno pero ya luego no podrán tenerle miedo a la candela.
Se inclina hacia mí y moja sus labios con su lengua, ¡mierda! eso fue muy sensual. Acercó su rostro más al mío y unió sus labios con los míos en un beso nada dulce, al contrario era uno salvaje, uno que olía a peligro. Sabe a miel, huele a peligro, justo como la luna, hermosa pero con un lado oscuro.
¿Qué me sucede?
Me separó de su rostro y ella hace lo mismo.
—Uy, pero que momento —susurra entre risas Telma.
—Nada especial —aseguro.
Se que ella me está observando pero no le devuelvo la mirada.
—Él mismo lo ha dicho.
Miramos a un costado y Brendan estaba con su cabeza en el respaldo del sofá dormido y Thao ni se diga, está hablando tantas estupideces.
—Creo que ya es suficiente —hablo.
De pronto una chica rubia aparece con un escote muy pronunciado y empieza a coquetear con el retrasado menor.
¡Qué envidia!
Es la primera vez que lo veo con una chica, bueno era la primera vez que lo veía, ya se ha ido con la chica. Ahora solo quedamos Telma, Bonnie, un Brendan dormido y yo.
—¿Seguimos con el juego? —pregunta Telma.
...
Un momento más tarde.
...
No sé, no entiendo, cómo llegamos a ésto. Telma vomitando sobre la alfombra y Bonnie en brasier dormida en el mueble opuesto, y yo ni hablar, apenas y reconozco quién soy... ¿Pero quién soy en realidad? Esa es la verdadera pregunta.
Me levanto y empiezo a estrujar a Brendan, cuando este duerme no hay tormenta que lo despierte. ¿Cómo rayos puede dormir así? Ni yo logro entenderlo.
—Viejo, ¿qué sucede? —balbucea medio dormido.
Sino se levanta ahora le daré un puto puñetazo.
—Debemos irnos ahora.
—¿Por qué o qué? No las estamos pasando muy bien.
Si claro, sobre todo tu.
—Se nota, has pasado toda la noche durmiendo, recuérdame no darte más alcohol.
—Ya,ya hombre. Me estas contagiando tú mal humor.
Le doy un leve puño en el pecho y el finge dolor.
—Maldito dramático si eres.
Él ríe y se levanta para cargar a su novia. Mira a todos lados y se lo que va a preguntarme ahora.
—¿Dónde está...?
Lo interrumpo.
—Se quedará, ha sido su día de suerte.
Hace una «o» con su boca y ya nos íbamos cuando se detiene dedicándome una mirada agria.
—¿Sabés algo? —pregunta.
Yo lo observo sin ninguna expresión.
—¿Qué?
Se gira y me señala a la pelirroja.
—Ella no puede quedarse allí, al menos que quieras que Telma me asesine mañana. ¡¿Quieres que me maten o qué mierda?!
No, no,y no, que se las arregle ella solita.
—Ni de coña la voy a cargar.
—Puedes por primera vez en tu vida tener un poco más de contacto con las chicas y que no sea necesario tenerlo para follartelas —me reprochó.
Gruño.
—Me deberás un maldito favor, imbécil.
—Si,si deja de quejarte por un instante, como quieras pero date prisa antes de que Telma termine por vomitar sobre mí.
Asiento y me encojo de hombros.
—Iré tomando la delantera, te veo en el auto... y vistela —sugiere socarronamente.
Busco su camiseta por todos lados pero intento fallido, ¿qué la habrá hecho? dejo salir una insolencia y me deshago de la mía para colocarsela a ella. Lindo color de piel, su rostro parece el de una muñeca, es hermosa pero es una loca.
La cargo y salgo de la fraternidad, Brendan junto al subir de inmediato encendió el auto y arrancó al instante.
En el trayecto no pude pasar de percibido antes los ojos de Brendan.
—¿Qué hace mi cuñada con tu camiseta? O mejor dicho, ¿qué haces tú, sin ella?
Suelto una incómoda tos.
—No encontré la suya.
Él niega divertido.
—El día que ella tuvo la pelea con Rocco te vi sonreírle y eso sí que es una gran novedad.
—Piensas demasiado, no veas cosas donde no las hay.
Se encoje de hombros y guarda silencio, es mejor que así sea, si se atrevía a decir algo más, probablemente habríamos tenido una discusión; la primera en tanto tiempo. Y no pensaba en tenerla por ehm... por ella.
###
Yo en las fiestas soy estilo Brendan jajajaja es broma.
Dejen sus comentarios y delen amor en la estrellita🖤
Los quiero.
Besos malévolos 🖤
Anne Fernández.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro