Magnus y Alec estaban de misión en Perú, la pareja tenía como objetivo detener a un pishtaco* que había estado atacando en zonas rurales a plena luz del día, eran numerosos los casos de desaparecidos y de seguir así el mundo de las sombras quedaría al descubierto. La tarea no fue muy dificil para la pareja, habían terminado su misión con éxito y en menos tiempo del esperado así que decidieron aceptar la invitación de un veterano cazador de sombras.

Fue un viaje largo y agotador pero despues de horas de tener su trasero aplastado llegaron a su destino, el anciano los llevo a la casa que solía ser de sus abuelos la cual a pesar de los años estaba muy bien conservada.

El pequeño pueblo al que llegaron se llamaba  Cairani o “Posito de Plata”, el anciano les explicó  que era llamado asi por el gran moviendo de joyas en base a plata que en tiempos de auge se mostraba en dicho lugar. Según el anciano estaban en la provincia de Candarave asi que mientras escuchaban el relato internamente hacían planes para luego ir a Tarata a los baños termales de Ticaco y después tal vez ir a la ciudad de Tacna, después podrían ir a visitar a unos conocidos que tenían en el vecino país de Chile.

Llego la noche y después de cenar el anciano los guió hacia su habitación, en el camino les dijo que era mejor que no saliesen hasta el día siguiente y ellos no preguntaron el por qué.

Era de madrugada y la luna llena iluminaba toda la hacienda, era una noche muy clara ideal para un paseo romántico, pero no era por ello que Magnus despertó, había bebido litros de mate de muña y ahora tenía deseos de orinar y para ello tenía que pasar el patio, luego una regular huerta para llegar al área de los corrales, en un primer momento pensó en ir solo pero nada más abrir la puerta un escalofrío lo recorrió, era miedo y no sabía por que, regreso sobre sus pasos y suavemente levantó a su Alexander.

Cuando el nefilim despertó le dedicó una sonrisa burlona, el gran brujo tenía miedo, rió al inicio pero después al ver el rostro de terror de Magnus se calló de golpe, su novio no era de los que se asustaban así que decidió ir con él.

Apenas salieron el viento helado los hizo estremecer y el temor también se instaló en Alexander, ¿qué era aquello que les causaba temor? se habían enfrentado a demonios y al mismo Asmodeo y jamás habían temblado como lo estaban haciendo en ese momento.

Lo mas lejos que llegaron fue al pequeño zaguán de acceso a la huerta; frente al cual se encontraba un pequeño árbol, siguieron caminando y al cruzar la puerta había unos arbustos y a un metro cruzaba una acéquia, se detuvieron ahí pues ninguno de los dos tenía las agallas para seguir e internarse entre los maizales.

Magnus decidió que ya no aguantaba más, así que se puso a mixionar entre los arbustos y mientras estaba liberandose de la nada apareció un perro, era capitán el perro guardián de la hacienda que lo miraba con reproche por hacer sus asuntos en su baño privado.

El solo tener a capitán con ellos los hizo relajar y se confiaron por la claridad del lugar, sin embargo el perro empezó a gruñir hacia los maizales, se mostraba algo inquieto y de pronto empezó a ladrar y ladrar desesperadamente.

Alec creyó que estaba así por algún gato que se había escondido en los arbustos así que recogió algunas piedras para tirarlas a fin de hacerlo salir.

Grande fue la sorpresa de la pareja al ver de pronto un bulto de forma circular muy parecido a una cebolla, dejaron de respirar y se paralizaron pues lograron ver con claridad un rostro humano muy lastimado, estaba rasguñado y su larga cabellera estaba despeinada como si hubiesen pasado años desde que usará un peine, se acercaba a ellos con los ojos rojos y la boca abierta y cuando estaban por orinarse del miedo ese bulto se enredó en las ramas; seguían estáticos mirando aquella cosa sin poder desviar la mirada, ¿cuanto tiempo había pasado? No lo sabían.

Capitán trataba de ayudarlos, el perro ladraba una y otra vez, jalaba de la basta del pantalón de Alexander pero aún así el nefilim no podía moverse a causa del miedo, cuando la maraña de cabellos logró zafarse de los arbustos Capitán mordió a Alec quien  reaccionó y tomando a Magnus del brazo lo obligo a correr de regreso a su dormitorio, Alec atrancó la puerta con cuanto mueble encontró, incluso uso la cama y una bacinica que había estado bajo la cama, después corrio hacia Magnus y lo protegió entre sus brazos mientras afuera se seguía escuchando el ladrido del perro, hasta que después de varios minutos reinó el silencio.

Con el canto del gallo el viejo cazador fue a ver como estaban, Alec le relato su experiencia con aquella cosa greñuda y el anciano lo escucho hasta que finalizó la historia, despues les dijo que lo mas probable era que se hubiesen encontrado con un Kac Kac, o cabeza voladora.

Luego de ello ambos novios se metieron a la cama y se taparon de cuerpo entero como si las frazadas les dieran protección, a la mañana siguiente salieron, aún con miedo, miraban atrás de ellos rezando para no volver a encontrarse con aquella terrorífica cabeza.

Después del desayuno Alec salió con un gran trozo de filete como agradecimiento para Capitán, lo estuvo llamando por varios minutos pero el perro no acudía a su llamado así que armandose de valor lo busco donde lo había visto por última vez, se acercó rápidamente a el pero ya era tarde Capitán estaba muerto.

Dio mellito, parece que no; bueno aquí mi intentó para una historia de Halloween.

Creo que esta categoria (terror) no es lo mío, pero bueno

Feliz Halloween.