Destinos enlazados
Esta historia es en agradecimiento para mis apreciadas lectoras(es) que me acompañan en Malec por sadimila, no se me dan las palabras así que mejor escribo otra de las locuras que se me ocurren
Y mi agradecimiento también va para aquellos que me dieron una estrellita y también para los lectores fantasmas que leen mis historias.
Gracias por haberme acompañado todo el 2017, de todo corazón les deseo un 2018 lleno de éxitos.
Habían pasado diez años desde la última vez que vio Brooclyn, una década desde que vio a su familia y amigos, muchos años desde que lo vio a él.
Estaba de regreso en la ciudad y no venía solo, había un pequeño bulto protegido entre sus brazos, lo levantó un poco y depositó un beso en la pequeña frentecita de su bebé haciéndolo reir. El botones del elegante hotel salió presuroso a bajar las maletas del taxi mientras el gerente le daba la bienvenida y lo guiaba al interior del recinto.
Una vez instalado dio un baño a Maxwell, así se llamaba su hijo y después de darle el biberón su pequeño angelito se quedó profundamente dormido en sus brazos, Max estaba muy cansado por las largas horas de viaje.
Lo acostó en su cama y lo vio fruncir el ceño cuando sus manos dejaron de acariciarle, sonrió ante ello antes de servirse una copa de vino y salir al balcón para observar la ciudad desde lo alto del edificio, estaba ahí por negocios pero eso no evitaba que los recuerdos volvieran a su mente, no sólo aquellos recuerdos felices de su infancia sino principalmente aquellos recuerdos que lo entristecian y lo hacían derramar unas cuantas lágrimas.
Sólo tenía catorce años y era feliz, su familia era muy religiosa y siempre asistían a misa los domingos, sus padres y hermanos siempre le decían que lo amaban mientras besaban su mejilla o en el caso de su padre su cabello, eran una familia modelo, de aquellas que escribian en los libros e interpretaban en las películas
Pero todo cambió cuando un nuevo estudiante llegó a su escuela y por primera vez se sintió atraído hacia alguien, estaba mal lo sabía, en su mente escuchaba las enseñanzas del pastor y los discursos que su padre daba en las reuniones de la congregación, pero aún asi no pudo evitar que su corazón se abriera al amor
Una lágrima rodó por su mejilla cuando una imagen nítida de él apareció en su mente. Siempre lo observaba, no solo en la escuela sino también en su vecindario, y fue feliz cuando después de medio año ese joven lo vio y le dirigió la palabra por primera vez. Pensó que tal vez el estaría interesado en su persona y se hizo ilusiones, cada día hablaban pero solo había un tema en particular.
Pasó el tiempo y el amor que sentía hacia su compañero de clases le dio el valor de confesarce, sucedió poco despues de sus quince años, había pasado una semana buscando las palabras perfectas para Magnus Bane pero no recibió la respuesta que deseaba
- Lo siento, yo no siento nada por ti más que..., bueno Alec, tu sabes..., mejor dicho tienes que saber que si me acerqué a ti fue por tu primo, es él quien me interesa, debiste darte cuenta, siempre te preguntaba por él, mira para serte sincero tu no me atraes y no creo que eso cambie... Creo que mejor me voy.
Ese fue su primer amor, su primer corazón roto, fue usado por Magnus Bane para acercarse a su primo y aunque lloro por horas entendía que William era mucho mejor que él.
Habían pasado muchos años y después de aquel día jamás lo volvió a ver, es más jamás volvió a ver a nadie. Tuvo la mala fortuna de que su confesión fuera escuchada por la vecina más chismosa del vecindario y cuando llegó a casa su familia estaba reunida esperándolo, todos mostraban una expresión horrorizada y sin piedad alguna lo lanzaron a la calle sin nada más que un par de dólares en los bolsillos, sus padres no soportaron saber que tenían un hijo gay, un hijo que había cometido el peor de los pecados y cuando quiso acercarse a sus hermanos buscando su comprensión ellos lo miraron con asco, todo el amor que decían sentir por él se esfumó como la niebla al salir el sol, en un abrir y cerrar de ojos lo perdió todo.
Vivió en las calles, durmiendo sobre cartones y alimentandose de vez en cuando gracias a la caridad de otros indigentes como él, buscaba trabajo pero nadie lo contrataba por ser menor de edad, por meses vivió cerca de un terminal de buses donde peleaba con otros chicos para ayudar a los turistas a cargar su equipaje a cambio de unas cuantas monedas, fue ahí donde llamó la atención de un viejo hombre que lo recomendo a una pareja, ellos estaban en la ciudad por negocios y decidieron contratarlo para que los ayudara como traductor, Alec hablaba español, frances y algo de mandarin y cantonés gracias a su difunta abuela que era profesora de idiomas, en menos de un mes ellos se encariñaron con él y decidieron adoptarlo cuando él les contó su historia, Alec se negó al principio pero después de un tiempo aceptó no solo por él sino también por un amigo que conoció en las calles y lo protegió de los peligros que ahí habían, su nombre era Sebastián y estaba muy enfermo.
Ambos fueron adoptados, Luis y Carlos eran una pareja amorosa que se encargaron de que ambos tuviesen la mejor educación. Muchos años después Alec terminó la universidad junto a su hermano adoptivo y empezaron a trabajar en el negocio de sus padres administrando una de las más grandes cadenas hoteleras del continente, fruto del arduo trabajo de toda la familia
Y era por ese motivo que ahora se encontraba en Brooklyn, pronto se celebraría el aniversario del Consorcio Lu&Ca y también el aniversario de matrimonio de sus padres. Personajes importantes de todo el mundo vendrían a felicitarlos así que el estaba en la ciudad para recibirlos.
- Sr. Leclair su auto esta listo, ¿desea que lo acompañe?
- Gracias Joseph y no es necesario, solo iré a recorrer la ciudad, hace años que no la visito pero aún recuerdo cada calle, regresare para el almuerzo, por favor busca una niñera que tenga recomendación, nos vemos
Alec paseó por la ciudad y no pudo resistir la tentación de ir a su antigua casa, solo observó de lejos y se retiró, también fue a su ex escuela y de lejos vio a alguien conocido, Simón salía de la institución con su maletín en mano mientras dos alumnos gritaban profesor Lewiss. Sonrió ante ello, su amigo logró su sueño, estaba por acercarse cuando...
- ¿Qué pasa amor?, dile a papá que es
Max había empezado a quejarse y Alec de inmediato lo reviso
- Pues que comiste bebé, por el ángel, no quiero imaginar cómo va a ser cuando te de algo además de leche.
Alec cambio el pañal de su hijo y volvió al hotel, ya era medio día y su hijo necesitaba almorzar. Apenas entró a su suite tocaron la puerta era Joseph que venía con la niñera.
- Sr. Leclair ella es Isabelle Lightwood, es una niñera con experiencia y viene altamente recomendada, aquí esta su expediente y ya ha sido verificado.
- Gracias Joseph puedes retirarte
El gerente se retiró y Alec clavo su vista en la mujer, ella solo se mordió el labio inferior nerviosa. A su mente vino las veces que Alec le pidió ayuda, solo un poco de comida fue su última petición, algo que ella le negó.
- Quien diría que después de tantos años volvería a verte
- Alec yo...
- Sr. Leclair..., escuche srta lightwood, al parecer no incluyó en su expediente que es homofóbica, no creo que este trabajo sea para usted ya que...
- Por favor, necesito trabajar, Sr. Leclair enserio necesito el trabajo le juro que cuidaré muy bien de Max
Alec solo la observó por varios segundos antes de tomar una decisión
- Esta bien, le daré una oportunidad pero si veo algo que me desagrade la echaré a la calle y jamás podrá volver a trabajar como niñera.
Isabelle pasó el resto del día al lado de Max, lo baño, vistió y alimentó como si fuera su madre y hasta le cantó una nana para hacerle dormir mientras Alec estaba en su computador trabajando. Esa noche ella se quedó en una de las habitaciones de la suite su trabajo era de tiempo completo y no podía alejarse del bebé por nada del mundo.
- ... es él Jace, no te estoy mintiendo, es Alec, solo que esta muy cambiado.
- ...
- No he visto a su esposa, solo a su hijo, es precioso se parece mucho a él...
Isabelle conversaba con su hermano contándole de Alec y del pequeño Max.
A la mañana siguiente se levantó muy temprano, eran las cinco de la mañana y decidió bajar a las cocinas a pedir el desayuno para Max y Alec, salió de la habitación y vio a su hermano aunque él no se dio cuenta de su presencia, Alec estaba al teléfono y se sorprendió al escucharlo llamar papá a alguien
- Lo se papá..., no te enojes..., ¿sabes que te quiero verdad?..., a ella no le interesa saber de nosotros..., solo quería una buena suma de dinero por mi hijo..., ¡ella intentó vendermelo padre!, sino fuera por Seb ahora Max..., lo siento no quería levantar la voz es solo que hablar de ella me pone de mal humor. Te amo, lo sabes, pero tienes un corazón de pollo... Papá antes de pedirme que le de una oportunidad debes recordar que esa demente estuvo a punto de matar a mi hijo de hambre, durante la semana que lo tuvo con ella no lo alimentó ya que no quería que se le cayeran los senos, papá ni siquiera le cambiaba el pañal mi hijo estaba sucio y su piel irritada cuando lo encontré..., lo siento pero jamás en la vida se acercará a mi Max ella perdió todo los derechos sobre mi hijo.
Padre por favor es más que seguro que ya se le acabó el dinero que le di y no se te ocurra darle un solo centavo o le diré a papá Carlos..., si te estoy amenazando..., pondré a papá sobre aviso y de paso le diré a Seb que trámite una orden de restricción. Por cierto Max tiene un poco de temperatura y ..., rayos papá, no hagas un escándalo tu nieto esta bien, ¿crees que estaría conversando contigo si su vida estuviese en peligro?..., si ya llame al doctor. Tocan la puerta padre debo colgar nos vemos en unos días..., ¿cómo que nos vemos esta tarde..., papá..., Alo?
Su padre había cortado la llamada abruptamente, dejo el teléfono y dio unos pasos para ir hacia la puerta cuando vio a Isabelle que ya estaba recibiendo al doctor, revisó a Max y después de media hora se fue dándole indicaciones a Alec. El resto del día no se separó de su bebé, solo al medio día por unos minutos cuando Isabelle le trajo el almuerzo
- Puede retirarse srta. Lightwood la llamaré si la necesito
Ella solo se retiró y estuvo en la sala un par de horas hasta que unos toques desesperados la hicieron levantarse y abrir, dos hombres entraron presurosos llamando a Alec.
Isabelle vio como ellos entraron a la habitación y después de abrazar a su hermano corrieron a la cama donde Max estaba recostado moviendo sus manitas tratando de alcanzar un juguete.
- Papas no tenían que venir, les dije que todo estaba bajo control
- Silencio niño, Max es nuestro nieto es normal que querramos estar a su lado todo el tiempo.
Isabelle fue presentada como la niñera y aunque el matrimonio Leclair quiso despedirla ya que ellos estaban ahí para cuidar de su nieto, Alec decidió no quitarle su trabajo. Ella veía como una pareja gay consentía no sólo al bebé sino también a Alec, al inicio le molesto estar rodeada de personas tan peculiares pero necesitaba el dinero así que tuvo que aguantarse y mostrar una sonrisa, poco a poco con el pasar de las horas al ver el amor que todos se tenían la hizo cambiar de opinión, pensó que las enseñanzas de su congregación religiosa tal vez estaban erradas
Cuando pasó una semana ella se encontraba trabajando mientras la familia estaba recibiendo a sus invitados. Max estaba en sus brazos riendo cuando entró Alec llevando en su espalda un gran bulto rojo
- Deberías ponerte a dieta, pesas más que Seb
- No peso nada, eres tú el que no tiene fuerzas, eres un debilucho.
Apenas la pelirroja vio al bebé se bajo de Alec y corrió arrebatandoselo a Isabelle de los brazos.
- Hola Max, ¿cómo a estado mi corazón? Vamos cuantale a tía Clary si tomaste tu leche he hiciste los berrinches como el ángel manda
- Oye deja de decirle eso a mi hijo
Ella solo le saco la lengua y siguió jugando con el bebé. Para la noche cuando Alec se acostó despues de un arduo día de trabajo sintió un cuerpo aferrándose a él y salió disparado de la cama.
- ¿Qué rayos haces en mi cama?
- El hotel esta lleno, no te voy a comer Alec ven aquí
- Ve a dormir a la habitación de Isabelle
- No quiero, además ella esta con Max y no quiero despertar a mi angelito. Vamos Alec sabes perfectamente que no voy a aprovecharme y robarte tu castidad
- Muy graciosa Fray, esta bien iré a dormir a...
- No te pases, necesitas descansar, vamos ven ya es muy tarde y mañana es un día importante.
A la mañana siguiente todo era un caos, los empleados del hotel se encontraban decorando el salón de eventos entre ellos Jace Lightwood que acababa de ser contratado junto a Simón, quien solo estaba ahí por Isabelle, había pasado una semana desde que vio a su novia, pasaron unas horas cuando vieron entrar al ojiazul llevando a un sonriente bebé en brazos, Alec estaba supervisando que todo estuviese en perfectas condiciones. A los minutos entró una pequeña pelirroja corriendo como un hada segun dijo Jace a Simón, ella arrebató a Max de los brazos de su padre y espero mientras Alec hacia su recorrido por el salón.
De pronto una suave melodía se dejó escuchar y ella se puso a bailar con Max en sus brazos ante las miradas de todos, Clary era bailarina profesional y dejo hipnotizado a más de uno. Alec solo sonrió ante ello, los veía con adoración mientras caminaba y no se dio cuenta que un joven venía cargando una caja muy pesada, ambos chocaron y la caja cayó al suelo, el sonido de cristales rompiéndose se escuchó en todo el salón.
Todo observaban hasta que un grito se escuchó
- Bane estas despedido y no sueñes en que te pagaré el sueldo que te debo, sabes ¿cuánto cuestan los vasos que acabas de romper?, eres un inútil...
- Ya basta, guarde silencio
- Pero...
- He dicho que se calle - Alec recogió uno de los cristales y luego lo lanzó al suelo - ¡que es esta basura! fui claro al decirles que quería la serie de copas Sommeliers de la casa Rediel, no puedo servir a mis invitados en simple vidrio, esta despedido
- Pero...
- Larguese ahora mismo y ni sueñe en pedir su pagó, es más, no volvera a trabajar en este negocio - Alec estaba furioso, hasta Clary se sorprendió al verlo en ese estado - Joseph necesito que te encargués de esto ahora mismo, debiste verificar cada detalle y...
- Tan gruñón como siempre, deja en paz al viejo y mejor pensemos en como conseguir esas copas que tanto quieres
Un hombre rodeó a Alec con sus brazos y besó su mejilla quitándole el mal humor en segundos
- ¿Seb, desde cuándo?
- Unos minutos - se separó de Alec y se acercó a Max - ¿Cómo esta mi hombrecito? Vamos bebé dile hola a papi
Alec solo rodo los ojos y salió a hacer unas llamadas, ya se estaba desesperando cuando Simon lo encontró
- Tal vez pueda ayudarte, hola Alec..., ¿te acuerdas de mi?
- Simon..., por supuesto que me acuerdo
- Me alegra escucharlo, veo que no tienes tiempo asi que te buscare otro día para invitarte una copa.
- Me encantaría pero ahora dime como...
- Conozco a alguien que..., mejor dicho..., Alec aquí esta Magnus y él tenía una empresa de catering y conoce gente que tal vez pueda ayudarte a encontrar lo que necesitas y..., bueno podrías preguntarle
- Gracias por la ayuda Simon, necesito con urgencia solucionar este problema asi que le preguntaré
- ¿Alec aún...?
- ¿Qué...? No, ya no, eso quedó en el pasado amigo, no sentí nada al verlo además ahora tengo...
Justo en ese instante fueron interrumpidos por Isabelle y Alec se despidió de su amigo con un nos vemos después y un fuerte apretón de manos
- Srta Lightwood estaré ocupado lo que resta del día, cuida de mi hijo y para la noche lo necesito vestido para la ocasión, Clary pasará por él y después puedes retirarte.
Simón se sorprendió y mucho cuando Alec le hablo a su novia de una manera tan fría, bueno era su jefe y era normal que le diera órdenes pero también era su hermana y podría haberla invitado a la recepción.
- El no lo haría, ya no, después de como lo rechaze es sorprendente que no me haya despedido.
- Hablaré con él
- No, dejemos las cosas así, el tiene una nueva familia, nos reemplazó a todos y no me estoy quejando.
Isabelle no necesitaba que Simón hablara para saber lo que estaba pensando
- Sr. Bane espere el Sr. Leclair quiere verlo, acompañeme
Magnus se sorprendió cuando Joseph le dijo aquello, estaba caminando atrás del anciano mientras pensaba para que lo quería ver Alec y por un momento sonrió y se sonrojo un poco pensando en la posibilidad de que...
La puerta estaba abierta así que lo primero que Magnus vio fue a Alec siendo desvestido por el peliblanco que llegó en medio de la discusión por las copas
- Lo siento Sr
- No pasa nada Joseph, pueden entrar que aun no se calienta el asunto - Seb quitó sus manos de la camisa de Alec y sonrió antes de acercarse al anciano hombre y abrazarlo por los hombros sacándolo del despacho.
- Quería verme Sr...
- Dime Alec
- Alec, lo siento pensé que no querías volver a verme después de lo que pasó
- Ya no somos niños, han pasado años desde la última vez que nos vimos como para andar recordando aquello, escucha Magnus se que no somos amigos pero si hombres de negocios así que iré directo al grano.
Simón me dijo que podrías ayudarme con un problema, necesito que me ayudes a conseguir las copas que pedí, si puedes hacerlo te pagaré muy bien por la ayuda.
- Puedo, se donde conseguirlas pero...
- No importa lo que cueste, habla con Joseph el te extenderá un cheque, te agradezco la ayuda Magnus.
Alec solo le dio un fuerte apretón de manos como despedida, cuando vio a Magnus mirarlo intensamente, de pronto la puerta fue abierta de manera violenta y una pelirroja agitada entró sin aliento
- Alec necesitamos tu ayuda...
Clary tomo una gran bocanada de aire antes de fruncir el ceño cuando vio a Magnus muy cerca de Alec con una de sus manos aferrándose a su camisa
- Disculpa no sabía que estabas ocupado
- No te preocupes ya termine, mejor dime ¿qué esta pasando?
Ella decidió ignorar al moreno, se acercó a tomar su brazo y guiarlo a la salida.
- Carlos no quiere usar el traje que Luis escogió, tienes que hacer algo están discutiendo luego que un ex novio de Luis llegará de improviso y lo abrazara, ya sabes lo celoso que es...
Magnus veia la espalda de Alec mientras recordaba como lo rechazó, ya no era un niño, se había convertido en un hombre guapísimo, se parecía a Will y mucho, pero mientras will era atractivo como un mortal Alec era tan hermoso como un angel y aún conservaba inocencia en su mirar...
En el transcurso de la noche Alec bailó con Clary en muchas oportunidades ante la atenta mirada de Magnus que lo observaba mientras repartía bebidas, a su lado Jace observaba a la pelirroja con intensidad y ella de vez en cuando le regalaba una sonrisa, hasta que Alec la descubrió y la riño por estar coqueteandole a alguien que no la merecia
- No te metas Alec, no eres mi padre
- Me pregunto que opinaria él si supiera lo que estas haciendo. Mañana te enviare de regreso a España en el primer vuelo
- No me trates como una niña
- Eres una niña, escucha Clary ese hombre tiene mi edad y...
- Esta bien..., se que lo conoces y tienes algún problema con él, no se que es, pero no me acercaré a alguien que tu no quieras, así que tranquilo
Clary no volvió a dirigir la mirada a Jace a pesar de que él trataba de llamar su atención.
- Jace deja de mirarla tanto, ella es hija de un político muy importante, además escuché cuando Alec le prohibió mirarte
- ¿Como lo sabes?
- Estaba cerca repartiendo las bebidas cuando lo escuché reñirla.
- Porque se mete donde no lo llaman, más tarde buscare una oportunidad de hablar con ella y me vale lo que él piense.
Muchas horas después la celebración llegó a su final, Clary ya se había retirado escoltada por Sebastián quien también se había dado cuenta de las intenciones de Jace, todos los empleados abandonaban el salón mientras Alec daba las últimas instrucciones a Joseph.
Magnus, Isabelle, Simón y Jace estaban en el ascensor cuando de pronto la puerta fue detenida y Alec entro sin siquiera mirarlos estaba al teléfono diciéndole a alguien que ya estaba bajando, cuando terminó la llamada y Jace le hablo.
- Así que ahora que tienes dinero ya no saludas a la gente, es más ahora te entrometes en sus vidas. No tenias porque intervenir entre...
- No le veo beneficio alguno ocupar mi tiempo en saludarte y en cuanto a entrometerme no se a que te refieres.
- La pelirroja, no tenías porque...
- De una vez te informo que en lo que respecta a Clary tengo todos los derechos, ella esta bajo mi protección intenta siquiera mirarla y te hundire en la carcel por intentar seducir a una niña
De pronto la puerta del ascensor se abrió, ya estaban en el primer piso y una voz gruesa se escucho
- Espero que la niña de la cual hablan no sea la mía o la carcel sera el cielo comparado con el lugar donde pienso enviarte
- Valentine me alegro tenerte aqui, aunque me sorprende que hayas llegado tarde
- Esos inútiles del aeropuerto perdieron mi equipaje y ni que decir de la aerolínea que llegó con mucho retraso a causa de una simple llovizna, ahora Alec no me cambies el tema ¿estabas hablando de mi hija? deje a mi niña a tú cuidado espero que no hayas permitido que nadie se le acercara
- Por supuesto que no, sabes que ella es muy preciada para mi
- Tiene que serlo después de todo ella sera tu esposa
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