Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Punto Ciego

El cuerpo de la mundana yacía en el piso, a la vista de los cazadores y subterráneos que se acercaban. El lugar estaba cubierto por un potente glamour para que los mundanos no se fijaran. Alec se acercó a cuerpo y lo inspeccionó, la chica había sido asesinada con el mismo modo que las otras cinco personas personas.
-Magnus estuvo aquí?- preguntó Luke, acercándose a Alec.
-Si- respondió Alec- Esta mundana fue asesinada con magia, como las otras cinco.
-Encontré otros cadáveres- dijo Luke- Tenía marcas de colmillo. Al igual que los otros tres.

Alec fruncio el seño. Estaba cansado de levantarse cada día desde hace dos semanas y encontrar cadáveres de personas asesinadas de formas horribles e inimaginables. Pero peor, era pensar que Magnus había sido responsable de la mayoría. Pero el, a diferencia de la Clave, creía en la inocencia de su novio.
Sabía que algo pasaba. Algo mas de lo que sabía.

El cazador de sombras tenía el recuerdo de la última vez que había visto a Magnus.
Ambos estaban una tarde en el loft de Magnus. Habían pasado seis meses desde que habían regresado.
Alec y Magnus estaban en el sillón, en plena sesión de besos. Alec amaba sentir los labios de Magnus sobre los suyos. Amaba las sensaciones que Magnus provocaba en él. Amaba que ese inteligente, sarcástico y sexy brujo lo amara y Alec estaba orgulloso y a la vez encantado de amarlo.
Alec se detuvo para mirar a Magnus a los ojos y sonrió embriagado de amor.
Te amo, le dijo Alec.
Yo también te amo, Alec.

Ambos volvieron a besarse, pero el celular de Alec sonó.
-Tengo que irme- dijo Alec. Magnus pudo sentir la frustración emanar de su novio.
-Te espero en casa esta noche, entonces- dijo Magnus, dándole un dulce beso- Después de todo, tengo que hacer un trabajo para un cliente. Ya sabes, lo normal.
- Nos vemos esta noche- dijo Alec. El cazador salió del departamento que compartía con su novio, pero antes, le dio otro beso.

Alec había llegado lo mas temprano posible al loft y esperó a Magnus toda la tarde. Al ver que su novio no llegaría, pensó que el trabajo tuvo que ser mas difícil de lo que el brujo esperaba. El ojiazul intentó llamar a Magnus, pero no contestaba.
Magnus no había aparecido en toda la noche y Alec supo que algo andaba mal. Y si le ocurrió algo a Magnus?
El joven Lightwood rezó a Raziel para que protegiera a su brujo. El sabía, que Magnus podía correr peligro, pero una pequeña parte de él, le decía que seguía vivo.

Alec fue al instituto y se encontró con sus hermanos, quienes tenían un rostro que delataba preocupación.
-Chicos- dijo Alec- Que ocurre?
-Es Magnus- dijo Jace.
-Que pasa con él?- dijo Alec, preocupado- Le pasó algo? Lo vieron? Saben donde está?
-Alec- dijo Izzy en tono de preocupación- Encontraron a un mundano muerto. Lo mató un brujo.
-Un brujo?-  dijo Alec. Sin comprender.
-Fue Magnus.

El mundo de Alec se derrumbó con esas dos palabras. El resto de la conversación, permanecía en el aire, sin ser asimilada por el joven Lightwood.

-Como saben que fue él?- dijo Alec.
-Hay testigos- dijo Isabelle- Pero yo también estoy tan confundida como tu, hermano. Se que Magnus no pudo hacer algo tan horrible.

Durante varios días, la situación empeoraba. Los asesinatos aumentaron y empezaron a desaparecer subterráneos.
Entre los muchos cadáveres, se encontraba esencia de magia de Magnus. El resto, habían sido asesinados por los mismos subterráneos desaparecidos. La clave empezó a preocuparse.

Alec era el que mas estaba sumergido en la investigación y en la inocencia de Magnus. Los otros shadowhunters empezaron a desconfiar de Alec.
Cada noche, se acostaba en la cama y abrazaba la almohada de Magnus. Un triste Presidente Miau le hacía compañía.

Alec estaba demasiado concentrado en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que Luke le estaba hablando.
-Lo siento- dijo Alec- Que decías?
-Debes descansar, chico- le dijo Luke- Desde cuándo no duermes?
-No puedo dormir si Magnus está desaparecido- dijo Alec- Me necesita y yo lo necesito.
-Magnus querría que descanses un poco- dijo Luke- Me preocupas, Alec. Y yo no soy el único al que le preocupas.

Alec sabía que Luke estaba hablando de sus hermanos y de sus amigos, no le gustaba preocuparlos. El cazador iba a decir algo, pero vio a los otros cazadores que los vigilaban y decidió que allí no era el lugar indicado.
La Clave lo tenía vigilado y a todo aquel que creyera en la inocencia del brujo (amigos y familia).
Alec no esperaba otro comportamiento de la Clave. Ellos tenían miedo, el asesino era una cosa muy seria. Era mas fácil echarle la culpa a alguien y luego deshacerse de él.
Pero Alec creía en la inocencia de su novio, sabía que había algo mas aunque no supiera de que se tratara. No abandonaría a Magnus.
Aunque el mundo se estuviera cayendo a pedazos, no abandonaría a Magnus. Por qué Magnus era su todo y la esperanza de encontrarlo, era lo último que le quedaba ahora. Lo último que lo mantenía en pié para que no se lo llevara la desesperación.

Te encontraré, Magnus. Lo juro por todos los ángeles del cielo. Juro que estarás a salvo en mi brazos. Juro que no te abandonaré, aunque me tarde mucho, te encontraré y no habrá nada que nos separe. Oh, amor, resiste donde sea que estés. Voy en camino.

Alexander tendría que haberse fijado en las sombras que lo observaban y amenazaban su futuro con nubes de tormenta, mientras que ahora lo rodeaban las penumbras de la incertidumbre sobre lo que pasaba ante sus ojos.

***

M

agnus abrió los ojos y emitió un gruñido. No sabía cuánto tiempo estuvo encerrado allí, pero tenía el presentimiento de que había pasado mucho tiempo.
Estaba encadenado a una habitación con otros brujos y otros subterráneos. El ambiente era como esa vez que estuvo atrapado en Edom. Recordaba como esa vez, la vida se le escapaba y sentía que se asfixiaba debido a la temperatura. Pero esta vez, no sentía que la vida se le escapaba o se asfixiaba por el calor, solo se sentía débil por las cadenas que su captar le puso. Unas cadenas que tenían un potente hechizo demoníaco.

Magnus recordaba perfectamente como llegó allí.
Había ido a esa casa porque un mundano lo contrató para invocar a un demonio, algo natural de su trabajo. Pero en cuanto entró a la casa, sabía que algo andaba mal. Magnus le había pedido para ir al baño (pobre y clásica excusa).
Se puso a merodear por el lugar y encontró una habitación con grabados extraños. El brujo sabía que debía salir de allí, tenía un mal presentimiento. Pero antes de que pudiera decir algo, escuchó un ruido. Magnus se preparó.
Y de la nada, algo salió de entre las sombras: un demonio.
Magnus usó un hechizo para bloquear el ataque. Quiso usar un portal para salir, pero los hechizos de la casa evitaba que pudiera hacer uno. Magnus corría hacia la puerta, entonces, algo lo golpeó en la cabeza y lo dejó inconsciente.
Lo último que vio, fue al mundano que lo contrató, sosteniendo una pala de jardinería y al demonio cambiar de forma de él.

Cuando despertó descubrió que estaba encadenado y que las cadenas evitaba que pudiera escapar. Pero también sentía, que le quitaban su magia y se iba debilitando lentamente.
Con el tiempo, empezaron a aparecer otros subterráneos y Magnus descubrió que el mundano y el demonio estaban matando personas. Pero lo peor, fue descubrir que el demonio mataba con disfrazado de los subterráneos prisioneros.

-Como dormiste?- dijo una voz. Magnus vio que de trataba de Sun, una mujer loba que también se hallaba prisionera.
-No muy bien querida- dijo Magnus con su clásico sarcasmo- Oh, mataría por un café ahora mismo.
-Yo también- dijo Sun.
-Cuando salgamos, te invitare uno- dijo Magnus- De seguro le agradarías a Alexander.
-Alexander?
-Es mi novio- Magnus sonrió con ternura- Vendrá por nosotros, yo se que sí.
-Si llega a tiempo- dijo Sun.
-Que quieres decir?
-Tomas y su demonio empezaron a llevarse a subterráneos. Nadie sabe para que.
-Tomas es un psicópata. Es impredecible. Si trabaja con un demonio, es porque ambos quieren lo mismo: caos y muerte.
-Espero que tu nefilim llegue a tiempo- dijo Sun, antes de dormirse por lo débil que estaba. Ella usaba cadenas de hierro y plata.
-Yo se que sí. Yo se que sí.

***

Si la Clave estuvo disgustada antes, ahora era peor.
Los mundanos dejaron de ser los únicos que aparecían muertos, ahora empezaron a aparecer subterráneos asesinados de la misma manera que los mundanos.

Isabelle estaba en la habitación forense del Instituto. Examinando el cadáver de un vampiro. Según las marcas de garras y dientes, fue asesinado por otro vampiro.
-Esto no tiene sentido- dijo Izzy- Por qué un vampiro mataría a otro de esta forma? Algo no cuadra...

La chica interrumpió sus pensamientos al ver que Catarina había llegado.
-Isabelle- dijo la bruja- Necesito que me dejes ver el cuerpo.
-Por qué estás aquí?- le preguntó, con curiosidad.
-Mi mejor amigo está siendo incriminado y quiero hacer algo al respecto. Además, escuché sobre el cadáver que encontraron y quise investigar.

Catarina empezó a usar su magia para envolver el cuerpo. Logró encontrar una huella de demonio.
Carina supo lo que pasaba en realidad cuando encontró la huella. Sabía de un mundano que practicaba magia oscura y que desaparecía cada vez que la Clave iba a detenerlo. Años atrás, se había encontrado esencia de demonio en una de sus casas.

-Encontraste algo?- dijo Isabelle
-No- dijo Catarina- Tengo que irme, tengo turno en el hospital.

La bruja salió corriendo de allí. Quería rescatar a Magnus, pues era indudable que su amigo estuviera capturado por el mundano demente.
Pero sabía que no sería fácil, que necesitaba ayuda y sabía a quien pedírsela.

***

Magnus tenía recuerdos de Edom. Recuerdos que lo atormentaban como pesadillas y vagos temores. Pero cada vez que su memoria regresaba a ese lugar, su amado cazador de sombras estaba allí para consolarlo. Una dimensión demoníaca se hacía soportable si Alec estaba allí.
Pero Alec no estaba con él en ese momento y Magnus lo extrañaba. Entrañaba el café en la mañana que su nefilim le preparaba y los brazos de Alec rodeándolo cuando estaban durmiendo. Extrañaba sus besos y caricias. Sus dulces palabras.

Tenía mas miedo allí que en Edom. Temía morir y no ver más a Alec. Pero se aferraba a la esperanza. Se aferraba a ella como ancla. Esa ancla, lo único que lo mantenía vivo.
Entonces, sintió que algo cambió. Todos lo sintieron. Los hechizos empezaron a desaparecer y alguien entró en la puerta.
Primero ingresó una chica de pelo blanco y piel azul. Después, ingresó un joven de pelo negro y ojos azules.
Alec se arrodilló y rodeó a Magnus con sus brazos, luego lo besó. Ambos se aferraban a ese beso como si se aferraran a la vida misma.
-Viniste- dijo Magnus- Sabía que lo harías.
-Nunca te dejaría- dijo Alec- Te amo.
Ambos volvieron a besarse, pero Catarina los interrumpió.
-Tenemos que sacar a todos estos subterráneos de aquí.

Alec cortó las cadenas de Magnus con su espada serafín y luego liberó a los demás subterráneos. Empezaron a correr y llegaron a encontrar el cadáver de Tomas, su cabeza atravesada por una flecha.
Alec y Magnus fueron los últimos en atravesar la puerta, pero Alec se detuvo cuando vio al demonio. Con un cuchillo serafín logró matar al demonio. Magnus se dio vuelta para ver a Alec, quien iba detrás suyo. La cara del brujo cambió de alegría a horror.
El cazador tenía el pecho atravesado, el demonio logró clavarle sus garras antes de morir.

Magnus recostó a Alec en el piso, ambos estaban afuera de la casa.
-Quedate conmigo- le decía Magnus mientras usaba su magia para curar a Alec- No te vallas, por favor. Tengo miedo de perderte.
-Magnus- decía Alec. Muy débilmente.
-Usa tu estela- suplicó Magnus. Pero el cazador estaba muy débil para trazar una runa sanadora.
-Al menos te encontré- le dijo Alec- Sabía que lo haría. Sabía qué eras inocente. Sabía que volvería a tu lado. Al lado del hombre que amo mas que a nadie en este mundo.

Magnus empezó a derramar unas lágrimas y Alec las limpio. El cazador besó a su novio, pensado que sería la última vez que lo haría.
Pero Magnus no se rendiría, salvaría a su nefilim como el hizo lo mismo. Magnus usó todo el poder que tenía. Usó su magia, mas fuerte que nunca debido al amor por Alec y su determinación por salvarlo.

***

Magnus despertó al sentir el tacto de una mano sobre su rostro. Se había desmayado debido a que usó mucha energía. Abrió los ojos débilmente. Y ante el, estaba una imagen tan real como su amor por Alec.
El cazador ahora tenía el pecho sin ninguna herida, solo la mancha de sangre seca en su traje de combate. Alec acariciaba el rostro de Magnus y brujo sonrió, nunca dejaría ir a Alec. Y sabía que aún tenían una vida juntos por delante.
El brujo escuchó que el nefilim había dicho algo. Una sola palabra.
Una palabra dicha en un tono dulce y afectivo: Magnus.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro