Lo que nos queda (AU)
El aroma a café era delicioso, pero no ayudaba a aplacar las dudas que tenía sobre estar allí.
Alec no sabía como había aceptado tener una cita con el hermoso hombre con el que se vería en un rato. Después de todo, era un jardinero. Por qué alguien como Magnus Bane querría salir con un jardinero?
Pero a pesar de su pobre trabajo, logró de alguna forma, llamar la atención de su nuevo cliente: Magnus Bane, quien le pidió una cita y Alec se sorprendió así mismo al aceptar.
Hubiera seguido en sus pensamientos, escuchó el sonido de la campana.
Alec fijó su vista y vio que Magnus ingresaba al lugar.
-Llegas temprano, Alec- dijo Magnus- Supongo que no podré sorprenderte.
-Hola, Magnus- dijo Alec, después de soltar una pequeña risa.
-Amo cuando sonríes- dijo Magnus.
Estuvieron charlando mientras tomaban un café. Alec vio como las hojas de otoño caían de los árboles y llenaban las calles de colores como marrón, naranja y violeta.
-Amo esta estación- dijo Magnus- Me encanta ver como las hojas se tiñen de color.
-A mí también me gusta- dijo Alec- recuedo que de niño apilaba las hojas y me arrojaba a la pequeña montaña, junto con mis hermanos.
-Siempre quise tener hermanos- dijo Magnus- Imagino que es divertido tenerlos.
-No sabes cuanto- dijo Alec- Pero no siempre es diversión. Muchas veces me las pasaba cuidándolos y evitando que se metan en líos.
-Pero contaban contigo- dijo Magnus- Y tu con ellos.
Alec sonrió.
Durante el resto de la tarde se la pasaron hablando de otras cosas y aprendió que Magnus era más a simple a vista. No podía evitar pensar que le gustaba desde que este lo había contratado para que trabaje en su jardín.
Después del café, habían decidido caminar por el parque. Ambos habían descubierto que tenían gustos en común: el arte, la lectura, la comida grasosa y estar por horas viendo series y películas, además de ser competitivos y testarudos.
Le gustaba pasar tiempo con Magnus.
Cuando ya era de noche, Magnus llevó a Alec a su casa y allí, debajo de la luz de la luna, tuvieron su primer beso.
Con el tiempo, las citas se habían repetido con más frecuencia. Alec solía ir a buscar a Magnus a su trabajo y luego se iban a tomar algo o caminar por ahí.
Habían fines de semana en los que se la pasaban en la casa del otro y veían películas o solo se basaban.
Todo era fantástico.
Una mañana, Alec despertó en una cama que no era suya y recordó que había pasado una noche en la casa de Magnus y ambos habían quedado dormidos después de una larga y placentera sesión de besos.
A
lec se había dado cuenta de qué Magnus lo estaba viendo con mucha atención y el sintió que sus mejillas se volvían rojas, volvió a esconderse bajo las sabanas.
-No, amor- dijo Magnus, mientras trataba de que Alec no se escondiera- Me encanta ese color tuyo.
-Es vergonzoso- dijo Alec.
-No lo es- río Magnus- Todo de ti me encanta.
-Aunque tenga este color?- preguntó Alec.
-Aunque tuvieras otro color- dijo Magnus- seguirías siendo el hombre que amo. Mi Alec.
Alec besó a Magnus y este le devolvió el beso.
-Te amo- dijo Magnus.
-Yo también- le dijo Alec.
Ambos estuvieron así por un rato que parecía mas largo de lo que aparentaba.
Magnus había disfrutado cada día de los tres años que había pasado junto a su Alec.
Aún podía recordar la primera vez que habían hecho el amor y como se habían entregado al otro con tanta ternura y amor.
Habían pasado tantas cosas durante el último año que habían estado juntos, desde viajes, citas, cenas en el departamento y tiempo juntos.
Dos años después, Magnus había decidido que era Alec con quien quería pasar el resto de su vida.
Magnus había preparado una sorpresa para Alec por sus tres años de noviazgo.
Fue a buscar a su novio al trabajo y lo sorprendió con una cena en jardín, que estaba decorado con un montón de luces de colores y sonaba una hermosa música.
Cuando terminaron la cena, decidieron bailar bajo las estrellas.
-Alec- dijo Magnus, separándose un poco de él- nunca había amado a alguien de la forma en te amo y estos tres años a tu lado son los mejores que tuve.
-Yo también- dijo Alec- Eres los más especial que tengo en mi vida.
-Quiero estar contigo para siempre- dijo Magnus- Y por eso quiero preguntarte algo importante.
Magnus sacó una cajita del bolsillo de su pantalón.
Lo abrió y reveló un anillo. Se arrodilló mientras tomaba su mano. Alec sonreía y derramaba lágrimas de felicidad.
-Casate conmigo, Alec.
Holaaaa
Espero que les gustara el capítulo.
Que les pareció?
Noticia 1:
La otra vez estaba pensando en escribir la secuela de Luces, música y nosotros y Los ángeles toman Brooklyn, también tenía pensado en escribir una cuarta parte de Ojos de brujo. Pero, que pasó? Ya tenía la historia en mi cabeza, pero entonces creció más y más y más, etc, etc.
Ya hasta tenía como mas de cuatro capítulos hechos en mi cabeza. Por lo tanto, decidí recopilar todo y hacer una novela corta sobre Ojos de brujo.
La iría actualizando cuando pueda y tenga inspiración (como en este fic)
Que opinan?
Noticia 2:
Como saben (si no, ahora si), soy de Argentina y ayer se inauguró la feria del libro en Buenos Aires, a la que siempre voy una vez cada año (con este ya van seis). Este año, vienen tantos escritores que me encantan, que me hace querer mudarme a la capital por lo que dura (tres semanas) la feria y poder tener entrada gratis.
Lamentablemente (para mi) dos escritores que mas tenía ganas de ver, no vienen el día que voy.
Pero si voy a poder conocer a Anna K. Franco, Maggie Stiefvater y Madeleine Roux 🙌😍🙌😍🙌😍
Es tanta mi felicidad que grité en casa debido a la emoción y quería compartir esto con ustedes.
Voy a morir por la espera.
#LosSueñosSiSeCumplen.
Gracias por leer💜
Se los quiere😉
Besos😘
Caro.
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