Segunda parte de Falsa alarma, Alec. Espero que la disfruten.

***

Alec sentía que se iba a asfixiar con el traje que se estaba probando. Una vez más, se miró en el espejo. Alec se estaba dando los últimos ajustes del traje de bodas en una sastrería de bodas en Idris.
El cazador de sombras no podía reconocerse en el espejo. Era la primera vez que usaría algo de color tan encendido y formal a la vez. Pero no le importaba que tan incomodo lo pusiera el traje, lo único que le importaba era que dentro de unos días, estaría unido formalmente en matrimonio con Magnus. Algunos pensarían que era tonto casarse con la paz fría pendiendo del hilo de la estabilidad, pero para ellos eso no era tonto.
Ambos se casarían y punto.

Alec sonrió con nerviosismo y orgullo a su reflejo.
-Mas vale que esta sea la última prueba- dijo Alec.
-Deja de quejarte, hermano- le dijo Izzy.
-Pero es que el traje aprieta demasiado- se quejó Alec.
-Pareces un niño pequeño- se río Jace desde atrás.
-Tu eres mas infantil- le respondió el de ojos azules.
-Ya basta, chicos- les dijo Isabelle con una sonrisa- No maten su amor.
-Ese chico Magnus es muy afortunado- dijo la modista, ella le estaba dando los últimos toques al traje de Alec- Puede que no sea vidente, joven. Pero si puedo ver que ambos serán muy felices. De lo único que ha hablado ese brujo era de lo mucho que te ama. No todos tienen la ventaja de encontrar el amor verdadero.

Alec sonrió ante lo que dijo la señora. Amaba a su brujo y era feliz por eso.

***

Magnus dejó en la mesa de la cocina la comida preparada para sus hijos. Se dio vuelta al pasillo cuándo escuchó a sus hijos aproximarse a la cocina después de haberse lavado las manos.
Los niños al ver la comida corrieron hacia la mesa y empezaron a comer tranquilamente.
-Papá cuándo vendrá?- preguntó Raphael después de tragar un bocado.
-Pronto, cariño. No te preocupes- le dijo Magnus.

Ese argumento fue suficiente para el pequeño cazador de sombras. Los tres integrantes de la familia Lightwood-Bane terminaron de comer y después se sentaron a ver una película de Disney: Peter Pan.
Los pequeños Raphael y Max reían con las travesuras de los niños pedidos y se maravillaban con Campanita y su magia de hada. Magnus se reía al ver a su pequeño Max imitando a los piratas con entusiasmo y el brujo de ojos felinos recordó esos días en lo que fue pirata junto a uno de sus mejores amigos: Ragnor Fell.
Se preguntó sobre lo que diría Ragnor sobre casarse con un cazador de sombras. Probablemente lo hubiera llamado loco por un largo rato y el se hubiera divertido con los insultos de su verdoso amigo, pero luego habría sonreído porque sabría que muy en el fondo, Ragnor se preocupaba profundamente por él.
Cuánto le hubiera gustado que Ragnor viviera para verlo casado.
Cuánto habría dado por escucharlo burlarse de él otra vez.

Magnus estaba concentrado en sus pensamientos que no se había dado cuenta que Alec había entrado al departamento y lo besó. Magnus vio a Alec y le devolvió el beso.
-Que te pasa?- le preguntó su nefilim cuándo se separaron del beso.
-Estaba pensando en Ragnor y en lo mucho que me gustaría verlo en mi boda- dijo Magnus después de dar un suspiro.

Alec no dijo nada, solo tomó la mano enjoyada de Magnus para darle fuerza y compañía. El brujo acercó el rostro de su prometido y lo besó. Estaban concentrados en si mismos y no se habían dado cuenta que sus hijos los miraban con radiantes sonrisas de felicidad en su rostros.

La noche antes de su boda, Alec y Magnus estaban sudorosos y cansados después de hacer el amor. El brujo rodeaba al cazador entre sus brazos. Alec ocultaba su rostro en el pecho de Magnus.
-Este es nuestro último día como novios, Alec- le dijo Magnus. El cazador nunca había escuchado al brujo tan emocionado. Después de todo, el matrimonio sería su próxima aventura juntos- Mañana seremos esposos.
-Serás el señor Lightwood- le dijo Alec, divertido.
-Y tu serás el señor Bane- Magnus sonrió y besó a su novio.
-Me gusta- dijo Alec- Señor Lightwood-Bane.

Ambos empezaron a dormirse.
-Alec- dijo Magnus- Prometo amarte siempre y nunca alejarme de tú lado.
-Lo sé- respondió Alec con dulzura- Cada noche desde que volvimos me lo has dicho y me encanta escucharte que lo digas.
-Te amo- le dijo Magnus.
-Y yo cada día más- dijo Alec- Nunca de la misma forma, porque mi amor por ti crece cada día mas.

Ambos se acercaron mas y quedaron abrazados como cada noche de su vida juntos.

***

Magnus caminaba al altar donde Alec lo estaba esperando.
Ambos tenían la mirada en el otro, sin despegarla.
El brujo tomó las manos de su nefilim y ambos miraron a las personas que lo rodeaban: sus amigos y familia. Max y Rapha moraban a sus padres, radiantes de felicidad. Isabelle tomó la mano de Magnus y sonrió. Tessa, Catarina y Jem miraron a Magnus y sonrieron. Jace le dio un guiño a su parabatai y luego tomó la mano de la pequeña pelirroja que estaba a su lado.

-Estamos aquí reunidos-dijo el hermano silencioso- para atestiguar la unión de Alexander Lightwood y Magnus Bane en matrimonio.
Alexander Lightwood, aceptas a Magnus Bane como legitimo esposo?
-Acepto- dijo Alec.
-Magnus Bane, aceptas a Alexander Lightwood como legítimo esposo?
-Acepto- dijo Magnus.
-Ahora, por las leyes del ángel y de Dios, los declaro marido y esposo. Pueden besarse.

Ambos no necesitaban que se los dijeran. Alec y Magnus se unieron en un beso y todos vitorearon.
Alec y Magnus tenían sus frentes unidas.
-Esta noche quiero hacer muchas cosas indecentes contigo, señor Bane- le dijo Magnus a su esposo.
-Yo quiero lo mismo, señor Lightwood- le respondió Alec.

Ambos tenían el alma y los corazones unidos en uno sólo.