Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8

Personaje: Reki Kyan.

Serie/película/anime/libro: SK8 Infinity.

Sinopsis: "Después de haber visto tantas sonrisas por todas partes, sigo pensando que la tuya es la más linda, brillante, la que más irradia calidez.. en pocas palabras, mi favorita."

reki x m!reader; fluff.

Estaba en una posición rígida como estatua, mientras internamente sufría un pánico alarmante, dime ¿Cómo lo haces, hermano? Enseñame tu táctica para mantener la calma o mínimo fingir tranquilidad.

Sin dar tanto revuelo con explicaciones innecesarias, estoy en mi nuevo colegio, lo que significa que al ser nuevo ahí debía presentarme frente a los que serían mis compañeros, en lo que mi hermano mantenía una expresión serena en su rostro y pronunciaba su nombre con absoluta tranquilidad, yo era un remolino de nervios que en cualquier momento iba a colapsar, mi mellizo ya había terminado, lo que significaba que era mi turno, tragué saliva pesadamente, intenté agarrar algo de valor y como pude comencé a hablar.

—S-soy... ______ Hasegawa.

Me presenté mientras tartamudeaba un poco, luego agacho la cabeza para no mirar a nadie a los ojos, ya que eso empeoraría mi estado actual. Que vergüenza, odio estar en este tipo de situaciones.

Por consiguiente a ello, el profesor nos pidió que nos fuéramos a sentar en algún banco libre, Langa manteniendo su típica expresión, se sentó al fondo justo al lado de un pelirrojo, yo me senté adelante de él. Luego el profesor procedió a comenzar con la clase, a la cuál no le presté demasiada atención, ya que me distraje mirando a la ventana mientras hacia garabatos en la hoja con mi lápiz.

Y cuando quise acordar, ya era la hora del recreo, todos comenzaban a salir apresurados del salón como si el lugar se estuviese quemando o algo similar, yo guardaba algunos de mis útiles para evitar que se pierdan o me los roben, a la vez que sacaba mi comida y hablaba con mi hermano, repentinamente el pelirrojo de al lado se nos acercó hablando alegremente con una sonrisa.

—¡Hola, soy Reki Kyan, un gusto!

Exclamó aún manteniendo la sonrisa que parecía nunca borrarse de su rostro.

—El gusto es nuestro.

Le respondí amablemente sabiendo que mi hermano no respondería.

Después de aquello, Reki nos invitó a almorzar juntos, a lo que respondimos afirmativamente y subimos varios escalones hasta ir a lo que sería la azotea, la cual se encontraba totalmente desierta. Nos sentamos los tres al mismo tiempo en el suelo grisáceo y nos limitamos a comer, de vez en cuando conversamos para conocernos un poco más, el de ojos ámbar era realmente agradable.

El tiempo voló rápidamente, las clases del día habían finalizado y ya nos encontrábamos saliendo para irnos finalmente a casa. Una vez afuera, no pude evitar inhalar el aire fresco unos segundos para luego soltarlo, eso me relajó un poco.

—¡Nos vemos mañana!

Se despidió Reki, agitando la mano derecha al mismo tiempo que se subía en su skate para luego desaparecer rápidamente de mi campo de visión.

De todo lo que habíamos conversado durante el día, él nos contaba más que nada de su fascinación hacia el skate, metiéndonos de forma involuntaria a un nuevo mundo, y que de paso mañana después de la escuela nos iba a mostrar como patina, también algunos trucos. Me resulta bastante interesante y me llama la atención, así que no puedo esperar a que sea mañana.

Durante lo que restaba del día, en mi cabeza solo rondaba él, es alguien interesante, con una actitud animada y con una brillante sonrisa imborrable, también.

Creo que debería dormir, la falta de sueño afecta de forma extraña a mis pensamientos.

En el momento en que se indicó que la clase había terminado, el de ojos ámbar saltó de su lugar totalmente emocionado mientras nos decía que ahora íbamos al parque, Langa y yo asentimos, ya comienzo a sentir algo de emoción. Por suerte el parque no estaba tan lejos de la escuela, por lo cual solo tardamos unos cuantos minutos en llegar.

—Genial, ahora comenzaremos con lo básico.

Reki comenzó a hablar mientras dejábamos nuestras mochilas a un lado.

Primero nos mostró como debemos pararnos sobre la tabla, lo intentamos unas pocas veces y en todas terminamos tirados de cara en el piso. Mientras levantaba mi cara del duro suelo, pude ver claramente como el oji-ambar reía, eso inevitablemente me deslumbró por unos segundos, no podía apartar la mirada ante la linda imagen frente a mi y los rayos dorados del sol que se asomaban por atrás hacía que se contrastará, cuando me di cuenta de lo que estaba pensando me levanté rápidamente del piso mientras sentía que mi corazón latía a una gran velocidad, dándome la impresión de que iba a salirse de mi pecho.

Decidí ignorar como pude la sensación de antes, en cuanto logramos pararnos bien sobre la tabla, Reki prosiguió con el resto de cosas básicas que debíamos saber. El tiempo pasó rápido y pronto se había hecho casi completamente de noche, los tres sabiendo que posiblemente nuestras madres se preocuparían, decidimos dejarlo hasta ahí.

—Buenas noches, nos vemos.

Se despidió el pelirrojo sonriendo de lado, para luego irse con su skate en mano.

—Nos vemos.

Dije al unísono con mi hermano y nos fuimos por nuestro camino.

Pasaron las semanas y casi todos los días después de la escuela, íbamos al mismo parque a practicar con el skate, Langa y yo por fin teníamos nuestras patinetas, Reki las hizo para nosotros, personalizadas y todo. No lo dominaba aún a la perfección, pero era notorio que ya le había agarrado la mano a la cosa, desde el inicio pasaba por mi cabeza que me hacía recordar un tanto al snowboard, tiene varias similitudes pero claramente no es lo mismo y eso generaba algunas complicaciones.

También a medida que pasaba más tiempo con el pelirrojo, más sentimientos extraños inundaban por completo mi ser y no es que sea tan idiota como para no darme más o menos una idea de que podría ser, pero no aseguraba nada tampoco ya que, jamás me había sentido así y como si pudiera ser peor no tenía a quien acudir para aclarar bien las cosas, mi hermano no era exactamente una persona que supiera mucho de sentimientos y mi mamá.. no es una mala opción en realidad, voy a hablar con ella en uno de estos días, espero que pueda ayudarme.

Suelto un suspiro para calmar mis nervios y empiezo a caminar lentamente hacia el living, justamente donde se encontraba mi mamá sentada en el blanco sillón, no sé como preguntarle esto, quizá deba ser algo sutil como para disimular, espero no ser tan obvio.

—Mamá..

La llamé tímidamente casi en un murmullo, ante mi llamado inmediatamente puso su atención en mi.

—¿Qué pasa, mi cielo?

Me pregunta a la vez que me hace una seña para sentarme.

—Bueno.. es que.. un amigo tiene sentimientos confusos solo con una persona, se pone nervioso, se sonroja y le late rápido el corazón, eso quiere decir que..

Comencé a relatar la mentira más pelotuda que se me pudo haber ocurrido, hasta que mi mamá interrumpió.

—Eso quiere decir que le gusta esa persona.

Respondió la castaña simplemente con una sonrisa como si fuera obvio.

—Oh, e-entonces le diré para que no se siga confundiendo, jeje.

Dije haciéndome el tonto, así que si es lo que me imaginaba.

Le agradecí a mi madre por la corta, pero útil, charla y abandoné el living para ir a mi pieza, al llegar me tiré de cara contra la cama. Demonios.. así que me enamoré, jamás me había pasado, se siente bonito estar junto a él pero ahora que se por que.. siento que voy a actuar extraño, ¿Qué debo hacer? Declararme no es una opción, dudo mucho que me llegue a corresponder, quizá debería vivir con los sentimientos enterrados para siempre hasta que se me pasen o algo, no sé.

Los días avanzaron, así como mis sentimientos, esta mierda definitivamente no funciona, no siento que se estén pasando mientras intento ignorar todo esto, más bien se siente como si se incrementará cada vez más, como una planta floreciendo en mi pecho.

En lo que pensaba eso, estaba intentando prestar atención a lo que nos relataba el pelirrojo, algo sobre un lugar secreto al que denominaban 'S', donde se hacían competencias de skate para determinar quien era mejor.

Cuando supimos de aquel lugar, Reki nos hizo ir varias veces, era emocionante ver las competencias, en ellas se podía observar claramente el estilo único de cada skater al patinar.

Estaba en el parque de siempre con Reki, Langa decidió irse a casa porque se encontraba muy cansado, lo cuál se notaba bastante con tan solo ver su rostro. Decidimos practicar varios trucos con las rampas del lugar, nos caímos unas pocas veces y hubiésemos seguido de no ser porque justamente el sol pegaba muy fuerte hoy, por lo que nos fuimos a sentar bajo un árbol con sombra.

—Hace mucho calor.

Soltó Reki mientras se sacaba el sudor de la frente con su mano.

—Sí.

Respondí cansado mientras evitaba mirarlo, mi corazón salta como loco cuando sucede, malditos sentimientos.

—Oye, ______...

Dijo el contrario casi en un susurro, yo lo volteo a ver rápidamente, claramente no esperé quedar tan cerca de su rostro, nuestras narices apenas se tocan y puedo sentir claramente su aliento chocar contra mis labios cerrados.

Nos quedamos así por vaya a saber cuanto tiempo, en mi mente me guardaba cada detalle de su rostro, de cerca se ve más hermoso de lo que ya es, no pude evitar sonrojarme ante mis propios pensamientos. Cuando sentí un movimiento de él, salí de mi burbuja para volver a la realidad, poco a poco se acercaba cada vez más a mi cara, eso me ponía aún más nervioso que antes, en el momento que nuestros labios apenas se tocaron levemente, nos separamos y nuestras miradas se encontraron, poco tiempo después miré para otro lado sin comprender del todo que había pasado. Y como el cobarde que soy, decidí despedirme y salir huyendo sin más, que imbécil.

Cada vez que estaba a su lado, era totalmente incómodo, no quiero estar así con él... ¿Por qué siempre me mando cagadas? Pero aún así, hicimos como que no pasó nada, nos seguimos juntando con mi hermano y con otros amigos. Tal y como hoy, que nos reunimos en 'S', Reki se iba a enfrentar a un tipo que no ubico, ni idea de quién es, todo había empezado re bien hasta que nuestro querido amigo se hizo bolsa cuando se tropezó y se llevó con él hasta el skate, obviamente ganó el otro tipo que a nadie le interesa, a nosotros nos importaba el estado del pelirrojo.

Tuvimos que llevarlo de urgencia a un hospital, lo atendieron pocos minutos después de que llegáramos y nos sentamos en la sala de espera, luego de media hora pudimos pasar a verlo, se encontraba dormido y estaba vendado en algunas partes, pero se notaba que lo más grave fue en uno de sus brazos, el cual tenía vendado casi por completo. Como era tarde ya y nuestro amigo estaba bien, los chicos decidieron irse, dejé que mi mellizo se adelantara y me puse a esperar a que despierte, por suerte abrió los ojos antes de lo esperado.

En lo que se levantaba de la camilla, le contaba que los demás habían estado pero se fueron porque era muy tarde, dijo que no esperaba que yo me quedará, no me atreví a mirarlo a la cara, simplemente salimos del lugar en completo silencio, una vez afuera, el frío nos atacó.

—Bueno, eh.. te acompaño hasta tu casa.

Miraba el piso con las manos metidas en los bolsillos del buzo.

—No hace falta.

Respondió, lo miré de reojo y pude notar que sonreía levemente, repentinamente sentí que mis mejillas ardían un poco.

—Igual, te quiero.. acompañar.

Insistí, el asintió y comenzamos a caminar otra vez en silencio bajo las luces de la calle.

—Lo del otro día..

Me atreví a soltar de la nada pero me callé al instante.

—Lo siento.

Se disculpó a lo que le di una mirada que expresaba confusión.

—No quería incomodarte, solo..

—¡No fue así!

Dije algo exaltado de forma inconsciente.

—Me sorprendiste, pero no me incomodó, la verdad es que..

—¡Me gustas!

Solté al unísono con Reki, nos miramos sorprendidos y después reímos completamente relajados al saber que la persona que queríamos nos correspondía.

Nos quedamos mirando el brillante cielo estrellado por unos momentos, chocamos nuestras miradas, ámbar con azul celeste, nos comenzamos a acercar como aquel día en el parque, cerramos los ojos y finalmente nos fundimos en un tierno e inexperto beso, en el cual sentí como en los labios del pelirrojo se formaba una sonrisa, no pude evitar sonreír también.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro