Capítulo 8
De aquel encuentro en la cafetería pasaron dos semanas, en donde todo continuo con relativa normalidad, bueno la relativa vida cotidiana que acompañaba a Gulf en todas sus relaciones, su maldición se habia activado, así que comenzó a volverse posesivo con Glenn, queriendo estar a su lado en todo momento, lo citaba en la cafetería y lo hacía ir a su casa para estar juntos, cuando estaban separados tenía que saber en dónde se encontraba y con quien, algo le decía que las cosas no estaban bien y que pronto iba a ser dejado, tal como lo supo con Kao y con sus parejas anteriores.
Comportamiento que supo captar rápidamente el fantasma pelinegro que lo acompañaba, era lo mismo que el habia vivido en sus últimos días de vida, así que, ya le habia dicho a Fluke lo que estaba sucediendo y por eso ahora se encontraban reunidos en su oficina junto con Singto, tenían que hablar de los siguientes pasos que tenían que dar.
—¿Por qué necesitabas verme urgentemente? —, pregunto Singto apenas se sentó en la silla frente al escritorio.
—Las cosas se han acelerado, la maldición de Gulf se activó, pronto será el día de actuar—, respondió Fluke tranquilo.
—¿Estás seguro?
—Sí, cuando mi primo se vuelve posesivo y pegajoso es indicio de que la otra persona ha decidido dejarlo o como el caso de nuestro amigo aquí presente—. Señalo el fantasma en la habitación —Decidió matarlo, lo cual no hay que ser un genio para saber qué es lo mismo que ha decidido Glenn, nuestra presencia aquel día solo acelero sus planes.
—¿Y qué crees que haga?
—Si piensa como yo, lo más probable es que le tienda una trampa en su propia casa, fue lo que yo hice cuando me decidí—. Se encogió de hombros Kao —Además, Glenn Yong ya le hizo una invitación para verse allí este sábado, Gulf no la ha pisado desde que se hicieron pareja, así que es nuestra mejor apuesta de que estará haciendo su movimiento.
—¿Y qué hacemos nosotros? —, pregunto Singto sin saber muy bien que quería Fluke.
—Nada, simplemente esperar y ver quién es el sobreviviente, actuaremos en consecuencia— Fluke se levantó de su lugar, le dio una carpeta y camino hacia la ventana para mirar el paisaje —Este sábado iremos a casa de Glenn y nos sentaremos afuera a esperar, Kao nos dará la señal de cuando debemos entrar.
—¿Y no será peligroso para él?
—No, él mantendrá su distancia, los fantasmas no deben intervenir en las acciones de los vivos, si lo hacen ya no podrán avanzar a la luz, se quedarán como almas penitentes en la tierra hasta que lo que sea que este mas allá decida que han cumplido su castigo, dependiendo de su falta pueden pasar años, décadas o solo unos meses—, explico Fluke una de las normas de lo sobrenatural.
—¿Cómo lo sabes? —, pregunto mientras ojeaba los papeles que tenía en la mano.
—Años de investigación y conocer algunos fantasmas que me han contado algunas cosas...
—Tu vida es muy entretenida.
—Para mí no lo es tanto, es una maldición saber que no estamos solos, que hay seres que caminan entre nosotros como si nada, no solo son los fantasmas, hay otras cosas más allá, la sombra que esta con Glenn es un ejemplo de ello—. Volteo y camino hacia donde estaba Singto y lo tomo de la mano acariciando el anillo —Esta cosa que ahora llevas en tu dedo esta maldita y puede ser tu perdición, después del sábado ya no lo uses más, puede consumirte.
—Pero...
—¡Tienes que hacerlo! —, replico el rubio algo molesto —Sé que no quieres por tu madre, pero hable con ella y me pidió que hiciera que dejaras de usarlo, está preocupada por lo que puede pasarte, por eso es que no ha aparecido en todo este tiempo.
—¿Porque me hace esto? — Singto golpeo la mesa.
—Porque te ama y no quiere que termines de la misma manera que mi primo y yo, esto no es vida Singto, estar maldito no es bueno, es vivir queriendo no ver nada, no matar, no sentirse satisfecho cuando hacemos algo malo, por eso la muerte siempre es un alivio, no te deseo esta vida, mientras más tiempo uses ese anillo, más te sentirás consumido por el mal.
—Escúchalo, no es nada bonito seguir una rutina en donde tienes una necesidad de matar, te lo digo yo que viví de esa manera por mucho tiempo, mi no vida es lo mejor que me paso, no siento nada y no tengo la necesidad de matar, lo que dice Fluke es cierto, morir es un alivio para nosotros, después de mucho pensar y hacer algunas visitas a mi familia entendí que también tenía una maldición, mi madre me la transmitió, si me hubieran dado la oportunidad te aseguro que la hubiera rechazado—, hablo Kao desde su lugar queriendo convencerlo de que dejara de usar ese anillo.
—Cuando ustedes se unen hacen un buen trabajo—, hablo Singto después de un largo silencio pasándose la mano por los cabellos —Hare lo que me piden, pero dile a mi madre si la ves que quiero despedirme de ella antes de quitármelo—. Se levantó de su asiento —Si eso es todo, creo que debería irme, nos vemos el sábado—. Con esas últimas palabras salió de la oficina, tenía que prepararse mentalmente para lo que estaba por venir.
—¿Crees que se lo quite? —, pregunto Kao cuando estuvieron solos.
—No tiene otra opción, debe hacerlo sino quiere ser consumido por ese anillo—. El fantasma desapareció dejando al rubio solo.
Quien se quedó mirando a la distancia, esperando que todo lo que tenía planeado saliera bien, tenía el presentimiento que esta vez se quedaría solo, cosa que lo hacía feliz, uno de los dos conseguiría lo que siempre ha querido.
Glenn ya tenía todo listo, la casa estaba organizada, la comida sobre la mesa y lo más importante su acompañante se encontraba feliz porque por fin tendría la sangre que tanto anhelaba para seguir viviendo, eso también pintaba una sonrisa en sus labios, esos momentos lo hacían sentir poderoso, que tenía la potestad de decidir sobre la vida de los demás, muchos podrían decir que estaba maldito por tener a la sombra a su lado, pero para él no se trata de una maldición, sino de su razón de existir.
Por su parte, Gulf se encontraba en su apartamento algo nervioso, al fin conocería la casa de su novio, llevaba un tiempo pidiéndole que lo llevara, pero en todas esas ocasiones se habia negado, decía que aún no era tiempo, que tenían muy poco juntos como para llevarlo a conocer su lugar, pero ahora lo haría y tenía una linda sorpresa preparada, su novio lo conocería como de verdad era y así no lo dejaría, le haría saber que no era del todo el lindo y tierno como siempre se mostraba, eso era algo que extrañaba de Kao, con él nunca tuvo que ocultar su personalidad, lástima que él hubiera decidido dejarlo, pero eso era cosa del pasado ahora tenía un nuevo novio y se encargaría de mantenerlo a su lado.
Así que apenas estuvo en el lugar, coloco su mejor sonrisa y toco el timbre—¡Hola amor! —, saludo a su novio apenas este le abrió la puerta.
—¡Llegas puntual como siempre! —. Le dio un suave beso en los labios.
—No me gusta hacerte esperar, ¿cómo me veo? —. Giro en su propio eje mostrándole el conjunto de color crema que llevaba puesto ese día, se habia dado cuenta que era el color que más le gustaba a su novio, así que decidió usarlo.
—Guapo como siempre, todo lo que usas te queda bien—, respondió Glenn con una sonrisa, acercándose para darle un tierno beso en los labios, que Gulf volvió apasionado en tan solo segundos, sorprendiendo gratamente a su novio —¡Vaya!, al parecer me extrañaste—. Se separó pasando la lengua por su labio inferior.
—Claro que lo hice—. Se acercó el pelinegro hacia su novio de manera seductora.
—Veo que hoy estas un poco impaciente—. Glenn lo tomo de la cintura y lo volvió a besar apasionadamente —Aunque me gustaría llevarte directo al dormitorio, tengo otros planes para nosotros esta noche—. Le acaricio la mejilla llevándolo al comedor en donde tenía toda una mesa dispuesta con comida.
—Todo se ve muy delicioso, veo que te esforzaste para esta cita—. Dejo que su acompañante lo llevara a la silla.
—Quiero que sea inolvidable—. Y sin darse cuenta Glenn habia tomado sus manos y las ato a la parte posterior de la silla, decidió que no habia tiempo que perder.
—¿Que estás haciendo? — Gulf intento soltarse, pero no pudo, las cuerdas estaban bien atadas y solo Kao era testigo de lo que estaba sucediendo.
—¡No es obvio!, decidí que esta noche nos divertiremos de una manera diferente Gulf—. Lo tomo de la mandíbula y le dio un nuevo beso —Veras, todo este tiempo que hemos estado juntos me he estado conteniendo y ha llegado el momento de dejar de hacerlo, quiero mostrarte mi verdadera personalidad—. Sonrió el hombre tomando un poco de fruta picada y pasándola por los labios de su acompañante para que la comiera, era una lástima que toda esa comida se desperdiciaría —Hoy quiero que las cosas sean diferentes—. Tomo sus cabellos y dejo descubierto su cuello, en donde le dio un fuerte mordisco haciendo que brotara sangre, la cual barrio con su lengua, provocando que la sombra que lo acompañaba se hiciera más oscura, por fin tenía un poco de ese elixir que tanto necesitaba.
Gulf no podía creer lo que estaba pasando, al parecer su plan se habia volteado en su contra, él habia llegado a esa casa con la idea de hacer que Glenn se acoplara a sus planes, pero al parecer el sorprendido habia sido él y no sabía cómo terminarían las cosas, pudo ver el cambio en los ojos de su novio al probar su sangre, se habían vuelto completamente negros, ese que estaba allí ya no era el hombre que se hacía llamar su pareja, habia caído en una trampa y esta vez no estaba preparado para defenderse, al parecer su momento habia llegado, así que decidió que dejaría que las cosas siguieran el curso que debieran tener, ¿quién era él para ir contra el destino?
Por eso, no dijo nada cuando aquel hombre poseído camino hacia la cocina y regreso con un afilado cuchillo en sus manos, ni mucho menos salió palabra alguna de sus labios cuando comenzó a rodearlo de manera amenazante y abrió su camisa bruscamente para hacerle un pequeño corte en el pecho, del cual Glenn recogió la gota de sangre y se la llevo a la boca para saborearla con renovada satisfacción, lejos de sentirse amenazado o con incertidumbre estaba excitado, se sentía emocionado por lo que estaba por venir, razón por la cual pinto una encantadora sonrisa en sus labios cuando su aun novio le hizo un nuevo corte, al parecer disfrutaría de aquella dulce tortura hasta que llegara su fin, no se engañaba, de aquella casa saldría muerto, lo único que lamentaba era que su primo se quedaría solo.
A las afueras de aquella casa, estaban Fluke y Singto sentados en un auto negro, detrás de ellos el equipo de limpieza que se encargaba de esos asuntos por el rubio, habían llegado tan solo dos minutos después de que Gulf hiciera su ingreso, solo se quedarían allí y esperarían el momento en el cual tuvieran que hacer su intervención.
—¿Porque estas tan tranquilo? —, pregunto Singto a su acompañante, él se sentía ansioso, pero el rubio a su lado estaba imperturbable viendo a través de la ventana.
—¿Porque no lo estaría? —, respondió con otra pregunta —Ya estoy acostumbrado a esto, no es la primera vez que estoy listo para resolver algún lio de mi primo.
—Lo entiendo, pero esta no es una situación normal, él esta allí adentro con un hombre que tiene una sombra maligna consigo, ¡lo más probable es que muera! —. El moreno no podía entender la fría calma que emanaba de Fluke, que solo se encogió de hombros.
—Ya te lo dije, la muerte es un alivio y si Gulf consigue lo que tanto ha querido por mucho tiempo, yo soy feliz, no puedo impedir que él siga su camino... — No pudo seguir hablando porque en el asiento trasero se materializo Kao.
—Las cosas se movieron más rápido de lo que pensábamos, Glenn no espero mucho para comenzar a ejecutar su plan, apenas Gulf llego, lo llevo a la mesa del comedor y lo ato, lo mordió y a la primera probada de su sangre sus ojos se volvieron completamente negros, la sombra tomo control de su cuerpo, ahora está jugando con un cuchillo, haciéndole pequeños cortes en el pecho y saboreando las gotas de sangre que se desprenden de su piel, a medida que la prueba esa cosa se va haciendo oscura.
—La sangre es su alimento, por eso Glenn mata, tiene que mantener viva a la sombra—, hablo Fluke con indiferencia —Vuelve allí, mantente lo más alejado posible y ven avisarme cuando todo termine, ese será mi momento de actuar—. Con esas últimas palabras el fantasma desapareció para hacer lo que se le habia indicado.
El rubio volteo hacia su acompañante y con su mirada le hizo saber que todo terminaría esa noche, todo lo que rodeaba a Gulf Kanawut y Glenn Yong terminaría esa noche...
Ya falta poco para el final de esta historia...
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