Capítulo 2
Adaria
Me agarro de la chaqueta que me proporciono el desconocido y avanzo por los callejones. Mi apariencia es muy llamativa en un lugar tan lúgubre como este. Todo es oscuro a diferencia de mis cabellos y ojos. Por eso debo ir por sitios menos concurridos. Aunque no sé ni para que me gasto, si de todas formas me atraparán de nuevo.
—¡Señorita! —Me sobresalto cuando me agarran del hombro, pero me alivio cuando me doy cuenta que es el tipo raro que me ayudó.
—¿Qué quieres? —digo tosca apartándome de él—. Ya te agradecí.
—Soy Rells —se presenta sonriente.
—¿Y?
—Y pues, no tienes a dónde ir, déjame ayudarte.
—¿A cambio de qué? —expreso desconfiada.
—Que me digas tu nombre me parece justo. —Continúa con su sonrisa y yo mantengo mi expresión de confusión.
—¿Disculpa?
—Sí, tu nombre —insiste.
—¿Para qué?
—Pues no sé, debes tener uno, ¿no? A menos que te digan Muñeca, pero viendo tu expresión me retracto. —Ríe nervioso cuando frunzo el ceño al escuchar la palabra "muñeca"—. Lo siento, de verdad.
—Soy Adaria, significa virginal, irónico, ¿no?
—¿Por qué? —expresa de forma ingenua.
Ruedo los ojos.
—Me estaban subastando, lo viste, aunque no es la primera ni última vez que lo harán.
Se sonroja.
—Lo siento, debe ser horrible —exclama avergonzado.
Me giro para irme.
—No importa ¿Puedes dejarme en paz? No faltará mucho para que me encuentren, te acusarán de ladrón y te matarán.
—No sería la primera vez que me acusan de algo como eso.
Me doy la vuelta a mirarlo otra vez.
—Creí que eras solo un simple músico.
—Lo soy, pero también tengo mi historial, la vida es dura. —Ríe de nuevo pero con más confianza.
—No eres normal, ¿cierto?
—Si te refieres a que no soy humano, no, no lo soy, mi especie se define a sí misma como hombres lobo.
—Licántropos.
—Exacto. —Asiente.
—¿Y tú manada, lobito?
—Fui exiliado, como ves, no soy un santo. —Ríe.
—Entiendo.
—¿Vienes conmigo? —Me ofrece su mano.
—De acuerdo. —Camino pasando por su lado ignorando su gesto, me detengo y me giro—. ¿Vamos? —pregunto—. Por aquí, ¿no?
Asiente alegre y comienza a caminar junto a mí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro