Hoseok había empezado aquel día con buen pie, al despertarse su ahora novio lo recibió con besos y felicitándolo por ya ser mayor de edad. Su suegra le preparó un desayuno especial y su ya no némesis le regaló lencería, en frente de sus suegros.

Eso no fue para nada bueno porque solo causo que quisiera enterrarse vivo, pero eran gajes del oficio.

Como su madre aún estaba en el hospital recuperándose decidió pasar su día allá, cuidándola hasta que la hora de visitas se acabara. De camino compro unas flores para animarla un poco y unos dulces para su hermana que de seguro estaría allí junto con su tía.

—Qué bueno que llegaste, Solecito—el pelirrojo sonrió al escuchar la voz ligeramente rasposa de su madre al entrar a la habitación, su recuperación iba de bien a mejor. Aún seguía pálida y tenía algunos golpes, pero su mirada y sus ganas habían cambiado.

Ya no tenían que preocuparse por que alguien llegara a dañar sus vidas, estarían bien ahora.

—Somin, ¿Puedes dejarme a solas con mi hijo?

—Está bien, ¿Quieres ir a la cafetería, Jiwoo?

— ¡Si! Quiero de ese pan dulce

—Vamos por el—Hoseok acaricio la cabeza de su hermana cuando paso a su lado y cerró la puerta para acercarse a su madre quien ahora estaba seria.

—Se que vas a decir, mamá—susurro y arrastro la silla que había usado su tía y la acerco más a ella. —Lo siento

— ¿Crees que un lo siento va a quitarme el susto que me dio cuando Namjoon me preguntó por ti cuando ni siquiera te vi entrar? ¿Sabes el coraje que me dio cuando los policías me dijeron lo que hiciste y lo que ese infeliz trato de hacerte? ¿Siquiera sabes la impotencia que siento al ver tu mano?

—Mami...

—Nada de mami, niño tonto, que sea la última vez que haces algo como eso ¿Por qué tenías que ser tan imprudente como yo? —se quejó y abrió sus brazos con cuidado. —Ven que quiero abrazarte y no puedo pararme, feliz cumpleaños mi pequeño bebé sol

Hoseok sonrió entre lágrimas y se unió en un abrazo cálido lleno de regaños, amor y besos cálidos de parte de su madre haciéndole prometer que no lo volvería hacer y que empezaría a ser más consciente de sus actos.

Algo que definitivamente debía de aprender.

Pasar aquel día con su madre le hizo sentirse bien, aunque amaba dormir con Namjoon, pasar tiempo con su otra familia y tener peleas absurdas con Jimin, extrañaba su casa, a su madre y a su pequeña hermana.

— ¿Cuándo me ibas a contar que estas saliendo con Namjoon?

Hoseok casi escupió la gelatina que le habían traído a su madre y que obviamente le hizo ojos bonitos para que se la diera.

— ¿Como supiste?

—Namjoon parecía demasiado desesperado en encontrarte, en tiempo anteriores ni te daba los buenos días

—Para tu información, madre bonita—esta sonrió al escucharlo. —Nammie me revelo de que estaba enamorado de mi desde hace 2 años, pero cuando el enano de Jimin y yo dejamos de hablar decidió desistir porque según el yo no le hacía caso

—Cuál de los dos más tontos

—Es que somos uno para el otro—sonrió. —Fue hace unos días

—Me alegra que estén juntos, ¿No le estas dando muchos dolores de cabeza?

—Siempre, es parte de mi

—Créeme que lo sé—su madre acaricio su cabello rojo. — ¿Te sientes cómodo con los Kim?

—Si, me hacen sentir como si fuesen mi segunda familia, pero ya quiero volver contigo, amo dormir con Nammie pero extraño tu comida, ayudarte en la casa, regañar a Jiwoo e incluso aunque me quejo mucho, me encanta llevarla al ballet

—Te prometo que cuando salga de aquí, luego de arreglar la casa viviremos juntos de nuevo y te preparare tu comida favorita como regalo de cumpleaños ya que por ahora no puedo hacer nada más abrazarte

—Eso me es más que suficiente, mamá—ambos volvieron a abrazarse felices de ser libres.

No fue hasta las 6 que el tiempo de visitas se había acabado y junto con su tía y su hermana fueron a la casa de los Kim, ya que la pequeña quería estar con su hermano.

— ¿Qué piensas hacer hoy en tu cumpleaños, Hobi?

—Bueno mis suegros harán una fiesta en una hora así que solo tengo una hora para arreglarme, que ahora que lo pienso, ni siquiera sé que poner- —Hoseok dejo de hablar para echar un grito cuando abrió la puerta y todos sus amigos estaban allí gritando sorpresa, aunque no era para nada una sorpresa no pudo evitar asustarse.

— ¡Feliz cumpleaños!

— ¡Están aquí chicos! —Hoseok chillo de la emoción y se lanzó encima de Chanyeol quien sabía que lo iba a sostener. —Los extrañe mucho

—Nosotros a ti, Hobi

—Nosotros también queremos abrazo—se quejó Youngjae y Hoseok se bajó de Chanyeol para abrazar a cada uno de sus amigos de Busan.

—No esperaba que estuvieran tan temprano aquí

—Quisimos darte una pequeña sorpresa y... —Seulgi le extendió una bolsa de regalo. —Teníamos que llegar antes para que pudieras vestirte

Hoseok chillo como colegiala y se lanzó a abrazarla.

—Subamos, tienen que ayudarme a prepárame

Chanyeol también quiso ir con sus amigos hacia la habitación del pelirrojo, pero Namjoon se interpuso haciendo que retrocediera.

— ¿Pasa algo? —pregunto confundido y Namjoon tenía inventarse alguna excusa rápida porque impulsivamente lo había detenido de solo pensar que se podía ver a su novio con poca ropa.

—Ayúdanos a decorar—Jungkook disimulo como pudo la carcajada y se acercó con las cosas de la fiesta.

—Así es, ¿Tu nombre es Chanyeol? —este asintió aun perdido, pero tomo la caja que le ofrecía. —El mío es Jungkook, nosotros decoraremos y así ahorramos tiempo

Namjoon vio como Chanyeol se alejaba y suspiro, ya sabía que era celoso, celaba incluso a su pequeño hermano, aunque sabia disimularlo, pero cuando se trataba de aquel pelirrojo le era imposible detenerse.

Aquella fiesta sería una tortura para él.

***

— ¿Entonces el chico alto es tu novio?

—Es hermoso, ¿Verdad? —Hoseok mantenía los ojos cerrados mientras Younjae terminaba con su maquillaje. Era algo bastante sencillo, un poco de sombra para resaltar sus ojos; rímel para las pestañas; marcar las cejas; un delineado fino; rubor para sus mejillas y claro, un poco de labial también.

—Muy hermoso, me alegra que estén juntos, pero deja tus labios quietos que necesito terminar con el labial

—Perdón—murmuro y se quedó quieto esperando a que Youngjae termine.

Luego de unos cortos minutos estaba listo, por lo menos su maquillaje y con ayuda de sus amigos se puso la ropa sin ensuciarla ni dañar lo que habían hecho.

—Un toque aquí y un poco de perfume, listo—Youngjae sonrió por su obra de arte y lo dejo verse en el espejo.

¿Quién era ese y donde había dejado a Hoseok ojos de topo?

Llevaba un pantalón de mezclilla negro ajustado junto con una camisa de satín del mismo color, pero con los primeros dos botones sueltos, una cadena resaltando en su cuello y en su cintura había un corsé que remarcaba su delgada figura.

Estaba que ardía.

—Ahora bajemos, me imagino que ya todo debe estar listo incluso escucho música—dijo Seulgi dándole un último retoque a su cabello y miro a Irene. — ¿Crees que estoy bonita?

—No lo estas, siempre eres hermosa

Seulgi sonrió sintiendo sus mejillas sonrojarse y tomo su mano para salir de la habitación.

— ¿Me perdí de algo con ellas dos?

—Solo sé que un día llegaron antes a donde siempre nos encontramos y luego de allí no dejan de coquetearse, no he preguntado, pero siento que por fin están juntas—Hoseok sonrió feliz por ambas y del brazo del peli azul salió de la habitación, bajo de las escaleras encontrándose con todos esperándolo. No pudo evitar sentir sus mejillas rojas, pero mantuvo la compostura incluso cuando su novio, su morenazo, no parecía quitarle los ojos de encima.

— ¡Pero que hermoso estas! ¡Sonríe! Es una foto para tu madre—el pelirrojo apenas pudo sonreír cuando la madre de Namjoon se apareció en frente y le tomo una foto. —Quedaste tan lindo, feliz cumpleaños me alegra de que te quedaras con nosotros—Hoseok se fundió en un rápido pero cálido abrazo con ella y su suegro recibiendo felicitaciones de por medio. —Ven, para que te cantemos feliz cumpleaños, soples las velas y puedan seguir ustedes la fiesta porque yo ya quiero dormir

Y justo como ella había dicho todos le cantaron cumpleaños, recibió una infinidad de regalos que nunca había recibido, siempre fue de poco amigos para no decir que solo tenía uno y se había separado de ese amigo por una simple bobería. Mientras esperaba por soplar las velas agradeció en silencio por los amigos que había hecho, el cambio que tuvo en la escuela, por poder hacer las paces con su mejor amigo, por ser libre de su padre y por el novio que tenía.

Con una gran sonrisa y un corazón rebosante de gratitud apago las velas y dio inicio a la verdadera y alocada fiesta.

No se había equivocado en decir alocada fiesta pues tan pronto como sus suegros y su tía junto con su hermana se fueron, demasiada gente, que apenas recordaba ver empezó a llegar felicitándolo como si lo conociera de hace mucho tiempo. Agradecía que esa no era su casa porque su madre lo colgaría por hacer tanto desmadre.

—Esta fiesta esta de locos—Hoseok se volteo para ver a Yungsun, tan guapo como siempre y sonrió. —Feliz cumpleaños Hoseok, quise traerte esto—le extendió una caja mediana de terciopelo y el pelirrojo la abrió tan pronto la tuvo en sus manos. —Vi esa pulsera y me imaginé que te gustaría

Era una pulsera sencilla, pero tenía un pequeño dije de un sol dorado con una tierna sonrisa.

—Cuando te conocí fue como tener un sol personal en mi vida, hablas mucho, tus expresiones te delatan y pareces tener un imán para los problemas, pero siempre logras tener una sonrisa o sacársela a alguien—con ayuda del Yungsun el pelirrojo ya tenía la pulsera en su muñeca. —Gracias por ser mi sol personal por este corto tiempo y espero poder seguir siendo tu amigo

—No me hagas llorar, arruinare mi maquillaje—ambos se abrazaron por un corto tiempo y al separarse Hoseok le sonrió. —Soy tu amigo y siempre lo seré

—Gracias Hoseok, ahora ve con tu novio antes de que me saque los ojos desde donde esta—el pelirrojo se volteo a ver como Namjoon disimulaba que no los estaba viendo y rio bajito.

—Disfruta la fiesta y gracias por la pulsera, la atesorare

Hoseok camino hacia Namjoon quien evitaba los ojos del menor pero sabía que estaba perdido, este no le daría tregua.

— ¿Disfrutas la fiesta, Nam?

—Bastante, ¿Tu?

—Es divertido ver como tratas de ocultar que no estas celoso, pero no es necesario, mi novio aquí eres tu

—Lo siento, es un poco difícil dejar de sentir celos cuando siempre he sido así, pero estoy trabajando en ello, perdóname si es molesto

—Me alegra que te estes esforzando porque yo también lo soy, pero confió en que esos besitos solo serán para mi—el pelirrojo se alzó para rodear su cuello con sus brazos. —No tienes que pedir perdón, mejoraremos los dos juntos

—Esa ropa te queda perfecta—Namjoon sostuvo su cintura para tenerlo cerca. — ¿Quieres bailar?

—Quiero estar en una habitación contigo, pero primero bailemos

Namjoon sonrió dejándose guiar por el pelirrojo pues no era el más diestro a la hora de bailar, pero los pasos eran calmados, ni siquiera estaban escuchando el ritmo de la canción solo estaban allí sonriéndose el uno al otro, se balanceaban y se miraban como si fuera lo único que tenían, lo único que sus corazones necesitaba para ser felices.

—Gracias por llegar a mi vida, Hoseok

—Quien debería agradecer soy yo, gracias por estar ahí siempre que te necesito y aun cuando no, siempre estás ahí y no me has dejado solo

—Ni lo hare, espero estar juntos por mucho tiempo

— ¿Hasta que seamos viejitos?

—Hasta que tu cabello tenga muchas canas y tengas muchas arrugas, hasta que deje de respirar

—Te quiero mucho, Nam

—Y yo a ti, te quiero mucho, Hobi—ambos detuvieron sus lentos movimientos para sumarse en un cálido abrazo que fue interrumpido minutos después por sus amigos quienes querían integrarlos a los juegos que harían, pero Namjoon se negó pues tenía algo que hacer.

Para suerte del más alto sus amigos se llevaron a Hoseok lejos por lo cual no tendría que inventar una buena excusa para no parecer sospechoso y junto con Jungkook y Jimin subió hasta las habitaciones donde su sorpresa esperaba a que cierto pelirrojo llegara.

— ¿Creen que le guste?

—Le encantara, más si lo planeaste tu—comento Jimin dándole el visto bueno.

— ¿Sería muy malo si me lo llevo ahora?

—Eso ya es decisión tuya, sé que a Hoseok no le molestara en lo más minio dejar la fiesta para tener una contigo—se burló Jungkook recibiendo una mala mirada de Namjoon. —Sabes que tengo razón, pero ¿Hay algo más que pueda hacer para ayudarte? Tengo un Yugy que disfrutar

Jimin asintió, estaba dispuesto a ayudar a su hermano, pero claramente prefería ir con su novio a pasarla bien en la fiesta.

—Solo algo más, díganle a Hoseok que sube

Ambos asintieron y lo dejaron solo para que pudiese pensar. El suelo estaba lleno de rosas, había velas falsas pues con lo descuidados que eran ambos podrían ocurrir un incendio, cerca de la cama había más velas y también una playlist para la ocasión. No era mucho, pero era honesto.

No todos los días se preparaba de esa forma para hacerlo con su pareja, simplemente se daba y aunque antes ya hubiese tenido un novio, en ningún momento le hizo una sorpresa como esa, pero Hoseok merecía lo mejor y Namjoon esperaba ser lo mejor para él.

Estaba arreglando un poco su cabello cuando escucho los pequeños golpes en la puerta gracias a que estaba cerca de ella, con una larga respiración se dio los últimos arreglos y abrió la puerta lo suficiente para que pudiese verlo sin notar lo que estaba detrás.

— ¿Puedo entrar?

— ¿Seguro que quieres?

—Tan seguro como no tienes idea

El mayor sonrió y le tendió la mano para hacerlo entrar, Hoseok observo todo el lugar con una gran sonrisa, incluso la canción le daba el toque al lugar, pero eso no era lo que le interesaba. El pelirrojo se volteo para estar frente a frente con aquel alto chico de piel bronceada, el mismo rico morenazo que le encantaba y provocaba cosas inimaginables.

—Quise hacerlo lo más especial que pude—Hoseok le encanto el cambio de actitud del mayor cuando sus manos rodearon su cintura y su mirada decía más que las palabras. —Espero que te guste

Namjoon dio suaves caricias en su cintura sobre el material del corset y y empezó a explorarlo, la tela de satín era fina y suave tanto que recorrió la espalda del pelirrojo como si la conociera mientras se unían en un beso que empezó lento, como si estuviesen tentando el terreno y así como subía la temperatura el ritmo también.

Las grandes manos del castaño se cansaron de no sentir la piel del menor y apenas hizo un pequeño espacio entre ambos solo para deshacerse de los botones de a camisa y del agarre del corsé. Con una sonrisa encantadora se deleitó viendo el cuerpo del pelirrojo a su disposición y se le hizo agua la boca, mientras que Hoseok, el apenas estaba respirando como una persona normal.

Entre besos, lamidas y mordidas Hoseok se deshizo en gemidos y jadeos agradeciendo que la música estaba alta y no debían de preocuparse por los demás. Namjoon disfruto hacer del menor un desastre, haciéndolo retorcerse y pedir por más.

—Nam...

—No te preocupes—susurro dejando un beso en la frente ligeramente sudada del menor. —Seré gentil

La palabra gentil o delicadeza no era parte del diccionario de Namjoon, el pelirrojo se dio cuenta demasiado tarde, pero nadie podía negar que disfruto aquel momento. Siendo uno con aquel que tanto le había gustado y derrochando un amor que pensaba que sería unilateral.

Hoseok estaba recuperando el aliento junto a Namjoon quien se deleitaba en el desastre en el que había convertido al pelirrojo.

—Dijiste que serias gentil

—Trate, pero eres una tentación, además me la estoy cobrando de todas las que te tenía guardadas

—Pero mi culito—susurro apenas sintiendo un poco de dolor, apenas dolía, pero no se imaginaba que sería de él mañana.

—Lo siento, Hobi dejémoslo hasta aquí, no quiero que mañana te la pases adolorido

— ¿Dejarlo hasta aquí? Ni loco

—Pero ¿No tenías dolor?

— ¿Dolor? ¿Qué es eso? Tú has lo que quieras conmigo, mañana es otro día así que no seas gentil y déjame sin ganas de existir

Namjoon sonrió divertido, su novio era todo un caso, pero le encantaba. Le encantaba tenerlo cerca y sabía que empezaría a vivir muy buenos momentos con él. No quería nada más que estar con él por mucho tiempo.

Tal y como lo había pedido Hoseok amaneció que no quería ni moverse, le dolía hasta el alma, pero lo había disfrutado y si pudiese repetirlo, lo haría sin ningún problema. 

☀

Uff, esto me costó más de lo que imaginan. Espero que les guste y les agradezco por seguir leyendo aun cuando no parecía que jamás actualizaría. A este hermoso y divertido libro como máximo le faltan 5 capítulos más y tendrá su final. Gracias y los amo mucho.

—Kim ♪