Ahora estaba en la habitación de mi morenazo sentado al frente de la mesa en el centro de la habitación teniendo la mejor vista de él, este llevaba sus lentes de profesor seductor mientras que yo llevaba los que me hacían ver como topo.

Se preguntarán, ¿Por qué no los cambio?

Simple, soy mantenido y mi mamá no quiere comprarme otros al menos de que se rompan accidentalmente, ella sabrá cuando sea apropósito. No sé cómo, pero ella lo descubre todo.

Como cuando escondía que me gustaban los chicos y en el desayuno, cuando estábamos todos reunidos dijo: ¿A ti te gustan los chicos? No vayas a negármelo porque soy tu madre y te conozco.

Ese día ni volver a la casa quise, pero no iba a dormir en la calle, ya sabrán el final.

El caso es que ahora no podía concentrarse, aun tenia los condones regalados por el enano de mí no némesis en el pantalón y estar así de cerca, con una mesa pequeña de distancia, me ponía como loco.

— ¿Puedes dejar de fingir que estas leyendo y leer de verdad? Se supone que ibas a poner de tu parte

—Es que no estoy inspirado—hice un puchero dejando el libro que ni sabia de que era en la mesa. —Necesito inspiración

— ¿Qué tipo de inspiración?

—No lo se

Mi hermoso morenazo rodó los ojos y negó, yo seguiría siendo un caso aparte. En eso me llego una idea la mente y sonreí cual maniaco.

—Algo me dice que esa sonrisa no es nada bueno para mi

—Oh sí que lo es, te tengo una propuesta

— ¿Indecente?

—Ni que seas virgen—mi morenazo solo suspiro antes de hacer un ademan para que siguiera. —En fin, si yo paso este examen con 7 iremos a una cita cliché y asquerosamente romántica

—Con 8

Negué rápidamente.

—7 o nada

—8,5 y pago todo

— ¡Acepto! ¿Ya sabes que te condenaste? Como mucho

—Créeme que lo sé—iba a preguntar por qué, pero mi suegra había traído un aperitivo y lo había acabado antes de que esta saliera de la habitación, tal vez debía calmarme un poco.

—Bueno, en fin, a estudiar tenemos una cita en proceso así que ven a explicarme que dice aquí porque no entiendo

Este se acercó pegando nuestros hombros y me dije a mi mismo que no debía reaccionar.

—Ya te expliqué eso como 4 veces, es una simple división de 3 dígitos vas a pasar a la universidad y créeme que esta división es nada a diferencia de lo que te van a dar—mi mirada de preocupación solo lo hizo suspirar. —Bien te lo explicare otra vez y presta atención que apenas son las 8, deberíamos entrar los temas del examen antes de las 11

Asentí decidido.

Bien cerebro, es hora de hacer algo más que pensar en mi morenazo.

1 hora y media después, por fin podía hacer una división de tres sin mucha ayuda eso solo me motivo a seguir aprendiendo. Las matemáticas eran divertidas y fáciles, por primera vez podía decir eso sin parecer burla.

Le tome el ritmo justo después de las 11, ya sabía cómo sumar una cantidad de números que no sabía que se sumaban, restar sin usar los dedos, multiplicar y dividir sin tanta ayuda de la calculadora. El teorema de Pitágoras, ecuaciones, ecuación de segundo grado en su vida no hubiese logrado hacer eso sin ayuda.

Iba pedir ayuda en algo cuando logré ver a mi morenazo durmiéndose mientras se apoyaba de una de sus manos, se veía demasiado tierno que no pude evitar fotografiar ese momento.

Su cabello antes perfectamente peinado hacia atrás ahora caía por su frente y estaba desaliñado por las veces que paso su mano por su cabello por la frustración, sus lentes estaban un poco más abajo de lo que deberían estar, sus labios estaban en un tipo de puchero.

El debería estar durmiendo, en vez de enseñarme algo que debió saber antes por ello decidí que daría todo por pasar ese examen.

No por la cita, aunque fuese un buen incentivo, sino por los dolores de cabeza que le había causado al mayor y el esfuerzo que este dio para enseñarme no fuesen en vano.

No te preocupes, Kim Namjoon haré que estés orgulloso de mi y que te enamores si es posible.

—Pss... Nammie—murmure dando pequeños golpecitos en su espalda hasta que este despertó. —Ve a dormir, después de aquí ya puedo estudiar solo

Este negó quitándose los lentes para pasar sus manos por los ojos lentamente.

—Ni siquiera podías hacer una división de tres y ahora, ¿Lo puedes hacerlo solo?

—Ten fe en mi o—antes de que reaccionara deje un beso en su mejilla. —Babeare tu mejilla y toda tu cara, ¿Te gustaría?

—No gracias—hizo una mueca y dejo los lentes ahí antes de masajear sus hombros. — ¿Está bien que te deje solo? No vayas a despertarme con el humo saliendo de tu cerebro

—Ja ja—le saque la lengua antes de que esta riera y se levantara.

—Entonces, te dejo no te esfuerces tanto solo te frustrara y olvidaras todo—este dio unas palmaditas en mi cabeza como si fuese un cachorro y fue a acostarse.

Troné mi cuello antes de ponerme a estudiar cómo se debía.

Por favor cerebro, no te vayas a quemar ahora.

—Bien, empecemos por los temas del examen—tomé el cuaderno del mayor donde estaban los temas y empecé a leer, sería una parte de teoría y otra de práctica. Seguro que si no fuera por eso ahora mismo estuviera durmiendo.

No supe cuánto tiempo paso cuando la puerta de la habitación se abrió dejando ver a mi ya no tan némesis.

— ¿Y tú que haces despierto?

—Me despertó el olor a cerebro quemado—rodé los ojos, la verdad que esos dos si eran hermanos. Este sin invitación previa se sentó a donde antes estaba Namjoon, estaba de espaldas de este para no distraerme así que ahora tenía al rubio en frente mío. — ¿Cuándo se durmió?

—Supongo que hace un rato, deje mi celular por ahí porque no traje mis audífonos así que no sé qué hora es—me encogí de hombros y le enseñe mi cuaderno. —En mi vida no había hecho tantos ejercicios, y menos solo

—Algo me dice que esto no salió solo porque querías aprobar, ¿Que te prometió?

Solo reí bajo volviendo a hacer aquellos ejercicios.

—Si saco 8,5 en el examen iremos a una cita y pagara todo

—Espera, ¿Ya sabe que le gustas? ¿Va a pagar todo? A mí ni me compra un helado—se quejó mirando a mi morenazo y sonreí con orgullo.

—Obvio que pagara todo y a lo otro si, ya lo sabe—deje el lápiz de lado para morder mi labio. —Se siente bien que por fin lo sepa, no importa si me rechaza puedo llorar hasta secarme, pero lo importante es que ya sabe lo mucho que me afecta estar cerca suyo—el menor lo miro con una mueca y sus mejillas se sonrojaron. —Estoy muy enamorado, ¿No?

—Bastante, pero te diré algo porque me ayudaste con el idiota de popo de perro—hizo señas para que me acercara y eso hice. —Sigue siendo tú, ni a mí el me ayuda a estudiar así que estoy seguro que te tiene en cuenta

— ¡¿Tu cr... —el rubio puso su mano en mi boca al instante, asentí comprendiendo que no debía gritar y alejo su mano. —Lo siento, la emoción ¿Pero en serio que creer que tengo oportunidad?

Estaba seguro que mis ojos estaban soltando tantos brillos que alumbraban toda la habitación.

—Si imbécil, conozco a mi hermano no falta poco para que lo tengas a tus pies, me voy veré si puedo dormir—solo asentí haciéndole un ademan para que fuera. —Cuidado si se te quema la última neurona que tienes

—Creo que ya lo perdí

Escuche su suave risa antes de que se fuera e iba a volver con los ejercicios cuando una mano me detuvo, seguramente había echado el grito al cielo, pero la mano de mi morenazo tapando boca me lo impidió.

—Deja eso y ve a dormir, te quedaras dormido a medio examen—este alejo su mano sabiendo que no gritaría.

—Pero tengo que seguir...—el jalón que dio el mayor nos terminó tirando a los dos al suelo, porque podía ser delgado, pero pesaba una tonelada.

Había dejado los pensamientos puercos para después, pero parece que el mundo no quería, estaba encima del mayor mientras este me miraba seriamente.

—Aprovechando que es de noche y echándole la culpa a que se me quemo la neurona que faltaba—ahora su morenazo fruncía el ceño extrañado, pero sin alejarse. —Solo quiero decirte que, uhm papi estas para chuparte hasta el cabello te como todito

— ¿Acaso sientes vergüenza?

—Mañana, seguramente mañana ni te vea a la cara—me encogí de hombros mirándolo como siempre, como si fuese lo único importante. — ¿Te gusta alguien? ¿Tienes novio o novia? ¿Eres gay? Lo último es para confirmar

—No, no y si ¿Te comía la curiosidad saber?

—Bastante, pero prefiero que me comas tu

— ¿Si sabes que sigues encima mío? ¿No estas incomodo?

— ¿Por qué crees que sigo aquí? Aunque prefiero ser el de abajo

—Yo no...—solo rodó los ojos y negó antes de tomar mi cintura. —Vamos a la cama, aún faltan horas para que tengamos que levantarnos

— ¿Ya? Por lo menos invítame un café

—Repite eso mañana, valiente

No sé cómo, ni iba a explicarlo mi morenazo dejo en claro que iba al gimnasio y nos levantó a los dos.

—Me preocupo mañana—me encogí de hombros y fuimos hasta la cama donde sin pensarlo mucho lo tiré a la cama.

—Hoseok, en serio...

—Esta es la única forma que te diga esto, así que quédate quieto—se sentó encima suyo importándole poco si era una posición comprometedora o si pesaba mucho. —Voy a luchar, aunque no te guste y si luego de todo, no te gusto jamás volveré a ir detrás de ti incluso si después empieces a sentir cosas por mi como en las historias, no esperes a perderme para querer tenerme

—Que profundo

—Lo se soy genial

— ¿Era necesario estar así?

— ¿Querías estar arriba?

—No hablo de eso, pedazo de pervertido alguien podría entrar y malinterpretar—este iba a levantarse, pero no lo deje mientras negaba ahora tomando sus manos y colocándolas en su cintura como antes.

—No es como que estuviésemos haciendo algo solo estamos hablando, ¿No? No te estoy desnudando—mis manos, sin control alguno, empezaron a subir su camiseta dejando ver su torso definido. — ¿Haces mucho ejercicio?

—Hoseok...

—Parece que si—mis manos traviesas empezaron a tocar su torso sin pudor alguno. —Además es muy tarde, ¿Quién va a venir?

Como si hubiese invocado a su mala suerte alguien abrió la puerta, ambos voltearon a ver quién era, nada más ni nada menos ni nada más que la madre de mi morenazo. Ósea, mi suegra entro en el peor momento.

Todo quedo en silencio y podrían haber pasado desapercibido, pero la lampara al lado de la cama estaba encendida así que se veía todo muy bien.

—Chicos por lo menos esperen a que no estemos aquí, al menos si piensan en la protección—esta señalo a su pantalón donde sobresalía el condón que le había dado el rubio. —Sabía que terminarían juntos, en fin, sigan, pero no hagan mucho ruido—esta sonrió raramente enternecida. — Ay mis bebes ya crecieron

Ambos la miramos extrañados antes de que esta cerrara la puerta, aquella visita me recordó que estaba haciendo volviendo la vergüenza y la timidez a tener control. Toda mi cara se calentó, volviéndose roja y escondí mi rostro en el pecho todavía cubierto del mayor.

— ¿Ya volviste en ti? —pregunto claramente divertido.

—Trágame tierra

— ¿Y si te trago yo?

—Namjoon, no ahora

Este rio y nos acomodó ambos en la cama quedando frente a frente.

—Al menos de que quieras seguir deberíamos dormir, mañana tenemos examen y Hoseok, voy a molestarte todo el día de esto

—Maldito y hermoso Kim Namjoon—susurre volviendo a esconder mi rostro en su pecho, de alguna forma terminamos enredando nuestros pies y abrazados.

Ya podía morir feliz.

No bueno, después de que seamos novios, vivamos juntos, nos casemos, tengamos hijos, varias mascotas y luego de ser el abuelo regala dinero que ama a sus nietos así puedo morir. Todavía hay mucho que hacer.

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Tarde mucho pero aquí esta, disfruten uwu.

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[Editado]
—Kim ♪