
O 4 8 || Final
Caminar tomado de la mano junto a Iseul mientras visitamos su universidad y sus instalaciones es muy lindo, después de eso iremos a comprar una taza que tanto quiero para regalarle a Yoongi. Es una de kunamon, edición nueva y limitada
Todos merecen tener un amigo como yo, pero solo hay un Jin en este universo, lo siento por aquellos que no son amigos míos, se pierden de algo bueno.
—El edificio de arte y diseño esta al otro extremo del edificio de dirección y logística, ¿no será agobiante para ti? —pregunto señalando ambos edificios, Iseul parece maravillada con su campus, puedo ver sus ojos brillar.
—Es una buena forma de mantenerme en forma, ¿no crees? —inquiere y me queda pensando por un gran rato.
Iseul siempre ha sido de esa forma, solo se deja llevar por lo que sea que vaya a pasar. Y yo tengo que programar muchas de mis cosas. Ella es más espontánea, yo soy un poco más plano, Iseul me sonsacó para saltarme las clases este último mes, y aunque me mantuve en mis calificaciones, ella era quien me sacaba de las clases, nos íbamos a comer al salón de arte, o dormir.
Sé que estamos enamorados, pero aún así, soy un poco inseguro, pues sigo siendo humano, no culpo a Yoongi de enamorarse de esta loca, todo en ella atrae.
—Sera pesado aún así, ¿no crees? —pregunté y ella negó con esa peculiar sonrisa traviesa. Se ve que le está encantado el lugar, y cuando por fin terminamos de ver las instalaciones y llegamos a la salida, mire a Iseul un poco más alegre—. Bueno ya terminamos de ver tu futura universidad, ¿qué tal si vamos a comprar la taza?
—Parece que Yoongi es tu pareja y le vas a dar un regalo, ni siquiera has hecho eso conmigo, eres malo.
Salimos del campus y acerco a Iseul a mi, abrazandola por los hombros.
—¿Celosa?
—Ni que fuera tú cuando hablo con Yoongi —se burla cruelmente de mí, sé que es joda, pero me ha llegado. Suelo ser un poco celoso con Iseul.
Totalmente esto fue un golpe bajo.
—Eres cruel —dije fingiendo indignación, pero al fin y al cabo reímos, mientras caminábamos hacia la tienda donde va a conseguir la taza de Yooongi—. ¿Sabes una cosa? —pregunte con cierta nostalgia en mi voz.
—Sé muchas cosas, pero no me vendría mal saber otra —dijo cínica, así que solo sonrio amargamente.
—Desde que estamos en la escuela elemental nos a tocado juntos, y en la universidad es diferente, ya no estaremos juntos —respondí desanimado y ella asumo por un momento mi rostro entre sus manos.
—Eso querías, ¿no? Recuerdo cuando estaba en el equipo de básquetbol ambos nos hicimos la vida algo divertida e imposible, parece que se volvió costumbre eso al paso de los años, y miramos ahora, hasta vivimos juntos, que caprichosa es la vida —respondió codeando mi costado derecho.
—Mi sueño se hizo realidad, pero muy tarde, por lo menos viviremos juntos, aún así, extrañaré ir a comer contigo en un salón, jugar las canchas, tener castigos juntos, o lo mejor de todo tirarte a una piscina.
—Te estas poniendo muy sentimental, y yo también, pero no hables como si me tuviera que ir a Japón —dijo bromeando, recordando lo de hace unos días—. Estaremos juntos, idiota.
Al parecer esas palabras las he recibido muy bien, es lo que quería escuchar.
En el camino puedo escuchar uno que otro cuchicheo respecto a mi. Esto de que queme este haciendo popular es algo nuevo.
Me agrada que las televisoras y sus empresas me estén captando por mi actuación, por sus grandes gestos y por su lenguaje corporal al actuar, lo hago ver tan realista, no lo digo solo porque sea yo, soy narcisista, pero no tanto, sino porque ya me lo han hecho saber. Iseul me dijo eso tímidamente hace unas noches atrás que le enseñé un detrás de cámara, y la moleste por eso, porque fue linda al decir esas palabras.
Lo que me molesta un poco es el hecho de que las chicas se acerquen a mi de una forma muy ridícula y llena de infantilismo. Sé muy bien que a Iseul le jode el doble y cuando ve esas situaciones no evita poner su cara de fuchi.
Recuerdo que una vez ella estaba hablando con Jisoo, se estaba quejando de unas estudiantes que a pesar de ser mayores me decían ese apodo que causa un poco de controversia a mi escoria.
"—No tienen porque decirle "Oppa", puaj ni siquiera lo conocen, no hay confianza de que le digan de esa forma y aún así le dicen esa horrorosa palabra, me dan ganas de darles un golpe. Pero bueno, basta con mis traumas, sigamos con Hoseok y su nula empatía por robarte tus papas"
Cuando menos me doy cuenta, Iseul trata de soltarme, pero solo la tomó un poco más fuerte mientras abulto mis labios. Creo que me va a meter un golpe para que le suelte.
—¡Ya, deja que te agarre! ¿Por qué quieres que te suelte? —pregunto alterado y solo sonrie al ver su intensidad—. ¿Acaso has visto a otro hombre? Seguro no es guapo, mírame, soy mundialmente guapo, ¿vas a dejarme por cualquiera?
—No seas tonto, por un demonio, solo estoy respetando las malditas cláusulas que tienen tus nuevos contratos.
—Al diablo mis contratos yo soy el dueño de mi persona —Me quedé pensando un poco para decir algo que alivie ell ambiente—. Tú también eres la dueña de mi persona, y nadie me obligará a no tenerte de pareja.
Entramos a la dichosa tienda y pido la taza que Yoongi desea, mientra veo a Iseul caminar, viendo las tazas y demás cosas, toma un par de vasos y juro que casi me los restriega en mi arma mortal—mi rostro—. Son dos vasos, los cuales están estampados con balones de básquetbol y plumones.
—¡Mira, es como una mezcla de nosotros! ¡Yo soy representada por los balones de básquet y tu por los plumones! —exclama como niña pequeña mientras los mueve enfrente mío—. ¿Podemos llevarlos? Será como un objeto de nuestra unión, ¿qué dices?
—¿Me estás proponiendo matrimonio? Porque parece, esos vasos serán nuestra unión en ese caso, hay que llevarlos, y tendrás que esperar a que te compre un anillo.
—¡Genial tendremos nuestros propios vasos! Y por el anillo no te preocupes, yo te propondré matrimonio, así que, yo seré quien vea lo del anillo.
Iseul dejó los vasos en aquella canasta que dejé encima de una mesa, porque no solo venia a compara la taza de kunamom, sino que unas cosas para poder cocinar, y ahora surgió lo de los vasos, miro a Iseul alejarse, y por ahora me doy cuenta de que tiene un mal hábito, es aquel de no cerrar su mochila y ahora mismo veo la libreta en donde dibuja.
Aquí es donde yo me pregunto. ¿Tendrá el dibujo del profesor todavía?
Camino detrás de ella y saco su cuadernillo, ella se da cuenta de inmediato y trata de quitármelo, y así empezamos a pelear por su cuaderno.
—¿Acaso tienes algo que no quieres que vea? Seguro aún tienes al profesor.
—¡Eso es tonto! Dame mi cuaderno, en serio, aún no termino un dibujo y no quiero que lo veas
Iseul trata de alcanzar el cuaderno, pero estiro mi brazo y ella no alcanza, entre tanto jaloneo, siento como nuestros cuerpos chocan con una repisa, y lo peor de todo es que unas cuantas tazas se caen de allí y se rompen.
Es como si se hubiera repetido lo que paso hace unos meses cuando Iseul compraba mis plumones que quemó.
—Es tu culpa Jin.
—Es tu culpa —digo tratando de no reír. Miro el cuaderno de Iseul y veo que hay un dibujo—. Me veo bien en el dibujo, tienes que terminarlo.
—Era una sorpresa, la has arruinado, y ahora tenemos que pagar por las cosas que rompimos.
Al fin, Iseul y yo terminamos pagando las cosas que cayeron y se rompieron, antes no nos metieron a una pequeña comisaría como en miniso, hace rato dejamos las cosas en casa, ahora veo a Iseul y a Yoongi jugar amistosamente un partido de básquetbol.
De repente estos dos paran y caminan hacia nosotros, Hoseok se esta preparando, seguro va a jugar, Jisoo le está deseando suerte.
—Jin —me llama Iseul y la miro—. Hoseok va a jugar junto a Yoongi, y necesito a alguien que sea de mi equipo, y te escojo a ti, Pokémon.
—Hace mucho no juego básquetbol, ¿en serio quieres que seamos equipo? —preguntó y ella asiente—. ¡No te vas a arrepentir de escogerme!
Iseul solo asiente y se pone a mi lado, yo solo estoy nervioso.
—Vamos, es hora de jugar, zángano.
Últimamente muchas palabras que dice o muchas situaciones que han pasado ne recuerdan a muchas cosas de hace unos meses.
El partido comenzó, todo estaba bien, tanto Yoongi como Iseul son buenos, aunque Iseul no podía tirar canastas, de eso me encargaba yo.
Hoseok era buen jugador, recuerdo perfectamente todas las reglas técnicas y demás cosas para poder jugar perfectamente básquetbol, no por nada era un buen jugador, eso hasta que llegó Iseul.
Rebotaba el balón mientras corría junto a Iseul. Se supone que somos equipo aunque de repente sentí a uno que otro empujón por parte de ella, la volteaba a ver y sólo veía una casta sonrisa traviesa, quiere jugar sucio, vamos a jugar sucio.
—¿Acaso eso es lo más rápido que puedes correr? —le preguntó con burla y ella me mira sorprendida. Al parecer no cree lo que le dije.
—¿En serio lo dijiste? Pues yo pienso que deberías de aprender a cuidar de tu derecha, es fácil robarte el balón, mira y come mi polvo —dijo arrebatandome el balón.
Ahora ella tenía el balón pero yo se lo quité porque ya me lo quito Yoongi y Hoseok se quedaron a mitad de la cancha, dejándonos a ambos jugando. Paramos por un momento y volteamos a verlos, ellos solo nos sonríen mientras niegan.
—¿Ya no van a jugar? —pregunta Iseul y ellos niegan.
—Al parecer se ha convertido en un partido amistoso ,a uno rudo entre ustedes dos, así que nosotros no nos metemos, y mejor nos quedamos sentados en las gradas viendo cómo juegan y tal vez se matan entre ustedes.
Iseul y yo nos quedamos quietos por un momento, sonrio de lado y ella levanta una ceja, mientras agarra su cabello en una coleta.
—Tomaré revancha de hace unos años, verás que ahora soy mejor que tú, y vas a quedar como boba —digo preparándome mentalmente para esta batalla.
—Primero muerta, mi orgullo no te dejará ganar.
—¿Crees que el mío lo hará? Que el mejor orgullo gane.
Y así fue como comenzó nuestro partido "amistoso" entre Iseul y yo. No puedo decir que soy muy buena jugando, pero al menos le estoy dando buena revancha a Iseul.
Ambos teníamos tres canastas, el sol ya casi no estaba alumbrando nuestros cuerpos, ya estaba atardeciendo, por lo que ya casi anochece.
Estamos demasiado cansados, aún así seguimos jugando, hasta que Iseul se cansa, tomo el balón y corro rápidamente a la canasta. Iseul trata de alcanzarme, pero no puede estoy a punto de meter canasta, pero Iseul bloquea mi pase, le jalo del cabello y ella me da una mala mirada, y toma el balón, me da un balonazo en su cara.
—Adiós, poste de luz —dice corriendo con el balón en manos, también empiezo a correr, pero no logro alcanzarla, por lo que inevitablemente Iseul termina anotando canasta.
Nos tiramos al suelo y nos empezamos a dar manotazos.
—¿En serio? No paraste hasta que me ganaste, eres genial —le reclamo algo divertido—. Es muy fuerte tu maldito orgullo, deberías de ir a terapia por eso.
—El maldito orgullo primero que perder.
—Como siempre tienes que ser una obstinada competitiva, sonara estúpido, pero me encanta —digo jadeando y ella ríe un poco.
—Yo te quiero aunque seas un perdedor.
Tanto como Hoseok, Jisoo y Yoongi se acuestan con nosotros, somos una pandilla de amigos muy buena. Puedo ver a dos personas pasear fuera de las canchas, es el profesor Namjoon y la hermana de Iseul. Y pensar que todo empezó por ellos dos.
Namjoon nos enseña sus pulgares y sonríe.
—¡Sabía que terminarían juntos! —grito él y todos le miramos.
—¡Usted nos maldijo! ¿Verdad? —gritamos Iseul y yo, solo nos quedo reír, y se fue dejándonos.
Se dice que las almas gemelas se complementan de una manera armoniosa, pues son iguales, pero yo digo lo contrario, se complementan porque son diferentes, eso somos Iseul y yo. Diferentes en muchos aspectos, pero el orgullo es lo que nos hace iguales. Aparte de nuestro sentido del humor.
Y aunque en un principio empezamos aborreciendonos y siendo crueles el uno con el otro, terminamos tirados en el suelo, en una rara y divertida relación. Tal vez es lo que necesitaba, a Iseul y ella a mi. Ahora no me imagino estar sin Iseul, no después de lo que hemos pasado, ella dice que estamos destinados, que siempre lo estuvimos, pero que nuestro maldito orgullo de ambos no nos dejaba darnos cuenta. Aunque tampoco imagino mi relación sin aquellas travesuras que nos hicimos ambos. Es algo que no cambiaría.
Tal vez si no nos hubiéramos enamorado de ella, Iseul se hubiera ido a Japón, o tal vez Yoongi no hubiera podido sacar lo que sentía por Iseul, yo estuviera trabajando con mi padre, Soojin seguiría siendo una egoísta, Namjoon no supiera lo que es el amor, Jisoo y Hoseok no estuvieran juntos. Todos terminamos aprendiendo algo nuevo, o teniendo cosas buenas.
Antes creía que somos personas que tienen que aprender a estar solos que tienen que vivir sus propias luchas solos sin la compañía de alguien, pero después de estos meses en los que he pasado por tantas cosas junto a ellos, me he dado cuenta que el ser humano siempre va a necesitar de un amigo, Iseul es esa amiga, aquella que te insulta, que te hace reír, qué te dice todo lo que te puedes morir si la haces enojar, pero cuando la necesitas ahí está ahí da todo para que tú estés bien, a pesar de que eso la lastimé.
Es el inicio de la relación, aún nos falta mucho por crecer, por aprender, al menos ya no lo haremos solos, y tendremos mucho por que vivir juntos, ¿o no?
Fin.
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Ando sensible, el epílogo lo subo en un día lo prometo, gracias en serio por este aquí leyendo, creo que voy a llorar. :') Último capítulo del año, u ya es casi año nuevo, estoy sensible feliz año
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