Capítulo 16. 🔥
Seth
—No quiero saber nada —digo tajante, dispuesto a irme—. Te dije que no te metieras con ella.
—Es algo grave, Seth, tienes que escucharme.
—No quiero escuchar tus mentiras.
—No son mentiras, hijo. Es algo que cambiará todo lo que hasta ahora tienes pensado hacer contra Vera.
—¿Qué sabes?
Apoyo las manos en el filo de su escritorio, lo miro con fijeza.
—Hace muchos años, Vera viajó a Rusia, allí tuvo a un niño; pasaron varios meses y regresó a Nueva York; el niño se llamaba Misha.
—¿Se llamaba?
Arqueo una ceja.
—Sí, se llamaba. Cinco años después, viajó de nuevo a Rusia y allí tuvo a una niña, al igual que con el niño, ella regresó. Cuando el niño tenía once años, lo mataron. Fue un golpe muy duro para Víctor y Vera. Meses después, ellos fueron a la policía, dijeron que su hija había sido secuestrada; la policía la buscó por semanas, pero nadie sabía nada de ella. La niña se llamaba Anya Záitsev. Pasaron unas semanas y encontraron en un río el cuerpo de una niña, rubia, de ojos azules, piel blanca y dijeron que era Anya; se dijo que el cadáver estaba muy hinchado por el agua, pero que era ella; la niña solo tenía seis años. Para Víctor fue muy difícil perder a su única hija o al menos eso aparentaba. Luego apareció otra niña.
—Nelly.
—Sí, Nelly. Rubia, de ojos azules, piel blanca y parecida a Anya. Decían que la niña era demasiado parecida a la fallecida Anya, porque Víctor se había obsesionado con el recuerdo de su hija.
—Amaba a su hija.
—Sí, Seth, pero Nelly era idéntica a Anya.
—Nadie conoció a Anya, ¿Cómo puedes decir eso?
—Solo lo sé y ya.
—Nada tiene sentido, eso fue un plan demasiado elaborado, ¿no crees?
—Sabes que en esto todo se vale y todo se puede hacer con mucho dinero, Víctor hizo pasar a su hija por muerta y no sé de dónde o cómo hizo pasar a esa niña como su hija muerta... después apareció Nelly.
—Eso es mentira. —Me separo. Paso la mano por—. Es demasiado, hasta para Víctor. Eso no es cierto.
Sacudo la cabeza. Intento convencer de que es una mentira, que él me miente.
—Es cierto, Seth. —Se yergue y golpea sus palmas contra el escritorio—. No te estoy mintiendo, nunca te mentiría. ¿Qué gano yo diciéndote mentiras?
—Nelly no es hija de Vera ni Víctor. Ella no es su hija, ¿me escuchas? No lo es.
—¿Y si lo fuera?, ¿Qué vas a hacer cuando lleves a cabo tu venganza contra Vera, si Nelly es su hija?, ¿Qué harás?, ¿vengarte de la madre de la mujer que amas?
Jared solo me confunde. Todo empieza a dar vueltas en mi cabeza.
—Eso no va a pasar porque Nelly no es su hija.
Me alejo, ofuscado.
—No me creas, Seth, pero te vas a llevar una gran decepción cuando te des cuenta que yo siempre tuve razón.
Ignoro sus palabras y salgo de su despacho.
Jared siempre quiere joderme la vida y esta es una de esas veces. Si es eso, solo es una manera de ponerme en contra de Nelly. Todo lo que dijo sonó tan rebuscado, que eso solo pasaría en una película. Un hombre no puede llegar a tanto para proteger a su hija. Eso no es posible.
Yo creo en Nelly y en el amor que siento por ella. Esa es mi verdad y es lo único que necesito.
Nelly
Seth ha estado algo distante conmigo. No me dice qué le pasa, solo contesta que no es nada importante, que son cosas suyas. Conozco a Seth y sé que algo malo está pasando, pero también sé que no me va a decir nada. Está molesto y no sé por qué.
A veces está bien conmigo; es dulce y tierno, cosa que es raro en él, pues Seth es algo intimidante, serio y bipolar. Otras veces está enojado con todo el mundo, avienta cosas y cuando está entrenando boxeo, golpea a todos con tal violencia, como si tuviera algo guardado, algo que no puede o no quiere sacar.
—¿Dónde está tu intimidante novio? —pregunta Cami mientras agarra la bolsa.
—Intimidando a alguien.
Se ríe.
—Eso lo hace muy bien. —Hace una pausa—. O soy yo o Seth está muy raro. Está así desde el día del ataque.
Hasta ella se ha dado cuenta.
—Sí, lo sé. Ya le pregunté qué le pasa, pero no me dice nada.
Me encojo de hombros, le doy una patada al saco y Cami da unos pasos atrás.
—Hablando del rey...
Con la cabeza señala la puerta, Seth entra con Pete a su lado. Puedo afirmar que está feliz. Es raro verlo así, ya que hace días está irritable y molesto.
Seth
Nelly y Cami entrenan con el saco de box. En cuanto entro, Nelly me mira, pero desvía la vista hacia su amiga y eso es suficiente para saber que está irritada.
Sé que estos días he estado muy raro con ella. Sin embargo, no me cabe en la cabeza que ella sea hija de Vera. Por más que lo analizo, nada cuadra en la historia que mi padre contó y no quiero imaginarme a Nelly como una enemiga. Ella es mi novia, la mujer que amo.
Camino en su dirección y le pido hablar. Nos alejamos de Cami y vamos hacia una de las esquinas del gimnasio.
—Amor, si me he comportado como un idiota, lo siento. —Me rasco la nuca—. Han pasado algunas cosas con mi padre y eso me ha puesto de mal humor.
Se cruza de brazos.
—¿Y yo tengo la culpa de eso? —sisea—. No desquites tu coraje conmigo, porque yo no soy la culpable de tus problemas.
Está demasiado molesta y tiene motivos para estarlo.
—Amor, perdóname —musito. Acaricio su mejilla—. Prometo compensarte por estos días malos. Además, mañana cumplimos meses de ser novios y no quiero estar así.
La tomo de la cintura, atrayéndola.
—Seth yo... no sé, no podemos estar así, te molestas con facilidad y te desquitas conmigo. Eres un imbécil.
Trata de separarse, pero no se lo permito.
—No seas así, Nell. —Le doy un beso en la nariz—. Perdóname, por favor, te prometo que de ahora en adelante todo será diferente. —Extiendo mi mano derecha a la altura de mi rostro como una promesa—. Solo perdóname, amor.
—Está bien.
Vira sus ojos al sonreír.
—Y sí, sí soy un imbécil. —La abrazo—. Te amo, cariño.
—Yo también te amo.
Nos separamos y cada uno va a su lugar.
La observo, ella me lanza una mirada coqueta. Pete me ve y sacude la cabeza.
—¿Qué pasa, Pete?
—Si Vera se entera que estás con Nelly, serás hombre muerto.
—Vera ya lo sabe y mira, estoy completo.
Se ríe.
—Sí, pero si le haces daño, eres hombre muerto. Mejor trata a Nelly como lo que es, una reina, ¿o quieres aparecer muerto a la orilla de la pista?
—¿Por qué Vera me mataría?
Lo escruto con atención.
—Cuando el papá de Nelly vivía, mandó golpear a un chico por que dejó plantada a su hija. Ahora Vera se hace cargo de poner en su lugar a quien le haga daño a Nell.
—¿Pero por qué a Vera le afecta tanto que uno se meta con ella?
Me mira con obviedad, luego su mirar se torna confusa. Abre su boca, mas antes de soltar algo, Vera irrumpe.
—Necesito que dejes eso y vayas a cobrar, si no te pagan, quiero que les recuerdes con quién se meten y lo piensen mejor la próxima vez —ordena en tono neutro.
Sus palabras dan miedo. Nelly detiene su entrenamiento para acercársele.
—Papá siempre se limitaba a dejar pasar unos días para que pagaran.
¿Qué?, ¿de qué demonios habla?
—Hija, tu padre ya no está ahora. Las cosas se hacen a mi manera.
Nelly y esa manera tan suya de ser es lo que la hace tan especial.
Vera sale del gimnasio.
—Mira, Seth, si aprecias tu vida, te aconsejo que te alejes de Nelly. Si le haces daño, Vera no dudará en cortarte las bolas por hacerle daño a su hija —musita Pete con los ojos entrecerrados.
Mi corazón se detiene y siento como si me diera un pequeño infarto. Pete se pone de pie, pero lo agarro del brazo. Confuso, se deja sentar.
—Espera.
—¿Qué?
—¿Nelly es hija de Vera?
—Ya es hora que lo sepas, siempre se ha negado a Nelly como hija de Víctor Záitsev y Vera. Siempre se ha dicho que la adoptaron cuando era una niña, que Anya murió... Se han dicho mentiras por su seguridad, pero, ¿Qué harías tú para proteger lo que más amas en la vida? Nelly es hija legítima de Víctor y Vera, ella es la reina de este mundo, de esta mafia y es la heredera de este lugar.
—Yo... yo no sabía.
—Nadie lo sabe, Seth. Anya está muerta desde los seis años, esa que ves ahí —Señala a mi novia—. Es Nelly Król, no es Anya. Sí valoras tu vida, cuida de ella, protégela y hazla feliz, porque todos nosotros estamos dispuestos a dar la vida por ella y alguien como tú no será ningún impedimento.
Pete se pone de pie y ahora sí sale del gimnasio.
Me deja confundido, roto y destrozado... Me deja en el limbo.
Nelly sí es hija de Vera y Víctor. Mi padre tenía razón y yo me negué a creer en él.
Nelly sale del gimnasio y me dice algo poco entendible para mí, pues mis pensamientos solo están enfocados en ese dato tan vil; la mujer que amo es hija de la tipa que más odio, quien mandó a matar a mi madre, esto es como una maldita pesadilla y me gustaría despertar ya.
«Esto no es posible».
No puede ser.
Me niego.
Me rehúso a creer que esto es verdad.
Es algo que estuvo en mi cara todo este tiempo y que era un secreto a voces... Todos lo sabían, pero yo me negué en creerlo, me cegué por el gran amor que le tengo y ahora la verdad me ha dado como un golpe que no te esperas.
¿Qué pasará ahora?
No sé... no sé qué va a pasar; lo único que sé es que amo a Nelly.
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