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No le deseo ningún mal, pero ojalá diga mi nombre cuando esté con ella.
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—Me dijo que me amaba— bajé la vista a mis manos —Que nunca dejó de hacerlo — apreté los labios mientras trataba de controlar otra vez mi llanto.

SungWon estaba sentado al lado mío en el sofá. Ambos sentado de frente, yo en cuanto llegué había tomado un baño. Me sentía horrible, al hacerlo oír toda mi historia deberia de pensar que soy patética por así decirlo.

—Perdona que te este hablando de esto— el hipo de hizo presente, él negó — Si, nosotros estabamos intentando algo y ahora esto. Mi cabeza esta echa lios—

—No tienes porque pedirme perdón SangJin, yo estoy aquí para apoyarte y ayudarte en lo que necesites—me sonrió y abrió sus brazos, me acerqué a él y me acomode entre ellos, empezó a acariciar mi cabello.

Estuvimos así por un largo rato, sin caer en cuenta cuando me había dormido.

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Llevaba alrededor de unos veinte minutos en frente de la casa de Taehyung, sí, decidí venir a hablar con él, se que después me arrepentiré de esto pero quiero hacerlo, necesito hacerlo. Gracias a Belinda tengo la dirección, el primer día en el que él se mudo me la mando.

Toqué el timbre y una mujer fue la que me abrió. Tendría la edad de mi mamá o un poco más joven.

—¿Sí que desea?—

—Buenas tardes ¿Kim Taehyung se encuentra?— apreté con fuerza el asa de mi bolso.

—Si, Taehyung está ¿Deseas hablar con él? — la mujer me sonrió y se hizo a un lado— Pasa esta en la terraza — le sonreí de vuelta y entré a la casa, cerró la puerta — Acompañame—hizo un ademán con la mano y la seguí, la casa era bastante bonita, estaba decorada muy al estilo de Taehyung.

Pasamos una grandes puerta de cristales y ahí es cuando vuelvo a regañarme mentalmente y a repetirme que no debí de venir, habían varias personas sentadas al rededor de una gran mesa, al parecer celebraban algo.

Hyunji estaba encima del regazo de Taehyung mientras todos estaban sonriendo, mi vista se detuvo en la Señora kim la cual fue la primera en notar mi presencia.

—Oh, SangJin— se levantó de donde estaba y caminó hacia mi, noté como todas las miradas estaban encima de mi, Taehyung me miraba con asombro mientras que la cara de HyunJi era completamente diferente.

—Señora Kim—dio un beso en mi mejilla y sonrió, le devolví él gesto.

—¿Qué haces aquí cariño?—me aguantó por los brazos y miró por unos segundo por encima de su hombro para luego volver a mi y hacer una mueca con su boca.

—Solo pasaba de visita, pero veo que estoy interrumpiendo — fingí una sonrisa de lado.

—Oh, no Sang, no interrumpes pequeña. Podemos ir a adentro —

—No se preocupe, estoy un poco apurada, vendré otro día a verla— sonreí y ella asintió con una cara triste, miré una última vez a aquellos dos y caminé de vuelta por donde mismo vine.

Tenía que haber tomado en cuenta lo mismo que le dije de no buscarlo, no llamarlo.

Necesitaba salir de aquel lugar cuantos antes, un nudo se formó en mi garganta y de nuevo los deseos de llorar no faltaron, pero no otra vez.

Crucé la calle mirando a ambos lados teniendo cuidado para ir hacia mi auto. Abrí la puerta de este, pero otra mano la cerró.

—Tú y yo vamos a hablar — miré a aquel chico de ojos café y su mirada suplicaba más que sus palabras.